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jueves, 25 de agosto de 2016

Alza de precios de medicamentos de Mylan da un aumento de sueldo de 671% a la CEO

Cluster Salud, 25 de agosto de 2016




Su ejecutiva máxima, Heather Bresch, subió el precio de dos docenas de medicamentos de la compañía en más del 20% y en algunos casos sobre el 500%, desde 2007.




La compañía Mylan ha sido criticada esta en el último mes por el alto aumento de precios que tuvo su medicamento EpiPen desde 2007 hasta la fecha, período en el aumentó un 461%. Según informa The Guardian, uno de los ejecutivos de la empresa también recibió grandes ganancias con estas alzas.

Heather Bresch, CEO de Mylan, en el mismo periodo del aumento de precios del fármaco, pasó de ser el jefe de operaciones de Mylan a presidente y a presidente ejecutivo y tuvo un aumento salarial desde US$ 2.453.456 a US$ 18.931.068, un aumento del 671%.

Epipen, que se utiliza para entregar rápidamente una dosis de epinefrina, subió su precio de US$ 56,64 a US$317,82. Con la administración de Bresch, el fármaco pasó de dar US$200 millones en ventas a ser el primer producto de US$ 1.000 millones anuales de la compañía.

Sin embargo, de acuerdo al reporte de una analista de Wells Fargo, David Maris, la compañía también subió el precio de otros medicamentos en más del 20% en 24 de sus productos, informa The Guardian.

Otras drogas que aumentaron su precio fueron Ursodio, para cálculos biliares, que subió en un 542% su valor; Diciclomina, para el síndrome del intestino irritable en un 40%; y Tolterodina, para la vejiga hiperactiva, en un 56%.

Según la defensa de la compañía, este análisis es sesgado, ya que se basa en una pequeña selección de sus más de 1.400 productos.

Hillary Clinton no lo cree. La candidata presidencial demócrata de Estados Unidos, hizo una declaración en la que pedía a Mylan reducir el precio de EpiPen, argumentando que está mal que las farmacéuticas pongan las ganancias por delante de los pacientes.

Antes de que le medicamento perteneciera a la compañía, sus aumentos de precios estaban entre el 3 y 4%. En comparación, entre 2008 y 2009, el aumento pasó de 5% a 20%.

Según el reporte de ganancias del segundo trimestre de la compañía, hasta el momento, los ingresos totales han sido de US$ 2.560 millones, 8% sobre el año pasado. En la categoría donde está EpiPen, las ventas netas subieron en US$ 100,6 millones.

http://clustersalud.americaeconomia.com/aumento-precio-medicamentos-mylan-da-aumento-sueldo-671-la-ceo/

miércoles, 24 de febrero de 2016

El negocio farmacéutico, bajo la lupa: miles de pacientes mueren por el consumo inadecuado de drogas


RT, 24 de febrero de 2016


Varios médicos británicos han iniciado un debate sobre la eficacia de los medicamentos y cuestionan la influencia de las compañías del sector en el consumo de productos cuya eficacia no está comprobada.





El negocio farmacéutico mueve millones de dólares en todo el mundo. Al mismo tiempo, los excesos de medicación y el consumo de múltiples medicamentos cuya eficacia está en duda son algunos de los factores que provocan la muerte de miles de personas.

Ante esta situación, Richard Thompson, expresidente del Real Colegio de Médicos británico y doctor personal de la reina Isabel II durante 21 años, ha reclamado que se realice una consulta pública urgente sobre "la eficacia de los fármacos" y que se revelen los manejos "turbios" de las compañías del sector y ha advertido sobre la influencia excesiva que poseen a la hora de prescribir medicamentos, publica el diario 'The Daily Mail'.

Las personas que arremeten contra las farmacéuticas aseguran que muchas drogas provocan más perjuicios que beneficios, mientras que las supuestas bondades de algunos medicamentos no están debidamente constatadas.

Al respecto, el cardiólogo Aseem Malhotra cuestiona que a algunos pacientes les dicen que deben tomar medicamentos que no necesitan como parte de un conflicto de intereses comerciales y eso contribuye a que exista "una epidemia de médicos y pacientes desinformados".

Malhotra señala directamente a la sanidad pública británica porque considera que sobremedica a sus pacientes y que los efectos colaterales derivados que provoca esa manera de actuar conducen a "innumerables muertes".

Además, este cardiólogo indica que existe la sospecha de que ese exceso de "medicina" derive de los "incentivos financieros" vinculados con la prescripción y el aumento de los procedimientos, con lo cual acusa a las farmacéuticas de "jugar con el sistema" y de invertir el doble en propaganda que en investigación.

Por estas actitudes y manejos poco claros, entre 2007 y 2012 casi todas las farmacéuticas que se encuentran entre las 10 más importantes del mundo pagaron multas considerables por delitos como la tergiversación de resultados de investigación, el ocultamiento de información sobre los daños de sus productos y la comercialización ilegal de fármacos.

El diario concluye que lo más preocupante es que estas maiobras se cobran miles de vidas en todo el mundo, causan miles de millones de pérdidas a las economías de los países y multiplican el sufrimiento de los pacientes, quienes cada vez requieren más tratamientos por los efectos secundarios que les causan los medicamentos que consumen.

martes, 23 de febrero de 2016

Por qué todas las farmacéuticas suben los precios de forma injustificada?

Miguel Ayuso, El Confidencial, 22 de febrero de 2016
¿Se trata de un coste justificado?

Un informe estadounidense asegura que todas las farmacéuticas elevan los precios de viejos medicamentos año a año, en subidas muy por encima de la inflación general


La forma de fijar el precio de los medicamentos tiene poco que ver con la de otros productos. (iStock)





El fundador y director ejecutivo de Turing Pharmaceuticals, Martin Shkreli, se convirtió en una de las personas más odiadas del mundo tras comprar los derechos del Daraprim, el único fármaco autorizado para combatir una infección que afecta a personas con sistemas inmunológicos débiles, como enfermos de cáncer y sida, y subir su precio de 13,50 dólares (12 euros) la caja a 750 dólares (672 euros). Un aumento del 5.555%.

Shkreli defendió su decisión asegurando que no era una cuestión de avaricia, sino una medida necesaria para que el negocio fuera sostenible y que, además, no era el único que estaba acometiendo grandes subidas de precios. Al menos en esto último tiene razón.

Las tácticas de subidas de precios no están limitadas a unas cuantas 'manzanas podridas', sino que son bien conocidas en toda la industria

DRX, una compañía que compara precios de medicamentos para los seguros de salud, ha analizado la evolución en el coste en Estados Unidos de 3.000 fármacos de marca desde diciembre de 2014 hasta enero de 2015 y ha constatado que se dobló el precio de 60 de ellos y se cuadriplicó en 20 casos. Unos 1.100 fármacos sufrieron un incremento del 10%. Sólo 50 rebajaron su coste.

Aunque en España no rigen los mismos precios, que según un estudio de Wharton son por norma general consistentes con las diferencias de renta entre los países, nuestro país no se libra de este tipo de subidas. Aquí las farmacéuticas no tienen libertad para elevar a su antojo el precio de los medicamentos que están financiados por la Seguridad Social, y renegociar los precios con el Gobierno es muy complejo, pero lo hacen en cuanto tienen vía libre.

Sirva como ejemplo lo que ocurrió con los 400 medicamentos que el Gobierno decidió sacar de la financiación del Sistema Nacional de Salud en 2012. Al quedar excluidos de la financiación pública, los laboratorios responsables de estos productos tenían libertad para comunicar al Ministerio su intención de comercializar los mismos a un precio superior. Medicamentos populares como el Mucibron, el Mucosan, el Romilar o el Fortasec aumentaron su precio por encima del 100% en sólo un año. De los 400 fármacos sólo uno bajó de precio.

