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viernes, 18 de marzo de 2016

Prescripción más segura - Ensayo de una intervención con Educación, Informática, e incentivos financieros.


N Engl J Med, 17 de marzo de 2016

Antecedentes
La prescripción de alto riesgo y las complicaciones prevenibles relacionadas con los fármacos son comunes en atención primaria. Se evalúa si las tasas de prescripción de alto riesgo por médicos de atención primaria y los resultados clínicos relacionados se reducirían en una intervención compleja.

Métodos
En este ensayo aleatorio por conglomerados  y de diseño en cuña (stepped-wedge* ) realizado en Tayside, Escocia, se asignó al azar los centros de atención primaria a diferentes fechas de inicio de una intervención de 48 semanas que comprendía educación profesional, informática para facilitar la revisión e incentivos financieros para centros, para revisar las cartillas de pacientes que evaluar la idoneidad. La variable  primaria fue la exposición a nivel de paciente a cualquiera de las nueve medidas de prescripción de alto riesgo de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o agentes antiplaquetarios seleccionados (por ejemplo, prescripción de AINE en un paciente con enfermedad renal crónica o coprescripción de un AINE y un anticoagulante oral sin gastroprotección). Los resultados secundarios preespecificados incluyeron la incidencia de ingresos hospitalarios relacionados. Los análisis de los datos se realizaron de acuerdo con el principio de intención de tratar, con el uso de modelos de efectos mixtos para tener en cuenta para el agrupamiento de los datos.

Resultados
Se aleatorizaron un total de 34 prácticas, de las cuales 33 completaron el estudio. Los datos se analizaron para 33.334 pacientes de riesgo para uno o más puntos en el período previo a la intervención y para 33.060 en riesgo para uno o más puntos en el período de intervención. La prescripción de alto riesgo se redujo significativamente, desde una tasa del 3,7% (1.102 de 29.537 pacientes en situación de riesgo) inmediatamente antes de la intervención hasta el 2,2% (674 de 30.187) al final de la intervención (OR ajustado: 0,63; 95% intervalo de confianza [IC], 0,57 a la 0,68; p menor 0,001). La tasa de ingresos hospitalarios por úlcera gastrointestinal o sangrado se redujo significativamente desde el periodo previo a la intervención para el período de intervención (de 55,7 a 37,0 admisiones por personas-10.000; razón de tasas, 0,66; IC del 95%, 0,51 a 0,86; p = 0,002) , al igual que la tasa de ingresos por insuficiencia cardíaca (de 707,7 a 513,5 admisiones por personas-10.000; razón de tasas, 0,73; IC del 95%, 0,56 a 0,95; P = 0,02), pero no los ingresos por insuficiencia renal aguda (101,9 y 86,0 ingresos por 10.000 personas-año, respectivamente; razón de tasas, 0,84; IC del 95%, 0,68 a 1,09; P = 0,19).



Conclusiones
Una intervención compleja que combina la educación profesional, la informática, y los incentivos financieros redujo la tasa de prescripción de alto riesgo de los medicamentos antiplaquetarios y antiinflamatorios no esteroideos y puede haber mejorado los resultados clínicos.



El trabajo


Dreischulte, T., P. Donnan, A. Grant, A. Hapca, C. McCowan and B. Guthrie . "Safer Prescribing - A Trial of Education, Informatics, and Financial Incentives." N Engl J Med 2016 374(11): 1053-1064.


En http://bit.ly/22ukPGG


* en este tipo de diseño los grupos reciben la intervención en diferentes momentos y hacen de grupos control cuando no la reciben

viernes, 4 de marzo de 2016

Triple Whammy . INFARMA Vol. 7 Nº 3 · Diciembre de 2015



Servicio Canario de la Salud, marzo 2016.
Introducción
Las reacciones adversas derivadas de la utilización de medicamentos (RAM) son una causa importante de ingresos hospitalarios. La insuficiencia renal aguda (IRA) es una de estas RAM. La tasa de incidencia de ingresos hospitalarios relacionados con IRA en España en 2011 fue de 5 por cada 10.000 habitantes1. Una publicación nacional reciente sitúa la incidencia de IRA durante la hospitalización en 9,6 casos por cada 1.000 pacientes de un hospital de tercer nivel, estando relacionados con medicamentos un 54,1% de los casos2, sobre todo con diuréticos y fármacos que actúan sobre el sistema renina-angiotensina (SRA) y, con mayor frecuencia en pacientes mayores, hipertensos y/o con insuficiencia cardiaca congestiva (ICC). 
 
Hay evidencias que apuntan a un aumento del riesgo de sufrir un episodio de IRA por medicamentos en pacientes susceptibles tratados simultáneamente con diuréticos, inhibidores del sistema renina-angiotensina (IECAS o ARA II) y antiinflamatorios no esteroideos (AINE) incluyendo los inhibidores de la COX-23,4, constituyendo una triada peligrosa. Esta triple combinación, y los efectos adversos que produce, se ha denominado en la literatura como Triple Whammy (TW), ”triple golpe o sacudida”5.
En esta publicación se revisa cómo y bajo qué circunstancias desencadenantes se produce el daño renal con esta combinación de fármacos y se proponen medidas de adecuación terapéutica con el objetivo de minimizar riesgos.


Número completo disponible en http://bit.ly/21VSwjT

viernes, 5 de febrero de 2016

AINE y riesgo digestivo


Atención Primaria, 5 Febrero 2016

Extracto

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) constituyen uno de los grupos de fármacos más consumidos en el mundo, y su prescripción está aumentando con el paso de los años1 debido al aumento en la esperanza de vida y en la prevalencia de enfermedades reumáticas.

Hoy en día, sus propiedades antiinflamatorias, antipiréticas y analgésicas están ampliamente aceptadas. Sin embargo, su uso no es inocuo y está asociado a un amplio espectro de efectos adversos, siendo las complicaciones gastrointestinales (GI) y cardiovasculares (CV) las más importantes.

A pesar de tener una eficacia similar para controlar el dolor, individualmente los AINE son variables en su perfil de seguridad. Los AINE clásicos conllevan un aumento significativo del riesgo GI y CV. Dentro de los AINE clásicos el riesgo de complicaciones GI varía de manera individual según el fármaco que utilicemos2, la dosis administrada y la presencia de otra serie de factores de riesgo no relacionados con el fármaco. La aparición en el mercado de AINE inhibidores selectivos de la COX-2 (coxibs) introdujo altas expectativas al presentar una eficacia similar a la de los AINE clásicos pero con un perfil de toxicidad GI más seguro3. Con posterioridad, la observación de un aumento en la frecuencia de eventos CV4 enfrió estas expectativas. Por último, la demostración de la capacidad de los AINE para producir lesiones significativas en el tracto digestivo inferior, acompañado de la ausencia de una terapéutica efectiva para su prevención, complica aún más el proceso de toma de decisiones. Por todo lo anteriormente descrito, el correcto manejo del paciente que requiere la toma de AINE se ha convertido en un reto para la práctica clínica habitual, ya que deben tenerse en cuenta muchos factores para una correcta prescripción, y el médico ha de enfrentarse a este escenario clínico cada vez con más frecuencia. Por lo tanto, las sociedades científicas deben dotar a los médicos de herramientas en forma de guías de práctica clínica y algoritmos de actuación claros y basados en la evidencia actual para facilitar así el adecuado manejo de estos pacientes5.



el editorial
Beatriz Marcéna, Carlos Sostresa, Angel Lanas.
AINE y riesgo digestivo.
Aten Primaria Febrero 2016; 48(2):73–76

disponible en http://bit.ly/1ouiF7V

martes, 10 de noviembre de 2015

Riesgos de los AINE en pacientes que reciben tratamiento antitrombótico

Butlletí groc, 10 de noviembre de 2015

Los fármacos antitrombóticos, y sobre todo los anticoagulantes, tienen un margen terapéutico estrecho. Si la dosis es insuficiente, aumenta el riesgo de trombosis. Si es excesiva, aumenta el de hemorragia. El uso concomitante de otros fármacos puede aumentar o disminuir su efecto. Desgraciadamente, el uso concomitante de un antiinflamatorio no esteroide (AINE) incrementa tanto el riesgo de hemorragia como el de trombosis.

