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miércoles, 20 de mayo de 2015

Butlletí Groc: Riesgos de los fármacos anticolinérgicos en personas de edad avanzada.

Butlletí Groc,  vol. 28 n. 1 enero - marzo 2015

ICF,  20 de mayo de 2015

 

Extracto:

Varios fármacos pueden afectar las funciones cognitivas y producir episodios de confusión, sobre todo en las personas de edad avanzada. En 2012 comentamos un estudio prospectivo realizado en Francia, de casi 20 años de duración, que mostró una relación entre el uso crónico de fármacos hipnóticos y sedantes y el riesgo de demencia y de enfermedad de Alzheimer.1 Un nuevo estudio observacional en Canadá ha confirmado estos resultados.2

Recientemente hemos tenido noticia de que el uso crónico de fármacos anticolinérgicos también aumenta el riesgo de demencia.3

En las personas de edad avanzada son frecuentes los episodios de confusión mental aguda. Las causas más frecuentes son la descompensación de una enfermedad crónica (EPOC, insuficiencia cardíaca, etc.), infecciones (por ej., neumonía, infección urinaria) y fármacos. Si estos episodios son repetidos, pueden ser confundidos con una demencia. Entre un 15 y un 50% de las personas de edad avanzada ingresadas por una enfermedad aguda sufre episodios de confusión, que a veces no son reconocidos y precisados.4

Se sabe desde hace tiempo que los fármacos con actividad anticolinérgica también pueden producir confusión. Generalmente estos fármacos empeoran los síntomas de las personas con demencia…..

 

Número completo  en  http://bit.ly/1PWK6O4

 

lunes, 4 de mayo de 2015

Revisando la medicación en el anciano: ¿Qué necesito saber? Boletín INFAC


I nfac  Volumen 23,  No 2
4 de mayo de  2015

INTRODUCCIÓN
La medicación es la intervención médica más utilizada para mejorar la salud1.  Sin embargo, al mismo tiempo, la polifarmacia se asocia a un incremento del  riesgo de efectos adversos, interacciones, menor adherencia al tratamiento,  más hospitalizaciones, mayor mortalidad e incremento de los costes. La polimedicación adquiere especial relevancia en el paciente anciano, población  con un mayor riesgo de reacciones adversas, debido a cambios fisiológicos,  fragilidad y comorbilidad2.
Se estima que los efectos adversos asociados a los fármacos producen en  torno al 6,5% de los ingresos hospitalarios, de los cuales más de la mitad son  prevenibles3,4. Los medicamentos que con mayor frecuencia son responsables de las hospitalizaciones y de los efectos adversos graves o mortales son:  antiagregantes, diuréticos, AINE, anticoagulantes, beta bloqueantes, opioides, metotrexato, digoxina e IECA/ARA II3-5.
En el caso de los ancianos, es necesario añadir a la lista de «fármacos de  riesgo» otros que se señalan con menor frecuencia, posiblemente debido a  que sus efectos adversos tienden a confundirse con los síntomas de la propia  comorbilidad: benzodiazepinas, antidepresivos tricíclicos, fármacos con propiedades anticolinérgicas, antipsicóticos, antagonistas del calcio e insulinas5,6.
Existen diversas intervenciones dirigidas a optimizar la terapia farmacológica  y evitar los riesgos derivados del uso de fármacos7.
En pacientes ancianos  polimedicados, la atención farmacéutica, que incluye revisión de la medicación en colaboración con profesionales clínicos de distintos ámbitos (atención  primaria, centros socio-sanitarios, consultas externas, hospital) o los sistemas  electrónicos de ayuda a la toma de decisiones han demostrado reducir la prescripción inapropiada y los problemas relacionados con medicamentos8. En el  ámbito hospitalario, la revisión de la medicación puede disminuir las consultas  a urgencias7. No está claro si estas intervenciones mejoran otros resultados
clínicamente relevantes, como los ingresos hospitalarios o la mortalidad7,8.
Para facilitar la revisión de la medicación se han diseñado múltiples herramientas. En nuestro contexto, los criterios STOPP- START propuestos por la Sociedad Europea de Geriatría son los más utilizados para detectar prescripciones potencialmente  inapropiadas en personas mayores de 65 años. Incluyen 87 criterios de sobreutilización de fármacos (STOPP o fármacos/ indicaciones a evitar) y 34 criterios de infrautilización (START o fármacos/indicaciones a iniciar)6. Existen además otras herramientas para facilitar la revisión de fármacos en ancianos, como los criterios de Beers o los ACOVE, entre otros9.
En base a una selección de los criterios STOPP-START6 y guías sobre el manejo de la polimedicación 1,10,11, en este boletín  INFAC trataremos de proporcionar recomendaciones concretas sobre los fármacos que más problemas de seguridad generan  en los pacientes ancianos, de cara a facilitar la revisión de la medicación.