La forma en que las farmacéuticas fijan el coste de los medicamentos está siendo muy discutida en EEUU. Como aseguró el diputado demócrata Elijah Cummings, que preside un comité del Congreso estadounidense para estudiar la cuestión, “las tácticas de subidas de precios no están limitadas a unas cuantas 'manzanas podridas', sino que son bien conocidas en toda la industria” y “muchas empresas farmacéuticas se están llenando los bolsillos a costa de los sectores más necesitados de la población”.

De la misma opinión es Jim Yocum, vicepresidente ejecutivo de DRX, que apunta que las grandes subidas de precio “son una parte integral del modelo de negocio” de las farmacéuticas.
Los precios de los medicamentos pueden provocar dolor de cabeza. (iStock)
Subidas escandalosas

Entre las mayores subidas de precio acontecidas en EEUU, por detrás del Daraprim, se encuentran el Novacort, una crema mezcla de hidrocortisona y pramoxina cuyo precio se incrementó casi un 3.000% y el Alcortin A, una combinación de esteroides y antibióticos para tratar los eczema y las infecciones de piel: el preció subió un 1.860% durante el periodo analizado.

Entre las subidas de precio que afectarán a más pacientes se encuentra la del Crestor, un popular (y polémico) medicamento para tratar el colesterol cuyo precio se ha elevado un 15% para compensar la llegada de su versión genérica en mayo –algo que no ha ocurrido en España–. O la del Viagra que cuesta un 13% más que el año pasado, pese a que ya cuenta con competidores genéricos.

La compañía que ha efectuado, de largo, las mayores subidas ha sido Valeant, conocida por comprar los derechos para comercializar viejos fármacos

Según explica Yocum, en EEUU todas las compañías farmacéuticas suelen cambiar sus precios de venta a finales o principios de año, pero en los dos últimos meses la subida ha sido mayor que en pasadas temporadas. Pfizer, por ejemplo, ha incrementado el precio de 24 fármacos en un 12%. Un portavoz de la compañía ha explicado a 'Bloomberg' que los precios de catálogo no reflejan los descuentos ofrecidos a los gobiernos y aseguradoras, pero como explica Yocum, estos son por lo general el punto de partida en las negociaciones. “Aunque no consiguen obtener el incremento total del precio, consiguen una parte”, asegura.

La compañía que ha efectuado, de largo, las mayores subidas ha sido Valeant Pharmaceuticals International, conocida por centrarse en comprar los derechos para comercializar viejos fármacos genéricos y elevar sus precios. El precio de trece de sus medicamentos se ha doblado desde diciembre de 2014. Especialmente escandaloso es el caso del Isuprel, un fármaco que se usa para tratar las arritmias, cuyo precio subió en un 525% en cuanto la compañía se hizo con los derechos para comercializarlo y se ha elevado un 720% en todo el periodo analizado.

Las farmacéuticas siempre defienden estas subidas de precio (muy por encima de la inflación general) por los altos costes de investigación y producción que conlleva el desarrollo de nuevos medicamentos, pero es un argumento difícil de sostener, más aún cuando muchos de estos fármacos llevan décadas en el mercado. AstraZeneca vendió el derecho a comercializar en EEUU dos viejos medicamentos para controlar la presión arterial, Zestril y Tenormin, a Alvogen en enero de 2015. Tras esto, tal como constata el informe de DRX, sus nuevos propietarios incrementaron el precio en un 800 y un 600 por ciento, respectivamente.



El doctor Joan Ramon Laporte asegura que "El precio de los medicamentos es puramente arbitrario".


Una vieja historia

El incremento exagerado del precio de algunos medicamentos es un asunto de largo recorrido, que ha provocado grandes tensiones entre empresas, gobiernos y ciudadanos. En España todos recordamos la polémica en torno al Sofosbuvir, el medicamento para tratar la hepatitis C cuyo coste ascendía a 84.000 dólares por 12 semanas de tratamiento, un precio inasumible para el Gobierno español, que tardó meses en negociar una rebaja con la farmacéutica Gilead, propietaria de la patente.

¿Cómo se justifican precios tan elevados? Como reconoció Raymond Gilmartin, exdirector ejecutivo de Merck, a Marcia Angell, exredactora jefa del 'New England Journal of Medicine', “el precio de los medicamentos no está determinado por los costes de investigación. Lo que lo determina, en su lugar, es el valor que tienen en cuanto a su capacidad de evitar y tratar una concreta enfermedad o dolencia”. En definitiva, si tu fármaco es el único que puede ayudar a un grupo de pacientes puedes elevar el precio hasta (casi) donde quieras.

El precio de un nuevo fármaco no tiene nada que ver con sus costes de desarrollo, depende por completo de cuánto estemos dispuestos a pagar

Como explicó a El Confidencial Peter C. Gøtzsche, el médico danés autor de 'Medicamentos que matan y crimen organizado' (Los libros del lince), “gran parte de la investigación que permite el desarrollo de nuevos fármacos ha sido financiada por el dinero de los ciudadanos, que pagan las nóminas de los investigadores públicos. Si un medicamento es considerado un gran avance, la norma es que la compañía farmacéutica que se hace cargo del desarrollo de ésta cobre un precio obsceno, abusando de ese modo el monopolio que la sociedad le ha otorgado. El precio de un nuevo fármaco no tiene nada que ver con sus costes de desarrollo, pero depende por completo de cuánto estemos dispuestos a pagar por él”.

En 2010, un grupo de investigadores italianos analizó el mercado de lo que se conoce como “medicamentos huérfanos”, aquellos fármacos que se destinan a tratar enfermedades graves que afectan a muy poca gente y, por tanto, su comercialización resulta poco probable sin medidas de estímulo. Pero el precio es por sí sólo un incentivo suficiente. Según la investigación, publicada en el 'British Medical Journal', el coste anual de estas medicinas está inversamente relacionado con la prevalencia de la enfermedad.

En definitiva, nada justifica el precio de los fármacos más allá de la ley de la oferta y la demanda. ¿Y los costes de desarrollo? Según un informe del Congreso de EEUU redactado en 2000, “quince de los veintiún medicamentos más importantes aparecidos entre 1965 y 1992 se desarrollaron gracias al conocimiento y a las técnicas de la investigación financiada públicamente”.

sábado, 5 de julio de 2014

Materia: Por qué la última manipulación de emociones de Facebook perjudica a la ciencia (y a sus usuarios).


Materia.es04/07/2014



En los últimos días se ha desatado una polémica porque Facebook utilizó a 700.000 personas para un estudio sobre contagio de emociones en la red. La controversia por este estudio, que no es novedoso, podría acabar con el equipo científico de la empresa y con el conocimiento académico de sus investigaciones





Entre el 11 y el 18 de enero de 2012, los muros de casi 700.000 usuarios de Facebook fueron manipulados: sin previo aviso, se redujo la probabilidad de que vieran publicaciones positivas o negativas realizadas por sus amigos (de habla inglesa). Como resultado, los usuarios estudiados cambiaron su conducta: los que vieron menos publicaciones positivas, usaron palabras más pesimistas al cabo de una semana y viceversa, los que vieron menos negatividad en sus muros fueron algo más positivos. ”Publicaron como promedio una palabra emocional menos, de cada mil palabras publicadas, a lo largo de la semana siguiente”, explica Adam Kramer, del grupo de científicos de Facebook, que realizó este experimento junto con investigadores de las universidades norteamericanas de Cornell y California en San Francisco.

