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viernes, 2 de septiembre de 2016

El poder de las farmaceúticas y el derecho a los medicamentos

Sally Burch, alainet.org, 2 de septiembre 2016




Por contradictorio que parezca, las grandes empresas farmacéuticas dan muy poca prioridad al derecho humano a la salud, a pesar de que les corresponde un rol estratégico en este marco. Su meta principal es la ganancia, y como trabajan en una industria cuyos clientes finales son de alta vulnerabilidad –las personas con enfermedades– les da un margen mucho mayor que en otras industrias para fijar precios exagerados. Corresponde, entonces, a los Estados establecer los parámetros de operación de estas empresas en aras del interés público y para garantizar el derecho a la salud.

No obstante, los pequeños países en desarrollo tienen poca capacidad de negociación frente a estas empresas, y si son parte de acuerdos comerciales, se encuentran muchas veces con las manos atadas por medidas como la extensión desproporcionada de los plazos de patentes o las garantías de ganancias que las empresas pueden invocar en tribunales de arbitraje cuando sienten sus intereses afectados por políticas públicas. Fue el caso del litigio que presentó la multinacional tabacalera Phillip Morris contra Uruguay, cuando ese país adoptó legislación para proteger la salud de los fumadores[1].


En este contexto, constituye un antecedente alentador que, en marzo último, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó dos resoluciones significativas para garantizar el derecho humano a la salud. La primera reafirma que el acceso de todas las personas a medicinas asequibles, seguras, eficaces y de calidad es una condición para gozar del derecho a la salud, considerando que ello podría salvar millones de vidas cada año; y la segunda reconoce la necesidad de fortalecer las capacidades de los Estados en materia de salud pública.

Estos acuerdos, adoptados además por consenso –lo que es poco usual en estos temas–, constituyen un respaldo político, particularmente para los países en desarrollo que buscan adoptar políticas para ampliar la protección de su población. En tal sentido, el Consejo de la ONU alienta a los países a utilizar las flexibilidades ya disponibles bajo el acuerdo de la OMC sobre TRIPS (aspectos relacionados con el comercio de los derechos de propiedad intelectual), para reducir el costo de las medicinas.


El South Centre, en un documento de propuestas presentado a un Panel de Alto Nivel sobre el Acceso a las Medicinas, de la ONU[2], recomienda que: “Una manera efectiva para abordar la incoherencia en políticas entre el derecho a la salud por sobre las reglas comerciales y los reglamentos de propiedad intelectual (PI), consiste, en primer lugar, en afirmar la primacía del derecho a la salud para todos, por encima de las reglas comerciales y de PI. Alcanzar la buena salud y el bienestar es un objetivo, además de ser un derecho humano, mientras que el comercio o la propiedad intelectual son medios. Por lo tanto, la salud debe primar sobre el comercio o la PI”.


La compra pública agregada



Uno de los mecanismos que algunos países ya están implementando para enfrentar el poder económico de las grandes empresas farmacéuticas es a través de la compra pública. Centroamérica, por ejemplo, ya cuenta con un mecanismo común a través de COMISCA[3], mediante el cual compra en conjunto unas 64 medicinas básicas, lo que le da una mayor capacidad de negociación frente a las empresas productoras. Este mecanismo se denomina “compra agregada”.


Ecuador acaba de hacer lo propio, con la compra inicial de 326 medicamentos por subasta inversa (o sea, donde son los vendedores que pujan y gana la oferta de menor precio), para aprovisionar todo el sistema público de salud del país durante los próximos dos años. Primero, el año pasado, se realizó un análisis regional de los precios de todos los medicamentos más esenciales, aquellos usados para el tratamiento de las principales causas de muerte en la región, que reveló que una misma casa comercial vende el mismo medicamento en diferentes países con variaciones de precios que pueden llegar al 300% o incluso 600%. Santiago Vázquez, Director General del Servicio Nacional de Contratación Pública de Ecuador –SERCOP–, comentó a ALAI que ello se da porque, cuando las empresas farmacéuticas ven la oportunidad de obtener mayor renta de corto plazo “lo han hecho sin ningún miramiento… lo que vimos en América del Sur y América Latina es una gran estrategia de control de poder del mercado”.

También la ONU y la Comisión Económica Europea han elaborado informes que indican que las farmacéuticas establecen precios exorbitantes, utilizando todo una red de mecanismos: pacientes, ONGs, medios de comunicación, médicos, para direccionar la compra hacia ciertas marcas; por ello la ONU recomienda establecer mecanismos como procesos agregados de compra, señaló Vázquez.

Cuando se les obliga a las empresas a competir en precios para vender en cantidad, igual les interesa. Más de 160 empresas participaron en la subasta ecuatoriana; entre ellas 27 latinoamericanas de las cuales 7 resultaron adjudicatarias. La compra significó un ahorro para el país de 320 millones de dólares. Lo novedoso de la subasta ecuatoriana es que se realizó de manera totalmente electrónica y automática, y en forma pública, lo que posibilita la veeduría social.[4] “Todos pueden ver los medicamentos que ha comprado el Estado, su registro sanitario, el precio adjudicado”, informó el funcionario.

No obstante, el director de SERCOP lamenta que ciertas empresas se han empeñado en tratar de desvirtuar el proceso, en particular criticando la inclusión de medicamentos genéricos, como si fueran de menor calidad. La calidad no depende de un patente, enfatizó. Más bien el proceso de compra ha previsto un mecanismo de control de calidad de los medicamentos, que, además del registro sanitario como requisito básico, incorpora una red de laboratorios que reciben muestras aleatorias de parte de los organismos de inspección, y cuyos resultados se publican en la Web.


