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miércoles, 23 de marzo de 2016

Analgésicos opiáceos: FDA advierte de varios problemas de seguridad y exige cambios a la etiqueta



FDA, 22 de marzo de 2016
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) está advirtiendo acerca de varios problemas de seguridad con toda la clase de los analgésicos opiáceos. Estos riesgos de seguridad incluyen interacciones potencialmente nocivas con muchos otros medicamentos, problemas con las glándulas suprarrenales y disminución de los niveles de hormonas sexuales. Estamos exigiendo cambios a la etiqueta de todos los medicamentos opiáceos para advertir sobre estos riesgos.
Más específicamente, las etiquetas advertirán de lo siguiente:
  • Los opiáceos pueden interactuar con medicamentos antidepresivos y para la migraña, causando una grave reacción del sistema nervioso central conocida como síndrome serotoninérgico, en la cual altos niveles de una substancia química llamada serotonina se acumulan en el cerebro y causan toxicidad (ver la Lista de medicamentos serotoninérgicos).
  • Tomar opiáceos puede acarrear una enfermedad poco común, pero grave, en la que las glándulas suprarrenales no producen la hormona cortisol en cantidades adecuadas. El cortisol ayuda al cuerpo a responder al estrés.
  • El consumo prolongado de opiáceos puede estar relacionado con una disminución de los niveles de hormonas sexuales, y con síntomas tales como disminución del interés sexual, impotencia o infertilidad.
Los opiáceos son una clase de potentes analgésicos narcóticos que se utilizan para tratar el dolor moderado a intenso que posiblemente no responda bien a otros medicamentos para el dolor (ver la Lista de opiáceos). Éstos pueden ayudar a controlar el dolor cuando otros tratamientos y medicinas no consiguen ofrecer un alivio suficiente para el dolor, pero también conllevan riesgos graves, tales como el abuso y un uso indebido, la adicción, las sobredosis, y la muerte.
Recomendaciones e información para los pacientes y los profesionales de la salud
Síndrome serotoninérgico:
Los pacientes que toman un opiáceo junto con un medicamento serotoninérgico (ver la Lista de medicamentos serotoninérgicos) deben procurar atención médica de inmediato si presentan síntomas tales como a
agitación; alucinaciones; frecuencia cardíaca acelerada; fiebre; sudoración excesiva; escalofríos o temblores; rigidez o fasciculaciones musculares; problemas de coordinación; o náuseas, vómito o diarre. Los síntomas por lo general empiezan varias horas o unos días después de tomar un opiáceo junto con otro medicamento que intensifica los efectos de la serotonina en el cerebro, pero también pueden presentarse más tarde, especialmente después de un aumento de la dosis. Los profesionales de la salud deben suspender el tratamiento con opiáceos o el uso de otras medicinas (o ambos) si se sospecha la presencia del síndrome serotoninérgico.
Los casos de síndrome serotoninérgico denunciados en la base de datos del Sistema de Denuncia de Efectos Adversos (FAERS, por sus siglas en inglés) de la FDA fueron más frecuentes con los opiáceos fentanilo y metadona, usados en las dosis recomendadas. Por lo tanto, estamos exigiendo que se incluya una nueva declaración en la sección de Advertencias y precauciones de la etiqueta de estos fármacos. Algunos opiáceos, como el tramadol, el tapentadol y la meperidina, ya incluyen advertencias sobre el síndrome serotoninérgico. También se informó de casos con otros opiáceos, por lo que las etiquetas de todos estos medicamentos se actualizarán para incluir información sobre el síndrome en las secciones de Interacciones medicamentosas y Reacciones adversas.
Insuficiencia suprarrenal:
Los pacientes deben procurar atención médica si experimentan síntomas de insuficiencia suprarrenal, tales como náuseas, vómito, pérdida de apetito, fatiga, debilidad, mareo o presión arterial baja. Los profesionales de la salud deben realizar pruebas de diagnóstico si sospechan la presencia de insuficiencia suprarrenal. De diagnosticarse, trátela con corticoides y, de así convenir, deshabitúe al paciente de los opiáceos. Si no puede suspenderse el uso del opiáceo, deberá llevarse a cabo una evaluación de seguimiento de la función suprarrenal para determinar si es posible suspender el tratamiento con corticoides.
Estamos exigiendo que se incluya una nueva declaración sobre la insuficiencia suprarrenal en la sección de Advertencias y precauciones de la etiqueta de todos los opiáceos.
Disminución de los niveles de hormonas sexuales:
Los pacientes deben informar a sus profesionales de la salud si experimentan síntomas de disminución de la libido, impotencia, disfunción eréctil, amenorrea o ausencia de menstruación, o infertilidad.
Los profesionales de la salud deben llevar a cabo una evaluación de laboratorio de los pacientes que presentan estos indicios o síntomas.
Analizamos varios estudios publicados que evaluaban los niveles de hormonas sexuales en pacientes con un consumo crónico de opiáceos;1-21 sin embargo, todos presentaban limitaciones que hacen difícil determinar si los síntomas fueron causados por los opiáceos o por otros factores. La etiqueta de algunos opiáceos describe ya este posible riesgo, y ahora estamos añadiendo la información correspondiente a la sección de Reacciones adversas de la etiqueta de toda esta clase de fármacos.
Instamos a los profesionales de la salud y a los pacientes a informar al programa MedWatch de la FDA sobre los efectos secundarios que involucren a los opiáceos o a otros medicamentos, usando la información del recuadro que aparece al final de la página, donde dice “Comuníquese con la FDA”.