En este número revisamos los efectos perjudiciales que se pueden derivar de prescribir AINE a pacientes que reciben fármacos anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios


El Butlletí groc Vol. 28, n.º 2 abril - junio 2015 completo

en http://www.icf.uab.cat/es/pdf/informacio/bg/bg282.15e.pdf

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Evaluación de las variaciones en la seguridad de prescripción en centros de salud del Reino Unido: estudio transversal.




BMJ, 3 de noviembre de 2015

Pregunta de estudio ¿Cuál es la prevalencia de los diferentes tipos de prescripción potencialmente peligrosos en centros de salud del Reino Unido, y que variación existe entre los centros ?

Métodos Estudio transversal que incluyó a todos los pacientes adultos expuestos a los riesgos de un error deprescripción o de monitoreo, definido por una combinación de diagnósticos y prescripciones en 526 centros de salud que remitieron sus datos a la Clinical Practice Research Datalink (CPRD) hasta 1 de abril de 2013. Las variables principales fueron la prevalencia de prescripciones potencialmente peligrosos de anticoagulantes, antiplaquetarios, AINE, Beta bloqueantes, glitazonas, metformina, digoxina, antipsicóticos, anticonceptivos hormonales combinados, y estrógenos y el monitoreo hematológico con menos frecuencia de lo recomendado para los pacientes con prescripciones repetidas de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y diuréticos de asa, amiodarona, metotrexato, litio, o warfarina.

Resultados y limitaciones 49.927 de 949.552 pacientes de riesgo provocaron al menos un indicador de prescripción (5,26%, 95% intervalo de confianza 5,21% a 5,30%) y 21.501 de los 182.721 (11,8%, 11,6% y 11,9%) provocaron al menos un indicador de seguimiento. La prevalencia de los diferentes tipos de prescripción potencialmente peligrosa varió de casi cero a 10,2%, y para el seguimiento inadecuado varió de 10,4% a 41,9%. Los pacientes mayores y aquellos con múltiples medicamentos prescritos repetidas tuvieron riesgos significativamente mayores de desencadenar un indicador de prescripción mientras que los pacientes más jóvenes con menos recetas repetidas tuvieron significativamente mayor riesgo de desencadenar un indicador de seguimiento. Hubo gran variación de algunos indicadores entre los centros de salud. Aunque los indicadores de seguridad de prescripción describen los patrones de prescripción que pueden aumentar el riesgo de daño al paciente y deben ser evitados en general, siempre habrá excepciones en las que el indicador está clínicamente justificado. Además existe la posibilidad de que alguna información no sea captada por la CPRD para algunas prácticas -por ejemplo, resultados de INR en pacientes que reciben warfarina.

Que añade este estudio? La alta prevalencia de ciertos indicadores pone de manifiesto la existencia de riesgos de prescripción y la necesidad de considerarlos adecuadamente dentro de la atención primaria, sobre todo para pacientes de edad avanzada y en aquellos que toman múltiples medicamentos. La gran variación entre los centros de salud indica que existe un potencial para mejorar a través de intervenciones dirigidas a nivel de los centros de salud .


el trabajo

Stocks S Jill, Kontopantelis Evangelos, Akbarov Artur, Rodgers Sarah, Avery Anthony J, Ashcroft Darren M et al.
Examining variations in prescribing safety in UK general practice: cross sectional study using the Clinical Practice Research Datalink.
BMJ 2015; 351 :h5501

disponible en http://bit.ly/1HwypKi

miércoles, 15 de julio de 2015

Uso concurrente de antidepresivos y AINE y riesgo de hemorragia intracraneal



BMJ, 14 de julio de 2015

Este estudio señala que tomados por separado, el uso de antidepresivos y AINEs no está asociados con un incremento de hemorragia intracraneal. Sin embargo, cuando son utilizados conjuntamente podrían incrementar el riesgo de sangrado al poco tiempo del inicio del tratamiento. El estudio comparó el riesgo de hemorragia intracraneal entre los pacientes tratados con antidepresivos con o sin antiinflamatorios no esteroides (AINEs).
Objetivos: Definir el riesgo de hemorragia intracraneal (HIC) en pacientes que reciben tratamiento con un antidepresivo y un AINE, en comparación con el riesgo en los que reciben un ISRS pero no un AINE.
Diseño: Estudio retrospectivo de cohortes con emparejamiento por puntuaciones de propensión, de ámbito nacional,
Ámbito Base de datos del sistema nacional de salud de Corea del Sur, de 2009 a 2013, incluidos.
Participantes: Se seleccionó a los pacientes que iniciaron tratamiento con un antidepresivo por primera vez (fecha índice) y no habían tomado antidepresivo en el año anterior. Se excluyó a los pacientes que habían sido diagnosticados de enfermedad vascular cerebral en el año anterior a la fecha índice.
Variable principal tiempo hasta un ingreso hospitalario por HIC en los 30 días siguientes al inicio del uso. Se utilizaron modelos de regresión condicional de Cox para comparar el riesgo de HIC en los usuarios de antidepresivos que recibieron o no recibieron AINE, tras emparejamiento por puntuaciones de propensión en una razón 1:1.
Resultados: Tras estimar las puntuaciones de propensión y establecer los emparejamientos, resultó una cohorte de 4.145.226 personas. El riesgo de HIC a 30 días durante la totalidad del período de estudio fue más alto con el uso combinado de ISRS y AINE que con ISRS sin AINE [HR=1,6 (IC95%, 1,32-1,85)]. No se hallaron diferencias estadísticamente significativas en el riesgo de HIC según el tipo de antidepresivo.
Conclusiones: Según los autores, el uso combinado de antidepresivos y AINE se asoció a un incremento del riesgo de HIC en los 30 días siguientes al inicio del tratamiento combinado.

el trabajo
Shin Ju-Young, Park Mi-Ju, Lee Shin Haeng, Choi So-Hyun, Kim Mi-Hee, Choi Nam-Kyong et al. Risk of intracranial haemorrhage in antidepressant users with concurrent use of non-steroidal anti-inflammatory drugs: nationwide propensity score matched study
BMJ 2015; 351 :h3517
disponible en http://bit.ly/1Dj2uen