En este sentido, destaca también como tema clave el rol de los medios de comunicación en las compras públicas. Sercop ha expedido un manual de buenas prácticas en contratación pública, con un capítulo específico para los medios, que llama a un pacto social. Vázquez resaltó que Ecuador fue gravemente afectado por un conflicto de intereses de un canal de televisión privado, que hizo campaña durante seis semanas contra la subasta, con desinformación y desequilibrio en la cobertura. “Cuando se hacen los análisis del caso, resulta que hay un claro conflicto de interés entre el canal, la periodista y el mundo farmacéutico, porque su familia tiene relación directa con la venta de medicamentos al Estado”. Cuando SERCOP solicitó un recurso ante la Superintendencia de Comunicación, fue tildado de atentado a la libertad de expresión, versión que tuvo eco en medios internacionales. Por ello Vázquez insiste en que los medios de comunicación clarifiquen si tienen o no conflictos de interés cuando se trata de cubrir noticias sobre las compras públicos.


Entre tanto, Ecuador ha entregado a Unasur y su Consejo de Salud (ISAGS) los resultados de su estudio de los precios de medicamentos en la región, con la esperanza de poder concretar una compra de medicamentos a nivel de América del Sur.

“Las empresas farmacéuticas, conocidos como los ‘big pharma’, se han repartido el mercado mundial, y han indicado en qué continentes van a aplicarse –comentó Santiago Vázquez–. Tanto las ‘big pharma’ como las empresas locales de medicamentos a nivel latinoamericano, ven a las medicinas como un negocio y no como un derecho. Frente a ello, la labor de los Estados es equilibrar las condiciones para que los medicamentos se conviertan en un derecho y no un negocio. Para eso, la compra pública juega un rol fundamental”, concluyó.

 Sally Burch, periodista, ALAI.


[1] Uruguay recientemente ganó el caso en el CIADI, lo que crea un antecedente muy importante, ya que estos tribunales suelen fallar lo más a menudo a favor de las empresas.
[2] Improving Access to Medicines: What needs to be done, South Bulletin 91, 18 June 2016, www.alainet.org/en/articulo/178356
[3] COMISCA: Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana.
[4] Todo el proceso se puede visualizar en el sitio web de la compra: https://catalogo.compraspublicas.gob.ec/



http://www.alainet.org/es/articulo/179977

El poder de las farmaceúticas y el derecho a los medicamentos

Sally Burch, alainet.org, 2 de septiembre 2016




Por contradictorio que parezca, las grandes empresas farmacéuticas dan muy poca prioridad al derecho humano a la salud, a pesar de que les corresponde un rol estratégico en este marco. Su meta principal es la ganancia, y como trabajan en una industria cuyos clientes finales son de alta vulnerabilidad –las personas con enfermedades– les da un margen mucho mayor que en otras industrias para fijar precios exagerados. Corresponde, entonces, a los Estados establecer los parámetros de operación de estas empresas en aras del interés público y para garantizar el derecho a la salud.

No obstante, los pequeños países en desarrollo tienen poca capacidad de negociación frente a estas empresas, y si son parte de acuerdos comerciales, se encuentran muchas veces con las manos atadas por medidas como la extensión desproporcionada de los plazos de patentes o las garantías de ganancias que las empresas pueden invocar en tribunales de arbitraje cuando sienten sus intereses afectados por políticas públicas. Fue el caso del litigio que presentó la multinacional tabacalera Phillip Morris contra Uruguay, cuando ese país adoptó legislación para proteger la salud de los fumadores[1].


En este contexto, constituye un antecedente alentador que, en marzo último, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó dos resoluciones significativas para garantizar el derecho humano a la salud. La primera reafirma que el acceso de todas las personas a medicinas asequibles, seguras, eficaces y de calidad es una condición para gozar del derecho a la salud, considerando que ello podría salvar millones de vidas cada año; y la segunda reconoce la necesidad de fortalecer las capacidades de los Estados en materia de salud pública.

Estos acuerdos, adoptados además por consenso –lo que es poco usual en estos temas–, constituyen un respaldo político, particularmente para los países en desarrollo que buscan adoptar políticas para ampliar la protección de su población. En tal sentido, el Consejo de la ONU alienta a los países a utilizar las flexibilidades ya disponibles bajo el acuerdo de la OMC sobre TRIPS (aspectos relacionados con el comercio de los derechos de propiedad intelectual), para reducir el costo de las medicinas.


El South Centre, en un documento de propuestas presentado a un Panel de Alto Nivel sobre el Acceso a las Medicinas, de la ONU[2], recomienda que: “Una manera efectiva para abordar la incoherencia en políticas entre el derecho a la salud por sobre las reglas comerciales y los reglamentos de propiedad intelectual (PI), consiste, en primer lugar, en afirmar la primacía del derecho a la salud para todos, por encima de las reglas comerciales y de PI. Alcanzar la buena salud y el bienestar es un objetivo, además de ser un derecho humano, mientras que el comercio o la propiedad intelectual son medios. Por lo tanto, la salud debe primar sobre el comercio o la PI”.


La compra pública agregada



Uno de los mecanismos que algunos países ya están implementando para enfrentar el poder económico de las grandes empresas farmacéuticas es a través de la compra pública. Centroamérica, por ejemplo, ya cuenta con un mecanismo común a través de COMISCA[3], mediante el cual compra en conjunto unas 64 medicinas básicas, lo que le da una mayor capacidad de negociación frente a las empresas productoras. Este mecanismo se denomina “compra agregada”.


Ecuador acaba de hacer lo propio, con la compra inicial de 326 medicamentos por subasta inversa (o sea, donde son los vendedores que pujan y gana la oferta de menor precio), para aprovisionar todo el sistema público de salud del país durante los próximos dos años. Primero, el año pasado, se realizó un análisis regional de los precios de todos los medicamentos más esenciales, aquellos usados para el tratamiento de las principales causas de muerte en la región, que reveló que una misma casa comercial vende el mismo medicamento en diferentes países con variaciones de precios que pueden llegar al 300% o incluso 600%. Santiago Vázquez, Director General del Servicio Nacional de Contratación Pública de Ecuador –SERCOP–, comentó a ALAI que ello se da porque, cuando las empresas farmacéuticas ven la oportunidad de obtener mayor renta de corto plazo “lo han hecho sin ningún miramiento… lo que vimos en América del Sur y América Latina es una gran estrategia de control de poder del mercado”.