Lista de opiáceos


Nombre genérico
Encontrado en la(s) marca(s)
alfentanilo
Alfenta
buprenorfina
Belbuca, Bunavail, Buprenex, Butrans, Suboxone y Zubsolv
butorfanol
No comercializado bajo ninguna marca reconocida actualmente
codeína
Fioricet con codeína, Fiorinal con codeína y Tylenol con codeína
dihidrocodeína
Synalgos-DC
Fentanilo
Abstral, Actiq, Duragesic, Fentora, Ionsys, Lazanda, Sublimaze y Subsys
hidrocodona
Anexsia, Hysingla ER (de liberación prolongada), Lortab, Norco, Reprexain, Vicodin, Vicoprofen y Zohydro ER (de liberación prolongada)
hidromorfona
Dilaudid, Dilaudid-HP (de alta potencia) y Exalgo
meperidina
Demerol
metadona
Dolophine y Methadose
morfina
Astramorph PF, Duramorph PF, Embeda, Infumorph, Kadian, Morphabond y MS Contin
oxicodona
Oxaydo, Oxycet, Oxycontin, Percocet, Percodan, Roxicet, Roxicodone y Xartemis XR (de liberación prolongada)
oximorfona
Opana y Opana ER (de liberación prolongada)
pentazocina
Talwin
remifentanilo
Ultiva
sufentanilo
Sufenta
tapentadol
Nucynta y Nucynta ER (de liberación prolongada)
tramadol
Conzip, Ultracet, Ultram y Ultram ER (de liberación prolongada)


Lista de medicamentos serotoninérgicos


Nombre genéric
Encontrado en la(s) marca(s)
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
paroxetina
Paxil, Paxil CR (de liberación controlada), Pexeva y Brisdelle
fluvoxamina
Luvox y Luvox CR (de liberación controlada)
fluoxetina
Prozac, Prozac Weekly (semanal), Sarafem, Selfemra y Symbyax
sertralina
Zoloft
citalopram
Celexa
escitalopram
Lexapro
Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN)
venlafaxina
Effexor XR (de liberación prolongada)
desvenlafaxina
Pristiq y Khedezla
duloxetina
Cymbalta
milnaciprán
Savella
Antidepresivos tricíclicos (ATC)
amitriptilina
No comercializada bajo ninguna marca reconocida actualmente
desipramina
Norpramin
clomipramina
Anafranil
imipramina
Tofranil y Tofranil PM
nortriptilina
Pamelor y Aventyl
protriptilina
Vivactil
doxepina
Zonalon y Silenor
trimipraminae
Surmontil
Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO)
isocarboxazida
Marplan
fenelzina
Nardil
selegilina
Emsam, Eldepryl y Zelapar
tranilcipromina
Parnate
Otros medicamentos psiquiátricos
amoxapina
No comercializada bajo ninguna marca reconocida actualmente
maprotilina
No comercializada bajo ninguna marca reconocida actualmente
nefazodona
No comercializada bajo ninguna marca reconocida actualmente
trazodonatd
Oleptro
buspirona
No comercializada bajo ninguna marca reconocida actualmente
vilazodona
Viibryd
mirtazapina
Remeron y Remeron Soltab (en tabletas bucodispersables)
litio
Lithobid
Medicamentos para la migraña
almotriptá
Axert
frovatriptán
Frova
naratriptán
Amerge
rizatriptán
Maxalt y Maxalt-MLT (en tabletas bucodispersables)
sumatriptán
Imitrex, Imitrex Statdose (inyección subcutánea), Alsuma, Sumavel Dosepro (inyección sin aguja), Zecuity y Treximet
zolmitriptán
Zomig y Zomig-ZMT (en tabletas bucodispersables)
Antieméticos
ondansetrón
Zofran, Zofran ODT (en tabletas bucodispersables) y Zuplenz
granisetrón
Kytril y Sancuso
dolasetrón
Anzemet
palonosetrón
Aloxi
Otros medicamentos serotoninérgicos
dextrometorfano
Bromfed-DM, Delsym, Mucinex DM, Nuedexta
linezolidtd
Zyvox
ciclobenzaprina
Amrix
azul de metileno

hierba de San Juan

triptófano



Datos sobre los opiáceos


  • Los opiáceos son potentes medicamentos de prescripción médica que pueden ayudar a controlar el dolor cuando otros tratamientos y medicinas no consiguen ofrecer un alivio suficiente para el dolor (ver la Lista de opiáceos).  Sin embargo, los opiáceos también conllevan graves riesgos, tales como el abuso y el uso indebido, la adicción, las sobredosis, y la muerte.
  • Los opiáceos recetados se dividen en dos categorías principales: los productos de liberación inmediata (LI), que por lo general están indicados para tomarse cada cuatro a seis horas, y los de liberación o acción prolongada (LP/AP), indicados para tomarse una o dos veces al día, dependiendo del producto y del paciente individuales.
  • Ciertos opiáceos, tales como la metadona y la buprenorfina, también pueden recetarse como una forma de tratamiento para la adicción a los opiáceos.
  • Los opiáceos están disponibles en muchas formulaciones diferentes, como tabletas, cápsulas, pastillas, tabletas sublinguales, parches transdérmicos, aerosoles nasales e inyecciones.
  • Algunos de los efectos secundarios comunes de los opiáceos son: somnolencia, mareo, náuseas, vómito, estreñimiento, dependencia física y respiración lenta o dificultad para respirar.
  • El riesgo de adicción, abuso o uso indebido de los opiáceos aumenta en los pacientes con antecedentes personales o familiares de consumo de drogas o enfermedades mentales.
  • Es importante guardar los opiáceos bajo llave y deshacerse de ellos debidamente para evitar que caigan en las manos equivocadas