lunes, 4 de mayo de 2015

Revisando la medicación en el anciano: ¿Qué necesito saber? Boletín INFAC


I nfac  Volumen 23,  No 2
4 de mayo de  2015

INTRODUCCIÓN
La medicación es la intervención médica más utilizada para mejorar la salud1.  Sin embargo, al mismo tiempo, la polifarmacia se asocia a un incremento del  riesgo de efectos adversos, interacciones, menor adherencia al tratamiento,  más hospitalizaciones, mayor mortalidad e incremento de los costes. La polimedicación adquiere especial relevancia en el paciente anciano, población  con un mayor riesgo de reacciones adversas, debido a cambios fisiológicos,  fragilidad y comorbilidad2.
Se estima que los efectos adversos asociados a los fármacos producen en  torno al 6,5% de los ingresos hospitalarios, de los cuales más de la mitad son  prevenibles3,4. Los medicamentos que con mayor frecuencia son responsables de las hospitalizaciones y de los efectos adversos graves o mortales son:  antiagregantes, diuréticos, AINE, anticoagulantes, beta bloqueantes, opioides, metotrexato, digoxina e IECA/ARA II3-5.
En el caso de los ancianos, es necesario añadir a la lista de «fármacos de  riesgo» otros que se señalan con menor frecuencia, posiblemente debido a  que sus efectos adversos tienden a confundirse con los síntomas de la propia  comorbilidad: benzodiazepinas, antidepresivos tricíclicos, fármacos con propiedades anticolinérgicas, antipsicóticos, antagonistas del calcio e insulinas5,6.
Existen diversas intervenciones dirigidas a optimizar la terapia farmacológica  y evitar los riesgos derivados del uso de fármacos7.
En pacientes ancianos  polimedicados, la atención farmacéutica, que incluye revisión de la medicación en colaboración con profesionales clínicos de distintos ámbitos (atención  primaria, centros socio-sanitarios, consultas externas, hospital) o los sistemas  electrónicos de ayuda a la toma de decisiones han demostrado reducir la prescripción inapropiada y los problemas relacionados con medicamentos8. En el  ámbito hospitalario, la revisión de la medicación puede disminuir las consultas  a urgencias7. No está claro si estas intervenciones mejoran otros resultados
clínicamente relevantes, como los ingresos hospitalarios o la mortalidad7,8.
Para facilitar la revisión de la medicación se han diseñado múltiples herramientas. En nuestro contexto, los criterios STOPP- START propuestos por la Sociedad Europea de Geriatría son los más utilizados para detectar prescripciones potencialmente  inapropiadas en personas mayores de 65 años. Incluyen 87 criterios de sobreutilización de fármacos (STOPP o fármacos/ indicaciones a evitar) y 34 criterios de infrautilización (START o fármacos/indicaciones a iniciar)6. Existen además otras herramientas para facilitar la revisión de fármacos en ancianos, como los criterios de Beers o los ACOVE, entre otros9.
En base a una selección de los criterios STOPP-START6 y guías sobre el manejo de la polimedicación 1,10,11, en este boletín  INFAC trataremos de proporcionar recomendaciones concretas sobre los fármacos que más problemas de seguridad generan  en los pacientes ancianos, de cara a facilitar la revisión de la medicación.

Sumario
•     introducción
•     criterios stopp generales
•     fármacos del área  cardiovascular
•     anticoagulantes y  antiagregantes
•     antidiabéticos
•     sistema nervioso central
•     sistema urogenital
•     sistema gastrointestinal
•     sistema respiratorio
•     analgésicos y aine
•     fármacos con efectos  anticolinérgicos
•     fármacos que aumentan  el riesgo de caídas


número  completo disponible en http://bit.ly/1KGOi3u

lunes, 12 de enero de 2015

Ejercicios para artrosis de rodilla. Revisón Sistemática


Rev Cochrane, 9 de enero de 2015

Antecedentes: La artrosis de rodilla (OA) es un importante problema de salud pública debido a que causa dolor crónico, reduce la función física y disminuye la calidad de vida. Se prevé que el envejecimiento de la población y el aumento de la prevalencia mundial de obesidad, aumentarán dramáticamente la prevalencia de la artrosis de rodilla y sus alteraciones asociadas. No se conoce cura para la OA de rodilla, pero la terapia con ejercicio es una de las intervenciones no farmacológicas dominantes recomendados por las normas internacionales.

Objetivos: Determinar si el ejercicio de piso terapéutico,es beneficioso para las personas con artrosis de rodilla en términos de reducción del dolor en las articulaciones o la mejora de la función física y calidad de vida.
Métodos de búsqueda: Se realizaron búsquedas en cinco bases de datos electrónicas, hasta mayo de 2013.

Criterios de selección: Todos los ensayos controlados aleatorios (ECA) que tuvieran asignación aleatoria y que compararan los grupos tratados con algún tipo de ejercicio terapéutico de piso (en oposición al ejercicio realizado en el agua) con un grupo control no ejercicio o un grupo sin tratamiento.

Recogida y análisis de datos: Tres equipos de dos revisores extrajeron los datos de forma independiente, evaluaron el riesgo de sesgo de cada estudio y evaluaron la calidad del conjunto de pruebas para cada resultado con el enfoque GRADE (grado de recomendación, evaluación, desarrollo y evaluación). Se realizaron análisis de los resultados continuos (dolor, función física y calidad de vida) inmediatamente después del tratamiento y en los resultados dicotómicos (proporción de retiros de los estudios) al final del estudio; también llevaron a cabo análisis sobre los efectos sostenidos de ejercicio sobre el dolor y la función (dos a seis meses, y más de seis meses).
Resultados principales: En total, se extrajeron los datos de 54 estudios. En total, 19 (20%) estudios informaron una adecuada generación de la secuencia aleatoria y la ocultación de la asignación y un registro adecuado de los datos de resultado incompletos; hemos considerado estos estudios para tener un bajo riesgo de sesgo general. Los estudios en gran parte estuvieron libres de sesgo de selección, pero los resultados de la investigación pueden ser vulnerables al sesgo de realización y de detección, ya que sólo cuatro de los ECA informaron el cegamiento de los participantes a la asignación al tratamiento, y, aunque la mayoría de los ECA informaron de evaluación de resultados cegados, el dolor, la función física y la calidad de la vida fueron autoinformados por los participantes.
La evidencia de alta calidad proveniente de 44 ensayos (3537 participantes) indica que el ejercicio reduce el dolor (diferencia de medias estandarizada (DME) -0,49; intervalo de confianza del 95% (IC) -0,39 a -0,59) inmediatamente después del tratamiento. El dolor se estimó en 44 puntos dentro de una escala de 0 a 100 puntos (0 indica ausencia de dolor) en el grupo de control; el ejercicio redujo el dolor en un equivalente a 12 puntos (IC del 95%: 10 a 15 puntos).
Calidad de evidencia moderada de 44 ensayos (3913 participantes) mostró que el ejercicio mejora la función física (DME -0,52; IC del 95%: -0,39 a -0,64) inmediatamente después del tratamiento. La función física se estimó en 38 puntos en una escala de 0 a 100 puntos (0 indica sin pérdida de la función física) en el grupo control; el ejercicio mejora la función física en un equivalente a 10 puntos (IC del 95%: 8 a 13 puntos). Evidencia de alta calidad a partir de 13 estudios (1073 participantes) reveló que el ejercicio mejora la calidad de vida (DME 0,28; IC del 95%: 0,15 a 0,40) inmediatamente después del tratamiento. La calidad de vida se estimó en 43 puntos en una escala de 0 a 100 puntos (100 indicaron mejor calidad de vida) en el grupo control; el ejercicio mejora la calidad de vida en un equivalente a 4 puntos (IC del 95%: 2 a 5 puntos).
Evidencia de alta calidad proveniente de 45 estudios (4607 participantes) mostró un riesgo comparable de retirada de la asignación del ejercicio (tasa de eventos 14%) en comparación con el grupo control (tasa de eventos 15%), y esta diferencia no fue significativa: odds ratio (OR) 0,93 (IC del 95%: 0,75 a 1,15). Ocho estudios informaron eventos adversos, todos los cuales estaban relacionados con el aumento del dolor de rodilla o lumbalgia, atribuidos a la intervención de ejercicios provista. Ningún estudio informó un evento adverso grave.
Además, 12 estudios incluidos proveyeron datos de sostenibilidad post-tratamiento de dos o seis meses en 1.468 participantes para dolor de rodilla y en 1279 (10 estudios) participantes para función física. Estos estudios indicaron la sostenibilidad del efecto del tratamiento para el dolor (DME -0,24; IC del 95%: -0,35 a -0,14), con una reducción equivalente de 6 (3-9) puntos en la escala de 0 a 100 puntos, y de la función física (SMD -0,15 IC del 95% -0,26 a -0,04), con una mejora equivalente de 3 (1 a 5) puntos en la escala de 0 a 100 puntos.
Se observó marcada variabilidad en todos los estudios incluidos, entre los participantes reclutados, duración de los síntomas, intervenciones de ejercicios evaluados y aspectos importantes de la metodología del estudio. Los programas individualizados podrían dar lugar a una mayor reducción en el dolor y la mejoría de la función física, en comparación con los programas de ejercicios basados en clases o programas basados en el hogar; sin embargo se observó una heterogeneidad marcada entre estudios, dentro del subgrupo de tratamiento individualizado.