El estudio se publicó en la red el 2 de junio, en la revista científica PNAS, señalando que las emociones son contagiosas también en las redes sociales, como ya se había demostrado anteriormente en entornos físicos. Sin embargo, en la última semana, un terremoto de indignación ha sacudido los cimientos de Menlo Park, donde Mark Zuckerberg tiene su cuartel general. Varias semanas después de hacerse público el estudio, medios y ciudadanos se han soliviantado al descubrir como algo inaudito dos ejes del estudio: “manipular” y “emociones”. A partir de ese momento, las reacciones se han multiplicado hasta el extremo: por ejemplo, que Facebook podría haber “matado” a alguien depresivo al manipular sus sentimientos y que habría que auditarles “como a una especie de Doctor Mengele” de la red.
Tal es el ruido generado, que las agencias de protección de datos de Irlanda y Reino Unido han anunciado que examinarán si se ha producido alguna ilegalidad porque no está claro si los términos de uso le permitían hacerlo. Sheryl Sandberg, directora ejecutiva de la empresa, dijo que estaban arrepentidos y que lamentaba haber enfadado a sus usuarios. El responsable de las políticas de la empresa en Europa, Richard Allan, aseguró:”Queremos hacerlo mejor en el futuro y estamos mejorando nuestro trabajo a partir de estos comentarios”. Kramer, el investigador de Facebook responsable del estudio, ha tenido que pedir disculpas públicamente.

Facebook manipula a diario a sus usuarios sin consentimiento directo y ya ha publicado otros estudios similares
Toda esta polémica puede terminar con un único chivo expiatorio: el equipo de data scientists que fundó en 2007 Cameron Marlow y que estaba permitiendo realizar importantes estudios sobre el comportamiento de las personas en entornos digitales, un conocimiento decisivo en el momento que vivimos. Facebook es una empresa, tiene clientes y cotiza en bolsa, y lo último que le gusta es que se les asocie con la idea de malévolos experimentos de ingeniería social. El runrún de que el grupo científico de Facebook desaparezca o deje de publicar resultados debería preocuparnos.
“Si toda esta polémica sirve para que haya mayor transparencia y más cuidado con estos experimentos, bienvenida sea; si con esto Facebook cierra su grupo científico y no volvemos a saber nada de ellos, sería la peor noticia de todas”, asegura Esteban Moro, especialista en análisis de big data en el campo de las ciencias sociales. Moro, sorprendido con la polémica, tuvo conocimiento del experimento trabajando con gente de este equipo y pensó que se trataba de “un estudio más” de los muchos que esta y otras redes sociales realizan para conocer el comportamiento de sus usuarios y, como suelen justificar, “ayudar a mejorar la experiencia”.

El grupo científico, en riesgo

“Las conclusiones del experimento en realidad no son muy reseñables, los cambios que obtienen son muy pequeños y además son cosas que ya se sabían. El problema aquí es la intervención, modificar el comportamiento de las personas estudiadas”, destaca Moro, investigador de la Universidad Carlos III. “Como investigadores, forma parte de nuestra deontología contar con el consentimiento informado de las personas cuando lo hacemos en un trabajo científico, pero esto es una plataforma privada”, señala.

“La peor noticia sería que Facebook cierre su grupo científico y deje de compartir sus datos con investigadores”, lamenta Moro
Los investigadores no avisaron a las 689.003 cobayas humanas (el 0,04% de los usuarios de Facebook, 1 de cada 2.500) de que se reduciría la probabilidad de que en su muro de aparecieran de forma natural contenidos con palabras positivas (en unos casos) y negativas (en otros). Al cabo de una semana, la gente que vio menos publicaciones positivas escribió un 0,1% menos palabras positivas en sus mensajes. De forma similar, el otro grupo publicó un 0,07% menos palabras negativas. Como señala Kramer en sus disculpas, querían comprobar si es cierto el tópico de que nos deprime ver lo felices que son las vidas de nuestros amigos: resultó que, si provoca alguna emoción, es justo la contraria.
En marzo de este mismo año, otro grupo mixto de Facebook y científicos sociales llegó a las mismas conclusiones en un estudio que analizaba cómo influía la lluvia en las emociones volcadas en la red —nos entristece— y cómo estas publicaciones se contagiaban a los amigos que vivían en lugares más soleados en ese momento. En este estudio publicado por PLoS ONE, en el que también participó Kramer, se estudiaron millones de usuarios, todos los que viven en las 100 principales ciudades de EEUU, durante tres años. No hubo críticas, pero tampoco se manipuló a las cobayas.

No es la primera vez ni será la última

Sí se las manipuló, y se las sigue manipulando, en los procesos electorales. En 2010, Facebook fue capaz de movilizar a 340.000 abstencionistas para que fueran a votar en las legislativas de EEUU: sin consultarles previamente, la red hizo aparecer en el muro de 61 millones de norteamericanos un botón que animaba a votar, mostrando a los amigos que ya lo habían hecho. Es decir, manipuló a millones de personas, sin avisarlas, para que acudieran a las urnas, aumentando un 0,14% la participación electoral de un país como EEUU. Nadie se escandalizó cuando Nature publicó este experimento en 2012.

Manipuló a sus usuarios consiguiendo que 340.000 abstencionistas fueran a votar. También lo hizo en las europeas
“Sorprende la reacción en este caso y que nadie dijera nada entonces. Se entiende que animar a la gente a votar es algo bueno y crearles sentimientos negativos no lo es”, resume Moro, quien trabajó en San Diego con varios de los firmantes de estos dos últimos estudios, como James Fowler y Nicholas Christakis. ”Para mí es fascinante que todo el mundo esté abalanzándose contra este estudio cuando es algo que ya hemos hecho”, asegura Fowler.
Algo que ya han hecho y que siguen haciendo. Como ha declarado Andrew Ledvina, que formó parte del equipo de científicos de Facebook durante año y medio. ”No hay proceso de revisión per se. Cualquier persona en ese equipo puede poner en marcha una prueba. Siempre están tratando de alterar el comportamiento de las personas”, asegura Ledvina en el Wall Street Journal, que informa de que este año son medio centenar las personas dedicadas a estos trabajos. Los estudios científicos de Facebook suelen publicarse con acceso abierto, sin las restricciones habituales de las revistas de impacto.

¿De verdad se manipularon emociones?

Mientras sus científicos sean de alto nivel, y no tengan miedo a compartir sus hallazgos, otros investigadores, los medios y la ciudadanía sabrán algo de lo que están cocinando en Menlo Park. “El debate es bueno, pero sólo surge cuando hacen públicos sus resultados. Si todo este ruido provoca que Facebook deje de publicar estudios no beneficiará a nadie”, lamenta Moro. Hace dos años se aplaudía desde las páginas de Nature las posibilidades que esta apuesta por la ciencia ofrecían al mundo de la investigación académica. Nunca nadie tuvo tal cantidad de información válida sobre la sociedad contemporánea: cuando ponen parte de ese conocimiento en manos de investigadores de las mejores universidades, al menos, puede ser de utilidad al resto de la sociedad.

De cada 1.500 publicaciones que debería ver un usuario, Facebook solo le muestra 300. Hay un cribado permanente
Por otro lado, como ha señalado el experto en salud mental John Grohol, no está en absoluto claro que el experimento afectara realmente a las emociones de los usuarios. Estos trabajos se centran en herramientas que presuponen sentimientos en determinadas palabras y oraciones, no es un estudio sobre las emociones de las personas. “Llegan a sus conclusiones analizando el lenguaje de pequeñas piezas de texto. Las actualizaciones de estado de Facebook rara vez tienen más de unas pocas frases. Los investigadores no miden realmente el estado de ánimo de nadie”.
Como reconoce el propio Kramer, “el impacto real sobre las personas del experimento era el mínimo para detectarlo estadísticamente”. Y en el peor de los casos, si de algo sirve la manipulación de cientos de miles de usuarios en este experimento es para evitarle sentimientos negativos a los demás 1.300 millones, como vino a defender Monika Bickert, responsable de políticas públicas de la compañía. Desde luego, Facebook prefiere tenernos contentos en su portal para que pasemos cuanto más tiempo mejor interactuando todo lo posible.