También la ONU y la Comisión Económica Europea han elaborado informes que indican que las farmacéuticas establecen precios exorbitantes, utilizando todo una red de mecanismos: pacientes, ONGs, medios de comunicación, médicos, para direccionar la compra hacia ciertas marcas; por ello la ONU recomienda establecer mecanismos como procesos agregados de compra, señaló Vázquez.

Cuando se les obliga a las empresas a competir en precios para vender en cantidad, igual les interesa. Más de 160 empresas participaron en la subasta ecuatoriana; entre ellas 27 latinoamericanas de las cuales 7 resultaron adjudicatarias. La compra significó un ahorro para el país de 320 millones de dólares. Lo novedoso de la subasta ecuatoriana es que se realizó de manera totalmente electrónica y automática, y en forma pública, lo que posibilita la veeduría social.[4] “Todos pueden ver los medicamentos que ha comprado el Estado, su registro sanitario, el precio adjudicado”, informó el funcionario.

No obstante, el director de SERCOP lamenta que ciertas empresas se han empeñado en tratar de desvirtuar el proceso, en particular criticando la inclusión de medicamentos genéricos, como si fueran de menor calidad. La calidad no depende de un patente, enfatizó. Más bien el proceso de compra ha previsto un mecanismo de control de calidad de los medicamentos, que, además del registro sanitario como requisito básico, incorpora una red de laboratorios que reciben muestras aleatorias de parte de los organismos de inspección, y cuyos resultados se publican en la Web.


En este sentido, destaca también como tema clave el rol de los medios de comunicación en las compras públicas. Sercop ha expedido un manual de buenas prácticas en contratación pública, con un capítulo específico para los medios, que llama a un pacto social. Vázquez resaltó que Ecuador fue gravemente afectado por un conflicto de intereses de un canal de televisión privado, que hizo campaña durante seis semanas contra la subasta, con desinformación y desequilibrio en la cobertura. “Cuando se hacen los análisis del caso, resulta que hay un claro conflicto de interés entre el canal, la periodista y el mundo farmacéutico, porque su familia tiene relación directa con la venta de medicamentos al Estado”. Cuando SERCOP solicitó un recurso ante la Superintendencia de Comunicación, fue tildado de atentado a la libertad de expresión, versión que tuvo eco en medios internacionales. Por ello Vázquez insiste en que los medios de comunicación clarifiquen si tienen o no conflictos de interés cuando se trata de cubrir noticias sobre las compras públicos.


Entre tanto, Ecuador ha entregado a Unasur y su Consejo de Salud (ISAGS) los resultados de su estudio de los precios de medicamentos en la región, con la esperanza de poder concretar una compra de medicamentos a nivel de América del Sur.

“Las empresas farmacéuticas, conocidos como los ‘big pharma’, se han repartido el mercado mundial, y han indicado en qué continentes van a aplicarse –comentó Santiago Vázquez–. Tanto las ‘big pharma’ como las empresas locales de medicamentos a nivel latinoamericano, ven a las medicinas como un negocio y no como un derecho. Frente a ello, la labor de los Estados es equilibrar las condiciones para que los medicamentos se conviertan en un derecho y no un negocio. Para eso, la compra pública juega un rol fundamental”, concluyó.

 Sally Burch, periodista, ALAI.


[1] Uruguay recientemente ganó el caso en el CIADI, lo que crea un antecedente muy importante, ya que estos tribunales suelen fallar lo más a menudo a favor de las empresas.
[2] Improving Access to Medicines: What needs to be done, South Bulletin 91, 18 June 2016, www.alainet.org/en/articulo/178356
[3] COMISCA: Consejo de Ministros de Salud de Centroamérica y República Dominicana.
[4] Todo el proceso se puede visualizar en el sitio web de la compra: https://catalogo.compraspublicas.gob.ec/



http://www.alainet.org/es/articulo/179977

jueves, 10 de marzo de 2016

Intervención HAI en el Grupo de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el acceso a los medicamentos


Londres, 10 de marzo de 2016


Acción Internacional para la Salud / Health Action International es una red mundial independiente de más de 2.000 expertos en políticas farmacéuticas. Juntos, hemos abogado por un mejor acceso a los medicamentos esenciales con garantía de calidad- para su uso racional- por más de 30 años en países de bajos, medios y altos ingresos.

Los medicamentos esenciales son un derecho humano, y las políticas de medicamentos esenciales se basan en un acceso garantizado y predecible a medicamentos genéricos seguros, asequibles y eficaces. Sin esto, los gobiernos, en particular en los países del sur, van a ir a la quiebra rápidamente. O los pacientes deberán renunciar al tratamiento. Tan simple como eso

Pero la globalización de los sistemas de patentes de medicamentos occidentales en países de bajos y medianos ingresos, como resultado del Acuerdo sobre los ADPIC, han restringido severamente la capacidad de los gobiernos para implementar políticas nacionales de medicamentos esenciales y tomar medidas para asegurar que los nuevos medicamentos sean asequibles.

Al mismo tiempo, las muy necesarias, innovaciones que fueron prometidas resultarían en una más amplia protección de propiedad intelectual  -innovación que abordaría las peores cargas de enfermedades  del mundo- simplemente no se materializaron.
Por lo tanto, Health Action International/Acción Internacional   al High-Level Panel, centrarse en vías prácticas y alcanzables que apoyen la implementación de políticas de medicamentos esenciales que "promuevan el acceso a los medicamentos para todos".


1. Aumentar la competencia de los genéricos

Para la mayoría de los pacientes en el mundo, esto significa bajar los precios a través de la competencia de genéricos. Esto incluye iniciar negociaciones para un acuerdo de I + D médica esencial y que se ocupe de la fijación de prioridades, financiación,  intercambio de resultados de investigación, y resolver las cuestiones reguladoras en todo el acceso al mercado. Esto requerirá aceptación política y tomará tiempo, pero vemos el trabajo de este panel, como preparación para el logro de los objetivos de desarrollo sostenible relacionados con la salud y el acceso a los medicamentos. 