Información adicional para los pacientes

  • La FDA está advirtiendo acerca de varios problemas de seguridad con la clase de los potentes analgésicos opiáceos.
    • Los opiáceos pueden interactuar con ciertos medicamentos que intensifican los efectos de la serotonina, la cual es una sustancia química del cerebro.  Entre los fármacos que interactúan están los antidepresivos y los medicamentos para la migraña, y su interacción provoca una grave reacción del sistema nervioso central conocida como síndrome serotoninérgico (ver la Lista de medicamentos serotoninérgicos).
    • Tomar opiáceos puede conducir a una enfermedad poco común, pero grave, llamada insuficiencia suprarrenal, en la que las glándulas suprarrenales no producen la hormona cortisol en cantidades adecuadas, en especial bajo condiciones de estrés.
    • El consumo prolongado de opiáceos puede estar relacionado con una disminución de los niveles de hormonas sexuales.
  • Informe a su profesional de la salud acerca de todos los medicamentos que esté tomando, incluyendo los de venta con o sin receta.  Es útil mantener una lista de todos sus medicamentos actuales en su billetera o en otro lugar de fácil acceso.  Usted puede llenar e imprimir una copia de My Medicine Record (El registro de mis medicinas).
  • Si está tomando un analgésico opiáceo y no sabe si también está recibiendo medicamentos serotoninérgicos u otros fármacos que interactúan con los opiáceos, hable con su profesional de la salud.
  • Los opiáceos son potentes analgésicos narcóticos que pueden ayudar a controlar el dolor cuando otros tratamientos y medicinas no consiguen ofrecer un alivio suficiente para el dolor.  Sin embargo, aun cuando se usan correctamente, los opiáceos también conllevan graves riesgos y pueden ser objeto de abuso y uso indebido, causando adicción, sobredosis y muerte.
  • Procure atención médica de inmediato si presenta algún síntoma de síndrome serotoninérgico, tal como:
    • Agitación
    • Alucinaciones
    • Frecuencia cardíaca acelerada
    • Fiebre
    • Sudoración excesiva
    • Escalofríos o temblores
    • Rigidez o fasciculaciones musculares
    • Problemas de coordinación
    • Náuseas, vómito o diarrea
  • También procure atención médica si experimenta síntomas de insuficiencia suprarrenal, tales como:
    • Náuseas o vómito
    • Pérdida de apetito
    • Fatiga
    • Debilidad
    • Mareo
    • Presión arterial baja 
  • Informe a su profesional de la salud si presenta indicios o síntomas de disminución de los niveles de hormonas sexuales, tales como disminución de la libido, impotencia, disfunción eréctil, amenorrea o ausencia de menstruación, o infertilidad.
  • Hable con su profesional de la salud si tiene alguna pregunta o inquietud sobre los opiáceos u otros medicamentos que esté tomando.
  • Lea con atención el folleto o la Guía para el paciente que acompaña a su(s) prescripción(es).
  • Informe al programa MedWatch de la FDA sobre los efectos secundarios de los opiáceos y otros medicamentos usando la información del recuadro que aparece al final de esta página, donde dice “Comuníquese con la FDA”.

