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miércoles, 17 de junio de 2015

Informe de Posicionamiento Terapéutico de ivacaftor (Kalydeco®) en fibrosis quística


AEMPS, 17 de junio de 2015

Extracto
"...La fibrosis quística (FQ) es una enfermedad genética, de herencia autosómica recesiva, causada por mutaciones en el gen que codifica para la proteína reguladora de la conductancia transmembrana de la fibrosis quística (CFTRen sus siglas en inglés).
El CFTR actúa fundamentalmente como un canal de cloro dependiente de AMP cíclico. Se localiza en la superficie apical de células epiteliales de diferentes órganos tales como pulmón, páncreas, intestino, etcétera, en los que su disfunción tiene como consecuencia una deshidratación de las secreciones producidas y la producción de un moco espeso responsables de las manifestaciones de la enfermedad (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, insuficiencia pancreática exocrina, etcétera.). La afectación pulmonar es la primera causa de morbilidad y mortalidad en los pacientes con FQ (1).
Las mutaciones del gen que codifica para la proteína CFTR se clasifican según el defecto funcional que causan (1). La mutación más frecuente es la mutación de clase II F508del que se caracteriza por la síntesis de una proteína alterada que no alcanza, o lo hace en una cuantía muy disminuida, la superficie apical de la célula. La mutación G551D y el resto de mutaciones para las que ivacaftor está autorizado son mutaciones de clase III, todas ellas mutaciones de cambio de sentido que dan lugar a una reducción en la actividad del canal, esto es, del tiempo en que el canal permanece abierto y puede transportar cloro.
Se estima que de manera global, alrededor de un 5% de pacientes con FQ presentan una mutación de clase III que en su mayoría (aproximadamente un 4%) corresponde n a la mutación G551D(2).
Esta frecuencia es mayor en poblaciones de origen celta como la australiana o la irlandesa, en donde la prevalencia de la mutación G551D se estima en torno al 6.9% y 5.5% respectivamente. En cambio, es menor entre pacientes con FQ originarios del centro de Europa(3).
No se dispone de datos sobre prevalencia alélica de mutaciones de clase III en España procedentes de un registro de FQ.
El artículo de Alonso y col (4) muestra que en España existe una gran heterogeneidad alélica. En este artículo la prevalencia de alelos G551D, S549R y G1244E es tá por debajo del 0.5% de la muestra estudiada siendo el más frecuente de todos ellos S549R.
Actualmente, el tratamiento de los pacientes con FQ consiste en el manejo de los síntomas y signos derivados de la alteración en la actividad del CFTR, fundamentalmente la enfermedad pulmonar y la insuficiencia pancreática exocrina. Entre estos tratamientos cabe destacar la fisioterapia respiratoria, antibióticos inhalados (en el caso de pacientes con infección pulmonar crónica por Pseudomonas aeruginosa, por ejemplo), azitromicina, dornasa alfa inhalada, suero salino hipertónico (SSH) inhalado y tratamiento de sustitución con enzimas pancreáticos (pacientes con insuficiencia pancreática exocrina). ..."

"...Ivacaftor (Kalydeco®) está autorizado en la Unión Europea para el tratamiento de pacientes con FQ, de edad igual o superior a 6 años y que presentan alguna de las siguientes mutaciones: G551D, G1244E, G1349D, G178R, G551S, S1251N, S1255P, S549N o S549R en al menos un alelo del gen CFTR (5). ..."

"...
Conclusión
Ivacaftor constituye un tratamiento que se debe valorar en pacientes con FQ de 6 años y mayores que presenten la mutación es con FQ, de edad igual o superior a 6 años y que presentan alguna de las siguientes mutaciones: G551D, G1244E, G1349D, G178R, G551S, S1251N, S1255P, S549N o S549R en al menos un alelo del gen CFTR La decisión de iniciar tratamiento con ivacaftor deberá tomarse de manera individual, considerando la situación clínica de cada paciente, así como el tratamiento que esté recibiendo, y que generalmente incluye fisioterapia respiratoria, dornasa alfa, suero salino hipertónico, antibióticos inhalados, etcétera.
Debido a la baja prevalencia de las mutaciones de clase III sería deseable contar con un registro de pacientes con fibrosis quística en el que se pueda valorar la efectividad de ivacaftor a medio y largo plazo, así como su seguridad en los pacientes que inicien tratamiento con el mismo.
El tratamiento debe ser prescrito únicamente por médicos con experiencia en el manejo de pacientes con FQ.
No se recomienda el uso de ivacaftor:
• en pacientes menores de 6 años
• en pacientes embarazadas
• en pacientes homocigotos para la mutación F508del
• en pacientes con la mutación G970R
• en pacientes trasplantados

