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lunes, 21 de diciembre de 2015

Joan Ramon Laporte: "España financia todos los medicamentos que le propone la industria"



Entrevista con el director del Institut Català de Farmacologia
Àngels Gallardo, El periódico (España), 20 de diciembre del 2015 -






ALBERT BERTRAN  Joan Ramon Laporte, director del Institut Català de Farmacologia.


¿Es posible crear la necesidad de un fármaco? Claro que sí. Antes existía una cláusula a nivel de la UE que exigía demostrar, antes de autorizar un nuevo fármaco, que era necesario para la salud de la población. España nunca la aplicó. Si por necesario se entiende un medicamento que aporta un elemento terapéutico distinto de lo anterior, es evidente que se aprueban cientos de fármacos que no son ni nuevos ni necesarios. En España se comercializan hasta 30 antiinflamatorios diferentes, de distinta marca pero con el mismo efecto. Centenares de marcas de omeprazol [protector gástrico], de amoxicilinas [bronquiales] y de fluoxetinas [antidepresivo], por citar algunos.


¿Esos fármacos se recetan y alguien los toma? Por supuesto. Están comercializados. Se exageran síntomas de enfermedades y los médicos recetan en consecuencia. Por ejemplo, ponen en tratamiento con antidepresivos a personas a las que se les ha muerto un familiar y prolongan el duelo más de 15 días. O la ya conocida medicación masiva de personas con hipertensión ligera, colesterol por encima de unos niveles cambiantes, cuando se sabe que el colesterol protege las neuronas… Todo eso es prescindible.

¿Un ejemplo de medicación innecesaria? La diabetes es un buen ejemplo. Es la enfermedad que en estos momentos mueve más dinero, globalmente hablando, por el número de personas tratadas. En relación al coste individual de las sustancias, les ganan los medicamentos contra el cáncer. Se están comercializando multitud de fármacos hipoglucemiantes, dirigidos a los diagnosticados de diabetes tipo dos, la de los adultos, que no tienen un efecto práctico probado, ni eficacia demostrada sobre los niveles de glucosa.

¿Con qué consecuencias? Causan numerosos efectos indeseados. Los medicamentos pueden provocar cualquier tipo de enfermedad: infarto, arritmias, hipertensión, alteraciones neurológicas… Estudios de EUU, Francia, Alemania y España constataron que los medicamentos son la cuarta causa de muerte en Occidente, después del infarto, el ictus cerebral y los cánceres.

¿Porqué se autorizan y financian tantas ‘novedades’? El Sistema Nacional de Salud está secuestrado por intereses privados. La Agencia Española del Medicamento, que es el organismo que autoriza la comercialización de fármacos en España, traslada la evaluación de los nuevos fármacos a las sociedades científicas [de Cardiología, de Neurología, de Pediatría], pero estas sociedades sobreviven gracias a la financiación de los laboratorios farmacéuticos.

¿Y? España financia todos los nuevos medicamentos que propone la industria. Como si fuéramos ricos. Es el país de la UE con menos filtros en este sentido.

Eso se refleja en el gasto sanitario. Evidentemente. La factura por consumo de medicamentos financiados sigue siendo altísima en España. De cada 100 euros destinados a la sanidad pública, 25 van a los fármacos. Suecia gasta 8 euros en esa partida, pero los profesionales sanitarios suecos practican una asistencia mucho más próxima al ciudadano que los de aquí. Aquí se está sustituyendo la relación médico paciente por la adquisición de tecnología nueva, carísima.

viernes, 28 de noviembre de 2014

Laporte: "España es el país de la UE donde se consumen más medicamentos nuevos"



El catedrático participó en un congreso médico en Avilés al que afirma que asistió "engañado" 


T. Cembranos, La nueva España ,
28 de noviembre de 2014



Joan-Ramón Laporte, a la izquierda, ayer, durante su charla en Avilés. MARA VILLAMUZA
"España es el país de la Unión Europea donde se consume una proporción mayor de medicamentos comercializados en los últimos cinco años; nos apuntamos a lo nuevo con mucha alegría y no nos damos cuenta de que estos tienen mayor incertidumbre sobre su beneficio y riesgo", aseguró ayer Joan-Ramón Laporte, catedrático de farmacología.