Información adicional para los profesionales de la salud

  • La FDA está advirtiendo acerca de varios problemas de seguridad con la clase de los analgésicos opiáceos.  Entre ellos están el síndrome serotoninérgico, la insuficiencia suprarrenal y la deficiencia androgénica.
El síndrome serotoninérgico
  • El síndrome serotoninérgico puede presentarse durante el uso concomitante de opiáceos con medicamentos serotoninérgicos.  Esto puede ocurrir dentro del espacio de la dosis recomendada.
  • Si el uso concomitante de un opiáceo con un medicamento serotoninérgico se justifica, observe con atención al paciente, sobre todo durante el inicio del tratamiento y los aumentos de dosis.
  • Los síntomas de síndrome serotoninérgico pueden incluir: cambios de estado mental tales como agitación, alucinaciones o coma; inestabilidad autonómica tal como taquicardia, presión arterial lábil o hipertermia; y anormalidades neurológicas tales como hiperreflexia, falta de coordinación o rigidez.  
  • Los síntomas por lo general aparecen a las varias horas a unos cuantos días después de un uso concomitante, pero pueden presentarse más tarde, especialmente después de los aumentos de dosis.
  • Suspenda el tratamiento con opiáceos o el uso concomitante del medicamento serotoninérgico si se sospecha la presencia de síndrome serotoninérgico.
  • Oriente a los pacientes en cuanto a los síntomas del síndrome serotoninérgico y aconséjeles que acudan a recibir atención médica de inmediato si se presentan.
  • Ordene a los pacientes informar a su profesional de la salud si están tomando medicamentos serotoninérgicos o si piensan hacerlo.
Insuficiencia suprarrenal
  • Se ha informado de casos de insuficiencia suprarrenal con el uso de opiáceos.
  • La manifestación de la insuficiencia suprarrenal puede incluir indicios y síntomas inespecíficos, incluyendo náuseas, vómito, anorexia, fatiga, debilidad, mareo y presión arterial baja.
  • Si se sospecha que hay una insuficiencia suprarrenal, confírmelo con pruebas de diagnóstico lo antes posible.  El paciente debe ser tratado con dosis de reposición fisiológica de corticoides y deshabituado de los opiáceos para permitir la recuperación de la función suprarrenal. 
  • Si no puede suspenderse el uso del opiáceo, deberá llevarse a cabo una evaluación de seguimiento de la función suprarrenal para determinar si es posible suspender el tratamiento con corticoides.
  • Puede hacerse la prueba con otros opiáceos, pues en algunos casos se informó del uso de un opiáceo diferente sin que hubiese una recurrencia de la insuficiencia suprarrenal.
  • La información disponible no identifica ningún opiáceo en particular como con más probabilidades de estar relacionado con la insuficiencia suprarrenal.
Deficiencia androgénica
  • El uso crónico de opiáceos puede influir en el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, llevando a una deficiencia androgénica que puede manifestarse como una disminución de la libido, impotencia, disfunción eréctil, amenorrea o infertilidad.
  • La función causal de los opiáceos en el síndrome clínico del hipogonadismo se desconoce porque los diferentes factores médicos, físicos, psicológicos y del estilo de vida desencadenantes del estrés que pueden influir en los niveles de la hormona gonadal no han sido debidamente controlados en los estudios realizados hasta la fecha.
  • Los pacientes que presentan síntomas o indicios de una deficiencia androgénica deben someterse a una evaluación de laboratorio. 
Información general
  • Aconseje a los pacientes leer los folletos informativos o la Guía para el paciente que viene con la(s) receta(s) que les surten.
  • Informe al programa MedWatch de la FDA sobre los efectos adversos que involucren a los opiáceos y otros medicamentos usando la información del recuadro que aparece al final de esta página, donde dice “Comuníquese con la FDA”.

Síntesis de los datos


La FDA investigó varios problemas de seguridad relacionados con la clase de los analgésicos opiáceos.
  • Síndrome serotoninérgico
  • Insuficiencia suprarrenal
  • Deficiencia androgénica
Síndrome serotoninérgico
Una búsqueda en la base de datos del Sistema de Denuncia de Efectos Adversos (FAERS, por sus siglas en inglés) de la FDA para el período que va del 1 de enero de 1969 al 12 de junio de 2013, identificó 43 casos de síndrome serotoninérgico en los que los opiáceos se utilizaron de manera concomitante con otros fármacos serotoninérgicos.  El análisis excluyó la meperidina, el tramadol y el tapentadol, cuyas etiquetas ya incluían el riesgo de sufrir el síndrome serotoninérgico cuando se llevó a cabo.  Los opiáceos de los que más comúnmente se informó como relacionados con el síndrome serotoninérgico fueron el fentanilo (n = 28), la oxicodona (n = 7) y la metadona (n = 5).  Otros opiáceos de los que se informó incluyeron la hidromorfona, la morfina, el alfentanilo/remifentanilo/sufentanilo, la hidrocodona, la naltrexona y la pentazocina.  Aunque no se informó de casos de síndrome serotoninérgico con el uso de un opiáceo por sí solo, en cinco se informó que el síndrome se presentó con el uso concurrente de dos o más.  Todos los cinco casos informaron del uso de fentanilo junto con por lo menos otro opiáceo [oxicodona (n = 4), morfina (n = 1), hidromorfona (n = 1) e hidrocodona (n = 1)]. 
Insuficiencia suprarrenal
Una búsqueda en el FAERS para el período que va del 1 de enero de 1969 al 5 de febrero de 2014, identificó 37 casos de insuficiencia suprarrenal denunciados con el uso de opiáceos.  Veintisiete casos informaron de una monoterapia con opiáceos, y 10 del uso de más de un opiáceo al mismo tiempo.  Los opiáceos de los que más comúnmente se informó como relacionados con la insuficiencia suprarrenal fueron el fentanilo (n = 10) y la oxicodona (n = 10), seguidos de la buprenorfina o buprenorfina/naloxona (n = 7), la hidromorfona (n = 6) y el tramadol (n = 4).  Cuando se informó de ello, el tiempo transcurrido hasta la manifestación de la insuficiencia suprarrenal tras iniciar la terapia con opiáceos osciló entre 1 día y más de 1 año; sin embargo, en muchos de los casos la insuficiencia suprarrenal se presentó después de por lo menos 1 mes de uso.  Muchos de los pacientes fueron hospitalizados.  De los 37 casos, en 21 se describió que los pacientes recibieron tratamiento con corticoides.  En 16 casos se informó de la interrupción o reducción de la dosis del opiáceo.  En estos 16 casos, nueve de los pacientes presentaron una mejoría, tres tuvieron síntomas recurrentes y cuatro no informaron ningún resultado.  Algunos pacientes experimentaron un alivio de los síntomas cuando se les sustituyó un opiáceo por otro. 
Deficiencia androgénica
Estudiamos las publicaciones médicas para evaluar la relación entre los opiáceos y la deficiencia androgénica.1-21 Toda una gama de estudios en diversos entornos demostraron una disminución en los niveles de hormonas gonadales en varones y mujeres que toman opiáceos a largo plazo.  Sin embargo, la mayoría fueron estudios descriptivos de prevalencia que no incluían valores de referencia para los niveles hormonales, y había una falta de comparabilidad entre los grupos tratados con opiáceos y los grupos de control en cuanto a los factores médicos, físicos, psicológicos y del estilo de vida que pueden influir en los niveles de hormonas gonadales.  Debido a las limitaciones de los estudios, no está claro si los bajos niveles de hormonas gonadales y los síntomas e indicios relacionados en hombres y mujeres podrían atribuirse, ya sea al uso de opiáceos a largo plazo, o a otros factores tales como el padecimiento médico subyacente del paciente que ameritó el tratamiento con opiáceos; los factores físicos, mentales o de la vida que causan estrés; cambios de peso; o una medicación o consumo de suplementos concomitante.

