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martes, 28 de junio de 2016

Eficacia comparativa de los inhibidores de la bomba de protones. Therapeutics Letter [99]

Therapeutics Initiative, 28 de junio de 2016


Seis anteriores Therapeutics Letter brindaron informó información acerca de los beneficios y los riesgos de diferentes inhibidores de la bomba de protones (IBP).1-6 Estos fármacos actúan inhibiendo irreversiblemente gástrica H+ K+ ATPasa (la bomba de protones) en el estómago. Inhiben la secreción de ácido tanto basal como estimulada y se utilizan en una serie de situaciones clínicas: enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), esofagitis por rTherapeutics Letter [99]eflujo, enfermedad de úlcera péptica (EUP), y los síntomas asociados con la acidez estomacal como pirosis e indigestión ácida.




 Conclusiones
  • Actualmente no existe evidencia convincente proveniente de ensayos clínicos aleatorizados (ECA) de que un IBP sea preferible a otro para el manejo de la ERGE o síntomas relacionados con EUP o para la curación de esofagitis confirmada por endoscopía.
  • La evaluación del riesgo de sesgos de los 63 ECA incluidos indicó un alto riesgo de sesgos de selección, de información, de rendimiento y de detección.
  • No existen ECA a largo plazo, comparativos cabeza a cabeza específicamente diseñados para controlar los efectos adversos de los IBP.
  • Los estudios observacionales sugieren que el uso a largo plazo de los IBP se asocia con una serie de efectos adversos graves.
  • El costo de los diferentes IBP varía en más de diez veces.

Número completo

martes, 10 de mayo de 2016

Estimación de los ahorros potenciales a través de la sustitución terapéutica

JAMA Intern Med. 9 mayo de 2016.

Importancia La sustitución terapéutica ofrece un potencial para disminuir el gasto farmacéutico y, potencialmente, mejorar la eficiencia del sistema de salud.

Objetivo Para estimar los ahorros potenciales a través de la sustitución terapéutica tanto en términos de gastos generales y como gasto del paciente en medicamentos de marca cuando estaba disponible un genérico de la misma clase con la misma indicación.

Diseño, ámbito y participantes estudio transversal de medidas repetidas utilizando  107.132 individuos incluidos en el Registro de Gastos Médicos (Medical Expenditure Panel Survey)(2010-2012) representativa a nivel nacional , junto con el informe del uso de medicamentos de prescripción. Para obtener información complementaria  se utilizaron El Libro Naranja, declaraciones de las empresas financieras, los registros de la Administración de Medicamentos y Alimentos  de Estados Unidos, y la investigación publicada.

Variables principales  estimación del exceso de gastos debido al uso excesivo de medicamentos de marca cuando se contaba con un genérico de la misma clase con la misma indicación  de menor costo.

Resultados
El estudio incluyó a 107.132 personas entre 2010 y 2012, de los cuales el 62,1% (IC del 95%, 61,4% -62,8%) informaron el uso de algún medicamento de prescripción médica. Un total de 31,5% (IC del 95%, 30,7% -32,2%) utilizaba un fármaco de una de las clases de medicamentos incluidos, mientras que el 16,6% (IC del 95%, 16,0% -17,1%) de la población utiliza un fármaco de marca de las clases incluidas en comparación con el 24,0% (IC del 95%, 23,4% -24,7%), que utiliza un genérico (IC del 95%, 8,7% -9,4%) y el 9,1% que utiliza ambos. En las clases de fármacos incluidos, la mayoría de los medicamentos fueron genéricos, con un total de 93,5 mil millones de dosis estandarizadas en comparación con las 47,4 mil millones de dosis estandarizadas de medicamentos de marca. El gasto total de los medicamentos de marca representó $ 147 (IC del 95%, $ 137- $ 156) mil millones de dólares en comparación con $ 62,7 (IC del 95%, $ 58.9- $ a 66.5) mil millones de dólares para los medicamentos genéricos.
Entre 2010 y 2012, se estimó que  $ 73,0 (IC del 95%, $ 67.6- $ 78.5) mil millones de exceso en el gasto total y $ 24,6 (IC del 95%, $ 22.6- $ 26.5) mil millones de dólares  de exceso en el gasto directo del paciente fueron atribuibles al uso excesivo de medicamentos de marca. El exceso  se presento en numerosas clases de fármacos y en muchos aspectos de la medicina y fueron equivalentes al 9,6% del gasto total y el 14,1% del gasto directo del paciente en medicamentos de prescripción. Las clases de fármacos con mayor gasto en exceso incluyeron estatinas ($ 10.9 [SE, $ 0,41] mil millones), antipsicóticos atípicos ($ 9.99 [SE, $ 1,03] mil millones), inhibidores de la bomba de protones ($ 6.12 [SE, $ 0,38] mil millones), inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina ( $ 6.08 [SE, $ 0,49] mil millones),  e inhibibidores de los receptores de la angiotensina ($ 5,53 [SE, $ 0,35] mil millones).


Conclusiones y Relevancia A pesar de la sustitución terapéutica es controvertida, ofrece un mecanismo potencial para reducir significativamente los costos de medicamentos si se puede implementar de una manera que no afecte negativamente a la calidad de la atención.

El trabajo

Johansen ME, Richardson C. Estimation of Potential Savings Through Therapeutic Substitution. JAMA Intern Med. Published online May 09, 2016. doi:10.1001/jamainternmed.2016.1704.
http://bit.ly/1T7uGxH

jueves, 18 de febrero de 2016

Asociación del uso prolongado de inhibidores de la bomba de protones con riesgo de demencia



JAMA Neurology, 15 de febrero de 2016



Importancia: Los medicamentos que influyen en el riesgo de demencia en los ancianos pueden ser relevantes para la prevención de la demencia. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son ampliamente utilizados para el tratamiento de enfermedades gastrointestinales, pero también se han demostrado estar potencialmente implicados en el deterioro cognitivo. 
 
Objetivo: Examinar la asociación entre el uso de IBP y el riesgo de demencia en los ancianos. 
 