2. Aumentar la transparencia
Hay muy poca transparencia en el sistema actual. No sabemos lo que cuesta la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos. No sabemos que se les carga a los precios dada la opacidad de los descuentos y rebajas negociadas. Y no sabemos cuántos pacientes quedan excluidos del acceso debido al precio de los nuevos medicamentos. Asimismo, no se sabe lo suficiente sobre cuánto gastan las empresas para promover sus medicamentos, y no tenemos información objetiva sobre la verdadera eficacia y seguridad de los productos. Las compañías farmacéuticas tienen información sobre todas estas cosas, por lo que nos enfrentamos a las asimetrías en el conocimiento, donde el conocimiento está conectado al poder mundial. El llamado a que las solicitudes y comunicaciones estén basadas en la evidencia y la necesidad de políticas basadas en pruebas,  incluyen también el pedido de dar al público acceso a la evidencia de ya existe, a la información se ha recogido, pero a las que se deniega el acceso, y a la información que debe ser recogida, pero no lo es.


3. Comprometerse con las licencias voluntarias
Se recomienda un compromiso tangible con la concesión de licencias voluntarias para  medicamentos esenciales. Esto puede facilitarse a través del Medicines Patent Pool  (Banco de Patentes de Medicamentos), que tiene una trayectoria de éxito de la negociación de licencias que protegen y promueven la salud pública. Y donde no existan medidas voluntarias, deberíamos tener por defecto licencias obligatorias automáticas de medicamentos esenciales identificados, los cuales, además de los beneficios que Surie, ha mencionado, protegerá a los países de la amenaza de sanciones en respuesta a las solicitudes de licencias obligatorias. 


4. Desvincular el costo de I + D
Por último y lo más importante, se recomienda desvincular el costo de I + D del precio del producto. Como muchos en la sala han reconocido, la desvinculación es la clave. El aumento del gasto público en I + D y, al mismo tiempo, el aumento del gasto público en la rendición de cuentas, ¿qué obtenemos por nuestro dinero- pagamos dos veces o incluso tres veces. Todas las sugerencias anteriores ayudarán a deshacerse de un modelo dependiente de los precios altos.

Nos tomamos en serio los derechos humanos, nos tomamos en serio el acceso a medicamentos esenciales asequibles y nos tomamos en serio la innovación terapéutica real; al mismo tiempo, en el mismo día, en el mismo lugar. Y este proceso de panel de discusión es donde comienza ...


Original
HAI Intervention at the United Nations High-Level Panel on Access to Medicines http://bit.ly/222UQWp

viernes, 26 de junio de 2015

TPP: la evaluación de los derechos humanos debe preceder a las negociaciones, dicen expertos de la ONU


Alejandra Ancheita, Red Tercer Mundo  26 de junio de 2015 - No. 215 - Año 2015

Luego de que diez expertos de las Naciones Unidas dijeron que el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI) podrían potencialmente perjudicar los derechos humanos, importantes voces en defensa de los derechos humanos en los países del TPP dieron la alarma y pidieron que se detuvieran las negociaciones hasta que se realizaran las adecuadas evaluaciones de impacto sobre los derechos humanos. 

Entre otros, se encuentran los ex Comisionados de las Comisiones de Derechos Humanos de Malasia y Nueva Zelanda, Oxfam América, el Consejo de Canadienses, la Red de Comercio Justo e Inversiones de Australia, Derechos Humanos Ahora (Japón), Derechos Digitales (Chile), Acción Internacional para la Salud (Perú), el Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (México).