Referencias

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Nota original

lunes, 12 de enero de 2015

FDA: Revisión de los posibles riesgos del uso de analgésicos durante el embarazo




FDA, 9 de enero 2015
La Agencia de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. ((FDA, por su sigla en inglés) difundió un comunicado donde manifiesta que reconoce las preocupaciones que surgieron a partie de recientes informes que cuestionaban la seguridad de los analgésicos de venta libre y de venta con receta médica, utilizados en el control del dolor durante el embarazo. Por ello se procedió a evaluar los estudios de investigación publicados en la literatura médica y se determinó que dichos estudios eran muy limitados para permitir realizar recomendaciones. Debido a esta incertidumbre, el uso de analgésicos durante el embarazo debe ser considerado con mucha precaución. Se recomienda a las mujeres embarazadas que, antes de usarlos, siempre discutan todos los medicamentos con sus profesionales de la salud.

El dolor intenso y persistente que no se trata de manera efectiva durante el embarazo puede causar depresión, la ansiedad y la presión arterial alta en la madre.1 Los medicamentos incluyendo antiinflamatorios no esteroideos (AINE), opiáceos, y el paracetamol puede ayudar a tratar el dolor intenso y persistente. Sin embargo, es importante sopesar cuidadosamente los beneficios y riesgos del uso de medicamentos con y sin receta para el dolor durante el embarazo.

Los estudios publicados que hemos evaluado informaban de los riesgos potenciales relacionados con los siguientes tres tipos de medicamentos analgésicos utilizados durante el embarazo (consulte la sección Resumen de los datos para obtener más información sobre estos estudios):
  • Los antiinflamatorios no esteroideos y el riesgo de aborto espontáneo durante la primera mitad del embarazo.2-6 Algunos ejemplos de antiinflamatorios no esteroideos de venta con receta son el ibuprofeno, el naproxeno, el diclofenaco y el celecoxib.
  • Los opioides, disponibles sólo con receta, y el riesgo de sufrir anomalías congénitas del cerebro, la columna vertebral o la médula espinal en los hijos de mujeres que han tomado estos productos durante el primer trimestre de embarazo.7, 8 Algunos ejemplos de opioides son la oxicodona, la hidrocodona, la hidromorfona, la morfina y la codeína.
  • El paracetamol, en sus formulaciones de venta tanto con receta como sin ella, y el riesgo de sufrir el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en los hijos de mujeres que han tomado este medicamento en alguna ocasión durante el embarazo.9 El paracetamol es un antipirético de uso común que está presente en cientos de medicamentos, entre ellos los que se utilizan para tratar los resfriados, la influenza, las alergias y los problemas para conciliar el sueño.
Hemos hallado que todos los estudios que hemos revisado presentan limitaciones potenciales en su diseño; algunas veces, los estudios acumulados sobre un mismo tema presentaban resultados contradictorios que nos impedían llegar a conclusiones confiables. Como resultado de ello, nuestra recomendación sobre la utilización de los analgésicos durante el embarazo seguirá siendo la misma en este momento.
Las mujeres embarazadas siempre deben consultar con su médico antes de tomar un medicamento, ya sea de venta libre o con receta. Las mujeres que estén tomando analgésicos y que estén pensando en quedar embarazadas también deben consultar con su médico para conocer los riesgos y los beneficios del uso de estos medicamentos. Los profesionales de la salud deben continuar siguiendo las recomendaciones en las etiquetas de los fármacos al recetar analgésicos a las pacientes embarazadas.
Continuaremos haciendo un seguimiento y evaluando el uso de analgésicos durante el embarazo, e informaremos al público cuando dispongamos de nueva información.

