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jueves, 18 de febrero de 2016

Asociación del uso prolongado de inhibidores de la bomba de protones con riesgo de demencia



JAMA Neurology, 15 de febrero de 2016



Importancia: Los medicamentos que influyen en el riesgo de demencia en los ancianos pueden ser relevantes para la prevención de la demencia. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son ampliamente utilizados para el tratamiento de enfermedades gastrointestinales, pero también se han demostrado estar potencialmente implicados en el deterioro cognitivo. 
 
Objetivo: Examinar la asociación entre el uso de IBP y el riesgo de demencia en los ancianos. 
 
Diseño, lugar y participantes: Se realizó un estudio de cohorte prospectivo utilizando los datos de observación entre 2004-2011, derivados de la mayor compañía de seguros de enfermedad alemán, Allgemeine Ortskrankenkasse (AOK). Los datos sobre los diagnósticos de pacientes internos y externos (codificados por la modificación alemana de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, Décima Revisión) y la prescripción de medicamentos (clasificados según el Anatomical Therapeutic Chemical Classification System) estaban disponibles en una base trimestral. El análisis de datos se realizó hasta agosto a noviembre de 2015. 
 
Exposiciones: Las recetas de omeprazol, pantoprazol, lansoprazol, esomeprazol, o rabeprazol. 
 
Variables y medidas principales: El resultado principal fue un diagnóstico de demencia incidente codificado por la modificación alemana de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, Décima Revisión. La asociación entre el uso de IBP y la demencia se analizó mediante regresión de Cox dependiente del tiempo. El modelo se ajustó por posibles factores de confusión, como la edad, el sexo, comorbilidades y polifarmacia. Los resultados se analizaron un total de 73.679 participantes de 75 años de edad o mayores y libres de demencia al inicio del estudio. Los pacientes que recibieron medicación IBP habitualmente (n = 2.950; edad media [DE], 83,8 [5,4] años; 77,9% mujeres) tenían un riesgo significativamente mayor de incidencia de demencia en comparación con los pacientes que no recibieron medicación IBP (n = 70 729, con una media [SD] edad, 83,0 [5,6] años; 73,6% mujeres) (razón de riesgo [IC del 95%, 1,36-1,52] 1,44; P <.001).
Conclusiones y relevancia: La evitación de la medicación IBP puede prevenir el desarrollo de la demencia. Esta conclusión se apoya en el reciente análisis farmacoepidemiológico de datos primarios y está en concordancia con modelos en ratones en los que el uso de IBP aumentó los niveles de β-amiloide en el cerebro de ratones.

el trabajo
Gomm W, von Holt K, Thomé F, et al.
Association of Proton Pump Inhibitors With Risk of Dementia: A Pharmacoepidemiological Claims Data Analysis.
JAMA Neurol. Published online February 15, 2016. doi:10.1001/jamaneurol.2015.4791.

martes, 2 de febrero de 2016

Uso prolongado de benzodiacepinas y riesgo de demencia o deterioro cognitivo


Uso prolongado de benzodiacepinas y riesgo de demencia o deterioro cognitivo
BMJ, 2 de febrero de 2016

Objetivo: Determinar si un mayor uso acumulado de las benzodiazepinas se asocia con un mayor riesgo de demencia o deterioro cognitivo más rápido.
Diseño: Cohorte prospectiva basada en la población. 
Ámbito: Sistema de salud integrado, Seattle, Washington.
Participantes: 3.434 participantes con edad ≥65 sin demencia al inicio del estudio. Hubo dos rondas de reclutamiento (1994-96 y 2000-03), seguido de inscripción continua a partir de 2004.
Principales medidas de resultado: Se administró el cognitive abilities screening instrument (CASI) cada dos años para la detección de la demencia y se utilizó para examinar la trayectoria cognitiva. El incidente de demencia y enfermedad de Alzheimer se determinaron con los criterios de diagnóstico estándar. La exposición a las benzodiazepinas se definió a partir de datos computarizados de farmacia y consistió en las dosis totales diarias estandarizadas (TSDDs) suministradas durante un período de 10 años (ventana deslizante que se desplazó hacia delante en el tiempo durante el seguimiento). El año más reciente fue excluido debido a su posible uso para los síntomas prodrómicos. Se utilizaron modelos de riesgos proporcionales de Cox multivariable para examinar variables en el tiempo del uso de benzodiazepinas y el riesgo de demencia. Para los análisis de trayectoria cognitiva utilizaron modelos de regresión lineal con ecuaciones de estimación generalizadas.
Resultados: Durante un seguimiento medio de 7,3 años, 797 participantes (23,2%) desarrollaron demencia, de los cuales 637 desarrollaron la enfermedad de Alzheimer. Para la demencia, las razones de riesgo ajustadas asociadas con el uso de benzodiazepinas acumulada en comparación con la no utilización fueron 1,25 (intervalo de confianza del 95% 1.03 a la 1,51) para 1-30 TSDDs; 1.31 (1.00 a la 1.71) para TSDDs 31-120; y 1,07 (0,82 a 1,39) para ≥121 TSDDs. Los resultados fueron similares para la enfermedad de Alzheimer. Un mayor uso de benzodiazepinas no se asoció con una disminución cognitiva más rápida.
Conclusión: El riesgo de demencia es ligeramente mayor en las personas con una exposición mínima a las benzodiazepinas, pero no con el más alto nivel de exposición. Estos resultados no apoyan una asociación causal entre el uso de benzodiazepinas y la demencia.