El 2 de junio, 10 expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas expresaron su preocupación sobre el posible impacto negativo del TPP sobre los derechos humanos. Recomendaron que se hagan las evaluaciones del impacto sobre los derechos humanos antes de continuar con las negociaciones del TPP.
Criticaron la extrema reserva en torno a las conversaciones y el mecanismo de solución de controversias entre inversores y Estado, que permite a las empresas extranjeras demandar a los países en relación con las leyes y políticas que limitan sus ganancias en las inversiones. Los relatores dijeron que esto tendría un efecto negativo en la capacidad de los países para promulgar leyes que protejan las normas medioambientales y sociales.
También llamaron la atención sobre el posible impacto negativo que estos tratados y acuerdos podrían tener en el disfrute de los derechos humanos consagrados en los instrumentos jurídicamente vinculantes, ya sean de naturaleza civil, cultural, económica, política o social, y dijeron: “Nuestras preocupaciones se refieren a los derechos a la vida, el alimento, el agua y el saneamiento, la salud, la vivienda, la educación, la ciencia y la cultura, la mejora de las normas laborales, un poder judicial independiente, un medio ambiente limpio”.
Las negociaciones finales del TPP podrían realizarse apenas dos semanas después de la aprobación de la autoridad de vía rápida, un proyecto de ley que aceleraría su aprobación por parte del Congreso de Estados Unidos que se encuentra en curso.
El TPP es un acuerdo de libre comercio de gran alcance que actualmente están negociando 12 países: Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam. Algunos de los temas que abarca este acuerdo son las regulaciones sociales, ambientales y laborales, la privacidad, los costos de los medicamentos, los servicios públicos, la regulación financiera y la agricultura.
Comentarios de expertos
Muhammad Shaani Abdullah, ex comisionado de la Comisión de Derechos Humanos de Malasia (Suruhanjaya Hak Asasi Manusia Malasia – SUHAKAM) y Secretario General Adjunto de la Sociedad para la Promoción de los Derechos Humanos (Persatuan Promosi Hak Asasi Manusia – PROHAM).
“A la luz de las preocupaciones expresadas y de las recomendaciones de los diez expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas, SUHAKAM debe hacer una evaluación del impacto sobre los derechos humanos del TPP antes de continuar con las negociaciones o de que se tomen decisiones acerca del acuerdo. El gobierno de Malasia debe proporcionar fondos suficientes para que la SUHAKAM lleve a cabo esta evaluación del impacto sobre los derechos humanos”.
Peter Hosking, Presidente de la Fundación de Derechos Humanos de Aotearoa Nueva Zelanda (HRF) y ex Comisionado en la Comisión de Derechos Humanos de Nueva Zelanda.
“La Fundación de Derechos Humanos de Aotearoa Nueva Zelanda (HRF, por sus siglas en inglés) pide a la Comisión de Derechos Humanos de Nueva Zelanda que realice una evaluación del impacto del TPP sobre los derechos humanos (y al gobierno que dé los recursos adecuados para que la HRF pueda llevar a cabo esta evaluación) antes de que las negociaciones del TPP continúen. Esto sucede a la luz de la preocupación expresada por 10 expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas sobre el posible impacto negativo del TPP sobre los derechos humanos”.
Kazuko Ito, Secretario General de Derechos Humanos Ahora en Japón (http://hrn.or.jp/eng/)
“Las preocupaciones planteadas por los expertos de la Naciones Unidas merecen la mayor consideración en la mesa de negociación del TPP. Nos preocupa profundamente que el proceso de negociación excluya totalmente a comunidades que puedan verse afectadas, y niegue los derechos de información y participación. Además, nos preocupa que una amplia gama de protección de los derechos humanos en Japón esté en juego como consecuencia de la negociación, especialmente en relación con la sección de ISDS. Japón debería hacer todos los esfuerzos necesarios para evitar cualquier deterioro de la situación de los derechos humanos de las personas que podrían verse afectadas por el TPP”.
Javier Llamoza, de Acción Internacional para la Salud de Perú.
El TPP es un nuevo y gran obstáculo para que Perú pueda satisfacer las necesidades de tratamiento a las que todas las personas tienen derecho y mejorar la atención del sistema público de salud, que atiende principalmente a los pobres y pobres extremos. El derecho humano a la salud está seriamente amenazado por este acuerdo, afirmó.
Patricia Ranald, Coordinadora de la Red de Comercio Justo e Inversiones de Australia (AFTINET).
“La declaración de los relatores de las Naciones Unidas subrayó las preocupaciones de las organizaciones comunitarias de Australia en cuanto a que el TPP podría tener un impacto negativo en muchas áreas de los derechos humanos. El texto del TPP debería lanzarse ahora para que sea posible realizar una Evaluación completa de su Impacto sobre los derechos humanos”.
“Los derechos humanos son la base fundamental para todas las sociedades. Es esencial que conozcamos el verdadero costo humano de tales acuerdos, incluso antes de considerarlos. Teniendo en cuenta el alcance y el poder del TPP, y el hecho de que la mayoría de nosotros no tenemos acceso a los detalles, es realmente preocupante que los gobiernos no se detengan y analicen en lo que se están metiendo. Otra ronda de negociaciones es ridícula en este contexto”.
Maude Barlow, Presidente Nacional, Consejo de Canadienses, Canadá.
“Si la democracia se trata realmente de la participación activa de la ciudadanía en las decisiones políticas y la protección de sus derechos humanos básicos, el TPP es una de las mayores amenazas para la democracia en este momento. Y no solo porque se decide a espaldas de la gente, sino porque las reglas acerca de cómo se tomarán nuestras decisiones públicas en sectores críticos de nuestro espacio ya están decididas”.
Claudio Ruiz, Derechos Digitales (Chile).
“En el mejor de los casos, el comercio puede ser un motor para la reducción de la pobreza. En el peor, los acuerdos de libre comercio como el TPP pueden socavar los derechos humanos universales.
Stephanie Burgos, Administradora de Políticas de Justicia Económica, Oxfam América.
“El diablo está en los detalles, y los detalles sobre el TPP aún son un secreto. Pero los textos filtrados señalan el peor de los escenarios. Oxfam acoge con beneplácito la participación de expertos de las Naciones Unidas y está de acuerdo en que solo una evaluación completa del impacto sobre los derechos humanos mostrará si el acuerdo está escrito en beneficio de intereses especiales o del interés público más amplio”.
En la discusión sobre el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y los derechos humanos laborales es fundamental que los Estados firmantes retomen el concepto de “trabajo decente”, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), como una forma de ratificar su obligación de garantizar el respeto a los derechos humanos laborales (ingreso digno, condiciones de trabajo seguras, seguridad social, libertad de asociación, entre los más importantes). Para México, la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que constituye el referente más próximo de lo que puede ocurrir con la implementación del TPP, tuvo como consecuencia la puesta en vigor de reformas estructurales que han implicado la pérdida de derechos humanos fundamentales, como el derecho al trabajo, a la libre sindicalización, al acceso a un salario digno, a condiciones dignas de trabajo y al acceso a la justicia.
La firma de estos acuerdos comerciales, en los cuales las empresas trasnacionales juegan un papel determinante, tendrá como resultado la puesta en marcha de políticas, traducidas en reformas estructurales, que derivarán en un aumento de las violaciones a los derechos y en el incumplimiento de uno de los principales deberes de los gobiernos: la protección, respeto y garantía de los derechos humanos.
Ginebra, 24 de junio de 2015.
Alejandra Ancheita es directora ejecutiva del Proyecto de Derechos Económicos Sociales y Culturales (ProDESC).
Por más información, póngase en contacto con:

  • Muhammad Sha’ani Abdullah: mdshaanXXi@gmail.com, teléfono celular +6013-3363647
  • Peter Hosking, teléfono celular: +6421660275
  • Shoko Uchida (Japón), Tel.:+81-3-5209-3455, E-mail: kokusai@parc-jp.org
  • Javier Llamoza, Acción Internacional para la Salud – Red Ge, teléfono celular: +51998603206, javierllamoza@aislac.org
  • Dra. Patricia Ranald, AFTINET, campaign@aftinet.org.au, teléfono celular: +61 419 695 841
  • Leila Marshy, Relaciones con los medios, Consejo de Canadienses, teléfono celular +1613 618-4761
  • Vladimir Garay, Derechos Digitales, teléfono: (+56 2) 2702 7108; prensa@derechosdigitales.org
  • Laura Rusu, Administradora de medios de políticas y campañas Oxfam América, teléfono de la oficina: +1 (202) 496-1169, teléfono celular: +1 (202) 459-3739
  • Adriana Aguilar, ProDESC, adriana@prodesc.org.mx, teléfono de la oficina: +52 (55) 5212 2230 y +52 (55) 5212 2229, teléfono celular: +52 1 55 15 03 24 10
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NOTA original http://agendaglobal.redtercermundo.org.uy/2015/06/24/tpp-evaluacion-derechos/
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martes, 7 de abril de 2015