Información sobre el uso de analgésicos durante el embarazo

  • Para tratar el dolor, incluido el dolor intenso y persistente que sufren las mujeres durante el embarazo, se recetan distintos medicamentos. Algunos de estos medicamentos son los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), los opioides y el paracetamol.
  • Los antiinflamatorios no esteroideos pueden obtenerse con o sin receta. Se utilizan para bajar la fiebre y aliviar el dolor relacionado con los resfriados, la influenza y la artritis, así como los dolores de cabeza. Algunos ejemplos de antiinflamatorios no esteroideos que deben obtenerse con receta son el ibuprofeno, el diclofenaco y el celecoxib. El ibuprofeno y el naproxeno también pueden obtenerse libremente, sin receta, en concentraciones menores.
  • Los resultados obtenidos en dos estudios realizados en los Estados Unidos indican que aproximadamente entre el 18 y el 25% de los embarazos se ven expuestos a ibuprofeno de venta sin receta, y un 4% a naproxeno, también de venta sin receta.10
  • Los opioides pertenecen a una clase de medicamentos analgésicos que sólo pueden obtenerse con receta. Durante cada trimestre del embarazo, aproximadamente el 6% de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos se ven expuestas a los opioides.11 Algunos ejemplos de opioides son la oxicodona, la hidrocodona, la hidromorfona, la morfina y la codeína.
  • El paracetamol se utiliza en productos combinados de venta con receta para reducir el dolor, y en productos de venta sin ella para reducir el dolor y la fiebre. El paracetamol se puede encontrar en cientos de medicamentos, entre ellos los que se utilizan para tratar los resfriados, la influenza, las alergias y los problemas para conciliar el sueño.
  • Los resultados obtenidos en dos estudios realizados en los Estados Unidos indican que entre el 65 y el 70% de las mujeres embarazadas en los Estados Unidos admiten haber tomado paracetamol en algún momento durante el embarazo.10

Información adicional para las mujeres embarazadas


Consulte siempre con su médico acerca del uso de todos los medicamentos de venta ya sea con o sin receta durante el embarazo.

  • Evite utilizar antiinflamatorios no esteroideos en el tercer trimestre del embarazo, ya que estos fármacos pueden provocar el cierre prematuro de un vaso sanguíneo en el feto.
  • No deje de tomar ningún medicamento que le hayan recetado sin hablar antes con su médico.
  • Hable con su médico si tiene alguna pregunta o inquietud sobre los medicamentos que esté tomando.

Información adicional para los profesionales de la salud


  • Como resultado de algunos informes recientes que expresan preocupación sobre la seguridad de los medicamentos analgésicos de venta con y sin receta, la FDA ha evaluado los estudios de investigación que se han dado a conocer en las publicaciones médicas y ha determinado que son demasiado limitados como para hacer recomendaciones basadas en ellos en este momento.
  • Hable con cada paciente sobre los beneficios y los riesgos del uso de los analgésicos durante el embarazo, los cuales pueden variar entre pacientes e indicaciones terapéuticas.
  • Continúe siguiendo las recomendaciones actuales de las etiquetas de los fármacos sobre el uso de los analgésicos durante el embarazo.
  • Las etiquetas actuales de los fármacos indican que las mujeres embarazadas no deben tomar antiinflamatorios no esteroideos en el tercer trimestre del embarazo debido al riesgo de cierre prematuro del conducto arterial persistente en el feto.


Resumen de los datos


Los antiinflamatorios no esteroideos y el riesgo de aborto espontáneo durante la primera mitad del embarazo
La FDA ha revisado cinco estudios de observación que evaluaron el riesgo de sufrir un aborto espontáneo antes de la 20.ª semana de embarazo debido al uso de antiinflamatorios no esteroideos.2-6 La frecuencia de estos abortos entre el público general es de una ocurrencia cada seis embarazos. Tres estudios de casos y controles retrospectivos2-4 con más de 100,000 sujetos arrojaron una relación positiva entre la exposición a antiinflamatorios no esteroideos sin aspirina y el aborto espontáneo (razón de posibilidades ajustada [aOR]=7.0, intervalo de confianza al 95% [CI]=2.8-17.7; aOR=3.4, 95% CI=0.9-12.8; y aOR=2.4, 95% CI=2.1-2.8). Estos hallazgos son difíciles de interpretar debido a las limitaciones metodológicas en el diseño de los estudios. Por ejemplo, estos estudios no identificaron el motivo del uso de los antiinflamatorios no esteroideos; las mujeres en estos estudios podrían haberlos utilizado para tratar los síntomas del aborto espontáneo (por ejemplo, cólicos), por lo que no es posible determinar si estos fármacos se utilizaron antes o después de que se produjera un aborto. Además, estos estudios excluyeron a las mujeres que pudieron haber utilizado antiinflamatorios no esteroideos y cuyos embarazos se interrumpieron mediante abortos con fines terapéuticos (inducidos), lo cual probablemente ocasionó que el uso de estos fármacos entre los controles fuera menor que en las mujeres que sufrieron un aborto espontáneo. Por último, los estudios no tuvieron en cuenta el momento de incorporación de los sujetos al estudio (es decir, el momento de la gestación cuando se seleccionó a los sujetos para el estudio). Éste es un aspecto importante, ya que el riesgo de sufrir un aborto espontáneo difiere considerablemente en función de la edad gestacional y, por definición, no puede producirse después de las 20 semanas de embarazo. Dada la ausencia de criterios específicos, no puede determinarse si el momento de incorporación al estudio —y, por lo tanto, el riesgo de sufrir un aborto espontáneo al incorporarse― difiere intrínsecamente con el uso de antiinflamatorios no esteroideos.