el trabajo
Gray Shelly L, Dublin Sascha, Yu Onchee, Walker Rod, Anderson Melissa, Hubbard Rebecca A et al.
Benzodiazepine use and risk of incident dementia or cognitive decline: prospective population based study
BMJ 2016; 352 :i90
en http://bit.ly/1Sg9UdQ

miércoles, 20 de mayo de 2015

Butlletí Groc: Riesgos de los fármacos anticolinérgicos en personas de edad avanzada.

Butlletí Groc,  vol. 28 n. 1 enero - marzo 2015

ICF,  20 de mayo de 2015

 

Extracto:

Varios fármacos pueden afectar las funciones cognitivas y producir episodios de confusión, sobre todo en las personas de edad avanzada. En 2012 comentamos un estudio prospectivo realizado en Francia, de casi 20 años de duración, que mostró una relación entre el uso crónico de fármacos hipnóticos y sedantes y el riesgo de demencia y de enfermedad de Alzheimer.1 Un nuevo estudio observacional en Canadá ha confirmado estos resultados.2

Recientemente hemos tenido noticia de que el uso crónico de fármacos anticolinérgicos también aumenta el riesgo de demencia.3

En las personas de edad avanzada son frecuentes los episodios de confusión mental aguda. Las causas más frecuentes son la descompensación de una enfermedad crónica (EPOC, insuficiencia cardíaca, etc.), infecciones (por ej., neumonía, infección urinaria) y fármacos. Si estos episodios son repetidos, pueden ser confundidos con una demencia. Entre un 15 y un 50% de las personas de edad avanzada ingresadas por una enfermedad aguda sufre episodios de confusión, que a veces no son reconocidos y precisados.4

Se sabe desde hace tiempo que los fármacos con actividad anticolinérgica también pueden producir confusión. Generalmente estos fármacos empeoran los síntomas de las personas con demencia…..

 

Número completo  en  http://bit.ly/1PWK6O4

 

jueves, 19 de marzo de 2015

Antipsicóticos, otros psicotrópicos y riesgo de muerte en pacientes con demencia: número necesario para dañar.




JAMA Psychiatry., 18 de marzo de 2015



Importancia Los medicamentos antipsicóticos se asocian con mayor mortalidad en adultos mayores con demencia, sin embargo, su efecto absoluto sobre el riesgo en relación con la ausencia de tratamiento o un psicotrópico alternativo no está clara. 
Objetivo: Determinar el aumento del riesgo de mortalidad absoluta y el número necesario para dañar (NND) (es decir, el número de pacientes que reciben el tratamiento que se asocia con 1 muerte) del uso de antipsicóticos, ácido valproico y sus derivados, y antidepresivos en pacientes con demencia en comparación a ningún tratamiento o el tratamiento con antidepresivos. 
Diseño, lugar y participantes se llevó a cabo un estudio de casos y controles retrospectivo en la Veterans Health Administration, desde el 1 de octubre de 1998, hasta el 30 de septiembre de 2009. Los participantes incluyeron 90.786 pacientes de 65 años o mayores con diagnóstico de demencia. Los análisis finales se llevaron a cabo en agosto de 2014. 
Exposiciones Nueva prescripción de un antipsicótico (haloperidol, olanzapina, quetiapina, risperidona y), ácido valproico y sus derivados, o un antidepresivo (46.008 usuarios de medicación). 
Variables y medidas principales cambio absoluto en el riesgo de mortalidad y NND en los 180 días de seguimiento en los pacientes con medicamentos en comparación con los pacientes sin medicamentos emparejado en varios factores de riesgo. Entre los pacientes en los que se inició un tratamiento con medicamentos, también se comparó el riesgo de mortalidad asociado a cada agente con el grupo de antidepresivos, tomado como referencia, ajustando por edad, sexo, años con demencia, presencia de delirio, y otras características clínicas y demográficas. Los análisis secundarios compararon el cambio absoluto con el ajuste de dosis en el riesgo de mortalidad de la olanzapina, quetiapina y risperidona.