Conclusiones de los autores: Evidencia de alta calidad indica que el ejercicio terapéutico de piso proporciona beneficio a corto plazo que se mantiene durante al menos dos a seis meses después de la interrupción del tratamiento formal en términos de reducción de dolor de rodilla. Evidencias de calidad moderada muestran una mejora de la función física en las personas con OA de rodilla. La magnitud del efecto del tratamiento se considera moderado (inmediata) a pequeña (dos a seis meses), pero comparables con las estimaciones informados para los medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos. Los intervalos de confianza alrededor de los resultados combinados demostrados para la reducción del dolor y de la mejora de la función física no excluyen un efecto del tratamiento mínimo clínicamente importante. Dado que los participantes en la mayoría de los ensayos eran conscientes de su tratamiento, esto puede haber contribuido a su mejoría. A pesar de la falta de cegamiento no disaminuimos la calidad de las pruebas por el riesgo de sesgo de realización o de detección. Esto refleja nuestra creencia de que una mayor investigación en esta área es poco probable que cambie los resultados de nuestra revisión.

El trabajo
Fransen M, McConnell S, Harmer AR, Van der Esch M, Simic M, Bennell KL. Exercise for osteoarthritis of the knee. Cochrane Database Syst Rev. 2015 Jan 9;1:CD004376. [Epub ahead of print] DOI: 10.1002/14651858.CD004376.pub3
disponible en bit.ly/1suhPso

FDA: Revisión de los posibles riesgos del uso de analgésicos durante el embarazo




FDA, 9 de enero 2015
La Agencia de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. ((FDA, por su sigla en inglés) difundió un comunicado donde manifiesta que reconoce las preocupaciones que surgieron a partie de recientes informes que cuestionaban la seguridad de los analgésicos de venta libre y de venta con receta médica, utilizados en el control del dolor durante el embarazo. Por ello se procedió a evaluar los estudios de investigación publicados en la literatura médica y se determinó que dichos estudios eran muy limitados para permitir realizar recomendaciones. Debido a esta incertidumbre, el uso de analgésicos durante el embarazo debe ser considerado con mucha precaución. Se recomienda a las mujeres embarazadas que, antes de usarlos, siempre discutan todos los medicamentos con sus profesionales de la salud.

El dolor intenso y persistente que no se trata de manera efectiva durante el embarazo puede causar depresión, la ansiedad y la presión arterial alta en la madre.1 Los medicamentos incluyendo antiinflamatorios no esteroideos (AINE), opiáceos, y el paracetamol puede ayudar a tratar el dolor intenso y persistente. Sin embargo, es importante sopesar cuidadosamente los beneficios y riesgos del uso de medicamentos con y sin receta para el dolor durante el embarazo.

Los estudios publicados que hemos evaluado informaban de los riesgos potenciales relacionados con los siguientes tres tipos de medicamentos analgésicos utilizados durante el embarazo (consulte la sección Resumen de los datos para obtener más información sobre estos estudios):
  • Los antiinflamatorios no esteroideos y el riesgo de aborto espontáneo durante la primera mitad del embarazo.2-6 Algunos ejemplos de antiinflamatorios no esteroideos de venta con receta son el ibuprofeno, el naproxeno, el diclofenaco y el celecoxib.
  • Los opioides, disponibles sólo con receta, y el riesgo de sufrir anomalías congénitas del cerebro, la columna vertebral o la médula espinal en los hijos de mujeres que han tomado estos productos durante el primer trimestre de embarazo.7, 8 Algunos ejemplos de opioides son la oxicodona, la hidrocodona, la hidromorfona, la morfina y la codeína.
  • El paracetamol, en sus formulaciones de venta tanto con receta como sin ella, y el riesgo de sufrir el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en los hijos de mujeres que han tomado este medicamento en alguna ocasión durante el embarazo.9 El paracetamol es un antipirético de uso común que está presente en cientos de medicamentos, entre ellos los que se utilizan para tratar los resfriados, la influenza, las alergias y los problemas para conciliar el sueño.
Hemos hallado que todos los estudios que hemos revisado presentan limitaciones potenciales en su diseño; algunas veces, los estudios acumulados sobre un mismo tema presentaban resultados contradictorios que nos impedían llegar a conclusiones confiables. Como resultado de ello, nuestra recomendación sobre la utilización de los analgésicos durante el embarazo seguirá siendo la misma en este momento.
Las mujeres embarazadas siempre deben consultar con su médico antes de tomar un medicamento, ya sea de venta libre o con receta. Las mujeres que estén tomando analgésicos y que estén pensando en quedar embarazadas también deben consultar con su médico para conocer los riesgos y los beneficios del uso de estos medicamentos. Los profesionales de la salud deben continuar siguiendo las recomendaciones en las etiquetas de los fármacos al recetar analgésicos a las pacientes embarazadas.
Continuaremos haciendo un seguimiento y evaluando el uso de analgésicos durante el embarazo, e informaremos al público cuando dispongamos de nueva información.

Información sobre el uso de analgésicos durante el embarazo

  • Para tratar el dolor, incluido el dolor intenso y persistente que sufren las mujeres durante el embarazo, se recetan distintos medicamentos. Algunos de estos medicamentos son los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los opioides y el paracetamol.
  • Los antiinflamatorios no esteroideos pueden obtenerse con o sin receta. Se utilizan para bajar la fiebre y aliviar el dolor relacionado con los resfriados, la influenza y la artritis, así como los dolores de cabeza. Algunos ejemplos de antiinflamatorios no esteroideos que deben obtenerse con receta son el ibuprofeno, el diclofenaco y el celecoxib. El ibuprofeno y el naproxeno también pueden obtenerse libremente, sin receta, en concentraciones menores.
  • Los resultados obtenidos en dos estudios realizados en los Estados Unidos indican que aproximadamente entre el 18 y el 25% de los embarazos se ven expuestos a ibuprofeno de venta sin receta, y un 4% a naproxeno, también de venta sin receta.10
  • Los opioides pertenecen a una clase de medicamentos analgésicos que sólo pueden obtenerse con receta. Durante cada trimestre del embarazo, aproximadamente el 6% de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos se ven expuestas a los opioides.11 Algunos ejemplos de opioides son la oxicodona, la hidrocodona, la hidromorfona, la morfina y la codeína.
  • El paracetamol se utiliza en productos combinados de venta con receta para reducir el dolor, y en productos de venta sin ella para reducir el dolor y la fiebre. El paracetamol se puede encontrar en cientos de medicamentos, entre ellos los que se utilizan para tratar los resfriados, la influenza, las alergias y los problemas para conciliar el sueño.
  • Los resultados obtenidos en dos estudios realizados en los Estados Unidos indican que entre el 65 y el 70% de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos admiten haber tomado paracetamol en algún momento durante el embarazo.10

Información adicional para las mujeres embarazadas


Consulte siempre con su médico acerca del uso de todos los medicamentos de venta ya sea con o sin receta durante el embarazo.

