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viernes, 18 de septiembre de 2015

Reanálisis del Study 329 sobre eficacia y daños de la paroxetina e imipramina en el tratamiento de la depresión mayor de adolescentes




BMJ, 16 de septiembre de 2015


Objetivos: Reanalizar el SmithKline Beecham Study 329 (publicado por Keller y sus colegas en 2001), el objetivo principal de los cuales fue comparar la eficacia y seguridad de la paroxetina y la imipramina respecto del placebo en el tratamiento de adolescentes con depresión mayor unipolar. La nueva iniciativa de reanálisis de ensayos invisibles y abandonados (RIAT) se hizo para ver si el acceso y un nuevo análisis de un conjunto de datos completo en un ensayo controlado aleatorio tendrían implicaciones clínicamente relevantes para la medicina basada en la evidencia.
Diseño: Ensayo doble ciego aleatorizado controlado con placebo.
Ámbito: 12 centros de psiquiatría académicos de América del Norte, del 20 de abril de 1994 al 15 febrero de 1998.
Participantes: 275 adolescentes con depresión mayor de al menos ocho semanas de duración. Los criterios de exclusión incluyeron una serie de trastornos psiquiátricos y médicos comórbidos y tendencias suicidas. Intervenciones: Los participantes fueron asignados al azar a ocho semanas de tratamiento doble ciego con paroxetina (20-40 mg), imipramina (200-300 mg) o placebo.
Principales medidas de resultado: Las variables de eficacia primarias preespecificadas fueron el cambio desde el inicio hasta el final de la fase de tratamiento agudo de ocho semanas en la escala total de la depresión de Hamilton (HAM-D) la puntuación y la proporción de respondedores (puntuación HAM-D ≤8 o reducción ≥50% desde el inicio en la HAM-D) al final del estudio. Los resultados secundarios preespecificados fueron: Los cambios desde el inicio hasta el final en la puntuación de la depresión en K-SADS-L, la impresión clínica global, el checklist de funcionamiento autónomo, el perfil de autopercepción, y la escala de impacto de la enfermedad; los predictores de respuesta; y el número de pacientes que recaen en la fase de mantenimiento. Las experiencias adversas fueron el ser comparados principalmente mediante el uso de estadísticas descriptivas. No se especifico el diccionario de codificación.
Resultados: La eficacia de la paroxetina y la imipramina no fue estadísticamente o clínicamente significativamente diferente del placebo para cualquier resultado de eficacia primaria o secundaria preespecificada. Las puntuaciones HAM-D se redujeron en 10,7 (media de mínimos cuadrados) (95% intervalo de confianza 9,1 a 12,3), 9,0 (7,4 a 10,5) y 9.1 (7.5 a 10.7) puntos, respectivamente, para los grupos de paroxetina, imipramina y placebo (P = 0,20). Hubo aumentos clínicamente significativos de daños, incluyendo ideación y comportamiento suicida y otros eventos adversos graves en el grupo de paroxetina y problemas cardiovasculares en el grupo de la imipramina.
Conclusiones: Ni la paroxetina ni la imipramina a alta dosis mostraron eficacia para la depresión mayor en adolescentes, y se produjo un aumento de los daños con ambos fármacos. El acceso a los datos primarios de los ensayos tiene importantes implicaciones para la práctica clínica y la investigación, entre ellos que las conclusiones publicadas sobre la eficacia y seguridad no deben ser leídos sin posibilidad de error. El nuevo reanálisis del Study 329 ilustra la necesidad de poder disponer de los datos de ensayos primarios y protocolos para aumentar el rigor de la base de evidencia.

el trabajo
Le Noury Joanna, Nardo John M, Healy David, Jureidini Jon, Raven Melissa, Tufanaru Catalin et al. Restoring Study 329: efficacy and harms of paroxetine and imipramine in treatment of major depression in adolescence
BMJ 2015; 351 :h4320
disponible en http://bit.ly/1KzENns

viernes, 2 de mayo de 2014

Dosis más altas de antidepresivos se vinculan con conducta suicida en pacientes jóvenes


Dosis más altas de antidepresivos se vinculan con conducta suicida en pacientes jóvenes

Según un estudio, tuvieron el doble de probabilidades de intentar autolesionarse si se les recetaba más de la dosis recomendada

JAMA Intern Med. Nota de HealthDay, 29 de abril, 2014

Cuando receten antidepresivos a adolescentes y adultos jóvenes, los médicos no deben comenzar con dosis altas de los fármacos, porque eso podría aumentar el riesgo de conducta suicida, sugiere una nueva investigación.