Resultados En comparación con los controles respectivos no usuarios, los individuos que recibieron haloperidol tenían un mayor riesgo de mortalidad del 3,8% (IC del 95%, 1,0% -6,6%, p menor 0,01) con un NND de 26 (IC del 95%, 15-99); seguido de la risperidona, 3,7% (IC del 95%, 2,2% -5,3%, p menor 0,01) con un NND de 27 (IC del 95%, 19-46); olanzapina, el 2,5% (IC del 95%, 0,3% -4,7%, p = 0,02) con un NND de 40 (IC del 95%, 21-312); y la quetiapina, 2,0% (IC 95%, 0,7% -3,3%, p menor 0,01) con un NND de 50 (IC del 95%, 30-150). En comparación con los usuarios de antidepresivos, el riesgo de mortalidad varió de 12,3% (IC 95%, 8,6% -16,0%, p menor 0,01) con un NND de 8 (IC del 95%, 6-12) para los usuarios de haloperidol a 3,2% (95% CI, 1,6% -4,9%, p menor 0,01) con un NND de 31 (IC del 95%, 21-62) para los usuarios de quetiapina. Como grupo, los antipsicóticos atípicos (olanzapina, quetiapina, risperidona y) mostraron un aumento de dosis-respuesta en el riesgo de mortalidad, con un 3,5% mayor de mortalidad (IC del 95%, 0,5% -6,5%, p = 0,02) en el subgrupo de altas dosis en relación con el grupo de dosis bajas. Cuando se comparó directamente con quetiapina, el riesgo de mortalidad ajustado según la dosis se aumentó tanto con la risperidona (1,7%; IC del 95%, 0,6% -2,8%, p = 0,003) y la olanzapina (1,5%; 95% CI, 0,02% -3,0% ; P = 0,047).
Conclusiones y relevancia El efecto absoluto de los antipsicóticos sobre la mortalidad en pacientes ancianos con demencia puede ser más altos que lo informado hasta el momento y aumenta con la dosis .




El trabajo

Maust DT, Kim H, Seyfried LS, et al.

Antipsychotics, Other Psychotropics, and the Risk of Death in Patients With Dementia: Number Needed to Harm.

JAMA Psychiatry. Published online March 18, 2015. doi:10.1001/jamapsychiatry.2014.3018.