  • Evite utilizar antiinflamatorios no esteroideos en el tercer trimestre del embarazo, ya que estos fármacos pueden provocar el cierre prematuro de un vaso sanguíneo en el feto.
  • No deje de tomar ningún medicamento que le hayan recetado sin hablar antes con su médico.
  • Hable con su médico si tiene alguna pregunta o inquietud sobre los medicamentos que esté tomando.

Información adicional para los profesionales de la salud


  • Como resultado de algunos informes recientes que expresan preocupación sobre la seguridad de los medicamentos analgésicos de venta con y sin receta, la FDA ha evaluado los estudios de investigación que se han dado a conocer en las publicaciones médicas y ha determinado que son demasiado limitados como para hacer recomendaciones basadas en ellos en este momento.
  • Hable con cada paciente sobre los beneficios y los riesgos del uso de los analgésicos durante el embarazo, los cuales pueden variar entre pacientes e indicaciones terapéuticas.
  • Continúe siguiendo las recomendaciones actuales de las etiquetas de los fármacos sobre el uso de los analgésicos durante el embarazo.
  • Las etiquetas actuales de los fármacos indican que las mujeres embarazadas no deben tomar antiinflamatorios no esteroideos en el tercer trimestre del embarazo debido al riesgo de cierre prematuro del conducto arterial persistente en el feto.


Resumen de los datos


Los antiinflamatorios no esteroideos y el riesgo de aborto espontáneo durante la primera mitad del embarazo
La FDA ha revisado cinco estudios de observación que evaluaron el riesgo de sufrir un aborto espontáneo antes de la 20.ª semana de embarazo debido al uso de antiinflamatorios no esteroideos.2-6 La frecuencia de estos abortos entre el público general es de una ocurrencia cada seis embarazos. Tres estudios de casos y controles retrospectivos2-4 con más de 100,000 sujetos arrojaron una relación positiva entre la exposición a antiinflamatorios no esteroideos sin aspirina y el aborto espontáneo (razón de posibilidades ajustada [aOR]=7.0, intervalo de confianza al 95% [CI]=2.8-17.7; aOR=3.4, 95% CI=0.9-12.8; y aOR=2.4, 95% CI=2.1-2.8). Estos hallazgos son difíciles de interpretar debido a las limitaciones metodológicas en el diseño de los estudios. Por ejemplo, estos estudios no identificaron el motivo del uso de los antiinflamatorios no esteroideos; las mujeres en estos estudios podrían haberlos utilizado para tratar los síntomas del aborto espontáneo (por ejemplo, cólicos), por lo que no es posible determinar si estos fármacos se utilizaron antes o después de que se produjera un aborto. Además, estos estudios excluyeron a las mujeres que pudieron haber utilizado antiinflamatorios no esteroideos y cuyos embarazos se interrumpieron mediante abortos con fines terapéuticos (inducidos), lo cual probablemente ocasionó que el uso de estos fármacos entre los controles fuera menor que en las mujeres que sufrieron un aborto espontáneo. Por último, los estudios no tuvieron en cuenta el momento de incorporación de los sujetos al estudio (es decir, el momento de la gestación cuando se seleccionó a los sujetos para el estudio). Éste es un aspecto importante, ya que el riesgo de sufrir un aborto espontáneo difiere considerablemente en función de la edad gestacional y, por definición, no puede producirse después de las 20 semanas de embarazo. Dada la ausencia de criterios específicos, no puede determinarse si el momento de incorporación al estudio —y, por lo tanto, el riesgo de sufrir un aborto espontáneo al incorporarse― difiere intrínsecamente con el uso de antiinflamatorios no esteroideos.

También se llevaron a cabo otros dos estudios de observación que incluyeron un total de 3,835 sujetos de forma prospectiva que no estuvieron sujetos a las mismas limitaciones en su diseño que los de casos y controles retrospectivos mencionados previamente. Sin embargo, en estos estudios no se obtuvieron resultados congruentes. Uno de los estudios prospectivos de cohorte identificó una asociación positiva entre la exposición a los antiinflamatorios no esteroideos sin aspirina con receta y el aborto espontáneo, con un cociente de riesgos instantáneos ajustado (aHR) de 1.8 (95% CI=1.0-3.2).5 El otro estudio prospectivo evaluó la relación entre los antiinflamatorios no esteroideos sin aspirina de venta sin receta y el aborto, y no identificó un riesgo más elevado (aHR=0.9, 95% CI=0.7-1.1).6
Apoyados en estos estudios de observación, creemos que los resultados no son concluyentes en lo que respecta a una posible relación entre los antiinflamatorios no esteroideos y el aborto.

Los opioides y las anomalías congénitas del tubo neural
Hemos revisado dos estudios de casos y controles retrospectivos que analizaban la exposición a los opioides durante las primeras etapas del embarazo y el riesgo de padecer anomalías congénitas del tubo neural.7, 8 Para realizar los estudios se entrevistó a 28,000 mujeres a fin de obtener información sobre el uso de opioides durante el embarazo. Ambos estudios concluyeron que el uso de opioides por parte de las madres de bebés con anomalías congénitas del tubo neural era mayor en las primeras etapas del embarazo que entre aquellas con bebés que no las padecían (aOR=2.2, 95% CI=1.2-4.2; aOR=2.0, 95% CI=1.3-3.2). Si bien los dos estudios estaban bien diseñados a grandes rasgos para evaluar la relación entre el uso de los opioides y el aborto, ambos eran susceptibles de sufrir limitaciones parecidas. En particular, la realización de las entrevistas a las madres podría haber afectado la validez de sus hallazgos. Por ejemplo, las madres de bebés que padecen anomalías congénitas del tubo neural pueden recordar más claramente haber utilizado opioides durante el embarazo que las madres de bebés sin estas anomalías. Además, la participación de las madres de bebés que padecen anomalías congénitas del tubo neural y que pudieran haberse visto expuestas a estos fármacos podría ser mayor.

Es necesario realizar más investigaciones sobre este asunto antes de que podamos determinar si las pruebas corroboran la existencia de un riesgo mayor de padecer anomalías congénitas del tubo neural en relación con la exposición a los opioides durante las primeras etapas del embarazo. El riesgo absoluto de padecer anomalías congénitas del tubo neural es bajo en los Estados Unidos, con una incidencia de entre cuatro y seis casos por cada 10,000 nacimientos vivos.12, 13 Por lo tanto, de ser cierto, un riesgo dos veces mayor sólo representaría un pequeño aumento en el riesgo absoluto de padecer anomalías congénitas del tubo neural.

El paracetamol y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
Evaluamos un estudio prospectivo de cohorte que indicaba una relación mayor entre el uso de paracetamol durante el embarazo y la ocurrencia del TDAH en los niños.9 Las variables estudiadas incluyeron el diagnóstico de síndrome hipercinético (HKD, por sus siglas en inglés) y el uso de medicamentos para el tratamiento del TDAH a partir de los 5 años de edad, así como conductas similares a las relacionadas con el TDAH con base en entrevistas realizadas a las madres de los niños a partir de los 7 años de edad. La población estadística incluyó 64,322 embarazos con información para evaluar el diagnóstico de síndrome hipercinético y el uso de medicamentos para el tratamiento del TDAH, y 40,916 embarazos con información para evaluar la conducta de los niños.