Se recomienda un especial seguimiento en pacientes con un valor de VEMS inferior al 40% del predicho o superior al 90%, así como en aquellos con insuficiencia renal y/o hepática, especialmente si son graves.
Se recuerda también la necesidad de evaluar la función hepática antes de iniciar el
tratamiento y durante el mismo, fundamentalmente en pacientes con historia previa de elevación de transaminasas. ..."

Informe completo en http://bit.ly/1ImmsGu

martes, 1 de abril de 2014

Australian Prescriber Volume 37 Number 2 April 2014




Pasaron 50 años desde que se estableció el Comité de Evaluación de Medicamentos de Australia, luego de  saber que la talidomida había provocado  defectos de nacimiento. La talidomida se utilizaba para el manejo de las náuseas del embarazo , por lo que existe una preocupación por el tratamiento de las náuseas y los vómitos en el embarazo.
Tricia Taylor nos habla de las directrices actuales , y Debra Kennedy revisa cómo se clasifican los daños de los fármacos en el embarazo .

Las evaluaciones prenatales han avanzado mucho desde 1963 y Jon Hyett discute los avances en la detección del síndrome de Down.

Los avances en genética han dado lugar a una mejor comprensión del metabolismo de los fármacos. En la sección sobre la farmacología de los opiáceos, Ben Snyder explica como ha mejorado la por qué estos avances son importantes para la codeína.

Si bien los avances tecnológicos pueden dar lugar a un mejor tratamiento, si los medicamentos se toman de manera inapropiada estos beneficios se perderían . Rohan Elliott evalúa la evidencia para el uso de ayudas administración de la dosis. Este artículo será el primer tema para nuevas actividades profesionales continuas de Australia con respecto al prescriptor de desarrollo para los farmacéuticos .

Desarrollo Profesional Continuo
A partir de este mes , el Australian Prescriber está brindando actividades para farmacéuticos: Desarrollo Profesional Continuo (DPC ) . Esto significa que los farmacéuticos pueden reclamar la acreditación del DPC mediante pruebas de lo que han aprendido de la lectura de los artículos publicados en Australia prescriptor .
Las actividades están diseñadas para no lleve más de una hora completarlas .

Indice

EDITORIAL
Classifying drugs in pregnancy D Kennedy

ARTICLES
Treatment of nausea and vomiting in pregnancy T Taylor

Appropriate use of dose administration aids R A Elliott

Revisiting old friends: update on opioid pharmacology B Snyder

DIAGNOSTIC TESTS

Non-invasive prenatal testing for Down syndrome Jon Hyett

LETTERS TO THE EDITOR

FEATURES
Dental notes Opioids in dental practice

Medicines Safety Update http://bit.ly/1lFLryf

NEW DRUGS
Clevidipine for hypertension
Glycopyrronium bromide for chronic obstructive pulmonary disease
Ivacaftor for cystic fibrosis
Meningococcal B vaccine for immunisation
Micafungin for invasive candidiasis
Mirabegron for overactive bladder


Disponible en

viernes, 10 de enero de 2014

Enfermedades raras y la historia de las drogas impagables



Dilemas de la medicina personalizada


Kalydeco, el único tratamiento contra la fibrosis quística, cuesta $1’600.000 diarios y se debe tomar de por vida. ¿Cuándo es aceptable pagar un alto precio por un medicamento?

Redacción Vivir, El Espectador, 8 de enero 2014




La norteamericana Rebecca Schroeder, de 34 años, se tatuó la estructura molecular del medicamento kalydeco, luego de ver los resultados que tuvo en su hijo que sufre de fibrosis quística.



El periodista estadounidense Barry Werth escribió en 1994 un libro que, una vez llegó a las estanterías de las librerías, escaló a los primeros puestos en ventas. Se tituló La molécula de los mil millones de dólares (The Billion-Dollar Molecule) y contaba la historia de una pequeña compañía farmacéutica, Vertex, que intentaba crear una cura contra el sida e innovar en la fabricación de medicamentos contra otras enfermedades.