Disponible en bit.ly/1HbvR88

lunes, 16 de marzo de 2015

Manejo de la agitación en el paciente anciano


Infac Volumen 22, No 10, 2014
Información farmacoterapéutica de la comarca

16 de marzo de 2015

Introducción
La agitación en un paciente anciano se puede desencadenar ante diversas situaciones clínicas, principalmente asociadas a la demencia y al delirium1.
Aunque el deterioro cognitivo es el rasgo clínico fundamental de la demencia, los síntomas no cognitivos o síntomas conductuales y psicológicos de la demencia son prácticamente universales en estos pacientes en algún momento de la evolución de la enfermedad y, con frecuencia,
dominan el cuadro clínico. Entre estos síntomas se incluyen: agitación, agresividad, alucinaciones, ideas delirantes, vagabundeo, humor deprimido, ansiedad, insomnio, conductas intrusivas o inapropiadas, etc.2,3.
Por otra parte, el delirium es un síndrome agudo que puede ocurrir en el contexto de una función cognitiva premórbida o bien complicar una demencia. Se caracteriza por un cuadro confusional, con alteración del nivel de conciencia, la atención y la función cognitiva, que se desarrolla habitualmente en horas o días, y se desencadena típicamente por causas médicas (metabólicas, infecciosas, deshidratación, enfermedad orgánica, fármacos, etc.) o por cambios del entorno habitual del paciente1. Su presentación es variable en forma de delirium hiperactivo, hipoactivo o mixto4. Los trastornos en la conducta psicomotora y en el ritmo sueño-vigilia, con insomnio nocturno, evocan la llamada agitación, pero existen también formas de delirium hipoactivas, que se
caracterizan por el enlentecimiento, el aletargamiento y la hipersomnia.
Si bien en ocasiones el diagnóstico diferencial entre la demencia y el delirium no es sencillo, el inicio agudo, el curso fluctuante, la disminución de la atención, el pensamiento desorganizado y el nivel de conciencia alterado orientan al diagnóstico de delirium, que es un cuadro potencialmente reversible5.
La agitación conlleva una pérdida importante de la calidad de vida del paciente, debido no sólo al propio proceso, sino también al conjunto de estrategias para tratarlo, pues por una parte, se tiende a aislar y sobremedicalizar al paciente y, por otra, la sobrecarga del cuidador puede influir en la calidad de la atención que el paciente reciba. Por todo ello, es una situación que con frecuencia lleva a la claudicación familiar, siendo motivo de institucionalización 6,7.
El objetivo de este boletín es revisar el manejo de este problema, destacando las medidas preventivas y las intervenciones no farmacológicas, así como las ventajas e inconvenientes del tratamiento farmacológico.



El número completo disponible en: http://bit.ly/1BMg7oD

martes, 27 de enero de 2015

Uso prolongado o en altas dosis de anticolinérgicos y riesgo de demencia



JAMA, 26 de Enero de 2015


Un nuevo estudio publicado en JAMA asocia al uso de altas dosis de medicamentos con efectos anticolinérgicos por un período prolongado de tiempo y/o a una dosis alta, a un incremento significativo en el riesgo de desarrollar demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.

Los fármacos, llamados anticolinérgicos, incluyen la difenhidramina (Benadryl) de venta libre, y antidepresivos tricíclicos como la doxepina (Sinequan). Esta clase de medicamento también incluye a antihistamínicos más antiguos como la clorfeniramina y los fármacos "antimuscarínicos" para el control de la vejiga, como la oxibutinina (Ditropan).
Pero el estudio solo pudo señalar una asociación entre el uso a largo plazo o en dosis altas de esos fármacos y un mayor riesgo de demencia, no pudo probar causalidad.
El nuevo estudio fue dirigido por Shelly Gray, del Instituto de Investigación sobre la Salud Grupal y la Universidad de Washington. Su equipo explicó que la clase de medicamentos anticolinérgicos funcionan al bloquear un neurotransmisor llamado acetilcolina, tanto en el cerebro como en el cuerpo. Las personas con Alzheimer por lo general muestran una escasez marcada de acetilcolina.
El nuevo estudio observó los resultados de más de 3,500 adultos mayores a quienes se dio seguimiento durante más de siete años. El grupo de Gray halló que las personas que tomaban al menos 10 miligramos (mg) al día de Sinequan, 4 mg al día de Benadryl o 5 mg al día de Ditropan durante más de tres años tenían un riesgo más elevado de contraer demencia.
El uso ocasional de esos fármacos no pareció vincularse con un aumento en el riesgo de demencia. El riesgo de demencia se debió a la exposición total acumulada, no a un régimen corto agudo de tratamiento.
Los adultos mayores deben saber que muchos fármacos, incluso algunos disponibles sin receta como los somníferos de venta libre, tienen efectos anticolinérgicos potentes. Y deben hablar con su médico sobre todos los medicamentos de venta libre que usen. No deben dejar de tomar ninguna terapia sin consultar al médico.
El estudio sugiere que el riesgo de demencia asociado con esos fármacos quizá no sea reversible incluso años después de que las personas dejen de tomarlos, contra la opinión general que ha sido que el deterioro cognitivo leve es reversible al descontinuar la terapia anticolinérgica.
Se debe educar a los pacientes y a sus familias sobre los fármacos sin receta y las terapias alternativas. También, las personas mayores en los hogares de ancianos tienden a tener una larga lista de medicamentos, que debe revisarse de forma periódica para ver si hay que continuar con los fármacos, las interacciones y la redundancia.
Los médicos deben pensar en encontrar sustitutos a los anticolinérgicos cuando sea posible, recetar la dosis más baja que puedan y suspender los fármacos tan pronto como sea médicamente aconsejable.
Hay sustitutos disponibles para algunos anticolinérgicos, como un antidepresivo inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina (ISRS) para la depresión, o antihistamínicos de segunda generación para las alergias.


el trabajo
Gray SL, Anderson ML, Dublin S, et al. Cumulative Use of Strong Anticholinergics and Incident Dementia: A Prospective Cohort Study. JAMA Intern Med. Published online January 26, 2015. doi:10.1001/jamainternmed.2014.7663.