El también director de la Fundación del Instituto catalán de Farmacología participó ayer en la jornada "Apáticos o intrépidos", organizada por las áreas sanitarias I y III y a la que aseguró, asistió "engañado": "Hay dos versiones del programa, uno de ellos con publicidad de farmacéuticas. Desde hace años no acudo a congresos donde haya patrocinios de las farmacéuticas. Cuando aceptas lo que sea, acatamos sus intereses", sentenció.

Laporte defendió que la industria farmacéutica debería estar fuera del sistema de salud y calificó de "desastre suicida para el sector" que el 95 por ciento de la formación continua de los médicos esté financiada por esas empresas. El catedrático criticó que España sea uno de los países con más gasto farmacéutico y denunció el gran número de medicamentos que toman las personas enfermas. Por ese motivo abogó por una "desprescripción". "La revisión de lo que toma el paciente es importante. Hay que ir hacia una prescripción saludable y razonada y eso es una responsabilidad del médico, del usuario, de la comunidad", aseguró.

Joan-Ramón Laporte explicó que la ingesta de medicamentos es ya la tercera causa de fallecimiento en los países industrializados, por detrás de los infartos y el cáncer. "Eso nos dice que hemos fracasado. Por eso, hay que empezar a prescribir pensando en el paciente y no en la guía de prácticas clínicas o en lo que nos dice el visitador médico. Actualmente tenemos una medicina basada en el diagnóstico de imagen y no en la sensibilidad", afirmó.

El catedrático, por ello, hizo un llamamiento a los médicos que estaban en la sala para que empiecen a pensar "más allá de los fármacos" y se seleccionen los medicamentos que se consideren esenciales "en función de las condiciones": "Hay que hacerlo por los problemas y no por los remedios, y no al contrario". "Identificar el problema y ver los medicamento", dijo. Laporte criticó la tendencia a creer que los fármacos nuevos son más eficientes y eficaces: "Tienen más incertidumbres", aseguró.


Nota original
http://www.lne.es/aviles/2014/11/28/laporte-espana-pais-ue-consumen/1677988.html

sábado, 1 de marzo de 2014

OMS Guía sobre Políticas Nacionales de Precios Farmacéuticos



 
( 2013 ; 131 páginas )

Resumen


Los medicamentos representan el 20-60 % del gasto en salud en los países de bajos y medianos ingresos , en comparación con 18 % en los países de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo. Hasta el 90 % de la población de los países en desarrollo compran medicamentos a través de pagos directos de su bolsillo, por lo que, después de la comida, los medicamentos consituyen el segundo rubro de importancia del presupuesto familiar. Como resultado, los medicamentos , en particular los que tienen costos más altos, pueden ser inasequibles para amplios sectores de la población mundial y constituyen una pesada carga para los presupuestos de los gobiernos .
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio incluyen la meta : " [ E]n cooperación con las empresas farmacéuticas , proporcionar acceso a los medicamentos esenciales en los países en desarrollo. "

Las iniciativas para estimular la disponibilidad y el acceso a través de innovaciones de fabricación, mecanismos de adquisición, o mejoras en la cadena de suministro requiere tener un impacto sostenible en la gestión de los precios. Los últimos diez años han sido testigos de la introducción de una serie de iniciativas en los planos mundial y regional para apoyar a los países en la gestión de los precios farmacéuticos .
A pesar de algunos éxitos claros, muchos países siguen sin poner en práctica las políticas y los programas los cambios necesarios para mejorar el acceso a medicamentos asequibles.