En el estudio, las madres que admitieron haber usado paracetamol en algún momento durante el embarazo mostraron una conducta similar a la relacionada con el TDAH con más frecuencia que las que no estuvieron expuestas a este fármaco (cociente de riesgos ajustado [aRR]=1.13, 95% CI=1.01-1.27). Las mujeres que reportaron el uso de paracetamol en algún momento del embarazo también tenían más posibilidades de tener un hijo con un diagnóstico de síndrome hipercinético (aRR=1.37, 95% CI=1.19-1.59) o un hijo que utilizara medicamentos para el tratamiento del TDAH (aHR=1.29, 95% CI=1.15-1.44), en comparación con las mujeres que estuvieron expuestas a este fármaco. La relación para todas las variables era mayor con el uso del paracetamol en varios trimestres y por más de 20 semanas durante el embarazo.
Este estudio presentaba varias limitaciones metodológicas que dificultaron la interpretación de los hallazgos. Los autores no tuvieron en cuenta los indicadores generales del estado de salud, entre ellos la utilización de servicios médicos o medicamentos durante el año previo al embarazo estudiado y durante éste, lo cual podría hacer que las relaciones observadas sean incorrectas. No se proporcionó ninguna información sobre la concentración del paracetamol utilizado ni acerca del número de dosis; por lo tanto, no puede llegarse a ninguna conclusión sobre la relación entre la dosis y el resultado. Los autores tampoco evaluaron los diagnósticos clínicos de TDAH. Los hallazgos de otros dos estudios de observación del desarrollo neurológico en niños expuestos al paracetamol durante la gestación son contradictorios; no obstante, ninguno de estos estudios evaluó específicamente el TDAH como una variable.14, 15
Basándonos en estos estudios, creemos que los resultados no son concluyentes en lo que respecta a una posible relación entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el TDAH en los niños.

Referencias
  1. Babb M, Koren G, Einarson A. Treating pain during pregnancy (Tratamiento del dolor durante el embarazo). Can Fam Physician 2010;56:25, 27.
  2. Nakhai-Pour HR, Broy P, Sheehy O, Bérard A. Use of nonaspirin nonsteroidal anti-inflammatory drugs during pregnancy and the risk of spontaneous abortion (Uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos sin aspirina durante el embarazo y riesgo de aborto espontáneo). CMAJ 2011;183:1713-20.
  3. Nielsen GL, Sørensen HT, Larsen H, Pedersen L. Risk of adverse birth outcome and miscarriage in pregnant users of non-steroidal anti-inflammatory drugs: population based observational study and case-control study (Riesgo de desenlace adverso del embarazo en mujeres embarazadas tratadas con fármacos antiinflamatorios no esteroideos: estudio de observación basado en la población y estudio de casos y controles). BMJ 2001;322:266-70.
  4. Nielsen GL, Skriver MV, Pedersen L, Sørensen HT. Danish group reanalyses miscarriage in NSAID users (Grupo danés vuelve a analizar la ocurrencia de los abortos espontáneos entre las mujeres tratadas con AINE). BMJ 2004;328:109.
  5. Li DK, Liu L, Odouli R. Exposure to non-steroidal anti-inflammatory drugs during pregnancy and risk of miscarriage: population based cohort study (Exposición a fármacos antiinflamatorios no esteroideos durante el embarazo y riesgo de aborto espontáneo: estudio de cohorte basado en la población). BMJ 2003;327:368.
  6. Edwards DR, Aldridge T, Baird DD, Funk MJ, Savitz DA, Hartmann KE. Periconceptional over-the-counter nonsteroidal anti-inflammatory drug exposure and risk for spontaneous abortion (Exposición periconcepcional a fármacos antiinflamatorios no esteroideos de venta sin receta y riesgo de aborto espontáneo). Obstet Gynecol 2012;120:113-22.
  7. Yazdy MM1, Mitchell AA, Tinker SC, Parker SE, Werler MM. Periconceptional use of opioids and the risk of neural tube defects (Uso periconcepcional de opioides y riesgo de sufrir anomalías congénitas del tubo neural). Obstet Gynecol 2013;122:838-44.
  8. Broussard CS, Rasmussen SA, Reefhuis J, Friedman JM, Jann MW, Riehle-Colarusso T, et al. Maternal treatment with opioid analgesics and risk for birth defects (Tratamiento materno con analgésicos opioides y riesgo de sufrir anomalías congénitas). Am J Obstet Gynecol. 2011;204:314.e1-11.
  9. Liew Z, Ritz B, Rebordosa C, Lee PC, Olsen J. Acetaminophen use during pregnancy, behavioral problems, and hyperkinetic disorders (Uso de paracetamol durante el embarazo, problemas conductuales y síndromes hipercinéticos). JAMA Pediatr 2014;168:313-20.
  10. Werler MM, Mitchell AA, Hernández-Díaz S, Honein MA. Use of over-the-counter medications during pregnancy (Uso de medicamentos de venta sin receta durante el embarazo). Am J Obstet Gynecol 2005;193(3 Pt 1):771-7.
  11. Bateman BT, Hernández-Díaz S, Rathmell JP, Seeger JD, Doherty MS, Fischer MA, et al. Patterns of opioid utilization in pregnancy in a large cohort of commercial insurance beneficiaries in the United States (Pautas de uso de opioides durante el embarazo en una gran muestra de personas con seguro médico en los Estados Unidos). Anesthesiology 2014;120:1216-24.
  12. Wallingford JB1, Niswander LA, Shaw GM, Finnell RH. The continuing challenge of understanding, preventing, and treating neural tube defects (El desafío continuo de la comprensión, la prevención y el tratamiento de las anomalías congénitas del tubo neural). Science 2013;339:1222002.
  13. Parker SE, Mai CT, Canfield MA, Rickard R, Wang Y, Meyer RE, et al. Updated National Birth Prevalence estimates for selected birth defects in the United States, 2004-2006 (Estimaciones actualizadas de la prevalencia nacional de las anomalías congénitas en los Estados Unidos). Birth Defects Res A Clin Mol Teratol 2010;88:1008-16.
  14. Streissguth AP, Treder RP, Barr HM, Shepard TH, Bleyer WA, Sampson PD, et al. Aspirin and acetaminophen use by pregnant women and subsequent child IQ and attention decrements (Uso de aspirina y paracetamol en las mujeres embarazadas y reducciones posteriores del CI y la capacidad de atención). Teratology 1987;35:211-9.
  15. Brandlistuen RE, Ystrom E, Nulman I, Koren G, Nordeng H. Prenatal paracetamol exposure and child neurodevelopment: a sibling-controlled cohort study (Exposición prenatal al paracetamol y desarrollo neurológico infantil: un estudio de cohorte controlado con hermanos). Int J Epidemiol 2013;42:1702-13.
La Nota de seguridad completa
FDA Drug Safety Communication: FDA has reviewed possi ble risks of pain medicine use during pregnancy. 09 January 2015 . Disponible en: 1.usa.gov/1ukgDDn

viernes, 7 de noviembre de 2014

Relevancia clínica de las interacciones medicamentosas entre antiinflamatorios no esteroideos y antihipertensivos