Diseño, lugar y participantes: Se realizó un estudio de cohorte prospectivo utilizando los datos de observación entre 2004-2011, derivados de la mayor compañía de seguros de enfermedad alemán, Allgemeine Ortskrankenkasse (AOK). Los datos sobre los diagnósticos de pacientes internos y externos (codificados por la modificación alemana de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, Décima Revisión) y la prescripción de medicamentos (clasificados según el Anatomical Therapeutic Chemical Classification System) estaban disponibles en una base trimestral. El análisis de datos se realizó hasta agosto a noviembre de 2015. 
 
Exposiciones: Las recetas de omeprazol, pantoprazol, lansoprazol, esomeprazol, o rabeprazol. 
 
Variables y medidas principales: El resultado principal fue un diagnóstico de demencia incidente codificado por la modificación alemana de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, Décima Revisión. La asociación entre el uso de IBP y la demencia se analizó mediante regresión de Cox dependiente del tiempo. El modelo se ajustó por posibles factores de confusión, como la edad, el sexo, comorbilidades y polifarmacia. Los resultados se analizaron un total de 73.679 participantes de 75 años de edad o mayores y libres de demencia al inicio del estudio. Los pacientes que recibieron medicación IBP habitualmente (n = 2.950; edad media [DE], 83,8 [5,4] años; 77,9% mujeres) tenían un riesgo significativamente mayor de incidencia de demencia en comparación con los pacientes que no recibieron medicación IBP (n = 70 729, con una media [SD] edad, 83,0 [5,6] años; 73,6% mujeres) (razón de riesgo [IC del 95%, 1,36-1,52] 1,44; P <.001).
Conclusiones y relevancia: La evitación de la medicación IBP puede prevenir el desarrollo de la demencia. Esta conclusión se apoya en el reciente análisis farmacoepidemiológico de datos primarios y está en concordancia con modelos en ratones en los que el uso de IBP aumentó los niveles de β-amiloide en el cerebro de ratones.

el trabajo
Gomm W, von Holt K, Thomé F, et al.
Association of Proton Pump Inhibitors With Risk of Dementia: A Pharmacoepidemiological Claims Data Analysis.
JAMA Neurol. Published online February 15, 2016. doi:10.1001/jamaneurol.2015.4791.

lunes, 11 de enero de 2016

Inhibidores de la bomba de protones: Relación entre el uso prolongado y riesgo de enfermedad renal crónica



Jama Intern Med, 11 de enero de 2016

Importancia: inhibidores de bomba de protones (IBP) se encuentran entre los fármacos más utilizados en todo el mundo y se han relacionado con nefritis intersticial aguda. Se sabe menos acerca de la asociación entre el uso de IBP y la enfermedad renal crónica (ERC).
Objetivo: Cuantificar la asociación entre el uso de IBP y la ERC incidente en una cohorte de base poblacional.
Diseño, escenario y participantes: En total, 10.482 participantes en el estudio Atherosclerosis Risk in Communities con una tasa de filtración glomerular estimada de al menos 60 ml / min / 1,73 m2 fueron seguidos en una visita basal entre el 1 de febrero de 1996 y el 30 de enero de 1999, hasta el 31 de diciembre de 2011. Los datos fueron analizados desde mayo 2015 a octubre de 2015. Los resultados fueron replicados en una cohorte administrativa de 248.751 pacientes con una tasa de filtración glomerular estimada de al menos 60 ml / min / 1,73 m2 del Geisinger Health System.
Exposiciones: El uso de IBP auto informado en el estudio Atherosclerosis Risk in Communities o una prescripción de IBP ambulatoria en la cohorte de replicación del Sistema de Salud Geisinger. El uso del antagonista del receptor de la histamina 2 (H2) se consideró como control negativo y comparador activo.
Variable Principales: Los incidentes de ERC se definieron utilizando los códigos de diagnóstico al alta hospitalaria o la muerte en el Atherosclerosis Risk in Communities Study, y por una tasa de filtración glomerular ambulatoria sostenida estimada inferior a 60 ml / min / 1,73 m2 en la cohorte de la replicación del Sistema de Salud Geisinger.
Resultados: Entre 10.482 participantes del estudio Atherosclerosis Risk in Communities, la media (DE) de edad fue de 63,0 (5,6) años, y el 43,9% eran varones. En comparación con los no usuarios, los usuarios IBP fueron más frecuentemente de raza blanca, obesos, y tomaban la medicación antihipertensiva. El uso de inhibidores de la bomba de protones se asoció con ERC incidente en el análisis no ajustado (hazard ratio [HR], 1,45; IC del 95%, 1,11-1,90); en el análisis ajustado por variables demográficas, socioeconómicas y clínicas (HR, 1,50; IC del 95%, 1,14-1,96); y en el análisis con IBP nunca utilizado modelada como una variable variable en el tiempo (HR ajustado, 1,35; IC del 95%, 1,17-1,55). La asociación persistió cuando los usuarios IBP basales fueron comparados directamente con los usuarios de antagonistas de los receptores H2 (HR ajustado, 1,39; IC del 95%, 1,01-1,91) y con tendencia de puntuación de concordancia de no usuarios (HR, 1,76; IC del 95%, 1,13-2,74). En la cohorte de la replicación del Geisinger Health System, el uso de IBP se asoció con ERC en todos los análisis, incluyendo un diseño variable en el tiempo de nuevo usuario (HR ajustado, 1,24; IC del 95%, 1,20-1,28). La Dosificación IBP dos veces al día (HR ajustado, 1,46; IC del 95%, 1,28-1,67) se asoció con un riesgo mayor que la dosificación una vez al día (HR ajustado, 1,15; IC del 95%, 1,09-1,21).
Conclusiones y relevancia: El uso de inhibidores de la bomba de protones se asocia con un mayor riesgo de incidente de ERC. Las investigaciones futuras deberían evaluar si la limitación de uso de IBP reduce la incidencia de la ERC

el trabajo
Lazarus B, Chen Y, Wilson FP, et al.
Proton Pump Inhibitor Use and the Risk of Chronic Kidney Disease.
JAMA Intern Med. 2016;176(2):238-246. doi:10.1001/jamainternmed.2015.7193.

viernes, 11 de septiembre de 2015

Drug Safety Update septiembre 2015



MHRA, 8 de septiembre de 2015Inhibidores de la bomba de protones: muy bajo riesgo de lupus eritematoso cutáneo subagudo
Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) se asocian a casos muy poco frecuentes de lupus eritematoso cutáneo subagudo (LECS), una dermatosis no cicatrizal que puede desarrollarse en áreas expuestas al sol.
El 14 de julio de 2015, se lanzó la aplicación móvil de tarjeta amarilla - se usa para notificar sospechas de reacciones adversas y recibir información actualizada de sus medicamentos de interés.
La aplicación de medidas para regular las ventas, junto con medidas voluntarias adicionales supervisadas ​​por un profesional farmacéutico, han hecho una importante contribución a la gestión del riesgo de mal uso de la pseudoefedrina y efedrina en el Reino Unido .