Disponible en

miércoles, 5 de noviembre de 2014

No utilice antipsicóticos de rutina para el tratamiento de la agitación y agresión en pacientes con demencia



BMJ, 3 noviembre de 2014


Transfondo
  • A pesar del uso continuado de antipsicóticos para el tratamiento de la agitación y la agresividad en las personas con demencia, hay pruebas limitadas de que produzcan un beneficio clínicamente significativo
  • Los daños potenciales del uso de antipsicóticos (incluyendo aumento de la mortalidad y eventos cerebrovasculares) son mayores que los beneficios.
  • La risperidona es el único antipsicótico recomendado, y deberia ser utilizado sólo en las personas con demencia que tenían trastornos psicóticos o agresión grave preexistentes. No deberia ser prescripto por más de 12 semanas.
  • La mejor práctica alternativa es la supervisión estricta, con evidenicas de que tratamientos alternativos, incluyendo la analgesia y enfoques no farmacológicos, proporcionar opciones eficaces

el trabajo
Corbett Anne, Burns Alistair, Ballard Clive. Don’t use antipsychotics routinely to treat agitation and aggression in people with dementia BMJ 2014; 349:g6420

disponible en http://bit.ly/1qtINdq

martes, 28 de octubre de 2014

Uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP) y riesgo de demencia en personas de edad avanzada


Eur Arch Psychiatry Clin Neurosci, 24 de octubre de 2014


Los medicamentos que influyen sobre el riesgo de demencia en los ancianos son de interés potencial para la prevención de la demencia. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son utilizados ampliamente para reducir la producción de ácido gástrico, pero la información sobre el riesgo de demencia es insuficiente.
Evaluamos la asociación entre el uso de los IBP y el riesgo de demencia en personas de edad avanzada. Los datos se obtuvieron a partir de un estudio de cohorte longitudinal, multicéntrico en pacientes ancianos de atención primaria, el Estudio Alemán sobre Envejecimiento, Cognición y Demencia en Pacientes de Atención Primaria (AgeCoDe por su sigla en inglés), incluyendo 3.327 personas residentes en la comunidad de edad ≥75 años. Desde el seguimiento de 1 al seguimiento 4 (intervalo de seguimiento  de 18 meses), se identificaron un total de 431 pacientes con cualquier demencia incidente, incluyendo 260 pacientes con enfermedad de Alzheimer. Se utilizó la regresión de Cox tiempo dependiente  para estimar los cocientes de riesgo de cualquier demencia incidente y enfermedad de Alzheimer.  Factores de confusión potenciales que se incluyeron en el análisis fueron edad, sexo, educación, el status alelo apolipoproteína E4 (ApoE4) , polifarmacia,  y las comorbilidades como depresión, diabetes, enfermedad isquémica cardiaca y derrame cerebral. Los pacientes que recibieron medicación IBP  tuvieron un aumento significativo del riesgo de cualquier demencia [hazard ratio (HR) 1,38 , intervalo de confianza del 95% (IC) 1,04 a 1,83] y de  enfermedad de Alzheimer (HR 1,44; IC del 95% 01:01-02:06) en comparación con los no usuarios. Debido a la gran carga  que produce la demencia en la salud pública y la falta de medicación curativa, este hallazgo es de gran interés para la futura  investigación sobre la demencia y proporciona indicaciones para la prevención de la demencia.

El trabajo
Haenisch B1, von Holt K, Wiese B, Prokein J, Lange C, Ernst A, Brettschneider C, König HH, Werle J, Weyerer S, Luppa M, Riedel-Heller SG, Fuchs A, Pentzek M, Weeg D, Bickel H, Broich K, Jessen F, Maier W, Scherer M.
Risk of dementia in elderly patients with the use of proton pump inhibitors.
Eur Arch Psychiatry Clin Neurosci. 2014 Oct 24. [Epub ahead of print]


Disponible en http://bit.ly/1rGMpIq