Somos cobayas humanas

Cada vez que un usuario accede a su página de Facebook, hay un promedio de 1.500 publicaciones esperando a ser vistas. Pero la red no las muestra todas: las criba hasta dejarlas en apenas 300. Las publicaciones de ONG en Facebook han pasado de mostrarse al 20% de sus seguidores a solo un 1% o 2%, para fomentar las campañas de pago. Es un cribado que se realiza permanentemente, entre las 2.500 millones de publicaciones que se realizan a diario, en función de algoritmos que premian innumerables valores y que, como resultado final, buscan el beneficio de la empresa. “Es una plataforma privada, con gastos e intereses, y el producto eres tú”, zanja el investigador de la Carlos III.
Lo mismo sucede con otras plataformas de internet, como Google, que tiene un conocimiento tan o más exhaustivo de sus usuarios y que realiza nada menos que 20.000 experimentos de este tipo cada año. Evidentemente, no pide permiso, salvo en los términos y condiciones de uso que todo el mundo acepta pero que nunca nadie lee. Y un simple cambio en su motor de búsqueda podría manipular decisiva e inadvertidamente resultados electorales, como asegura este estudio. Por no hablar de la publicidad que se cuela en nuestras vidas a diario tratando de alterar nuestra conducta. En los centros comerciales, absolutamente todo, desde la música a la luz están pensados para manipularnos emocionalmente para fomentar el consumo. “Pero con Facebook siempre llueve sobre mojado”, resume Moro.

Noticia relacionada:



REFERENCIA'Experimental evidence of massive-scale emotional contagion through social networks' doi:10.1073/pnas.1320040111


Nota original  
http://esmateria.com/2014/07/04/estudio-manipular-emociones-sentimientos-facebook/



Javier Salas

Javier Salas Periodista especializado en información científica, tecnológica y medioambiental. Escribiendo en la red desde 2003, anteriormente ha trabajado en Informativos Telecinco y en el periódico Público desde su fundación hasta su cierre.

lunes, 10 de marzo de 2014

Lucentis y Avastin: La Fiscalía italiana investiga a Novartis y Roche por presunto fraude y estrago


El País E  Roma 8 MAR 2014

La Fiscalía de Turín (norte de Italia) ha abierto una investigación a las farmacéuticas Novartis y Roche por los presuntos delitos de fraude y estrago doloso, ante el supuesto acuerdo para distribuir un fármaco para combatir la degeneración macular mucho más caro, informaron los medios italianos

El fiscal general de Turín, Raffaele Guariniello, tomó esta decisión después de que la Autoridad Italiana Antomonopolio condenase esta semana a Novartis a una multa de 92 millones de euros y de 90 millones a Roche, al considerar que establecieron un pacto entre ambas para promover el uso de un medicamento más caro.

Según explican los medios italianos, la fiscalía considera que el delito de "estrago" está justificado por la existencia de un pacto para vender el fármaco a un precio excesivo, lo que ha puesto en peligro la salud de un importante número de pacientes de toda Italia, quienes así no han podido acceder al tratamiento.

Así como también se ha producido un delito de fraude por el injustificado precio del fármaco.

Hasta ahora se había siempre utilizado "Lucentis", un fármaco de Novartis para el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad, la principal causa de ceguera en mayores de 60 años, y actualmente cuesta 700 euros.

Mientras que ya existía "Avastin", un antitumoral, creado por la farmaceútica Roche y considerado equivalente por los estudios internacionales y que cuesta 10 euros.

Sin embargo "Avastin" no obtuvo el certificado por parte de la Agencia Italiana del Fármaco (AIFA) para ser usado en casos de degeneración macular, al recibir algunos informes negativos.

Los primeros en denunciar el caso fueron los médicos de la Sociedad de Oftalmología Italiana (SOI), quienes acusaron a la Agencia Italiana del Fármaco.

Según los medios italianos, el pacto entre las farmacéuticas ha costado a la sanidad pública italiana 45 millones de euros en 2012 que podrían aumentar hasta 600 millones anuales en el futuro debido a que muchas personas no han podido acceder al fármaco

http://economia.elpais.com/economia/2014/03/08/agencias/1394297091_590672.html

jueves, 2 de enero de 2014

Imputados 364 médicos y farmacéuticos croatas por emitir recetas a cambio de sobornos de una farmacéutica

Ecodiario (España) 30/12/2013

La fiscalía anticorrupción croata (USKOK) ha imputado a un total de 364 médicos y farmacéuticos por emitir recetas a cambio de sobornos en un escándalo por el que está siendo investigada también la farmacéutica Farmal.

MADRID, 30 diciembre 2013 (EUROPA PRESS)

La Fiscalía ha informado de que se les acusa de los delitos de conspiración para delinquir, sobornos, abuso de poder e incitación al abuso de poder, según recoge la agencia de noticias croata Hina.

Según el pliego de cargos, el director ejecutivo de Farmal, Drazen Dedi, creó y estaba al frente de una red de médicos y farmacéuticos de todo el país que vendían los productos de la empresa y recibían a cambio regalos, efectivo y viajes por valor de entre el 5 y el 10 por ciento de los medicamentos recetados. La farmacéutica empleaba además a 22 visitadores que se desplazaban hasta las consultas y farmacias para entregarles los premios.

Se trata del caso con mayor número de imputados de la historia de Croacia y recoge delitos cometidos entre 2009 y octubre de 2012. La Policía empezó a actuar el pasado 13 de noviembre, cuando fueron detenidos nueve personas, incluido Dedi.


http://bit.ly/1cj6YCN

viernes, 6 de diciembre de 2013

Justicia fallo a favor de la municipalidad de Cordoba por transgresión en protocolos de investigación en hospitales públicos


El TSJ le dio la razón a Juez, ocho años después

Por Francisco Panero,La Voz del Interior,  3 de diciembre 2013


Es por la sanción impuesta por la Municipalidad a quienes aplicaron protocolos médicos a niños en el Infantil. Ratifican cesantías a profesionales del equipo de Miguel Tregnaghi.       


 

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) le dio la razón a la Municipalidad de Córdoba en el conflicto judicial que se inició en 2005 (gobernaba Luis Juez) cuando suspendió los protocolos de investigación de medicamentos que se realizaban en niños en el Hospital Infantil. La cesantía de profesionales que participaron del experimento dio lugar a una disputa en Tribunales que finalizó recientemente con la ratificación de esas sanciones a cuatro mujeres que integraban el equipo conducido por el infectólogo Miguel Tregnaghi, quien se jubiló.



Las cesantías ratificadas por el TSJ son las de las profesionales que fueron a la Justicia a recurrir la decisión de la Municipalidad: Ana María Baudagna, Alicia Norma Oller, Miriam Calvari y Silvia Laura Yudowski.



La Cámara Contencioso Administrativa de Primera Instancia había hecho lugar a la demanda, en fallo dividido.



En el caso de la bioquímica Baudagna, como así también a las otras denunciantes, el TSJ concluyó que incurrieron en “falta de decoro” al realizar ensayos financiados por un laboratorio privado en horario de trabajo y en el espacio público. Ensayaron en niños de hasta tres años aplicándoles medicamentos en fase de investigación, para lo cual hicieron firmar el consentimiento a los padres “sin que supieran en realidad lo que otorgaban”.



En el caso Baudagna (de similares términos a los otros tres), el primer voto es de Armando Andruet quien reprochó la actividad del equipo conducido por Tregnaghi, a cargo de médicos y bioquímicos: “Esto es, ensayos clínicos en transgresión a la normativa, como así también a la legislación municipal, al utilizar los medios –personal, instrumentos, insumos y recursos– de la Municipalidad de Córdoba, que fueron afectados para satisfacer intereses personales y de entidades privadas (...) con una finalidad ajena a la que institucionalmente le correspondía”.



Con la anuencia de Aída Tarditti y Domingo Juan Sessín, Andruet sostiene: “Estos aspectos no pueden ser desconocidos por un profesional del arte de curar que realiza investigaciones médicas, a quien se exige el cumplimiento de un deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento del arte, más cuando el resultado de sus actos u omisiones involucra al sector más vulnerable de la sociedad comprendido en la salud pública de la población”.