Cartas enviadas a los profesionales sanitarios en agosto 2015 Se remitió una carta sobre InductOs (disolvente y matriz para implantes) para informar de un potencial desabastecimiento.


el número completo en http://bit.ly/1Y4OpxD

viernes, 12 de junio de 2015

Uso de inhibidores de la Bomba de protones y riesgo de infarto agudo de miocardio en la población general


PLoS ONE, 10 de junio de 2015

Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) se han asociado con resultados clínicos adversos entre los pacientes que tomaban clopidogrel luego de un síndrome coronario agudo. Recientes resultados preclínicos sugieren que este riesgo podría extenderse a los sujetos sin antecedentes de enfermedad cardiovascular. Exploramos este riesgo potencial en la población en general a través de métodos de minería de datos.

Métodos

Utilizando un enfoque novedoso para la minería de datos clínicos de farmacovigilancia, se buscó en más de 16 millones de documentos clínicos de 2,9 millones de personas, para evaluar si el uso de IBP se asociaba con el riesgo cardiovascular en la población general.

Resultados
En múltiples fuentes de datos, se encontró que los pacientes con enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE) expuestos a los IBP tenían una mayor asociación, de 1,16 veces (IC 95% 1.9 a 1.24) con infarto de miocardio (IM). El análisis de supervivencia en una cohorte prospectiva encontró un aumento del doble (HR = 2,00; IC 95% 1,07 a 3,78; P = 0.031) de asociación con mortalidad cardiovascular. Encontramos que esta asociación existe independientemente del uso de clopidogrel. También se encontró que los bloqueadores H2, un tratamiento alternativo para la ERGE, no se asociaron con un mayor riesgo cardiovascular; si estos algoritmos de armacovigilancia hubieran estado disponibles, se podría haber alertado este riesgo ya en el año 2000.

Conclusiones
De acuerdo con nuestros previos hallazgos preclínicos que los IBP pueden afectar negativamente la función vascular, nuestro estudio de minería de datos es compatible con la asociación de la exposición IBP con el riesgo de infarto de miocardio en la población general. Estos datos proporcionan un ejemplo de cómo una combinación de estudios experimentales y enfoques de minería de datos se puede aplicar para dar prioridad a las señales de seguridad de los medicamentos para una mayor investigación

El trabajo
Shah NH, LePendu P, Bauer-Mehren A, Ghebremariam YT, Iyer SV, Marcus J, et al. (2015) Proton Pump Inhibitor Usage and the Risk of Myocardial Infarction in the General Population. PLoS ONE 10(6): e0124653. doi:10.1371/journal.pone.0124653
disponible en http://bit.ly/1BlxaQH

lunes, 20 de abril de 2015

Inhibidores de la bomba de protones y riesgo de insuficiencia renal aguda en ancianos



CMAJ, 16 de Abril de 2015



Antecedentes
Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) causan nefritis intersticial y son una causa poco apreciada de lesión renal aguda. Examinamos el riesgo de lesión renal aguda y nefritis intersticial aguda en una gran población de pacientes mayores que reciben IBP.

Métodos Se realizó un estudio de base poblacional sobre los residentes de Ontario 66 años de edad y mayores que iniciaron tratamiento con IBP entre 01 de abril 2002, y el 30 de noviembre de 2011. Se utilizó el método de apareamiento por puntaje de propensión para establecer un grupo de referencia altamente comparable de pacientes control. El resultado primario fue el ingreso hospitalario con lesión renal aguda dentro de 120 días, y un análisis secundario evaluó la nefritis intersticial aguda. Utilizamos riesgos proporcionales de regresión de Cox para ajustar las diferencias entre los grupos.

Resultados Se estudiaron 290 592 personas que comenzaron el tratamiento con IBP y un número igual de controles apareados. Las tasas de lesión renal aguda (13,49 v 5,46 por 1000 personas-año, respectivamente;. Hazard ratio [HR] 2,52 IC 95% 2,27-2,79) y nefritis intersticial aguda (0,32 vs 0,11 por 1.000 personas-año; HR 3,00 , 95% CI 1,47-6,14) fueron mayores entre los pacientes que recibieron IBP que entre los controles.

Interpretación En nuestra población de estudio de adultos mayores, los que comenzaron la terapia con IBP tuvieron un mayor riesgo de lesión renal aguda y nefritis intersticial aguda. Estas son condiciones potencialmente reversibles que no pueden atribuirse fácilmente al tratamiento farmacológico. Los médicos deben evaluar el riesgo de nefritis intersticial aguda durante el tratamiento con IBP, controlar a los pacientes de manera adecuada y desalentar el uso indiscriminado de estos medicamentos.