El estudio, que aparece en línea el 28 de abril en la revista JAMA Internal Medicine ( Antidepressant Dose, Age, and the Risk of Deliberate Self-harm. ), halló que los pacientes más jóvenes que iniciaron el tratamiento con dosis de antidepresivos más altas que las recomendadas tenían más del doble de probabilidades de intentar autolesionarse que los que fueron tratados inicialmente con los mismos fármacos a las dosis recomendadas más bajas.

"Si fuera un padre, definitivamente no querría que mi hijo comenzara con una dosis más alta de estos medicamentos", señaló el autor del estudio, el Dr. Matthew Miller, director asociado del Centro de Investigación sobre el Control de las Lesiones de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston.

Es probable que la investigación ofrezca información a un debate en curso en la psiquiatría: si es o no seguro recetar antidepresivos a los niños y a los adultos jóvenes.

En 2004, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU. emitió una advertencia pública sobre el riesgo de suicidio en los niños y adolescentes tratados con una clase de antidepresivos conocida como inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS).

La advertencia siguió a una revisión del gobierno, que halló que los jóvenes que tomaban los fármacos tenían el doble de probabilidades de intentar autolesionarse que los que tomaban pastillas de "placebo". La agencia amplió su advertencia de recuadro negro sobre los medicamentos en 2007 para incluir a los adultos menores de 25 años.

Sin embargo, las investigaciones más recientes han puesto en duda la idea de que los antidepresivos sean peligrosos para niños y adultos jóvenes.

Una revisión publicada en 2007 en la revista Journal of the American Medical Association concluyó que los beneficios de tomar antidepresivos superaban a los daños potenciales para los adolescentes y los adultos jóvenes.

Otro estudio, publicado en 2007 en la American Journal of Psychiatry, mostró que aunque las recetas de ISRS para jóvenes se habían reducido en un 22 por ciento desde la advertencia de recuadro negro de la FDA, los suicidios entre niños y adolescentes habían aumentado. Algunos expertos citan el hallazgo como prueba de que la advertencia de la FDA fue corta de miras, y que en realidad los medicamentos previenen los suicidios en los jóvenes.

Pero ningún estudio había observado el riesgo de suicidio según la dosis del medicamento, como hizo este último estudio.

Para la investigación, los autores del estudio extrajeron información de una gran base de datos de reclamaciones de recetas. El estudio incluyó a más de 162,000 pacientes de 10 a 64 años de edad con un diagnóstico de depresión que comenzaron a tomar un ISRS entre 1998 y 2010.

Los investigadores restringieron su análisis a los tres antidepresivos que se recetan más comúnmente: Celexa, Zoloft y Prozac. Y separaron a los usuarios entre los que comenzaron con las dosis recomendadas de los medicamentos, y aquellos a quienes se recetaron dosis de los fármacos más altas de lo recomendado.

Las dosis normales eran 20 miligramos (mg) al día para Celexa, 50 mg al día para Zoloft, y 20 mg al día para Prozac. Los pacientes a quienes se recetó inicialmente más de un fármaco fueron excluidos del estudio.

Casi el 18 por ciento de los pacientes del estudio comenzaron con dosis más altas, lo que contradice a las directrices médicas actuales.

Entonces, los investigadores revisaron los expedientes médicos de los pacientes para ver cuántos habían cometido actos deliberados de autolesión en un plazo de un año tras comenzar con los medicamentos.

Entre los menores de 24 años, los pacientes con las dosis más altas tuvieron una tasa de autolesión que era alrededor del doble de los que tomaban unas dosis más bajas. Durante el periodo del estudio, hubo 32 incidentes de autolesión por cada mil pacientes jóvenes que tomaban las dosis altas, mientras que hubo 15 de esos incidentes por cada mil pacientes que tomaban las dosis recomendadas.

Los investigadores también estimaron que los médicos observarían un caso adicional de autolesión por cada 136 pacientes más jóvenes tratados con las dosis de antidepresivos superiores a las recomendadas. Y el riesgo de intentos de suicidio pareció ser más alto en los primeros 90 días en que se tomaban los fármacos.

Pero los investigadores no hallaron un aumento significativo en el riesgo de autolesión según la dosis de los medicamentos en las personas mayores de 25, lo que sugiere que el efecto dependía de la edad.

Y no hubo un aumento en el riesgo de suicidio en los niños y adolescentes tratados con las dosis recomendadas de los fármacos.