El Alto Cuerpo remarca que la “falta de decoro” ocurrió “en situación de incompatibilidad de intereses, por haber sido cometida en horario de trabajo, utilizando la infraestructura del sistema público de salud municipal y percibiendo beneficios económicos por prácticas y ensayos de nuevos fármacos en fase de desarrollo”.


A propósito de la decisión del TSJ, el exintendente Luis Juez manifestó: “Celebro este fallo de la Justicia y la contundencia de su texto argumentativo, ya que reafirma las convicciones y razones de quienes desde el gobierno de la Ciudad declaramos un combate sin cuartel a las irregularidades, los abusos y cualquier expresión de corrupción, aun aquellas disimuladas con decenas de diplomas”.


http://bit.ly/1bYQiVh

lunes, 4 de noviembre de 2013

EE.UU. multa a Johnson&Johnson con 2.200 millones por promoción indebida de medicamentos


  ABC, 04/11/2013

La multinacional pagó entre 1990 y 2009 sobornos a médicos para que recetaran y recomendaran sus medicamentos  y una de sus subsidiarias acordaron este lunes con el Departamento de Justicia el pago de una multa de más de 2.200 millones de dólares por promocionar tres medicamentos para usos distintos para los que fueron autorizados.La multinacional


El comportamiento denunciado por el Departamento de Justicia afecta a dos medicamentos utilizados para el tratamiento de la esquizofrenia (Risperdal e Invega) y otro para problemas cardiacos (Natrecor), que en algunos casos fueron promocionados para usos no aprobados por la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA).



Además, la empresa se compromete a participar en un programa de control y auditoría para evitar nuevos comportamientos ilegales con la intención de aumentar la venta de medicamentos, algo que para Holder aumenta el coste de programas sanitarios públicos como el Medicare o el Medicaid. El acuerdo anunciado hoy no supone el fin de otras demandas contra el uso de Risperdal en los estados de Luisiana y Carolina del Sur

enlace original
http://bit.ly/1efiHc0


la sentencia

Johnson & Johnson to Pay More Than $2.2 Billion to Resolve Criminal and Civil Investigations
 Department of Justice,Office of Public Affairs Monday, November 4, 2013

Allegations Include Off-label Marketing and Kickbacks to Doctors and Pharmacists
disponible en: http://1.usa.gov/176CYOx

La nota en el diario el Mundo

J&J pagará una multa de 1.600 millones de euros por promoción indebida de varios medicamentos

  • La farmacéutica ha sido multada por conducta criminal y violación del código civil
  • Promocionó durante años medicamentos para fines distintos a los aprobados por la FDA
  • También sobornó a farmacéuticos y médicos para que prescribiesen sus productos 

EL MUNDO 04/11/2013 


La multinacional Johnson & Johnson ha acordado este lunes con el Departamento de Justicia de EEUU el pago de una multa de más de 2.200 millones de dólares (unos 1.627 millones de euros) por promocionar Risperdal y otros dos medicamentos para usos distintos para los que fueron autorizados.

El acuerdo, uno de los más onerosos de la historia de Estados Unidos contra una empresa del sector sanitario por fraude, implica el pago de multas por conducta criminal y violación del código civil.

Los cargos se refieren a "la promoción de usos no aprobados como seguros y eficaces por la Agencia que regula los medicamentos en EEUU, la FDA, y el pago de sobornos a los farmacéuticos y médicos para que prescribiesen Risperdal, Invega y Natrecor para estas indicaciones", señala el comunicado.

En concreto, el comportamiento denunciado por el Departamento de Justicia afecta a dos medicamentos utilizados para el tratamiento de esquizofrenia (Risperdal e Invega) y otro para problemas cardiacos (Natrecor), que en algunos casos fueron promocionados para otros usos no aprobados por la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA).

Risperdal llegó al mercado en 1994. Entre sus efectos secundarios, se ha vinculado con un excesivo aumento de peso, más riesgo de diabetes, de ictus y muerte en pacientes de edad avanzada y demencia. La FDA lo aprobó en 1993 para los trastornos psicóticos como la esquizofrenia. La unidad de J&J, Janssen, intentó aumentar su mercado y lo promocionó para el trastorno bipolar, la demencia, los trastornos del humor y la ansiedad. Además J&J pagó entre 1990 y 2009 sobornos a médicos para que recetaran y recomendaran sus medicamentos.

"La conducta alegada en este caso ha puesto en peligro la salud y seguridad de los pacientes", ha afirmado el fiscal general de EEUU Eric Holder. Porque la empresa había promocionado el fármaco como terapia para personas ancianas con demencia, un uso no aprobado por los reguladores, y para los niños antes de que la FDA aprobara por primera vez su empleo en pediatría en 2006.

El gobierno de EEUU ha estado investigando las prácticas de marketing de Risperdal desde 2004. En abril de 2011, la compañía fue sancionada con una multa de 829 millones de euros por ocultar los riesgos de este fármaco, y, aunque anunció que iba a recurrir la sentencia, en agosto de 2011, llegó a un acuerdo para resolver otra acusación de carácter penal.

La multa impuesta "demuestra nuestra determinación para forzar a cualquier empresa que viole la ley y se enriquezca a costa de la población estadounidense", señala Holder.

El acuerdo es uno de los más cuantiosos jamás realizado sobre el fraude contra la salud en Estados Unidos. Además, la empresa se compromete a participar en un programa de control y auditoría para evitar nuevos comportamientos ilegales con la intención de aumentar la venta de medicamentos, algo que para Holder aumenta el coste de programas sanitarios públicos como el Medicare o el Medicaid.

El acuerdo anunciado hoy no supone el fin de otras demandas contra el uso de Risperdal en los estados de Luisiana y Carolina del Sur.



viernes, 13 de septiembre de 2013

Los sobornos de la industria farmacéutica a médicos, políticos y periodistas, denunciados por el doctor Peter Gøtzsche

 









Jorge de Lorenzo, La Celosía, 13-09-2013

Los sobornos de la industria farmacéutica salen a la luz. El doctor Peter Gøtzsche sostiene que la industria farmacéutica ha corrompido sistemáticamente la ciencia para obtener pingües beneficios y minimizar los daños de sus medicamentos. Este renombrado especialista en medicina interna, firme defensor de la transparencia de los ensayos clínicos, cofundador de un centro modélico de atención sanitaria, documenta los sobornos de la industria farmacéutica en su último libro ’Medicamentos mortales y Crimen Organizado’. En su labor de denuncia se une a otros médicos y periodistas, incluyendo a los ex editores del New England Journal of Medicine. “Peter prueba cómo la industria ha comprado médicos, académicos, revistas, organizaciones profesionales y de pacientes, departamentos universitarios, periodistas, legisladores y políticos. Estos son los métodos de la mafia”, subraya en el prólogo Richard Smith, ex editor de British Medical Journal.
Hay médicos que son “pistoleros a sueldo” de la industria

Las leyes que se exigen a las empresas declarar los pagos a los médicos muestran que una proporción muy alta de estos médicos están en deuda con la industria farmacéutica y que muchos cobran por asesorar a la industria empresas o dar charlas en su nombre. En su libro el doctor define a los médicos como los “pistoleros a sueldo” de la industria. Peter Gøtzsche también propone soluciones contra esta lacra de la corrupción: los sobornos. Aunque considera muy poco probable que las compañías farmacéuticas serán nacionalizadas, si ve factible que, con la presión ciudadana y el apoyo de médicos y científicos honrados, sean de domino público las licencias de los medicamentos. Un gran avance para acortar los obscenos beneficios de muchos laboratorios. También aconseja reforzar la independencia de los organismos reguladores. Tal vez, demasiado optimista, cree que algunos países podrían verse tentados a fomentar una mayor evaluación de medicamentos por las organizaciones del sector público.