el trabajo
Tony Antoniou, Erin M. Macdonald, Simon Hollands, Tara Gomes, Muhammad M. Mamdani, Amit X. Garg, J. Michael Paterson, and David N. Juurlink
Proton pump inhibitors and the risk of acute kidney injury in older patients: a population-based cohort study
CMAJo 3:E166-E171; published online April 16, 2015, doi:10.9778/cmajo.20140074

disponible en http://bit.ly/1DqWK1L

miércoles, 5 de noviembre de 2014

Condiciones clínicas y terapéuticas que requieren gastroprotección



Formación Médica Continuada, 4 de noviembre de 2014

  • El tratamiento preventivo con inhibidores de la bomba de protones (IBP) en pacientes que toman antiinflamatorios no esteroideos (AINE), antiagregante, anticoagulante, corticoide sistémico o antidepresivo (inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) debe limitarse a aquellos que presenten factores de riesgo gastrointestinal.
  • Los factores que más influyen en el riesgo gastrointestinal es la edad avanzada, antecedentes de patología gastrointestinal y el uso concomitante de fármacos gastrolesivos.
  • Antes de pautar un antiulceroso como gastroprotector, se debe considerar la posibilidad de cambiar el tratamiento de base (evitar el uso concomitante de fármacos gastrolesivos) o los estilos de vida (evitar el tabaco y el alcohol) para disminuir el riesgo de hemorragia gastrointestinal.
  • Los AINE y el ácido acetilsalicílico deben prescribirse a la menor dosis efectiva y durante el menor tiempo posible para disminuir su riesgo de hemorragia gastrointestinal. El ibuprofeno es el AINE menos gastrolesivo. Se recomienda tomar los AINE y el ácido acetilsalicílico después de las comidas.
  • El IBP de elección es el omeprazol.
  • Se recomienda tomar el IBP por la mañana y en ayunas.
  • El uso continuado de los IBP aumenta la probabilidad de aparición de efectos adversos y algunos potencialmente graves.
  • Los problemas más relevantes descritos con el uso crónico de los IBP son el incremento de incidencia de osteoporosis, osteopenia y fracturas por fragilidad, de neumonía, de infección por Clostridium difficile , de déficit en la absorción de determinados nutrientes, de hipersecreción ácida de rebote y de nefritis intersticial aguda.
  • No hay suficiente evidencia científica para afirmar que la interacción de los IBP con clopidogrel sea clínicamente relevante. El omeprazol puede administrarse con inhibidores de la vitamina K siempre y cuando se ajusten las dosis a los niveles del International Normalized Ratio


El trabajo completo
Roser Vallès Fernández, Alícia Franzi Sisó, Juan José Ferro Rivera Condiciones clínicas y terapéuticas que requieren gastroprotección FMC. 2014;21(9):528-33

disponible en http://bit.ly/13RwdQv

martes, 28 de octubre de 2014

Uso de inhibidores de la bomba de protones (IBP) y riesgo de demencia en personas de edad avanzada


Eur Arch Psychiatry Clin Neurosci, 24 de octubre de 2014


Los medicamentos que influyen sobre el riesgo de demencia en los ancianos son de interés potencial para la prevención de la demencia. Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son utilizados ampliamente para reducir la producción de ácido gástrico, pero la información sobre el riesgo de demencia es insuficiente.
Evaluamos la asociación entre el uso de los IBP y el riesgo de demencia en personas de edad avanzada. Los datos se obtuvieron a partir de un estudio de cohorte longitudinal, multicéntrico en pacientes ancianos de atención primaria, el Estudio Alemán sobre Envejecimiento, Cognición y Demencia en Pacientes de Atención Primaria (AgeCoDe por su sigla en inglés), incluyendo 3.327 personas residentes en la comunidad de edad ≥75 años. Desde el seguimiento de 1 al seguimiento 4 (intervalo de seguimiento  de 18 meses), se identificaron un total de 431 pacientes con cualquier demencia incidente, incluyendo 260 pacientes con enfermedad de Alzheimer. Se utilizó la regresión de Cox tiempo dependiente  para estimar los cocientes de riesgo de cualquier demencia incidente y enfermedad de Alzheimer.  Factores de confusión potenciales que se incluyeron en el análisis fueron edad, sexo, educación, el status alelo apolipoproteína E4 (ApoE4) , polifarmacia,  y las comorbilidades como depresión, diabetes, enfermedad isquémica cardiaca y derrame cerebral. Los pacientes que recibieron medicación IBP  tuvieron un aumento significativo del riesgo de cualquier demencia [hazard ratio (HR) 1,38 , intervalo de confianza del 95% (IC) 1,04 a 1,83] y de  enfermedad de Alzheimer (HR 1,44; IC del 95% 01:01-02:06) en comparación con los no usuarios. Debido a la gran carga  que produce la demencia en la salud pública y la falta de medicación curativa, este hallazgo es de gran interés para la futura  investigación sobre la demencia y proporciona indicaciones para la prevención de la demencia.

El trabajo
Haenisch B1, von Holt K, Wiese B, Prokein J, Lange C, Ernst A, Brettschneider C, König HH, Werle J, Weyerer S, Luppa M, Riedel-Heller SG, Fuchs A, Pentzek M, Weeg D, Bickel H, Broich K, Jessen F, Maier W, Scherer M.
Risk of dementia in elderly patients with the use of proton pump inhibitors.
Eur Arch Psychiatry Clin Neurosci. 2014 Oct 24. [Epub ahead of print]


Disponible en http://bit.ly/1rGMpIq

viernes, 13 de diciembre de 2013

El peligro de abusar del omeprazol

ÁNGELES LÓPEZ  El Mundo 11/12/2013 

  • Tomar diariamente y durante dos o más años antiácidos se vincula con un déficit vitamínico
  • Si no se tratan los niveles bajos de esta vitamina, puede generar daño neurológico
  • Los síntomas iniciales de este problema son vagos como la debilidad o el cansancio




A veces cuando hablamos de vitaminas, tenemos en mente que es necesario tomar frutas y verduras para tener unos niveles aceptables y que quizás algunas personas abusen de los suplementos que, en la mayoría de los casos, son más contraproducentes que beneficiosos. Sin embargo, uno no imagina que un déficit de una vitamina, como la B12, pueda conducir a problemas como la demencia, un daño neurológico, anemia y otras complicaciones. Tampoco es fácil relacionar que estos problemas puedan tener su origen en fármacos tan conocidos como el omeprazol, muy utilizados para evitar múltiples problemas, sobre todo la irritación por reflujo gástrico o para la protección gástrica frente a medicamentos agresivos. Sin embargo, un estudio acaba de vincular la ingesta prolongada de este y otros medicamentos similares con una carencia de esa vitamina.

Si usted es de los que cumplen con las recomendaciones médicas, no debería asustarse. Porque los médicos suelen controlar este tipo de efectos al no prolongar excesivamente los tratamientos con inhibidores de la bomba de protones, que es el nombre técnico del omeprazol y otros protectores gástricos o antiulcerosos. Pero si es de aquellas personas que suelen pasar poco por la consulta médica y acuden con mucha más frecuencia a la farmacia para automedicarse, quizás debería prestar atención a este artículo.