Esta guía fue desarrollada para ayudar a los responsables políticos nacionales y otras partes interesadas en la identificación e implementación de políticas para la gestión de los precios farmacéuticos . Aunque se consideró la viabilidad de estas políticas en los países de todos los niveles de ingresos, se le dio una consideración especial a las necesidades de implementación en los países de bajos y medianos ingresos, donde el sector farmacéutico pueden estar menos regulado.
Por lo tanto, las referencias a los países de bajos y medianos ingresos tienen por objeto poner de relieve las necesidades específicas de aplicación y no para excluir la conveniencia para los ajustes de ingresos altos.




El alcance de esta guía se expresa en los tres preguntas de política global:

1 . ¿Deberían los países aplicar medidas de control de precios para administrar
los precios de los medicamentos ? Si es así :
• ¿Puede un precio de referencia externo ser eficaz en países de bajos y medianos ingresos?
• Se puede utilizar la evaluación de tecnologías sanitarias en la toma de decisiones y / o la fijación de precios, en los países de bajos y medianos ingresos?
• Puede ser efectiva la fijación de precios mas costo en países de bajos y medianos ingresos?

2 . ¿Deberían los países adoptar medidas de control de costos add-on en la cadena de suministro? Si es así :

• Deberían controlarse lso márgenes del comerciante y el dispensador en países de bajos y de ingresos medios ?
• Deberían los medicamentos estar exentos de impuestos y / o aranceles ?

3 . ¿Deberían los países de promover el uso de los medicamentos genéricos de calidad garantizada como una estrategia para gestionar precios de los medicamentos ? Si es así :

- ¿Qué requisitos son necesarios para promover su uso ?
- Deberían utilizarse estrategias para facilitar / acelerar la entrada al mercado de genéricos (por ejemplo, flexibilidad de los ADPIC y las licencias obligatorias , facilitado aprobación de los reguladores y de rápido seguimiento y / o tasas reducidas ) ?
- Debe ser utilizado sustitución genérica opcional / obligatoria por dispensadores ?
- ¿Cuál es el papel de la competencia de los genéricos en el mercado farmacéutico
como parte de una estrategia para la gestión de los precios?




- Debería utilizarse el precio de referencia interno por producto o grupo terapéutico ?
- ¿Hay que adoptar estrategias para fomentar el uso de genéricos o
productos de menor costo por los proveedores ( prescriptores y dispensadores ) ?
- ¿Hay que adoptar estrategias para fomentar el uso de genéricos o productos de menor costo por los consumidores? "

Los que están involucrados en las políticas de precios de los medicamentos pueden encontrar un recurso útil en esta entrega.


WHO Guideline on Country Pharmaceutical Pricing Policies (2013; 131 pages) http://bit.ly/1eGefT3

lunes, 24 de febrero de 2014

No es un bien del dios mercado



 Jorge Rachid. Médico sanitarista
MIradas al sur Año 7. Edición número 301. Domingo 23 de Febrero de 2014


 Opinión.

En estos días, se está discutiendo un valor sobre los medicamentos con participación de la Jefatura de Gabinete y la Secretaría de Comercio, en función exclusiva de contener los precios en una disparada –injustificada– de la industria que tiene el lamentable privilegio de tener la mayor cadena de valor, de cualquier proceso productivo del país.

El medicamento es un bien social, por lo cual debe garantizarse su universalidad y accesibilidad al conjunto de la población y por esa sola razón, no puede estar sometido a las leyes del mercado, de la oferta y la demanda, más aún con una industria que no duda en cronificar enfermedades ( prolongar los tiempos de tratamiento en vez curar); que no invierte en investigación y desarrollo; que plantea, sobornando la práctica médica, la medicalización de cuestiones afectivas, emotivas, normales de la vida cotidiana (tratamientos médicos para situaciones normales de la vida).