El estudio fue observacional, lo que significa que los investigadores no pueden afirmar con certeza que la dosis del medicamento fue lo único que hizo que los pacientes jóvenes fueran más propensos a autolesionarse.

El Dr. David Brent, titular de la cátedra de estudios sobre el suicidio de la Universidad de Pittsburgh, dice que cree que quizá los pacientes mismos también presenten alguna característica que impulsó a los médicos a iniciarlos con una dosis más alta en primer lugar.

"Me parece que, suponiendo que no se trata simplemente de un error médico, hubo algo a lo que los médicos respondían: que el paciente presentara una mayor gravedad o antecedentes de que necesitaba dosis más altas para responder en el pasado", señaló Brent, quien escribió un comentario sobre el estudio pero no participó en la investigación.

Pero los investigadores de la Harvard no creen que ese sea el caso.

Miller dijo que el equipo observó los datos de cerca para intentar hallar diferencias que podrían explicar por qué a algunos pacientes les recetaron dosis más altas de los fármacos.

Entre los factores que tomaron en cuenta se hallaron qué tan recientemente se había diagnosticado depresión a los pacientes, si se les había diagnosticado como pacientes internos o ambulatorios, y si también tenían ansiedad o antecedentes de intentos de suicidio.

Casi no hubo diferencias entre los grupos de pacientes, aparte de las dosis de antidepresivos que se les recetaron inicialmente, indicaron los autores del estudio.

Los investigadores incluso realizaron una prueba estadística para calcular las probabilidades de que hubiera algún factor oculto que no tomaron en cuenta y que podría explicar las diferencias. La prueba mostró que eso era poco probable.

Brent se mostró de acuerdo, y añadió que la investigación debe animar a los médicos a optar por poco y a ir despacio con los pacientes jóvenes, como recomiendan las directrices clínicas, y aumentar la dosis solo si es necesario.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare



El Trabajo
Miller M, Swanson SA, Azrael D, Pate V, Stürmer T.
Antidepressant Dose, Age, and the Risk of Deliberate Self-harm.
JAMA Intern Med. 2014;174(6):899-909. doi:10.1001/jamainternmed.2014.1053.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Atomoxetina y suicidabilidad en niños y adolescentes




Atomoxetine and suicidality in children and adolescents

 Medicines Safety Update
Aust Prescr 2013; 36:166
http://bit.ly/1iLR6hp

 
Los efectos adversos graves comunicados a la Therapeutic Goods Administration (TGA) incluyen un caso en el que se produjo la muerte de un niño, enfatizando la importancia de que los profesionales de salud informen adecuadamente a los pacientes y cuidadores sobre los riesgos de ideación y conducta suicida en niños y adolescentes a los que se prescribe atomoxetina (Stratera).

Atomoxetina está indicada en el tratamiento de la hiperactividad por déficit de atención (ADHD), tal como se define en los criterios DSM-IV, en niños de 6 o más años, adolescentes y adultos.
El riesgo de ideación y conducta suicida es bien conocido y se recuerda en el prospecto de medicamento, en la sección de precauciones y en el recuadro de avisos.
Ensayos clínicos
Un mayor riesgo de ideación suicida, comparado con placebo, se observó en niños y adolescentes recibiendo tratamiento durante el ensayo clínico. En un análisis que integraba 12 ensayos (11 en ADHD y 1 en enuresis) a corto plazo (6-18 semanas), mostró que el riesgo promedio de ideación suicida en pacientes tratados con atomoxetina fue 0,4% (5/1357) comparado con 0% (0/851) en pacientes tratados con placebo. Se informó de un intento suicida en un paciente que recibía atomoxetina.

Datos de efectos adversos
Hasta julio del 2013 la TGA había recibido 74 informes de trastornos psiquiátricos asociados a con atomoxetina.

En 65 de estos casos, atomoxetina fue el único medicamento sospechoso. Más de la mitad de los casos reportados (42) fueron por ideación suicida. De los 38 casos de ideación suicida en los que se informaba de la edad del paciente, 28 fueron en niños y adolescentes de 18 años o menores. La TGA también recibió dos informes de intentos de suicidio en niños y adolescentes y un informe de un suicidio consumado en un niño que estaba siendo tratado con atomoxetina.
Información para los profesionales de salud
Cuando consideren prescribir atomoxetina para niños y adolescentes, los profesionales de salud deben sopesar cuidadosamente el riesgo de suicidabilidad frente a los beneficios de la terapia con atomoxetina.