Se estima que entre el 10 y el 15% de los adultos mayores de 60 años tienen deficiencia de vitamina B12. Para su absorción desde la dieta (está presente sobre todo en productos de origen animal, como la carne), requiere del funcionamiento normal del estómago, páncreas e intestino delgado. El ácido gástrico es clave, pues libera esta vitamina de los alimentos, permitiendo que se una a ciertas proteínas. Si el ácido del estómago se reduce, como ocurre cuando se toman estos fármacos, esa unión no se produce ni tampoco la absorción completa de la vitamina. Ese déficit prolongado, de no tratarse, derivará en múltiples problemas, como los mencionados.

Aunque investigaciones previas habían mostrado una relación entre la ingesta prolongada de estos fármacos y la deficiencia de vitamina B12, esos estudios eran pequeños y no se basaban en un análisis poblacional. Por este motivo, investigadores de la organización Kaiser Permanente, proveedora de servicios de salud en Estados Unidos, evaluaron esta relación en un gran grupo de población: 25.956 pacientes con un diagnóstico de déficit de esta vitamina fueron comparados con 184.1999 personas sin este trastorno entre 1997 y 2011. También se controló su exposición a fármacos antiulcerosos: inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de la histamina, más conocidos por sus nombres comerciales y que engloban, en el primer caso, medicamentos como el omeprazol o el exomeprazol y, en el segundo, la ranitidina o la famotidina.

Tiempo y dosis

El análisis, publicado en la revista Journal of the American Medical Association, constata que las personas que tomaron diariamente un medicamento del grupo de omeprazol durante dos o más años tenían un 65% más de probabilidades de tener niveles bajos de vitamina B12 que quienes no habían ingerido estos fármacos durante un periodo tan prolongado. También aquellos que se medicaron con productos del segundo grupo presentaban un riesgo un 25% mayor de este déficit vitamínico. En cuanto a las dosis más peligrosas, se comprobó que tomar diariamente 1,5 comprimidos se asoció con un riesgo un 95% superior a esta deficiencia en comparación cuando la ingesta diaria era inferior a 0,7 píldoras.

Como explica José Luis Llisterri, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), "este vínculo es algo conocido por los médicos. El problema en España es la excesiva omepralización que hay. El omeprazol es el segundo principio activo más prescrito en nuestro país después del paracetamol y por encima del ibuprofeno. Se ha recetado como si fuera sal de frutas. Y no es un problema sólo del médico, como es de venta libre, se ha autoprescrito de una manera excesiva".

La clave de este problema está seguramente en el éxito de este fármaco. Su acción inhibe el contenido ácido del estómago que es el que genera las molestias en personas con hernia de hiato. "Los pacientes con esofagitis por reflujo gastroesofágico y los de esófago de Barrett requieren una inhibición crónica de la secreción ácida. Pero el mensaje que se traduce de este estudio es que si se prescribe una dosis alta de esta medicación porque hay mucho ardor, se debería bajar tan pronto como se pueda (por ejemplo de 40 miligramos a 20) y parar el tratamiento al cabo de un tiempo, por lo menos hacer descansos, ya que con esto se recupera la absorción de la vitamina B12", apunta Llisterri.

Uso para protección gástrica
 

Por su parte, el presidente electo de la Sociedad Española de Patología Digestiva, Fernando Carballo, señala que la conclusión del estudio "es un hallazgo epidemiológico interesante, pero la consecuencia no es tanto que no se puedan usar estos fármacos, porque son extremadamente seguros, sino que hay que utilizarlos bien, es decir, cuando estén indicados. El problema es el sobreuso en pacientes polimedicalizados para la protección gástrica. Muchas veces no son necesarios. Sin embargo, es un tipo de fármacos muy recetado. La estimación es que alrededor del 10% de la población toma estos medicamentos diariamente y probablemente están mal indicados en un tercio de los casos".


Por otro lado, el presidente de Semergen también recomienda hacer mediciones periódicas de la vitamina B12 en aquellas personas que estén en tratamiento crónico con estos medicamentos. "Un análisis de sangre permite determinar los niveles. Y, si hay déficit, se puede administrar esta vitamina una vez al mes por vía intramuscular".

Carballo insiste en que "el mensaje no es que sea un fármaco peligroso, ya sabíamos que puede interferir en la absorción de diversas sustancias. Este artículo plantea una evidencia epidemiológica con mínima importancia clínica hasta el momento".

Por último, los expertos insisten en que no hay que confundir este tipo de fármacos con otros denominados genéricamente antiácidos, y que sirven para eliminar puntualmente la acidez tras una ingesta copiosa. "El más popular de estos es el bicarbonato sódico que por suerte se dejó de utilizar, ya que es un producto que neutraliza la secreción ácida pero cuando pasa su efecto se produce un efecto rebote, es decir, se genera más secreción ácida", concluye Llisterri.

Otros factores que influyen en la vitamina B12
Los antiulcerosos no son los únicos factores que interfieren en la absorción de la vitamina B12. La metformina (un antidiabético oral), las hormonas tiroideas o algunos antihipertensivos también se vinculan con una mayor dificultad en la absorción de esta sustancia. Por otro lado, existen patologías que al afectar a la producción de ácido gástrico también inhiben la absorción vitamínica, entre otras se encuentran la gastritis crónica o la aclorhidria o hipoclorhidria -un estado en el que la producción de ácido gástrico es baja o inexistente-. También tratamientos quirúrgicos como la gastrectomía (eliminación quirúrgica y parcial del estómago) o el abuso de alcohol perjudican la absorción de esta vitamina.

http://mun.do/1damQOb

miércoles, 10 de julio de 2013

WHO Pharmaceuticals Newsletter No.3, 2013


Contenidos


Asuntos regulatorios

Azithromycin ............................................................................... 4

Cilostazol-containing medicines .......................................................... 4

Denosumab .................................................................................. 4

Lapatinib ditosylate ........................................................................5

Proton pump inhibitors.....................................................................5

Strontium ranelate ..........................................................................6

Tetrazepam-containing medicines ........................................................6

Thalidomide ..................................................................................7