Una industria como la farmacéutica, que ha confrontado y golpeado gobiernos, desde el Dr. Ramón Carrillo creador del Emesta (Empresa de Medicamentos del Estado-1949), primera productora pública de medicamentos hasta la ley Oñativia, en época de Ilia, que lleva al golpe de estado; una industria que tiene precios que superan el 10.000% entre su estructura de costos y su precio final, evadiendo el IVA, que en el medicamento se paga sólo en la primera venta; por disposición, sólo la salida del laboratorio paga impuesto, el resto de la cadena de comercialización está exento), por eso sólo venden a sus propias droguerías, sin o con mínimas ganancias, pagando mínimo IVA y luego, esas empresas camufladas venden al Estado y la seguridad social (con los valores que superan cualquier cadena de valor de otras industrias), que discute con estos verdaderos traficantes de la salud, como si fuese un producto de almacén y no como un producto imprescindible para la vida de millones de personas.

La misma industria que produce en el país y exporta, siendo sus productos más baratos en el exterior que en nuestro país donde son producidos, como por ejemplo Chile, donde Bagó junto a Glaxo tienen diferencias de precios del orden del 30% más bajos. La misma industria que durante la crisis del 2001 se retiró de los hospitales públicos, por falta de garantías de pago del país, pese a que durante el debate de la ley de patentes del año 1995, discutimos y protegimos, los peronistas y no peronistas del campo nacional y popular, la industria nacional, frente a los avances neoliberales, que la hubiesen hecho desaparecer, si triunfaba el proyecto original de Cavallo y la embajada de EE.UU.

Los mismos que importan del exterior a sobreprecios (para poder girar divisas) y en los casos de medicamentos de alto costo y baja incidencia, llegan a ganancias del orden del 17.000% (por favor no piensen que me equivoqué, ver ej. Tobramicina aerosol, ARV, monoclonales) que termina pagando sólo la seguridad social, o sea un sistema solidario de salud en todas sus variantes, sometido y violado por las leyes del mercado. La misma que ocasiona a nuestro país, un déficit de la balanza de pagos por 1.700 millones de dólares anuales, que es hoy uno de los conflictos con el sector externo.

El gasto del medicamento en el gasto total de salud, es el más alto del mundo, en nuestro país. En efecto, sobre el gasto total de salud de 275.000 millones, el medicamento significa el 32% de ese total, o sea, más de 80 mil millones cuando cualquier país del mundo no gasta más del 15% como máximo.

De esa erogación el 20% es gasto de bolsillo, lo que significa resignar para la familia argentina otras asignaturas de vida, en función del medicamento, elemento esencial de la vida en especial los enfermos crónicos. El hospital público, las obras sociales sindicales y las obras sociales provinciales erogan, a través del ahorro interno genuino o recursos tributarios, el 90% del gasto de salud a nivel nacional, gastando, cuando debería ser invirtiendo –en función de los abusivos precios de la industria– ingentes recursos que deberían ser asignados a la prevención, ante tratamientos de dudosa eficacia en muchos casos, impuestos por la industria a fuerza de publicidad sintomatológica, prohibida en todo el mundo, menos en la Argentina, lo que lleva a la automedicación.

La PPM (Producción Pública de medicamentos) son 36 laboratorios en el país de los cuales 10 tienen habilitación Anmat (Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología), no sólo debió salvar el escollo de la crisis del 2001, produciendo ante la falta de insumos dando respuestas en cada provincia argentina, sino que ha evolucionado, con inversión tecnológica, capital humano capacitado y produciendo bajo normas de calidad, constituyendo como mínimo una empresa testigo de precios en la discusión, a la cual no ha sido convocada, ni consultada, pese a haber constituido en el año 2007 la Relap ( red de laboratorios públicos, junto al INTI y Conicet).