Los beneficios de los medicamentos no se cuestionan

Pese a la demoledora denuncia contra la industria, el doctor reconoce que algunos medicamentos han traído grandes beneficios. Caso de los fármacos utilizados en el tratamiento de infecciones, enfermedades del corazón, algunos tipos de cáncer y deficiencias hormonales como la diabetes tipo 1. En los últimos años la industria farmacéutica está en el punto de mira del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. En repetidas ocasiones se han impuesto multas millonarias a grandes compañías. Peter Gøtzsche describe los 10 casos más sonados de sobornos, en todos sus detalles. Las multas pueden ser consideradas para la industria como “el coste de hacer negocios”, “como tener que pagar por la calefacción, la luz y el alquiler”, ironiza.

Como defensor de los derechos de los pacientes presentó una reclamación al Defensor del Pueblo después de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) le prohibiera el acceso a los informes de los estudios clínicos y protocolos de prueba correspondientes para dos medicamentos contra la obesidad. En su reclamación al Defensor del Pueblo, en 2007, afirmó que “la preocupación por el bienestar de los pacientes debería tener prioridad sobre las preocupaciones de los intereses comerciales de la industria farmacéutica”. La EMA finalmente siguió la recomendación del Defensor del Pueblo a divulgar los documentos y revisó su política de total transparencia para dar el mayor acceso posible a los datos médicos.

original en
http://bit.ly/183I5Lo

viernes, 30 de agosto de 2013

Medicamentos mortales y crimen organizado: como el Big farma ha corrompido la atención de la salud


nuevo libro de  Peter C Gøtzsche.


 Deadly Medicines and Organised Crime: How big pharma has corrupted healthcare


según los editores el libro aborda, con gran detalle, basada en la evidencia, un fallo del sistema en general causada por una generalización del crimen, corrupción, soborno y una  deficiente regulación de medicamentos, a la cual urge la necesidad de reformas radicales.

El capítulo de muestra sobre antidepresivos y riesgo de suicidio

http://bit.ly/15cs82S

habrá que pedirlo para el debate!






Juan Gérvas envía el enlace a una publicación previa, en la misma línea
Corporate crime in the pharmaceutical industry is common, serious and repetitive. P Gotzsche. Ten examples.

Diez ejemplos de maleficencia de la industria farmacéuticas. El abuso es frecuente, grave y persistente. P. Gotzsche.


jueves, 1 de agosto de 2013

Pfizer llega a acuerdo de cierre de investigación


Linda A. Johnson , Associated Press

El Nuevo Herald 30 de julio 2013

 
La farmacéutica Pfizer Inc. pagará cerca de 491 millones de dólares para resolver una investigación sobre la campaña de mercadotecnia ilegal del medicamento para trasplante de órganos Rapamune realizada por una compañía que posteriormente fue adquirida por Pfizer, informó el martes el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

 Pfizer, el segundo mayor fabricante de medicamentos del mundo, había actuado a fin de cubrir el acuerdo a finales del año pasado, cuando llegó a un acuerdo tentativo para resolver demandas presentadas por tres informantes en 2005 y 2007. Con el tiempo, el Departamento de Justicia y numerosas agencias gubernamentales más se sumaron a la investigación y las demandas.

 El martes, Pfizer, con sede en Nueva York, aceptó pagar 257,4 millones de dólares en acuerdos civiles con los gobiernos federal y estatal y una multa punitoria de 157,6 millones de dólares. Pfizer también renunció a 76 millones de dólares en activos.

El Departamento de Justicia indicó que la farmacéutica Wyeth, que Pfizer compró en octubre de 2009, entrenó a representantes de ventas para que alentaran a los médicos a prescribir Rapamune no sólo para la prevención de un rechazo de riñones trasplantados, incluso dándoles bonificaciones por hacerlo.


Rapamune fue aprobada en 1999, sólo para su uso en pacientes de trasplante de riñón. Las leyes federales prohíben que las farmacéuticas promuevan medicamentos para usos no aprobados específicamente por la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA en inglés).

Pero la práctica había sido anteriormente tan desenfrenada que había un término para describirla —mercadotecnia fuera de lo autorizado— y varios despachos de abogados se especializaron en presentar demandas al respecto. Casi todas las farmacéuticas importantes, entre ellas Pfizer, han sido procesadas por ello y con el tiempo han llegado a enormes acuerdos con el gobierno e informantes, que por lo general son los farmacólogos de farmacias o ex representantes de ventas de las farmacéuticas. El mayor acuerdo en la historia es de 3.000 millones de dólares, pagado por la farmacéutica británica GlaxoSmithKline PLC.
http://hrld.us/17XmrbZ

lunes, 13 de mayo de 2013

Industria Farmacéutica occidental en Alemania del Este y ensayos clínicos no éticos

Aunque es sobre la misma noticia que anunciabamos en  diciembre pasado
http://medicamentos-comunidad.blogspot.com.ar/2012/12/industria-farmaceutica-alemana-ensayaba.html
 
aporta algunos datos extra

La Alemania del Este usó a 50.000 enfermos como cobayas

  • Farmacéuticas occidentales hicieron 600 pruebas ilegales de medicamentos en los años ochenta
  • Cada ensayo clínico reportaba a la maltrecha economía del país unos 450.000 euros
Juan Gómez , El País  12 de mayo 2013

La Asociación alemana de Empresas Farmacéuticas quiere esclarecer científicamente la dimensión de los experimentos médicos de compañías farmacéuticas occidentales con ciudadanos de la extinta República Democrática Alemana (RDA). Este fin de semana, el semanario Der Spiegel elevó la cifra de posibles víctimas hasta 50.000, en lugar de los pocos miles de casos que se calcularon en investigaciones previas.

Cincuenta clínicas de la RDA colaboraron con multinacionales farmacéuticas como Schreing o Sandoz en unos 600 experimentos a gran escala. En muchos casos, los enfermos no sabían que estaban siendo tratados con medicinas que carecían de licencia en la Alemania capitalista y democrática. A cambio, los consorcios alemanes, estadounidenses o suizos pagaban ingentes sumas a las autoridades orientales y ponían a su disposición material clínico diverso. Cada estudio podía reportar unos 450.000 euros en divisas a la maltrecha economía de la RDA en los años ochenta del siglo pasado.

El jefe del archivo de la policía política de la RDA (Stasi), Roland Jahn, denunció ayer que la industria farmacéutica “se benefició de las condiciones políticas autoritarias en la RDA”. La temida Stasi estaba al tanto de todos estos manejos, porque la obtención de divisas era una de las prioridades del régimen socialista.

Participó en las pruebas la flor y nata de las multinacionales: Bayer, Schering, Pfizer, Sandoz o Roche se aprovecharon de la falta de garantías legales y las necesidades económicas del Este alemán para llevar a cabo pruebas científicas que habrían causado desconfianza en Occidente. Un informe de la Stasi recoge una conversación entre médicos del hospital berlinés Charité, cuyo director científico, Christian Thierfelder, consideraba que la multinacional Schering (hoy parte de Bayer) quería someter a ciudadanos orientales “a pruebas que la prensa occidental tacha de indignas e inhumanas”. Los ensayos incluyeron toda la gama de una gran botica: quimioterapia, productos para el corazón, antidepresivos, etcétera. En otros casos se probaron sustancias cuyos efectos no estaban todavía claros, para averiguar si tenían algún uso farmacéutico.

Los enfermos desconocían que estaban siendo tratados con medicinas que carecían de licencia en Occidente

La empresa Hoechst, hoy parte de la multinacional francesa Sanofi, probó con enfermos orientales un medicamento llamado Trental, al que al menos dos personas no sobrevivieron. Hay pruebas de que otros dos murieron tras ser tratados con Spirapril, de la farmacéutica bávara Sandoz, que interrumpió el estudio. Otros documentos prueban que la empresa Boehringer, hoy parte de la suiza Hoffmann-La Roche, probó en 1989 tratamientos hormonales con EPO en 30 prematuros. Der Spiegel habla también de experimentos con alcohólicos que, inconscientes o presas del delirio, fueron tratados con una medicina de Bayer llamada Nimodipin. Debía fomentar el riego sanguíneo en el cerebro de pacientes incapaces de dar su consentimiento o de entender que estaban siendo sometidos a un ensayo médico.