Los principios éticos universales y su aplicación a los ensayos clínicos de medicamentos


Salud colectiva, 7 de abril de 2015

Desde el año 1931 y, especialmente, desde el Código de Núremberg de 1947, un creciente número de declaraciones, regulaciones, normas, guías, leyes, resoluciones y disposiciones pretenden generar condiciones para una mejor protección de los sujetos que participan en estudios de investigación, aunque también algunas implican retrocesos en el respeto a los derechos de poblaciones vulnerables. Sin embargo, todavía no se ha podido evitar la violación de la dignidad de los sujetos de experimentación en ensayos clínicos. Lo que se investiga, cómo se investiga, la calidad y transparencia de los datos obtenidos, el análisis y la publicación de los resultados (tanto de los datos crudos como de los ya elaborados) están sometidos a la lógica del lucro, la cual presenta una tensión permanente con los principios bioéticos y las necesidades de la sociedad. Es necesario el protagonismo activo de los pueblos para que la investigación farmacológica, sus resultados y aplicaciones avancen en un rumbo que subordine el beneficio económico a la protección de los derechos humanos.


El trabajo

GONORAZKY, Sergio Eduardo. Los principios éticos universales y su aplicación a los ensayos clínicos de medicamentos. Salud colect.[online]. 2015, vol.11, n.1, pp. 49-65. ISSN 1851-8265.


Disponible en http://bit.ly/1Clif2L

viernes, 21 de junio de 2013

Se prorroga por 8 años entrada en vigencia de patentes farmacéuticas a países menos avanzados



Oscar Lanza V. (*)
Alainet.org/ Observatorio Sudamericano de Patentes


El pasado 11 de Junio del 2013, los Países en Vías de Desarrollo (PVDs) del mundo alcanzaron éxito para obtener un acuerdo a fin de prorrogar el “período de transición" en la aplicación de los Aspectos Relacionados a Derechos de Propiedad Intelectual (ADPICs/TRIPs) por ocho años más.


Las patentes han sido uno de los temas trascendentes desde la perspectiva del ejercicio del Derecho a la Salud y el acceso a medicamentos esenciales, un tópico acaloradamente debatido desde la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y desde la firma del Acuerdo sobre Aspectos Comerciales de los Derechos de Propiedad Intelectual (ADPICs/TRIPs) en 1994.

Las patentes no constituyen una barrera solo para el acceso a medicamentos, si no también para otros productos vitales, necesarios especialmente en los países menos desarrollados y pobres. Los derechos de patente juegan un papel significativo y determinante sobre la atención en salud ya que conceden al titular de la patente un monopolio sobre la producción por ejemplo de medicamentos durante un cierto número de años. La libertad que tienen los” titulares de las patentes” para fijar o imponer precios a sus productos ha provocado que muchos medicamentos resulten fuera del alcance de la mayoría de las personas que viven particularmente en países menos desarrollados.

Un sistema de patentes operativo no debería ignorar el respeto a los Derechos Humanos, un enfoque de equidad y de justicia, garantizando que todos los seres humanos, la gente, la población de las naciones, puedan beneficiarse de los avances científicos tecnológicos médicos y de la biotecnología y no solo los privilegiados. La invención, incluyendo los medicamentos, cobra sentido solo si es capaz de contribuir a mejorar la vida y la existencia de los seres humanos. Por ello, algunos países han puesto en marcha, con más o menos éxito, varias estrategias buscando equilibrar el interés público con el interés privado de sus sistemas de protección a la propiedad intelectual. Mantener este equilibrio resulta crucial para las naciones en vías de desarrollo que intentan proteger la salud pública en sus respectivos países, cuidando de preservar el ejercicio del Derecho a la salud y a la Atención en Salud, antes que ser transformados en agentes para proteger la “salud de la economía” de grupos corporativos. El sistema de patentes tiene por tanto gran repercusión en la salud pública y es claro que son finalmente herramientas políticas, que deben ser re- evaluadas de una forma clara y completa. La Declaración de Doha de 2001 de la OMC, relativa al Acuerdo ADPIC / TRIP y la Salud Pública desempeño un importante papel en este proceso. Los sistemas de patentes deben apoyar las políticas de salud pública de los países en vías de desarrollo, para que respondan a las necesidades y el nivel de desarrollo de cada país.


Por ello el acuerdo alcanzado hace unos días, tras meses de intensas presiones y negociaciones con los países más ricos (EE.UU - Union Europea) que buscaban proteger los ADPICs/TRIPs, significo que los países denominados menos adelantados (PMA) o en vías de desarrollo, tendrán ahora 8 años más, como tiempo para poder acceder ellos a tecnologías médicas de diagnóstico, tratamiento y dispositivos médicos. Sin embargo, el acuerdo no cumple la demanda inicial de los países de menor desarrollo de lograr la prórroga hasta que un país alcance el estatus de país adelantado. Por ello, algunas organizaciones humanitarias señalaban que resultaba “vergonzoso que los países ricos se opongan a la petición justa de los países menos adelantados en cuanto a esta demanda”. De todas formas, esta decisión del Consejo de los ADPICs/TRIPs de la OMC , permitirá a los países menos desarrollados retrasar la aplicación del Acuerdo hasta el 1 de julio 2021, pudiendo estos países, al final de este período, solicitar prórroga.

La decidida determinación de algunas delegaciones de países de menor desarrollo como Nepal, resultaron fundamentales para vencer la resistencia de países desarrollados con alta influencia sobre la OMC, así como también la acción comprometida de grupos de la sociedad civil que por décadas se dedican como en el caso nuestro, de proteger los Derechos Humanos y el Derecho a la Salud, buscando el acceso a medicamentos esenciales y una atención en salud de calidad aceptable.