Sumario
•     introducción
•     criterios stopp generales
•     fármacos del área  cardiovascular
•     anticoagulantes y  antiagregantes
•     antidiabéticos
•     sistema nervioso central
•     sistema urogenital
•     sistema gastrointestinal
•     sistema respiratorio
•     analgésicos y aine
•     fármacos con efectos  anticolinérgicos
•     fármacos que aumentan  el riesgo de caídas


número  completo disponible en http://bit.ly/1KGOi3u

martes, 27 de enero de 2015

Uso prolongado o en altas dosis de anticolinérgicos y riesgo de demencia



JAMA, 26 de Enero de 2015


Un nuevo estudio publicado en JAMA asocia al uso de altas dosis de medicamentos con efectos anticolinérgicos por un período prolongado de tiempo y/o a una dosis alta, a un incremento significativo en el riesgo de desarrollar demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.

Los fármacos, llamados anticolinérgicos, incluyen la difenhidramina (Benadryl) de venta libre, y antidepresivos tricíclicos como la doxepina (Sinequan). Esta clase de medicamento también incluye a antihistamínicos más antiguos como la clorfeniramina y los fármacos "antimuscarínicos" para el control de la vejiga, como la oxibutinina (Ditropan).
Pero el estudio solo pudo señalar una asociación entre el uso a largo plazo o en dosis altas de esos fármacos y un mayor riesgo de demencia, no pudo probar causalidad.
El nuevo estudio fue dirigido por Shelly Gray, del Instituto de Investigación sobre la Salud Grupal y la Universidad de Washington. Su equipo explicó que la clase de medicamentos anticolinérgicos funcionan al bloquear un neurotransmisor llamado acetilcolina, tanto en el cerebro como en el cuerpo. Las personas con Alzheimer por lo general muestran una escasez marcada de acetilcolina.
El nuevo estudio observó los resultados de más de 3,500 adultos mayores a quienes se dio seguimiento durante más de siete años. El grupo de Gray halló que las personas que tomaban al menos 10 miligramos (mg) al día de Sinequan, 4 mg al día de Benadryl o 5 mg al día de Ditropan durante más de tres años tenían un riesgo más elevado de contraer demencia.
El uso ocasional de esos fármacos no pareció vincularse con un aumento en el riesgo de demencia. El riesgo de demencia se debió a la exposición total acumulada, no a un régimen corto agudo de tratamiento.
Los adultos mayores deben saber que muchos fármacos, incluso algunos disponibles sin receta como los somníferos de venta libre, tienen efectos anticolinérgicos potentes. Y deben hablar con su médico sobre todos los medicamentos de venta libre que usen. No deben dejar de tomar ninguna terapia sin consultar al médico.
El estudio sugiere que el riesgo de demencia asociado con esos fármacos quizá no sea reversible incluso años después de que las personas dejen de tomarlos, contra la opinión general que ha sido que el deterioro cognitivo leve es reversible al descontinuar la terapia anticolinérgica.
Se debe educar a los pacientes y a sus familias sobre los fármacos sin receta y las terapias alternativas. También, las personas mayores en los hogares de ancianos tienden a tener una larga lista de medicamentos, que debe revisarse de forma periódica para ver si hay que continuar con los fármacos, las interacciones y la redundancia.
Los médicos deben pensar en encontrar sustitutos a los anticolinérgicos cuando sea posible, recetar la dosis más baja que puedan y suspender los fármacos tan pronto como sea médicamente aconsejable.
Hay sustitutos disponibles para algunos anticolinérgicos, como un antidepresivo inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina (ISRS) para la depresión, o antihistamínicos de segunda generación para las alergias.


el trabajo
Gray SL, Anderson ML, Dublin S, et al. Cumulative Use of Strong Anticholinergics and Incident Dementia: A Prospective Cohort Study. JAMA Intern Med. Published online January 26, 2015. doi:10.1001/jamainternmed.2014.7663.

Disponible en