La suicidabilidad de los pacientes a los que se prescriba atomoxetina debe ser cuidadosamente monitorizada, especialmente durante los primeros pocos meses de tratamiento y cuando se cambie de dosis.
Los pacientes y cuidadores deben estar avisados de los riesgos y alertados de la necesidad de monitorizar los signos de cambios inusuales de conducta o de precursores de suicidabilidad tales como ansiedad, agitación, ataques de pánico, insomnio, irritabilidad, hostilidad, agresividad, impulsividad, akatisia, hipomanía o manía. Padres y cuidadores deben también ser informados sobre la importancia de buscar ayuda médica inmediata tan pronto como tales síntomas sean identificados.
Los profesionales de la salud son alentados a notificar todos los efectos adversos asociados con atomoxetina a la TGA (o a la agencia reguladora u órgano de farmacovigilancia de sus respectivos países).

viernes, 15 de febrero de 2013

Nuevo número del boletín INFAC: Deshabituación tabáquica en situaciones especiales



“Deshabituación tabáquica en situaciones especiales”

Introducción



El consumo de tabaco continúa siendo el principal factor de riesgo prevenible de enfermedad y muerte en nuestro medio. A pesar de ser un hecho conocido, el consumo de tabaco sigue siendo muy frecuente.

Según la Encuesta sobre Adicciones de 2012, en la CAPV, el 54,4% de la población ha probado el tabaco alguna vez en la vida, el 31,2% lo ha consumido en el último año, el 29,3% en el último mes y un 25,5% lo consume a diario. (Datos de la Dirección de Drogodependencias del Gobierno Vasco). Históricamente los hombres han fumado más que

las mujeres; sin embargo, en los últimos años se observa un cambio de tendencia: entre los 16 y los 24 años de edad, son las mujeres las que más fuman. Entre los hombres se da un claro gradiente socioeconómico: fuman más a medida que se desciende en la escala social, siendo esta relación más clara a medida que disminuye el nivel de estudios. (Encuesta de Salud 2007).

Recientemente se ha realizado un estudio observacional prospectivo en el Reino Unido1 en el que participaron más de un millón de mujeres nacidas sobre la década de los 40, que cuantifica mejor que estudios anteriores los riesgos del tabaco, así como los beneficios derivados de su abandono.

Entre sus resultados destacan:

 Fumar triplica las tasas de mortalidad, a cualquier edad.
Dos tercios de todas las muertes en fumadoras entre 50 y 70 años son causadas por el tabaco. Las fumadoras pierden de media 10 años de esperanza de vida frente a las no fumadoras.

La edad de inicio en el tabaco afecta décadas después en la mortalidad. Así, el riesgo en mujeres que empezaron a fumar con 15 años es mayor que el de las que se iniciaron en el tabaco cuatro años más tarde. La edad de inicio influye especialmente en el riesgo de cáncer de pulmón.

El riesgo de muerte aumenta a medida que aumenta el consumo de tabaco, de forma prácticamente lineal. Incluso en las fumadoras de menos de diez cigarrillos al día, la tasa de mortalidad es el doble que en las no fumadoras.

En 23 de las 30 causas más comunes de muerte, las tasas de mortalidad son mayores en las fumadoras que en las no fumadoras. Estos riesgos son más extremos para EPOC y cáncer de pulmón (RR 35,3 y 21,4 respectivamente).

En cuanto a los beneficios de dejar de fumar, en las mujeres que dejan de fumar a los 40 años de edad se evita aproximadamente el 90% del exceso de mortalidad por cáncer de pulmón y de mortalidad general.

Las mujeres que lo dejan a los 30 años evitan el 97% del exceso de mortalidad. Incluso dejando de fumar a los 50 años de edad se evita al menos dos tercios del exceso de riesgo de mortalidad.

La intervención para dejar de fumar es altamente coste-efectiva y está seleccionada como área prioritaria en el borrador del Plan de Salud 2012 - 2020 del Gobierno Vasco. Además hay una amplia variedad de recursos disponibles en la página web de Osakidetza. En el boletín INFAC 2008;16(1) se abordó el tema de la deshabituación tabáquica.

En este número ampliaremos la información en aspectos concretos como la deshabituación tabáquica en pacientes con enfermedad cardiovascular, en niños y adolescentes, en mujeres embarazadas y en pacientes con enfermedad mental.

Sumario

• Deshabituación tabáquica en pacientes con enfermedad cardiovascular

• Intervenciones para prevenir y tratar el tabaquismo en niños y adolescentes

• Intervenciones para dejar de fumar en mujeres embarazadas

• Deshabituación tabáquica en pacientes con enfermedad mental



El boletín completo disponible en http://bit.ly/VA54MS