También se llevaron a cabo otros dos estudios de observación que incluyeron un total de 3,835 sujetos de forma prospectiva que no estuvieron sujetos a las mismas limitaciones en su diseño que los de casos y controles retrospectivos mencionados previamente. Sin embargo, en estos estudios no se obtuvieron resultados congruentes. Uno de los estudios prospectivos de cohorte identificó una asociación positiva entre la exposición a los antiinflamatorios no esteroideos sin aspirina con receta y el aborto espontáneo, con un cociente de riesgos instantáneos ajustado (aHR) de 1.8 (95% CI=1.0-3.2).5 El otro estudio prospectivo evaluó la relación entre los antiinflamatorios no esteroideos sin aspirina de venta sin receta y el aborto, y no identificó un riesgo más elevado (aHR=0.9, 95% CI=0.7-1.1).6
Apoyados en estos estudios de observación, creemos que los resultados no son concluyentes en lo que respecta a una posible relación entre los antiinflamatorios no esteroideos y el aborto.

Los opioides y las anomalías congénitas del tubo neural
Hemos revisado dos estudios de casos y controles retrospectivos que analizaban la exposición a los opioides durante las primeras etapas del embarazo y el riesgo de padecer anomalías congénitas del tubo neural.7, 8 Para realizar los estudios se entrevistó a 28,000 mujeres a fin de obtener información sobre el uso de opioides durante el embarazo. Ambos estudios concluyeron que el uso de opioides por parte de las madres de bebés con anomalías congénitas del tubo neural era mayor en las primeras etapas del embarazo que entre aquellas con bebés que no las padecían (aOR=2.2, 95% CI=1.2-4.2; aOR=2.0, 95% CI=1.3-3.2). Si bien los dos estudios estaban bien diseñados a grandes rasgos para evaluar la relación entre el uso de los opioides y el aborto, ambos eran susceptibles de sufrir limitaciones parecidas. En particular, la realización de las entrevistas a las madres podría haber afectado la validez de sus hallazgos. Por ejemplo, las madres de bebés que padecen anomalías congénitas del tubo neural pueden recordar más claramente haber utilizado opioides durante el embarazo que las madres de bebés sin estas anomalías. Además, la participación de las madres de bebés que padecen anomalías congénitas del tubo neural y que pudieran haberse visto expuestas a estos fármacos podría ser mayor.

Es necesario realizar más investigaciones sobre este asunto antes de que podamos determinar si las pruebas corroboran la existencia de un riesgo mayor de padecer anomalías congénitas del tubo neural en relación con la exposición a los opioides durante las primeras etapas del embarazo. El riesgo absoluto de padecer anomalías congénitas del tubo neural es bajo en los Estados Unidos, con una incidencia de entre cuatro y seis casos por cada 10,000 nacimientos vivos.12, 13 Por lo tanto, de ser cierto, un riesgo dos veces mayor sólo representaría un pequeño aumento en el riesgo absoluto de padecer anomalías congénitas del tubo neural.

El paracetamol y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
Evaluamos un estudio prospectivo de cohorte que indicaba una relación mayor entre el uso de paracetamol durante el embarazo y la ocurrencia del TDAH en los niños.9 Las variables estudiadas incluyeron el diagnóstico de síndrome hipercinético (HKD, por sus siglas en inglés) y el uso de medicamentos para el tratamiento del TDAH a partir de los 5 años de edad, así como conductas similares a las relacionadas con el TDAH con base en entrevistas realizadas a las madres de los niños a partir de los 7 años de edad. La población estadística incluyó 64,322 embarazos con información para evaluar el diagnóstico de síndrome hipercinético y el uso de medicamentos para el tratamiento del TDAH, y 40,916 embarazos con información para evaluar la conducta de los niños.

En el estudio, las madres que admitieron haber usado paracetamol en algún momento durante el embarazo mostraron una conducta similar a la relacionada con el TDAH con más frecuencia que las que no estuvieron expuestas a este fármaco (cociente de riesgos ajustado [aRR]=1.13, 95% CI=1.01-1.27). Las mujeres que reportaron el uso de paracetamol en algún momento del embarazo también tenían más posibilidades de tener un hijo con un diagnóstico de síndrome hipercinético (aRR=1.37, 95% CI=1.19-1.59) o un hijo que utilizara medicamentos para el tratamiento del TDAH (aHR=1.29, 95% CI=1.15-1.44), en comparación con las mujeres que estuvieron expuestas a este fármaco. La relación para todas las variables era mayor con el uso del paracetamol en varios trimestres y por más de 20 semanas durante el embarazo.
Este estudio presentaba varias limitaciones metodológicas que dificultaron la interpretación de los hallazgos. Los autores no tuvieron en cuenta los indicadores generales del estado de salud, entre ellos la utilización de servicios médicos o medicamentos durante el año previo al embarazo estudiado y durante éste, lo cual podría hacer que las relaciones observadas sean incorrectas. No se proporcionó ninguna información sobre la concentración del paracetamol utilizado ni acerca del número de dosis; por lo tanto, no puede llegarse a ninguna conclusión sobre la relación entre la dosis y el resultado. Los autores tampoco evaluaron los diagnósticos clínicos de TDAH. Los hallazgos de otros dos estudios de observación del desarrollo neurológico en niños expuestos al paracetamol durante la gestación son contradictorios; no obstante, ninguno de estos estudios evaluó específicamente el TDAH como una variable.14, 15
Basándonos en estos estudios, creemos que los resultados no son concluyentes en lo que respecta a una posible relación entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el TDAH en los niños.