Aten Primaria. 7 de noviembre de 2014
Objetivo Establecer la relevancia clínica de las interacciones medicamentosas reportadas entre antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y antihipertensivos basándose en la gravedad y la probabilidad de ocurrencia de la interacción.
Diseño Revisión sistemática.
Fuentes de datos Se realizó una búsqueda en PubMed/Medline utilizando los términos Mesh: NSAIDs, Antihypertensive drugs y Drug interactions.
Extracción de datos
Se incluyeron publicaciones entre 2002 y 2012 de estudios en humanos, en español e inglés y con acceso a texto completo. Fueron incluidos los artículos que la búsqueda arrojó y algunas de las referencias usadas en dichos trabajos. Fueron excluidos los trabajos con métodos in vitro, con efectos sobre la hipertensión ocular y aquellos que no consideraran la interacción AINE-antihipertensivos. Para la selección de los trabajos incluidos participaron 3 revisores independientes. Se usó una herramienta especialmente diseñada para la extracción de datos y análisis de la relevancia clínica de la interacción.
Resultados Se incluyeron 19 artículos de los 50 encontrados. Allí se identificaron 21 interacciones de mecanismo farmacodinámico, clasificadas por su relevancia clínica en nivel 2 (riesgo alto; 76,2%) y nivel 3 (riesgo medio; 23,8%). Adicionalmente se encontró evidencia de 16 combinaciones que no presentaron interacción.
Conclusiones
Algunos AINE pueden disminuir la efectividad del tratamiento antihipertensivo cuando se utilizan simultáneamente con antihipertensivos, en especial con inhibidores de la enzima conversora de angiotensina, diuréticos, bloqueadores beta y antagonistas de los receptores de angiotensina. No se encontró evidencia de la modificación del efecto de los antagonistas de los canales de calcio, especialmente dihidropiridínicos, por el uso simultáneo con AINE.


El trabajo
Juan Villa, Alejandra Cano, David Franco, Mauricio Monsalve, Jaime Hincapié, Pedro Amariles
Relevancia clínica de las interacciones medicamentosas entre antiinflamatorios no esteroideos y antihipertensivos
Aten Primaria. 2014;46:464-74

disponible en: http://bit.ly/1u6xI6Z

martes, 5 de agosto de 2014

Antiinflamatorios no esteroideos y riesgo cardiovascular: implicaciones para la práctica clínica.



Aten Primaria. 5 de agosto de 2014

Introducción
Los AINE son un grupo de medicamentos de elevado consumo, el cual se ha incrementado en España en un 26,5% desde el año 2000 al 2012 (de 38,7 DHD a 49 DHD respectivamente)1.
Un estudio realizado en nuestro ámbito mostró una prevalencia de consumo del 28% en la población general, pero en mayores de 65 años fue del 38% en hombres y del 48% en mujeres, disminuyendo progresivamente a partir de los 74 años 2.
Su elevado consumo junto con la cantidad de moléculas existentes, con estructuras químicas muy distintas, y la desafortunada aparición de iatrogenia renal, gastrointestinal y cardiovascular; y teniendo en cuenta que muchos pacientes presentan concomitantemente patología cardiovascular y musculoesquelética hace necesario conocer cuáles son los AINE más seguros en pacientes con alto riesgo cardiovascular.
La seguridad cardiovascular sigue siendo motivo de controversia desde la introducción de los inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa-2 (COX-2). La implicación de la selectividad hacia la COX-2 en el riesgo cardiovascular parece debida a un desequilibrio entre la producción de prostaciclina y de tromboxano. El exceso de tromboxano podría ser el responsable del aumento de riesgo trombótico. En el caso de los AINE no selectivos, la mayor inhibición de la COX-2 y la menor inhibición de la COX-1 parecen ser responsables de un mayor riesgo de eventos trombóticos 3.
Aunque los inhibidores de la COX-2 se desarrollaron y promovieron con el objetivo de minimizar la toxicidad gastrointestinal grave asociada al uso de los AINE no selectivos, se observó que el rofecoxib incrementaba el riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM) comparado con el naproxeno (0,4% vs. 0,1%), e IAM e ictus comparado con placebo (riesgo relativo 1,92; IC 95% 1,19-3,11), y conllevó su retirada del mercado farmacéutico a nivel mundial en 2004 4.
Desde entonces diversos metaanálisis y revisiones sistemáticas muestran que otros AINE también incrementan el riesgo de eventos cardiovasculares graves 5---10,12.
Por tanto, se hace necesario seleccionar aquellos AINE con menor toxicidad cardiovascular.


El articulo completo
Fernández-Liz E, Romero Suau MR.
Antiinflamatorios no esteroideos y riesgo cardiovascular: implicaciones para la práctica clínica.
Aten Primaria. 2014; 46(7):323---325

disponible en http://bit.ly/1tSluPN

lunes, 4 de agosto de 2014

Riesgo cardiovascular con fármacos anti-inflamatorios no esteroideos: Implicancias clínicas



Drug Safety, 31 de julio de 2014

Resumen
En febrero de 2014, la Food and Drug Administration (FDA) de los EE.UU. convocó a una reunión del comité asesor para analizar los datos acumulados relacionados con el riesgo cardiovascular de los medicamentos no esteroides antiinflamatorios (AINE) y las posibles consecuencias sobre el etiquetado para la prescripción de esta clase. El Comité recomendó, aunque no por unanimidad, que: (1) los datos actuales no apoyan la conclusión de que el naproxeno tiene un menor riesgo de eventos trombóticos que otros AINE; (2) no existe un período de latencia para el riesgo de eventos trombóticos cardiovasculares; (3) hay algunos grupos de pacientes con mayor riesgo de eventos; y (4) en el ensayo clinico importante en curso diseñado para abordar estas cuestiones se mantiene el equipoise .
Se discuten las implicancias clínicas de las deliberaciones de la FDA, así como los metanálisis y estudios observacionales recientemente publicados. 
Con la información disponible en la actualidad, no hay pruebas suficientes para concluir que existen diferencias significativas entre los AINE autorizados en relación con el potencial de eventos cardiovasculares. Se sugiere un enfoque para balancear los principales riesgos asociados a los AINE. Los médicos deben seguir utilizando el lenguage establecido en el etiquetado actual de los AINE aprobado por la FDA, para guiar la toma de decisiones en pacientes individuales hasta que la FDA realice cambios.

El trabajo completo
Alfonso E. Bello, Robert J. Holt
Cardiovascular Risk with Non-steroidal Anti-inflammatory Drugs: Clinical Implications
Drug Safety R 10.1007/s40264-014-0207-2. Publicación anticipada en línea 31 de julio 2014
disponible en: http://bit.ly/1p7SFf9

lunes, 16 de junio de 2014

Riesgo de hemorragia en pacientes con enfermedad tromboembólica venosa que toman antiinflamatorios no esteroides o aspirina



JAMA Intern Med. 16 de junio 2014

Importancia el tratamiento combinado de anticoagulantes y aspirina se asocia con un mayor riesgo de sangrado en pacientes con fibrilación auricular, pero el riesgo de sangrado del uso combinado de anticoagulantes y medicamentos anti-inflamatorios no esteroideos (AINE) posee escasa documentación.

Objetivo Para estimar el riesgo de hemorragia del uso combinado de anticoagulantes (rivaroxaban o enoxaparina antagonista de la vitamina [AVK]) con AINE o aspirina en pacientes con tromboembolismo venoso.

Diseño, ámbito y participantes Análisis prospectivo de los datos observacionales del ensayo EINSTEIN sobre trombosis venosa profunda y embolia pulmonar que comparan rivaroxaban con enoxaparina-tratamiento AVK, ensayos llevados a cabo en los hospitales y clínicas en 8.246 pacientes inscritos entre 2007-2009.