No hay medicamentos para ricos y para pobres, todos son autorizados por el Anmat, con las mismas técnicas de producción, con las materias primas compradas al exterior en el mismo lugar que compra la industria privada (la Argentina producía medicamentos esenciales, materias primas, hasta hace 40 años), con recursos humanos nuestros; sin embargo, un Enalapril de 10 comprimidos, su precio de costo en la PPM es de 0,50 y se vende por parte de la industria. Saque el compañero ministro la cuenta cuando discuta la fijación de precios.
La PPM pudo gracias a este gobierno promulgar la ley 26.688 de producción pública de medicamentos, ley aún no reglamentada. Sin embargo, provincias y universidades siguen avanzando con la producción, agregando investigación y desarrollo que la industria no realiza, como se verificó en la reunión con las tres cámaras en el año 2006, cuando el secretario pidió los resultados contables anuales, con inversión máxima en ese rubro del 0,2%, mientras la PPM invertía en ese momento 5% de sus presupuestos anuales.

Tenemos propuestas


Que todos los medicamentos de alto costo y baja incidencia sean centralizados en la compra por el Estado Nacional, ya que es quien en definitiva lo paga, por sí o por el ahorro genuino de trabajadores a través de la seguridad social.

Que los medicamentos a los enfermos crónicos diabéticos, hipertensos y renales, sean provistos en forma gratuita y con peso sobre la PPM que está produciendo dichos medicamentos, evitando las complicaciones que llevan a internaciones de segundo nivel y a urgencias evitables.

Que se elimine por ley la publicidad sintomatológica y se apliquen sanciones, también por ley ( como en los países centrales) a los médicos e industria, que paguen por receta por vía directa, dinero o indirecta viajes, congresos o instrumental obsequio, que terminan pagando los pacientes, instalando una ley de ética médica que permita bajar la matrícula frente a esas prácticas.
Modificar la currículas de formación médica en las universidades, en general colonizadas por los laboratorios, lo mismo que los “kioscados hospitalarios”, es decir, zonas del mismo privatizadas, que imponen protocolos a los médicos condicionando su actividad.

Que se reglamente en forma urgente, la ley 26.688 y se relance la Relap, red de laboratorios públicos, creada en el 2007 por quienes integrábamos los mismos, más el INTI y la facultad, junto al Conicet, en esa época secretaría de estado, hoy ministerio.

Que los medicamentos, sus presentaciones y sus precios dejen de ser controlados por Comercio y pasen a Salud.

Desarrollar lo logrado en el Unasur desde el Ministerio de Defensa, bajo el lema “el medicamento como eje de construcción de soberanía”, del cual Argentina es cabeza de proyecto, con Brasil, uruguay y el Isags (instituto de salud del Unasur) aprobado en el 2012 en Lima, con fines estratégicos en la región, con la propuesta de producir materia prima en 5 años, para 400 millones de latinoamericanos, evitando la dependencia de las mismas de terceros países.

Quienes somos peronistas o pertenecemos al campo nacional y popular, seguiremos bregando por estos principios, apoyando al Gobierno e intentando corregir secuelas del pasado neoliberal, que estructuró la medicina como un negocio rentístico-financiero antes que en un hecho sanitario esencial, primario de los DDHH de nuestro pueblo, derecho constitucional garantizado por el estado nacional.

martes, 8 de enero de 2013

Altos precios de medicamentos afectan a relaciones entre médicos y enfermos en China


Pueblo en Línea 08/01/2013

Los elevados precios de los medicamentos y las irregularidades en su producción y distribución han debilitado la confianza de los pacientes en sus médicos en China, dijo hoy lunes el ministro de Salud Pública, Chen Zhu, en una conferencia nacional de trabajo sanitario.

Los elevados precios de los medicamentos y las irregularidades en su producción y distribución han debilitado la confianza de los pacientes en sus médicos en China, dijo hoy lunes el ministro de Salud Pública, Chen Zhu, en una conferencia nacional de trabajo sanitario.