Con este acuerdo se eliminan también algunas condicionalidades que impedían a los países menos desarrollados asumir reformas sobre propiedad intelectual, al sentirse presionados para reconocer obligación de cumplir con el acuerdo ADPIC/TRIP para la protección de propiedad intelectual no pudiendo reducir el ámbito de protección. Esta condición vinculante en realidad negaba el margen de actuación de los países de menor desarrollo, que ahora podrán abstenerse de aplicarlo durante el período de transición. La nueva decisión prevé un "máximo empeño", es decir, que los PVDs expresan su postura que ahora no están bajo un compromiso vinculante para hacer retroceder sus legislaciones sobre propiedad intelectual, así se les permite responder a sus necesidades particulares, resumiéndose el acuerdo en que "ninguna disposición de la presente decisión impedirá a los Países Menos Adelantados Miembros, de hacer pleno uso de las flexibilidades previstas en el acuerdo para hacer frente a sus necesidades ...."

Los países en vías de desarrollo, esperan sin embargo recibir todo el apoyo de las agencias de naciones Unidas (UN) como ser la OMS y de otras como la OMC y la OMPI, para hacer un uso efectivo del período de transición y poder beneficiarse de transferencia de tecnología, edificando su capacidad propia antes de la expiración de los períodos de transición establecidos. Los países menos adelantados deben ahora evaluar su situación y podrán solicitar una extensión el año 2016 con respecto a los productos farmacéuticos, y el año 2021 respecto a disposiciones del acuerdo sobre los ADPICs/TRIPs.

Si bien esta es una buena noticia contrasta con las deliberaciones de la 66va Asamblea Mundial de la Salud (WHA Mayo 2013), donde nuevamente quedo en evidencia que mientras la magnitud y urgencia de los problemas de salud se agravan, las propuestas de cambio en cuanto a investigación y desarrollo (I+D) se posponen, tras el informe del Grupo consultivo de expertos (CEWG) (Consultative Expert Working Group on Research and Development) que recomendaba a la Asamblea adoptar una convención internacional sobre la investigación y el desarrollo (I + D ) que comprometiera mas a los estados miembros acciones decididas para generar mayor investigación y desarrollo sobre enfermedades que afectan principalmente a poblaciones pobres del mundo y no solo resulten motivadas por atractivos incentivos del mercado en base a los derechos de patente y que para las organizaciones de Derechos Humanos resultan insuficientes

Los países del sur durante la asamblea, con preocupación, veían más limitados sus esfuerzos para lograr una voluntad política internacional, que asegure recursos técnicos y financieros para que I+D respondiera a las necesidades sentidas de salud de sus poblaciones. Ahora con esta medida de la OMC recobran el aliento para continuar esfuerzos para que el modelo de innovación basado en los derechos de propiedad intelectual, en los monopolios y precios arbitrarios, termine su ciclo. Hacemos votos que así sean.

La Paz (Bolivia), 17 de Junio del 2013

Oscar Lanza V. (MD,MPH)
Fundador AIS-CODEDCO-IBFAN-FUNAVI (Bolivia)

lunes, 17 de junio de 2013

El acceso a la ciencia y sus beneficios, un derecho humano ignorado



Javier Salas , Materia.es 15/06/2013


Un artículo en ‘Science’ reivindica que se consolide el derecho humano al acceso a la ciencia y sus innovaciones, recogido por la ONU desde 1966 pero ignorado por la sociedad y los gobiernos


¿Qué es la ciencia? 
La ciencia no es gente en bata blanca metida en laboratorios descubriendo cosas abstractas de confusa utilidad. La ciencia es medicamentos para las enfermedades tropicales olvidadas, es electricidad para rescatar nuestras vidas de las tinieblas, es agua potable y saneamientos adecuados para evitar la propagación de pandemias, es hacer el mundo más comprensible, es salvar especies en extinción, es alimentar dignamente a todos los humanos, es empatizar fácilmente con cualquier persona del planeta gracias a las nuevas tecnologías. Todo eso, y muchísimas cosas más. Tantas y tan importantes, que el acceso a la ciencia y sus logros es, sin lugar a dudas, un derecho humano de primer orden.

Así lo reconoce desde 1966 la Carta Internacional de los Derechos Humanos, en el artículo 15 del llamado Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que cuenta con la firma de 160 países. Todos ellos “reconocen el derecho de toda persona a gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones”. Además, los ciudadanos tienen derecho a “beneficiarse de la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón de las producciones científicas”. Es más, los estados firmantes deben tomar las medidas “necesarias para la conservación, el desarrollo y la difusión de la ciencia” y se comprometen a respetar la indispensable libertad para la investigación científica”.

“Hay poca conciencia de este derecho. El mayor obstáculo es la actitud hacia la ciencia”, lamenta una experta

La ciencia, como vemos, es un derecho humano, pero está lejos de considerarse así por la sociedad y los estados que deberían velar por el cumplimiento de este pacto. “El artículo 15 recoge el derecho de toda persona a gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones. Sin embargo, hay poca conciencia de este derecho, en parte debido a la falta de entendimiento en cuanto a qué tipo de obligaciones legales impone a los estados y qué tipos de derechos debe proporcionar”, explica a Materia Audrey Chapman, que firma un artículo en el último número de Science reivindicando atención y protección sobre el derecho a la ciencia.

Parece evidente que se trata de un derecho demasiado abstracto y que alguien debe bajarlo a la tierra, darle forma, articularlo y sentar las bases para que los gobiernos se sientan obligados por ese texto. Le corresponde al Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, que supervisa el pacto, “adoptar una declaración oficial sobre el significado y la aplicación del derecho que proporcione orientaciones claras sobre los pasos que deben dar los gobiernos para su aplicación”.


El acceso abierto y otras trabas

“Si el comité interpretara el artículo sobre el derecho a disfrutar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones proporcionaría al fin una interpretación oficial”, explica Chapman, profesora de Ética Médica y Humanidades de la Universidad de Connecticut. Ese tipo de declaraciones, como las que hizo en su día para el derecho al agua o a la comida, vinculan a los estados firmantes del Pacto y que están obligados a cumplirlo.



Pero el comité es reticente a dar una directriz debido a la complejidad de todos los aspectos que están en juego en torno a la ciencia y su aplicación. Por ejemplo, la conflictiva cuestión de la propiedad intelectual de los avances científicos. Se trata de una batalla mucho más que compleja, que enfrenta a gobiernos y multinacionales por patentes de medicamentos o que llevó al mártir de la causa del open access, Aaron Swartz, a verse acosado por las autoridades de EEUU tras descargar millones de artículos académicos.