Exposición Se comparó las tasas de eventos de sangrado durante la exposición a AINE y aspirina, con el tiempo sin exposición.

Variables Principales y medidas Días de de uso y no uso de AINE o aspirina , evento de hemorragia clínicamente relevante y tasas de episodios de sangrado mayor por paciente-año, y las proporciones de riesgo ( hazard ratios).

Resultados Durante el tratamiento concomitante de AINE-anticoagulante, se produjeron hemorragias clínicamente relevantes con una tasa de eventos de 37,5 por cada 100 pacientes-año frente a 16,6 por cada 100 pacientes-año durante el uso del anticoagulante solo (hazard ratio [HR], 1,77; IC [95%, 1,46-2,14 ]). Se produjo sangrado mayor durante el tratamiento con AINE+ anticoagulante con una tasa de eventos del 6,5 por 100 pacientes-año, frente al 2,0 por 100 pacientes-año con el no uso (HR, [IC 95%, 1,51-3,75] 2,37). Para el tratamiento concomitante de aspirina con anticoagulantes, se produjo hemorragia clínicamente relevante con una tasa de eventos de 36,6 por cada 100 pacientes-año, frente al 16,9 por 100 pacientes-año con el no uso de aspirina (HR, [IC 95%, 1,38-2,11] 1,70). Se produjeron eventos de sangrado mayor en pacientes tratados con aspirina + anticoagulantes, con una tasa de eventos del 4,8 por 100 pacientes-año, frente al 2,2 por 100 pacientes-año con el no uso de aspirina (HR, [IC 95%, 0,86-2,62] 1,50). Los aumentos en el riesgo de hemorragias clínicamente relevantes y hemorragias mayores fueron similares para rivaroxaban y anticoagulación con enoxaparina-AVK.

Conclusiones y relevancia Entre los pacientes con tromboembolismo venoso que reciben terapia anticoagulante, el uso concomitante de un AINE o aspirina se asocia con un mayor riesgo de hemorragia mayor o clínicamente relevante.
El trabajo
Davidson BL, Verheijen S, Lensing AA, et al. Bleeding Risk of Patients With Acute Venous Thromboembolism Taking Nonsteroidal Anti-Inflammatory Drugs or Aspirin. JAMA Intern Med. 2014;174(6):947-953. doi:10.1001/jamainternmed.2014.946.
Disponible en http://bit.ly/1p8NISR

EMA revisa los riesgos cardiovasculares del ibuprofeno a dosis elevadas



 EUROPA PRESS 13 de junio 2014

El Comité de Evaluación del Riesgo en Farmacovigilancia de la Agencia Europea de Medicamentos (PRAC, por sus siglas en inglés) ha iniciado este mes una revisión para evaluar los riesgos cardiovasculares del consumo del ibuprofeno a altas dosis. Se revisa únicamente el consumido vía oral, no los fármacos tópicos, como cremas o geles.
Según ha informado la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), se están evaluando los riesgos cardiovasculares en su consumo en dosis altas (2.400 mg por día) y tomado con regularidad durante períodos largos.
El ibuprofeno se suele tomar en dosis más bajas y por períodos cortos de tiempo. Por tanto, explica que no existe indicación de riesgo cardiovascular en el uso habitual que hace la mayoría de los pacientes. De hecho, recuerda la EMA, ibuprofeno es uno de los medicamentos más utilizados contra el dolor y la inflamación y tiene un perfil de seguridad conocido, sobre todo a las dosis habituales.
El ibuprofeno pertenece a la familia de medicamentos conocidos como antiinflamatorios no esteroides (AINE) y su seguridad, incluidos los riesgos cardiovasculares, ha estado bajo revisión por parte de la EMA y las autoridades nacionales de reglamentación durante muchos años.
Los resultados de un análisis publicado por 'The Lancet' en agosto de 2013 sobre datos de ensayos clínicos, sugerían que el riesgo cardiovascular del diclofenaco y el ibuprofeno en dosis altas (2.400 mg) puede ser similar al riesgo ya conocido de los inhibidores COX-2, también de la familia de los antiinflamatorios. El pasado año, el PRAC considera emitió recomendaciones para reducir al mínimo sus riesgos.
El PRAC también evaluará las pruebas de la interacción de ibuprofeno con dosis bajas de 'Aspirina' para reducir el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, al objeto de decidir si el asesoramiento actual a los profesionales sanitarios es suficiente.
Las autoridades europeas apuntan que, mientras se realiza la revisión, los pacientes deben seguir utilizando sus medicamentos según las instrucciones en el prospecto o como lo indique su médico o farmacéutico.
Fuente original:  (EUROPA PRESS )13/06/14. 


Nota del blog
el articulo del Lancet citado corresponde a
Vascular and upper gastrointestinal effects of non-steroidal anti-inflammatory drugs: meta-analyses of individual participant data from randomised trials. Coxib and traditional NSAID Trialists' (CNT) Collaboration. The Lancet, Volume 382, Issue 9894, Pages 769 - 779, 31 August 2013.
disponible a texto completo gratis en PubMed Central: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3778977/
La nota completa de la EMA
European Medicines Agency starts review of ibuprofen medicines. Review to evaluate cardiovascular risk with high doses taken over long periods. 13/06/2014
está disponible en:

jueves, 29 de mayo de 2014

Identificando medicación de alto riesgo: revisión sistemática de la literatura


Eur J Clin Pharmacol. 29 de mayo 2014


Propósito: Un error de medicación (EM ) es un error que causa daño o una amenaza de daño a un paciente. Varios estudios han demostrado que sólo una minoría de los EM en realidad hace daño, y esto podría explicar por qué las revisiones de medicación al ingreso hospitalario reducen el número EM sin mostrar un efecto sobre la duración de la estancia hospitalaria, los reingresos, o la muerte. El propósito de este estudio fue definir los fármacos que causan realmente EM graves. Se realizó una búsqueda bibliográfica de revisiones de la medicación y otros esfuerzos de prevención.

Métodos Se realizó una búsqueda sistemática en PubMed , Embase, Cochrane Reviews , PsycINFO y Swemed + . También se realizaron búsquedas en bases de datos danesas que contienen publicadas quejas de los pacientes, compensaciones a los paciente , y reportes de s errores de medicación.
Se incluyeron artículos e informes de casos, si contenían información de un EM que haya causado una reacción adversa grave (RAM ) en un paciente. Para su inclusión se requirio que incluyera información relativa a la gravedad de la RAM, causalidad y evitabilidad.

Resultados

Esta revisión sistemática reveló que el 47 % de todos los EM graves se deben a siete fármacos o clases de fármacos : metotrexato , warfarina , fármacos anti- inflamatorios no esteroideos (AINES) , digoxina, opioides, ácido acetilsalicílico, y beta- bloqueantes ; 30 fármacos o clases de fármacos causaron el 82% de todos los EM graves. Los diez principales fármacos implicados en los eventos fatales representaron el 73 % de todos los medicamentos identificados.

Conclusión
Centrar la atención en siete medicamentos /clases de fármacos posiblemente pueda reducir las hospitalizaciones, prolongación de las hospitalizaciones , discapacidad, situaciones que ponen en riesgo la vida y la muerte en casi un 50 %.

Saedder EA1, Brock B, Nielsen LP, Bonnerup DK, Lisby M.
Identifying high-risk medication: a systematic literature review.
Eur J Clin Pharmacol. 2014 Jun;70(6):637-45. doi: 10.1007/s00228-014-1668-z.