Vertex no encontró la cura contra el sida, pero sí descubrió una mina de oro: creó el primer fármaco para tratar la anomalía molecular que provoca la fibrosis quística, una enfermedad que afecta a unos 70.000 pacientes en el mundo. Los dueños de la compañía decidieron que el precio de la droga sería de US$300.000 al año (cerca de $600 millones) y la agencia que aprueba medicamentos en Estados Unidos (FDA) le dio su bendición en 2012.

La pregunta que Werth se hace 20 años después de publicar su popular libro, y a punto de poner en circulación uno más sobre el apetitoso negocio de crear medicamentos nuevos, es la misma pregunta que atormenta a médicos y gobiernos en todo el mundo: ¿cuándo es aceptable pagar un alto precio por un medicamento?

En el caso del kalydeco, nombre comercial de la molécula para tratar la fibrosis quística, parece que los médicos, las aseguradoras y los gobiernos terminaron por aceptar las condiciones de la empresa. A pesar de una minoría en desacuerdo encabezada por David Orenstein, experto en fibrosis quística en Estados Unidos, al final de cuentas se impuso la ley del mercado. Después de todo nadie más es dueño, por ahora, del secreto para que las células de los pacientes con fibrosis quística funcionen adecuadamente.

Esa es una historia. La otra, que Werth relata en un avance de su libro publicado en la revista MIT Technology Review, es la del medicamento Zaltrap. Esta droga, creada para tratar el cáncer colorrectal y adquirida por la multinacional francesa Sanofi, también fue aprobada por la FDA en 2012 y salió al mercado con un precio de US$22.000 mensuales (cerca de $20 millones). A diferencia de la droga contra la fibrosis quística, este nuevo medicamento no demostró ser muy útil. Sólo añadía 1,4 meses de vida a los pacientes que lo usaban. Algunos centros médicos especializados en cáncer se negaron a incluirlo en su oferta de tratamientos y muy pronto Sanofi no tuvo otra opción que comenzar a ofrecer rebajas del 50% a quien lo recetara.

“Al final de cuentas, lo que importa a la hora de fijar el precio de una nueva droga es su valor”, argumenta Werth en su artículo. Si los directivos de Vertex se dieron el lujo de imponer el precio fue porque la droga efectivamente salvaba vidas. En cambio Sanofi fracasó al poner el precio de Zaltrap porque nunca pudo demostrar que era realmente efectiva contra el cáncer de colon.

Para Óscar Andia Salazar, director del Observatorio del Medicamento de la Federación Médica Colombiana, determinar el precio justo para los nuevos fármacos es una tarea difícil: “Hay unos laboratorios que se han especializado en conseguir medicamentos de enfermedades muy raras, casi siempre congénitas, que tienen muy pocos pacientes. En esos casos es muy difícil determinar si el precio es justo, porque por un lado los laboratorios señalan que para descubrirlo tuvieron que hacer inversiones millonarias y, por el otro, muchos creemos que es pura especulación”.

David Orenstein, el médico que pidió rebajar el precio de Kalydeco, propuso en octubre del año pasado que las empresas farmacéuticas implementen “modelos de rentabilidad reducida”, sobre todo con los tratamientos para toda la vida. “A cambio de una mayor transparencia en relación con la estructuras de precios, las compañías promoverán una mejor salud, la confianza del consumidor y los beneficios a largo plazo”, planteó Orenstein.

Claudia Vacca, profesora de la Universidad Nacional y asesora del Ministerio de Salud y Protección Social en temas de medicamentos, cree que se trata de un debate global en el que nadie tiene la última palabra. Por ahora, dice, Alemania y Escocia han establecido modelos interesantes en los que el precio que el Estado paga por un nuevo medicamento depende de los años de vida (y la calidad) que ganan los pacientes con respecto a los otros tratamientos disponibles en el mercado.

En el último año el gobierno colombiano creó un sistema de control de precios basado en los precios de referencia de otros 17 países. Aunque este modelo protege al país y a los pacientes de abusos con respecto al mercado internacional, no lo hace frente a los medicamentos nuevos que entren a ese mercado. Es un debate que apenas comienza con el desarrollo de la medicina personalizada.

http://www.elespectador.com/noticias/vivir/historia-de-drogas-impagables-articulo-467570