Referencias
  1. Babb M, Koren G, Einarson A. Treating pain during pregnancy (Tratamiento del dolor durante el embarazo). Can Fam Physician 2010;56:25, 27.
  2. Nakhai-Pour HR, Broy P, Sheehy O, Bérard A. Use of nonaspirin nonsteroidal anti-inflammatory drugs during pregnancy and the risk of spontaneous abortion (Uso de fármacos antiinflamatorios no esteroideos sin aspirina durante el embarazo y riesgo de aborto espontáneo). CMAJ 2011;183:1713-20.
  3. Nielsen GL, Sørensen HT, Larsen H, Pedersen L. Risk of adverse birth outcome and miscarriage in pregnant users of non-steroidal anti-inflammatory drugs: population based observational study and case-control study (Riesgo de desenlace adverso del embarazo en mujeres embarazadas tratadas con fármacos antiinflamatorios no esteroideos: estudio de observación basado en la población y estudio de casos y controles). BMJ 2001;322:266-70.
  4. Nielsen GL, Skriver MV, Pedersen L, Sørensen HT. Danish group reanalyses miscarriage in NSAID users (Grupo danés vuelve a analizar la ocurrencia de los abortos espontáneos entre las mujeres tratadas con AINE). BMJ 2004;328:109.
  5. Li DK, Liu L, Odouli R. Exposure to non-steroidal anti-inflammatory drugs during pregnancy and risk of miscarriage: population based cohort study (Exposición a fármacos antiinflamatorios no esteroideos durante el embarazo y riesgo de aborto espontáneo: estudio de cohorte basado en la población). BMJ 2003;327:368.
  6. Edwards DR, Aldridge T, Baird DD, Funk MJ, Savitz DA, Hartmann KE. Periconceptional over-the-counter nonsteroidal anti-inflammatory drug exposure and risk for spontaneous abortion (Exposición periconcepcional a fármacos antiinflamatorios no esteroideos de venta sin receta y riesgo de aborto espontáneo). Obstet Gynecol 2012;120:113-22.
  7. Yazdy MM1, Mitchell AA, Tinker SC, Parker SE, Werler MM. Periconceptional use of opioids and the risk of neural tube defects (Uso periconcepcional de opioides y riesgo de sufrir anomalías congénitas del tubo neural). Obstet Gynecol 2013;122:838-44.
  8. Broussard CS, Rasmussen SA, Reefhuis J, Friedman JM, Jann MW, Riehle-Colarusso T, et al. Maternal treatment with opioid analgesics and risk for birth defects (Tratamiento materno con analgésicos opioides y riesgo de sufrir anomalías congénitas). Am J Obstet Gynecol. 2011;204:314.e1-11.
  9. Liew Z, Ritz B, Rebordosa C, Lee PC, Olsen J. Acetaminophen use during pregnancy, behavioral problems, and hyperkinetic disorders (Uso de paracetamol durante el embarazo, problemas conductuales y síndromes hipercinéticos). JAMA Pediatr 2014;168:313-20.
  10. Werler MM, Mitchell AA, Hernández-Díaz S, Honein MA. Use of over-the-counter medications during pregnancy (Uso de medicamentos de venta sin receta durante el embarazo). Am J Obstet Gynecol 2005;193(3 Pt 1):771-7.
  11. Bateman BT, Hernández-Díaz S, Rathmell JP, Seeger JD, Doherty MS, Fischer MA, et al. Patterns of opioid utilization in pregnancy in a large cohort of commercial insurance beneficiaries in the United States (Pautas de uso de opioides durante el embarazo en una gran muestra de personas con seguro médico en los Estados Unidos). Anesthesiology 2014;120:1216-24.
  12. Wallingford JB1, Niswander LA, Shaw GM, Finnell RH. The continuing challenge of understanding, preventing, and treating neural tube defects (El desafío continuo de la comprensión, la prevención y el tratamiento de las anomalías congénitas del tubo neural). Science 2013;339:1222002.
  13. Parker SE, Mai CT, Canfield MA, Rickard R, Wang Y, Meyer RE, et al. Updated National Birth Prevalence estimates for selected birth defects in the United States, 2004-2006 (Estimaciones actualizadas de la prevalencia nacional de las anomalías congénitas en los Estados Unidos). Birth Defects Res A Clin Mol Teratol 2010;88:1008-16.
  14. Streissguth AP, Treder RP, Barr HM, Shepard TH, Bleyer WA, Sampson PD, et al. Aspirin and acetaminophen use by pregnant women and subsequent child IQ and attention decrements (Uso de aspirina y paracetamol en las mujeres embarazadas y reducciones posteriores del CI y la capacidad de atención). Teratology 1987;35:211-9.
  15. Brandlistuen RE, Ystrom E, Nulman I, Koren G, Nordeng H. Prenatal paracetamol exposure and child neurodevelopment: a sibling-controlled cohort study (Exposición prenatal al paracetamol y desarrollo neurológico infantil: un estudio de cohorte controlado con hermanos). Int J Epidemiol 2013;42:1702-13.
La Nota de seguridad completa
FDA Drug Safety Communication: FDA has reviewed possi ble risks of pain medicine use during pregnancy. 09 January 2015 . Disponible en: 1.usa.gov/1ukgDDn