Tolvaptan ......................................................................................7

Valproate sodium, divalproex sodium, valproic acid ................................... 8

Seguridad de medicamentos 

Ado-trastuzumab emtansine ................................................................ 9

Aqueous cream ............................................................................... 9

Bevacizumab .................................................................................. 9

Botulinum toxin type B .......................................................................10

Domperidone-containing medicines ....................................................... 10

Ezogabine ..................................................................................... 10

Flupirtine-containing medicines ............................................................ 11

Insulin degludec ............................................................................... 11

Montelukast .................................................................................... 12

Nicotinic acid, acipimox and xantinol nicotinate ......................................... 12

Nilotinib ........................................................................................ 12


Signal

Fluoxetine and Deafness ......................................................................... 14




disponible en
http://bit.ly/1av3oKU

lunes, 14 de enero de 2013

Butlletí groc: Uso prolongado de inhibidores de la bomba de protones (IBP) y riesgo de fracturas


Uso prolongado de inhibidores de la bomba de protones (IBP) y riesgo de fracturas
 
Butlletí groc Vol. 25, n.º 2 abril - junio 2012
 
 
Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son ampliamente prescritos, y muchos pacientes los reciben de manera crónica. En Cataluña aproximadamente
un 10% de la población general recibe estos fármacos (vease la fig. 1). Aunque los IBP son bien tolerados a corto plazo, en los últimos años algunos estudios han revelado varios efectos adversos graves asociados a su uso prologado (véase el Cuadro). Estos resultados obligan a replantear su relación beneficio-riesgo a largo plazo.
En los ensayos clínicos controlados con placebo, no se registró aumento del riesgo de fractura de cadera, de muñeca o vertebral asociado al uso de estos fármacos. Generalmente, estos ensayos duraron seis meses como máximo. Por otra parte, varios estudios observacionales han mostrado que estos fármacos tomados durante períodos prolongados incrementan el riesgo de fractura osteoporótica. Dado que el uso de IBP ha aumentado enormemente en los últimos años, que se concentra en las personas de edad avanzada, que es generalmente de larga duración (a menu do de por vida) y que se asocia con frecuencia al uso de otros fármacos (AINE, anticoagulantes, antiagregantes plaquetarios, bisfosfonatos), los ensayos clínicos no nos aportan suficiente
información, y es preciso examinar datos observacionales sobre exposiciones más prolongadas obtenidas en las condiciones habituales de uso de estos fármacos.
número completo en

martes, 25 de diciembre de 2012

WHO Pharmaceuticals Newsletter (No.6, 2012).




contenido


Regulatory Matters

Agomelatine ............................................................................................... 4

Denosumab ................................................................................................ 4

Intravenous 0.18% saline/4% glucose solution (‘hypotonic saline’) in

children ...................................................................................................... 5

Ondansetron ............................................................................................... 5

Proton Pump Inhibitors and Methotrexate ..................................................... 6



Safety of medicines

Dabigatran etexilate mesylate ...................................................................... 7

Human papillomavirus vaccine (Cervarix) ..................................................... 7

Non-steroidal anti-inflammatory drugs (NSAIDs) .......................................... 7

Over-The-Counter Eye Drops and Nasal Sprays ........................................... 8

Simvastatin ................................................................................................. 8


Signal

Ethinylestradiol/Drospirenone and Spinal cord infarction ................................. 10

Fesoterodine – GI haemorrhage .................................................................... 11



disponible en

http://bit.ly/UmybiI

martes, 10 de abril de 2012

Inhibidores de la bomba de protones (IBP): riesgo de fracturas óseas



del Informe Mensual de la AEMPS del mes de marzo de 2012
publicado el 10 de abril 2012http://bit.ly/HwpBoS

El texto completo de las notas informativas está disponible en http://www.aemps.gob.es/


Los inhibidores de la bomba de protones pueden producir un modesto incremento del riesgo de fracturas óseas (vertebrales, de cadera y de muñeca), particularmente cuando se utilizan durante periodos prolongados de tiempo (más de 1 año), predominantemente en pacientes de edad avanzada o en aquellos con factores de riesgo conocidos.


Los IBP constituyen uno de los grupos farmacológicos más ampliamente utilizados con un importante número de medicamentos comercializados que incluyen diversos principios activos (esomeprazol, lansoprazol, omeprazol, pantoprazol y rabeprazol).


Varios estudios epidemiológicos indican la asociación de la aparición de fracturas óseas y el uso de IBP, fundamentalmente en tratamientos prolongados y a dosis elevadas1-10.

Tras la publicación de dos metaanálisis de estudios observacionales11,12, las agencias nacionales de medicamentos de la UE han llevado a cabo una nueva revisión de la información disponible, para la que también se ha solicitado a los titulares de la autorización de comercialización los datos disponibles sobre fracturas óseas, procedentes de ensayos clínicos realizados a largo plazo con IBP.


La información procedente de ensayos clínicos a largo plazo (más de un año de duración) no indica el riesgo observado en los estudios epidemiológicos. Sin embargo estos ensayos clínicos no se diseñaron con el objetivo de conocer el efecto sobre alteraciones óseas o fractura y, por lo tanto, pueden haber excluido pacientes con riesgo de fracturas.


La mayoría de los estudios observacionales, aunque no todos, indican un modesto incremento de riesgo de fracturas vertebrales, de cadera y de muñeca, existiendo cierta inconsistencia entre los estudios en relación con la magnitud de este riesgo y la duración del tiempo de tratamiento hasta la aparición de las fracturas, así como cierta variabilidad respecto a los factores de confusión para los que se ajustaron los resultados.


En tres estudios se observó un incremento de riesgo de fractura de cadera con la exposición a IBP durante, al menos, 1 año, 2 años y 7 años respectivamente1,8,3. En un estudio que excluyó a pacientes con factores de riesgo para fracturas, no se observó asociación entre el uso de IBP y un incremento de riesgo de fracturas4.


La incidencia observada para fracturas de cadera en uno de estos estudios8 en el que se ajustó por diversas variables, fue de 2,14 casos/ 1.000 pacientes- año para la población no expuesta a IBP y 3,24 casos/1000 pacientes- año para la población expuesta al menos a un año de tratamiento con IBP.