El director del Instituto de Historia de la Medicina de la Clínica Universitaria Charité, Volker Hess, pidió en declaraciones al Frankfurter Allgemeine Zeitung que se evite “poner estos sucesos en la misma categoría de los experimentos con humanos” de los nazis durante la II Guerra Mundial. Aunque las farmacéuticas no recabaran el consentimiento de los pacientes, Hess considera que “los estudios se llevaron a cabo con arreglo a las normas” clínicas comunes en este tipo de test.

original en :  http://bit.ly/10qdeqH

martes, 30 de abril de 2013

América Latina, conejillo de Indias en ensayos médicos sin control



Sobre el trabajo de Julie M. Aultman, desencadenado por el "episodio Tuskegee" de Guatemala que vio la luz gracias a Susan Reverby

ver

EE.UU. pidió perdón a Guatemala por haber inoculado a su población enfermedades de transmisión sexual

Salen a la luz más horrores de ensayos médicos de EE.UU. en Guatemala


América Latina, conejillo de Indias en ensayos médicos sin control

Javier Salasm, Es Materia.com 29/04/2013
Los países latinoamericanos siguen sufriendo abusos en experimentos médicos realizados al margen de la normativa ética. Como consecuencia, aumenta el miedo y la desconfianza hacia la ciencia y las autoridades sanitarias
Entre 1946 y 1948, el Servicio Público de Salud de EEUU estuvo realizando experimentos con enfermedades venéreas en cientos de prisioneros y enfermos mentales guatemaltecos, a los que se infectó deliberadamente sífilis y gonorrea. Al menos 71 de ellos fallecieron durante los experimentos, en los que se vertían bacterias en heridas que se abiertas en brazos, caras y penes de estos conejillos de Indias humanos. En algunos casos, se llegó a inyectar la enfermedad en la columna de la víctima. Más de seis décadas después, el presidente de EEUU, Barack Obama, telefoneó a Álvaro Colom, presidente de Guatemala, para pedirle disculpas.
Este caso se conoció de casualidad, mucho tiempo después, gracias a que la investigadora Susan Reverby se encontró con los archivos de los experimentos en Guatemala mientras buscaba información sobre otra atrocidad, la cometida en Tuskegee (Alabama) en parecidas circunstancias. Sin embargo, los abusos en la investigación de enfermedades sigue estando presente en América Latina. Servirse de personas indefensas en países como Perú, Bolivia o Argentina para experimentar sin todas las precauciones necesarias con fármacos pensados para el mercado occidental ha seguido ocurriendo en los últimos años, hasta entrar en pleno siglo XXI.

Son países propicios por la corrupción, pobreza, ingenuidad de la población y escaso consumo de fármacos
Entre 1997 y 1998, la farmacéutica francesa Aventis Pharma se decidió a probar un medicamento para problemas del corazón en el Hospital Naval de Buenos Aires, reclamando a sus médicos que reclutaran pacientes a cambio de dinero. Como resultado directo del estudio del fármaco, que nunca llegó a aprobarse, murieron tres pacientes aunque a lo largo del experimento fallecieron un total de 13 pacientes. La propia compañía terminaría denunciando a los médicos argentinos por falsificar los datos, aunque sabía de antemano que ninguno de los 137 enfermos reclutados habían dado su consentimiento informado.
En 2004, la empresa biotecnológica Ventria probó un arroz modificado genéticamente en 140 niños de entre 5 y 33 meses hospitalizados en dos centros de Perú con diarrea severa. Durante los experimentos, que incumplían la legislación tanto peruana como estadounidense, dos bebés sufrieron graves reacciones alérgicas.
En 2008, se descubrió que un centro clínico con 350 camas de Miami, regido por la compañía SFBC International, había estado probando fármacos en inmigrantes latinoamericanos a los que ni se explicó los verdaderos riesgos de los medicamentos ni se solicitó consentimiento informado. Además, se les impedía retirarse del experimento y los pagos comprometidos a cambio del experimento se retrasaban con argucias para presionar a los participantes a continuar hasta el final.

En la mayoría de las ocasiones, no se cuenta con el consentimiento informado o está manipulado

En el año 2000, la compañía Discovery Labs quiso estudiar las posibilidades de un fármaco contra problemas respiratorios en bebés prematuros. Este ensayo implicaba el uso de un grupo de control de niños bolivianos a los que se administraría placebo, una prueba que jamás hubiera sido aprobada en EEUU, ya que este grupo no recibiría tratamiento y algunos de los niños se exponían a morir. Poco antes de que se pusiera en marcha, la presión de grupos activistas obligó a la compañía a cambiar el diseño de su experimento, ralentizando y encareciendo enormemente su ensayo.
Estos casos son solo algunos de los que tiene conocimiento la investigadora Julie Aultman y que ha recopilado en el estudio Abusos y disculpas: conducta irresponsable en la investigación con humanos en América Latina, en el que denuncia la falta escrúpulos con los que se acude a países especialmente vulnerables a realizar ensayos con personas. El mayor problema que provocan estos abusos es un permanente miedo y desconfianza por parte de la población hacia la ciencia, las autoridades sanitarias y sus tratamientos, ya que muchos terminan asociando las batas blancas con males y no con remedios.
“Todavía se siguen produciendo estos abusos”
“Me temo que todavía hoy en día se siguen produciendo estos abusos en América Latina. No en la medida de los estudios de Guatemala, pero abusos, no obstante. Muchos de ellos se derivan de la falta de conocimiento público de los pasos que implica una investigación ética”, asegura Aultman. “Me imagino que todavía hay casos pasados que no han sido descubiertos. Si no fuera por Susan Reverby, no nos habríamos enterado del daño que se le hizo al pueblo de Guatemala. Futuros hallazgos realizados por historiadores e investigadores en América Latina descubrirán otros abusos en los siglos XIX y XX que violaban las normas éticas de la época”, aventura.
En su trabajo, que publica la revista de la Sociedad Americana de Derecho, Medicina y Ética, señala las razones por las que determinadas compañías acuden a países latinoamericanos a realizar sus trabajos. “Investigadores de todo el mundo reconocen que muchos de los países en desarrollo de América Latina no tienen ni las reglas ni las regulaciones estrictas que se dan en los países de origen de los investigadores y sus instituciones”, asegura Aultman.
“Me imagino que todavía hay casos pasados que no han sido descubiertos”
Además, en caso de existir esas reglas, la corrupción presente en algunos puntos concretos de la organización médica o gubernamental de estos países abre la puerta a las organizaciones dispuestas a corromper a cambio de abaratar sus experimentos. “América Latina también se ve como El Dorado para la investigación debido a que en comparación con EEUU, Canadá y muchos países de Europa, existe una menor carga financiera para llevarlas a cabo. Los gastos asociados a la contratación y remuneración de personas es significativamente menor dados los bajos ingresos de los países en desarrollo”, explica el estudio.
Por último, pero no menos importante, son las características propias de algunos ciudadanos latinoamericanos las que invitan a determinadas instituciones a fijarse en ellos. Muchos de los 450 millones de latinoamericanos tienen organismos vírgenes de fármacos y no han sido adulterados en su desarrollo con otras drogas que podrían interferir en los resultados de los experimentos con determinados medicamentos. Además, muchos de ellos son especialmente vulnerables al engaño por sus bajos niveles de educación.
13.000 peruanos participaron en 2008 en estudios clínicos realizados sin todos los controles

Perú aparece identificado como el país más expuesto a este tipo de abusos, siendo el mayor proveedor de conejillos de Indias humanos a pesar de que una buena parte de su población vive sumida en la pobreza. Tan solo en 2008, alrededor de 13.000 peruanos participaron en ensayos clínicos de algún tipo: ninguno de ellos estuvo convenientemente revisado o supervisado por autoridades nacionales o internacionales.
“Si bien podemos descubrir y aprender sobre los últimos abusos en la investigación con seres humanos es a la vez importante estar atentos para proteger a las poblaciones vulnerables, pues se trata de un problema global”, apunta Aultman, quien aporta en su estudio distintos remedios contra estos abusos, empezando por la creación de comités nacionales que revisen los experimentos que se realicen en su territorio.