Chen también dijo que los irrazonablemente altos precios de los medicamentos aumentan el riesgo de sobregiros bancarios en los fondos del seguro médico, y exhortó a que se refuerce la supervisión sobre el comportamiento de los médicos a la hora de prescribir medicinas y a que se luche contra los sobornos comerciales.

En China, se han dado casos de médicos que han recetado medicamentos caros a cambio de comisiones de fabricantes, lo que aumenta las cargas financieras de los pacientes y provoca en ocasiones el enfrentamiento con el personal del hospital.


Durante la conferencia, Chen hizo hincapié en el uso obligatorio de medicamentos esenciales por parte de las instituciones sanitarias, lo que permitiría a los enfermos lograr mayores reembolsos de sus gastos.

El sistema de medicamentos esenciales, establecido como parte de la actual reforma sanitaria, exige a los médicos que receten únicamente los productos que aparecen en la lista de medicamentos básicos y los vendan a precios al por mayor.
Los gastos de todos los medicamentos esenciales pueden ser reembolsados, y la tasa de reembolso es más alta que la de otros.
El ministro indicó que todos los centros médicos de nivel básico tienen que recetar sólo medicamentos esenciales. Sus ventas deben suponer entre un 40 y un 50 por ciento del total en los hospitales de nivel medio y entre un 30 y un 35 en los de nivel superior.   nota original http://spanish.people.com.cn/31614/8082554.html

viernes, 11 de mayo de 2012

Mejorar la calidad asistencial no implica financiar públicamente cualquier medicamento

buenisima editorial en  Atención Primaria

Amado Guirado, Ester; Diego, Laura; Ortún, Vicente  Mejorar la calidad asistencial no implica financiar públicamente cualquier medicamento  Aten Primaria. 2012;44:187-9. -
 
Introducción
El diseño de las políticas farmacéuticas busca un equilibrio entre proporcionar el mayor grado de acceso a los medicamentos a aquellas personas que los necesiten, promover la
innovación terapéutica y al mismo tiempo limitar el crecimiento del gasto público. En el marco de las políticas sanitarias promovidas por la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económico (OCDE), la orientación general de la revisión de la oferta de servicios públicos está dirigida a promover aquellas políticas que aporten valor en
relación con el coste que suponen para la sociedad 1. Por ello, el contexto actual de crisis económica obliga a reflexionar acerca de la «desinversión en tecnologías sanitarias»,
es decir, sobre la posible exclusión, parcial o total, de la financiación pública de aquellas tecnologías de escaso valor clínico con el objetivo de maximizar la eficiencia de los servicios sanitarios.
Centrados en nuestro país y en los medicamentos conviene tener en cuenta varios aspectos. En España la prestación farmacéutica es amplia comparada con otros países
del entorno, debido fundamentalmente a que, salvo excepciones, la decisión de autorización de nuevos medicamentos, va ligada a su financiación sin tener en cuenta
el valor terapéutico añadido, y aunque la autorización de comercialización de medicamentos a través de la Agencia Europea de Medicamentos ha implicado una mayor homogeneidad en la oferta de fármacos aprobados, todavía existen diferencias de criterio notables respecto a qué fármacos son financiados públicamente en los distintos países 1.
Se han excluido medicamentos de la financiación pública en dos ocasiones, 1993 y 1998. La aplicación de estas llamadas «listas negativas» supuso la eliminación de la prestación
farmacéutica de un 29% de los medicamentos de marca comercializados, no obstante, éstas tuvieron un limitado impacto en la reducción del gasto farmacéutico y su efecto
fue transitorio, ya que el crecimiento del gasto farmacéutico no está provocado únicamente por el número de medicamentos financiados públicamente y su precio, sino
también por la utilización inadecuada que se hace de los mismos. Sin embargo, incluso en casos como éste, en que el impacto en la reducción del gasto puede ser cuestionable,
la exclusión de la financiación de fármacos de escasa o nula efectividad o que contenían asociaciones irracionales de principios activos, puede la aplicación de la medida2.
 Texto completo disponible en