En un estudio de cohortes prospectivo mediante cuestionario recientemente publicado13, llevado a cabo en mujeres posmenopáusicas, se observó una incidencia de fracturas de cadera de 2,02 casos/1.000 pacientes- año para usuarias de IBP en relación a 1,51 casos/1.000 pacientes- año en no usuarias de IBP.


Por último, en dos metaanálisis de estudios observacionales publicados11,12 se observó un incremento de riesgo para cualquier fractura del 20% y 29% respectivamente. Adicionalmente, para fracturas de cadera el riesgo observado fue del 23% y 31% respectivamente, así como del 50% y 56% para fracturas vertebrales. La magnitud del riesgo observado se incrementó con la duración del tratamiento y el aumento de dosis utilizadas.

Tomando como base estos datos, el Grupo de Trabajo de Farmacovigilancia del CHMP, ha recomendado que este modesto incremento de riesgo de fracturas se incluya en la ficha técnica y el prospecto de los medicamentos de prescripción autorizados que contienen IBP.


La evidencia disponible no se ha considerado suficiente para indicar que este riesgo también se asocia con los medicamentos con IBP que no son de prescripción médica, ya que estos se encuentran autorizados únicamente para el uso a corto plazo.

Las fichas técnicas y prospectos de los medicamentos que contienen IBP se actualizarán con esta nueva información.






Referencias: ver en http://bit.ly/HwpBoS






viernes, 2 de marzo de 2012

Inhibidores de bomba de protones: Diarrea asociada a Clostridium Difficile.

Inhibidores de bomba de protones: Diarrea asociada a Clostridium Difficile.

FDA,  08/02/2012, Health Canada,  16/02/2012)

Las agencias norteamericana y canadiense difundieron sendos informes sobre el mayor riesgo de diarrea asociada a Clostridium Difficile en pacientes que reciben tratamiento con inhibidores de bomba de protones (IBP).
El diagnóstico debe tenerse en cuenta en el caso de pacientes que presenten diarrea que no mejora y consuman estos medicamentos.
Ambas agencias recomiendan realizar tratamiento con IBP durante el menor período de tiempo posible y con las dosis más bajas, como así también consultar inmediatamente a un profesional en caso de diarrea, dolor abdominal y fiebre que no mejora.


En Argentina


Durante el período 2009-2011, la ANMAT recibió 35 reportes de eventos adversos de pacientes que se encontraban recibiendo IBP, de los cuales 8 fueron por diarrea, aunque ninguna reportada por Clostridium Difficile.


Es preciso mencionar que los estudios en los que se basa esta advertencia tienen limitaciones importantes en cuanto al diseño. Por otro lado, debe considerarse la existencia de otros factores relacionados con la aparición de diarrea por Clostridium Difficile, como edad avanzada, uso de antibióticos y hospitalización.


Por lo tanto, la ANMAT recomienda:


-Realizar tratamiento con IBP por el menor período de tiempo posible y con las dosis más bajas adecuadas para la patología.


-Notificar a los pacientes que, en el caso de que experimenten diarrea, dolor abdominal y fiebre que no desaparece, consulten inmediatamente a un profesional.


-Reportar todos los eventos de diarrea por Clostridium Difficile por IBP al Departamento de Farmacovigilancia. snfvg@anmat.gov.ar






Referencias


1. FDA Drug Safety Communication: Clostridium difficile-associated diarrhea can be associated with stomach acid drugs known as proton pump inhibitors (PPIs) http://1.usa.gov/H0TkKW


2. Proton pump inhibitors (antacids): possible risk of Clostridium difficile-associated diarrhea http://bit.ly/Hs1hqq


3. ANMAT. Novedades en seguridad de medicamentos. Febrero 2012

viernes, 23 de diciembre de 2011

Riesgo de hipomagnesemia asociado a los medicamentos inhibidores de la bomba de protones (IBP)


Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios ( AEMPS)
MUH (FV), 27/2011
23 de diciembre de 2011




Se han identificado casos de hipomagnesemia asociados al uso prolongado de IBP.
Se recomienda a los profesionales sanitarios tener presente esta reacción adversa, que aunque poco frecuente, puede resultar potencialmente grave.
Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) inhiben la secreción de ácido gástrico, por bloqueo del sistema enzimático adenosina trifosfatasa de hidrógeno-potasio de las células parietales gástricas. Actualmente se encuentran autorizados un importante número de medicamentos que contienen IBP (omeprazol, lansoprazol, rabeprazol, pantoprazol y esomeprazol), constituyendo uno de los grupos farmacológicos más ampliamente utilizados.
Las indicaciones autorizadas para estos medicamentos son, en términos generales, úlcera duodenal, úlcera gástrica benigna, reflujo gastroesofágico, esofagitis por reflujo, síndrome de Zollinger-Ellison, úlceras gástricas y duodenales relacionadas con el tratamiento con AINE y tratamiento de la úlcera gástrica y duodenal asociadas a infección por Helicobacter pylori.
En septiembre de 2008, el Centro Regional de Farmacovigilancia de Andalucía recibió la primera notificación espontánea de un caso de hipomagnesemia grave asociada al uso de un IBP. Se trataba de un paciente sometido a tratamiento a largo plazo con omeprazol 20mg/día, que ingresó en el hospital con un cuadro de tetania y que con posterioridad presentó una crisis convulsiva y un episodio de taquicardia ventricular en relación con la hipocalcemia severa que desarrolló de modo secundario a la hipomagnesemia. El paciente se recuperó tras la suspensión del IBP y la administración intravenosa de gluconato cálcico.
A propósito del caso1 se inició un proceso de revisión de la información disponible sobre este asunto. Fueron evaluados inicialmente, y con posterioridad actualizados en varios momentos de la revisión, los datos procedentes de la bibliografía (se incluyen como referencia los dos artículos más recientes2 3), y casos procedentes de notificación espontánea de sospechas de reacciones adversas y de otras fuentes de información.
Una importante característica de muchos de los pacientes afectados es que presentaron signos de hipomagnesemia durante meses o años y tuvieron que ser ingresados en el hospital en varias ocasiones antes de que se sospechara que el cuadro clínico que presentaban podía estar relacionado con el tratamiento con IBP. El mecanismo por el cual se produce hipomagnesemia se desconoce con exactitud si bien se han postulado diversas hipótesis al respecto. Un aspecto de interés acerca de esta reacción adversa es que se ha observado en pacientes que llevan tomando el medicamento al menos 3 meses, y en la mayoría de los casos 1 año.
Así, y aún considerando que esta reacción sería muy poco frecuente (aunque la frecuencia no está bien establecida), el amplio uso de estos medicamentos en la población y la necesidad de realizar un diagnóstico correcto de estos casos motivaron que la referida revisión realizada en España se trasladara al ámbito europeo. Esto permitió comprobar además la notificación de casos similares en otros países europeos, y que, habiéndose comunicado casos para diferentes IBP, la hipomagnesemia podría ser un efecto de clase para estos medicamentos.
En consecuencia, las agencias de medicamentos de todos los países de la Unión Europea han considerado necesario actualizar las fichas técnicas de todos los IBP para informar a los profesionales sanitarios acerca de los riesgos potencialmente graves de la hipomagnesemia asociada al uso prolongado de IBP. Consecuentemente y con el propósito de mantener informados a los pacientes, se actualizará también la información de los prospectos de estos medicamentos.
Tras el análisis realizado, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios recomienda a los profesionales sanitarios lo siguiente:
  • Valorar la posibilidad diagnóstica de hipomagnesemia ante la aparición de sintomatología compatible no explicada en pacientes en tratamientos prolongados con IBP.
  • Considerar la posibilidad de realizar determinaciones plasmáticas de magnesio (previo al inicio y periódicamente durante el tratamiento) a aquellos pacientes:
    • Sometidos a tratamientos prolongados con IBP.
    • Que estén tomando IBP junto con digoxina o cualquier otro medicamento con capacidad para reducir los niveles plasmáticos de magnesio (ej.: diuréticos).