Javier Salas Periodista especializado en información científica, tecnológica y medioambiental. Antes estuvo dos años y medio en la web de Informativos Telecinco y cuatro años y medio en Público.
Nota Original http://bit.ly/11KdHlK


el trabajo original
Julie M. Aultman

Abuses and Apologies: Irresponsible Conduct of Human Subjects Research in Latin America
Article first published online: 12 APR 2013 DOI: 10.1111/jlme.12025
disponible gratuitamente en http://bit.ly/124auiE

lunes, 25 de marzo de 2013

Mala farma: PRECAUCIÓN: La industria farmacéutica provoca graves efectos secundarios


estimadas y estimados
el libro que comentabamos en septiembre

Bad Pharma: Cómo las farmacéuticas engañan a médicos y pacientes


ya esta disponible en español  para su compra on line

con el título

Mala farma. Cómo las empresas farmacéuticas engañan a los médicos y perjudican a los pacientes

Ben Goldacre

Sinopsis

La medicina está en quiebra. Mientras los pacientes creen que los fármacos que toman son seguros y están aprobados, y los médicos intentan prescribir los medicamentos más efectivos, en la industria farmacéutica global, que mueve cada año casi 5 billones de euros, reina la corrupción y la avaricia.
Los médicos y los pacientes necesitan estudios científicos solventes para poder tomar decisiones informadas. Pero las empresas proporcionan una información sesgada de sus medicamentos, distorsionando y exagerando los resultados y eliminando aquellos aspectos que no les favorecen. Las agencias reguladoras de los gobiernos ocultan información de vital importancia. Y médicos y asociaciones de pacientes aparentemente independientes están financiados por la industria. El conjunto de estos factores hace que, inevitablemente, un gran número de pacientes se vea perjudicado por las malas prácticas de la industria farmacéutica.
Mala farma es un ataque claro e inteligente a este estado de cosas, y nos demuestra con toda exactitud las distorsiones a las que se ve sometida la ciencia, cómo ello contribuye a la destrucción de nuestros servicios de salud, y qué facil sería arreglar esta situación.

 

Por qué tienes que leer este libro? 

1 La obra desvela todas las malas prácticas relacionadas con la industria farmacéutica, un tema de especial interés en esta época de recortes en las prestaciones sanitarias.
2  Publicado originalmente en septiembre de 2012, está en las listas de los más vendidos de Amazon UK desde hace varias semanas.


El autor 

Ben Goldacre es psiquiatra, periodista científico y colaborador habitual en  programas de radio y televisión.  Formado en Oxford y Londres, ha realizado breves incursiones en el mundo académico y ejerce la medicina para el NHS, el servicio nacional de sanidad británico.
Autor de la columna semanal  “Bad Science” que escribe para el periódico The Guardian (y que da nombre a su libro), ha cosechado gran fama en el Reino Unido por su peculiar estilo y franqueza a la hora de denunciar y satirizar  las pseudociencias, las empresas farmacéuticas, las campañas sanitarias alarmistas y  las inexactitudes científicas. Goldacre centra su atención en los medios de comunicación, los consumidores de productos de marketing y los problemas con la industria farmacéutica, así como su relación con las revistas médicas y la medicina alternativa.

sábado, 12 de enero de 2013

Dos tercios de los ensayos contra el cáncer de mama maquillaron sus resultados

 
Nuño Domínguez , Materia,  

Más del 60% de todos los ensayos clínicos entre pacientes con esta dolencia relegaron los efectos adversos detectados, según el primer estudio exhaustivo sobre el tema

 Un tercio de los estudios describió su “objetivo primario” de forma distorsionada o parcial, según el trabajo / NCI
 
Dos tercios de los ensayos clínicos para probar nuevos fármacos contra el cáncer de mama maquillan sus resultados para que parezcan más efectivos o menos dañinos. Así lo indica el primer estudio sobre este tipo de ensayos que se ha realizado, y que publica a semana la revista Annals of Oncology.

El trabajo se ha centrado en ensayos clínicos de fase III, algo que en la jerga médica define la última fase de pruebas en pacientes antes de que se pueda aprobar un nuevo medicamento. Los ensayos de fase III son determinantes ya que incluyen a un mayor número de pacientes y sus resultados pueden influir en la práctica médica, haciendo, por ejemplo, que los médicos se decidan a cambiar los fármacos que usan normalmente en los tratamientos.

Los responsabes del estudio analizaron los resultados publicados de todos los ensayos de fase III contra el cáncer de mama publicados entre 1995 y 2011. Todos los ensayos clínicos de este tipo tienen un “objetivo primario”, es decir, un resultado físico que se pretende lograr en los pacientes y que en la mayoría de casos sería frenar el avance del cáncer de mama.

«Una posible explicación es que se prefiera relegar la toxicidad para que los resultados parezcan más atractivos»
Emilio Vera-Badillo
Investigador del Hospital Princesa Margarita de Toronto



Un tercio de los ensayos analizados (de un total de 164) describió su “objetivo primario” de forma distorsionada o parcial, según el trabajo. En el 59% de los casos en los que el “objetivo primario” resultó negativo, sus responsables prefirieron resaltar otros “objetivos secundarios” que daban una visión más favorable del fármaco a probar.

Algo aún más grave sucedió con los efectos secundarios de los fármacos. Dos tercios de los ensayos clínicos no destacaron como debían los efectos adversos más importantes observados en los pacientes. Este tipo de prácticas fue más común en los estudios en los que el fármaco en cuestión resultaba beneficioso.

“Una posible explicación es que los investigadores, las compañías que pagaban el estudio o ambos prefieren centrarse en la eficacia del tratamiento experimental y relegan la toxicidad para que los resultados parezcan más atractivos”, explica Emilio Vera-Badillo, investigador del Hospital Princesa Margarita de Toronto y la Universidad de Toronto, en una nota de prensa. En el trabajo también ha participado el oncólogo español Alberto Ocaña.

Práctica común
 
Estudios anteriores ya habían sugerido que las publicaciones especializadas sobre ensayos clínicos de nuevos fármacos tienden a inflar los resultados positivos y a relegar los negativos, explica el estudio.

“Necesitamos urgentemente una redacción más precisa de los resultados médicos”, dice Ian Tanock, coautor del trabajo. “Necesitamos mejores normas de referencia para mejorar la redacción de los resultados de eficacia y toxicidad”, añade.

“Este es un factor que conocíamos bien en general pero es muy interesante ver que sucede también en el cáncer de mama”, explica a Materia Antonio Llombart, portavoz de la Sociedad Española de Oncología Médica y jefe de Servicio del Hospital Arnau de Vilanova de Valencia. El experto matiza que en el caso de los efectos adversos, “no es que los estudios los ocultasen, sino que la información no está identificada como sería deseable”. Para Lombart lo “más llamativo del estudio son los casos en los que se cambió el objetivo principal del ensayo”. Sin embargo considera que el impacto que esto tiene en la práctica médica es más reducido de lo que puede parecer, pues la mayoría de estudios de fármacos realmente relevantes están más regulados, ya que deben figurar en registros oficiales creados por EEUU o la UE.


 


Nuño Domínguez
Periodista especializado en ciencia. Antes de Materia, pasé por El Mundo, La Voz de Galicia, la Agencia Efe y el diario Público. También he trabajado en la Universidad de Harvard y el CSIC.


el trabajo original