REFERENCIAS

  1. Boletin Alerta de Farmacovigilancia. Centro Andaluz de Farmacovigilancia. Nº 37 año 2011. P 1/I: Hipomagnesemia Asociada al Tratamiento Con Inhibidores de la Bomba de Protones (IBP)
    ( http://www.juntadeandalucia.es/salud/servicios/contenidos/farmacovigilancia/up/54_leg_web_28_01_11.pdfArchivo PDF. Se abrirá en una nueva ventana.)
  2. Cundy T, McKay JD. Proton pump inhibitors and severe hypomagnesaemia. J Current Opinion in Gastroenterology 2011; 27:180-85
  3. Swaminathan K, Wilson J. Elusive cause of hypomagnesaemia. BMJ 2011; 343:d5087

jueves, 2 de diciembre de 2010

Notas farmacoterapéuticas: Clopidogrel e inhibidores de la bomba de protones: ¿A EVITAR ?

Luis Carlos Saiz Fernandez nos informa que esta disponible un nuevo numero de:NOTAS FARMACOTERAPEUTICAS, de las Areas 1, 2, 3 , 7 y 9 de Atención Primaria, Servicio Madrileño de Salud - COMUNIDAD DE MADRID

Vol. 17 Num. 6 Año 2010 Clopidogrel e inhibidores de la bomba de protones: ¿A EVITAR ?

• La respuesta terapéutica a clopidogrel (CP) está determinada por diversos factores. Los condicionantes genéticos (polimorfismos) y las
interacciones con fármacos como los inhibidores de la bomba de protones (IBP) parecen ser responsables de pérdida de función antiagregante, al reducirse la formación de su metabolito activo.

• La mayoría de estudios que evalúan la repercusión clínica de la interacción entre CP e IBP son observacionales, de gran heterogeneidad
en el diseño y resultado global contradictorio. Los escasos datos procedentes de estudios aleatorizados no revelan ningún incremento en
eventos cardiovasculares (CV) o mortalidad.

• El reciente cambio en el mensaje de las agencias reguladoras acerca de restringir la precaución a omeprazol y esomeprazol obedece a dos
estudios con dosis inusuales de omeprazol (80 mg) que no miden relevancia clínica y no han sido replicados con el resto de IBP.

• Si bien algunos IBP poseen menor potencia inhibitoria sobre el CYP2C19 que omeprazol, no producen necesariamente menos eventos
CV, siendo necesarios estudios bien diseñados para poder confirmar o desmentir un “efecto de clase”.

• Los antihistamínicos H2 tienen menor eficacia gastroprotectora que los IBP y posiblemente no protegen de manera suficiente. La separación
de las tomas de IBP y CP no impide el desarrollo de la interacción. Otras medidas encaminadas a paliar el efecto, como el aumento de dosis de CP o el uso de otros antiagregantes, deben ser objeto de mayor investigación.

• En definitiva, dada la evidencia inconsistente sobre el impacto clínico de la interacción a nivel CV, los médicos deberán valorar individualmente el riesgo CV y de hemorragia GI de cada paciente antes de evitar el uso de IBP. En aquellos tratados con CP combinado con ácido acetilsalicílico (AAS) o en monoterapia y con factores de riesgo gastrointestinal (GI) añadidos, es aconsejable un tratamiento concomitante con un protector GI del grupo de los IBP.

...."


disponible en :
http://tinyurl.com/Mac-NFclopidrogrel

jueves, 22 de abril de 2010

Boletin INFAC Inhibidores de la bomba de protones: ¿se puede vivir sin ellos?

Inhibidores de la bomba de protones : ¿se puede vivir sin ellos?, te invitamos a leer el nuevo Boletín de INFAC


"... El consumo de IBP se ha disparado de manera injustificada en los últimos años (indicaciones no claras, tratamientos demasiado largos, automedicación...).
Los IBP tienen una relación beneficio-riesgo muy favorable. Sin embargo, su consumo no está exento de riesgos.
Ni todos los pacientes en tratamiento con AINE necesitan un gastroprotector, ni tampoco lo necesitan los pacientes polimedicados por el hecho de serlo, si no toman AINE.

Es necesario reconsiderar los hábitos de prescripción de los IBP, prescribirlos en las indicaciones aprobadas, a la dosis mínima eficaz y evaluar periódicamente su indicación para contribuir a un uso racional de los mismos....."


http://tinyurl.com/26dn398