“El tema de la propiedad intelectual es un tema importante”, aclara Chapman, “pero un mayor obstáculo potencial es la actitud hacia la ciencia”. “La ciencia casi nunca es abordada desde la perspectiva de los derechos humanos. Tradicionalmente, la ciencia es tan sólo un área de estudio y para la búsqueda de conocimiento. Más recientemente, la ciencia se ha identificado como un instrumento para estimular el crecimiento económico y mejorar la competitividad. Es necesario enfocar la ciencia desde la perspectiva de los derechos humanos para que sea vista principalmente como un medio para mejorar el bienestar humano”, resume la investigadora.
Movilización científica

En este momento, el mundo de la ciencia se está movilizando para proporcionar a ese comité de la ONU las herramientas legales, intelectuales y académicas que faciliten que otorgue ese poder vinculante a un derecho humano tan decisivo como el que recoge el artículo 15 del pacto. Por ejemplo, por medio de un congreso organizado a tal fin por la editora de la revista Science, la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.


“La ciencia debe ser vista como un medio para mejorar el bienestar humano”, asegura Chapman

La relatora especial de la ONU para los derechos culturales, Farida Shaheed, ya hizo una gran aportación hace justo un año, al presentar un informe ante la Asamblea General de la ONU titulado: “El derecho a disfrutar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones” (PDF).

Farida Shaheed señala en su informe que los gobiernos deberían garantizar a todas las personas el acceso sin discriminación a los beneficios proporcionados por la ciencia y la tecnología, la oportunidad de contribuir a su desarrollo, la participación en la toma de decisiones científicas por medio de la información y fomentar la conservación, desarrollo y difusión de la ciencia y la tecnología. En resumen, poner a disposición de cada ser humano las innovaciones esenciales que permitan vivir con dignidad. Ni más, ni menos.


REFERENCIA 
'A Human Right to Science' DOI: 10.1126/science.1233319

Javier Salas

Javier Salas
Periodista especializado en información científica, tecnológica y medioambiental. Antes estuvo dos años y medio en la web de Informativos Telecinco y cuatro años y medio en Público.

original disponible en : http://bit.ly/12h0m6Y

jueves, 1 de noviembre de 2012

Joan-Ramón Laporte: "Hay una epidemia de sobremedicación"



el  director del Instituto Catalán de farmacología,  sostiene que "los remedios no siempre curan, pero tampoco matan" y que producen secuelas para el paciente, para su economía y para la salud pública.

Rosa Bertino, La voz del Interior 31/10/2012
  Joan-Ramón Laporte tiene 64 años, es catalán y confeso admirador de su compatriota Juan Manuel Serrat, y del argentino Enrique Santos Discépolo. “La de Serrat es la mejor versión de Cambalache”, afirma el médico y farmacólogo barcelonés. Entrevistado por La Voz del Interior , se mete de lleno en el tema que lo apasiona: la alta incidencia del medicamento en la vida contemporánea y lo perjudicial que puede resultar para la salud personal y colectiva.

Laporte enseña Farmacología en la Universidad Autónoma de Barcelona y es director e investigador del prestigioso Instituto Catalán de Farmacología. “En realidad, al prestigio lo cimentó el laboratorio Merck, cuando exigió que nos retractáramos de nuestras conclusiones sobre los efectos colaterales del rofecoxib”, aclara, en alusión al antiinflamatorio no esteroideo muy comercializado en la década de 1990. “Nos negamos y, poco después, más precisamente a mediados de 1999, dicha droga debió ser retirada del mercado por razones de seguridad”.

Laporte brindó una clase magistral sobre Medicamentos y Derechos Humanos, en la Secretaría de Graduados en Ciencias de la Salud, de la UNC.

–¿Cuál es el nexo entre el medicamento y los derechos humanos?
–Ese nexo empieza por la garantía universal de acceso a los medicamentos, pero continúa con el derecho a recibir el adecuado, y a no ser intoxicado por ellos.

–¿Qué debe saber el paciente con respecto al fármaco que le están recetando?
–El profesional debe informarle tres cosas. En primer lugar, para qué se lo prescribe; segundo, cómo debe ser suministrado (su posología, si debe tomarlo de día o de noche, antes o después de comer, en gotas o inyecciones, etcétera), y tercero, hasta cuándo debe usarlo. Son aspectos fundamentales, ya que muchos remedios sólo sirven para paliar síntomas de una enfermedad y hay que evitar la cronicidad del medicamento.


–¿Cuáles son los peligros de la sobremedicación?

–Desde el Instituto de Farmacología, en Barcelona, y otros centros afines, procuramos que los laboratorios y entes regulatorios hagan un seguimiento continuo del medicamento. En general, estos se prueban, se comercializan, se prescriben y punto. Lo que está fallando, o hay que reforzar, es la farmacovigilancia. El enfermo consume un fármaco mucho más tiempo que el que se tardó en obtener la autorización para su venta. Las contraindicaciones y secuelas son como una epidemia soterrada. ¿Cuántas veces escuchamos la frase “la medicina que tomaba lo curó de una cosa, pero lo enfermó de otra”? El remedio pasa por los controles.

–La población sigue teniendo una visión muy favorable del medicamento. Le atribuye la mayor expectativa de vida.

- Es verdad, ningún paciente quiere salir del consultorio sin una receta. Esto también está cambiando, por su alto costo y por el progresivo convencimiento de que salud y fármacos no son sinónimos. Está demostrado que la mayor expectativa de vida en Occidente se debe, en un 85%, a la sumatoria de genes, alimentación y ambiente. Estos dos últimos factores han mejorado mucho en los últimos 100 años. El 15% restante descansa en el sistema de salud. Y, de este porcentaje, los medicamentos se llevan sólo la mitad. Y vea la contradicción: en la actualidad, las personas que alcanzaron la mayor expectativa de vida son las de mayor riesgo, por la cantidad de pastillas que ingieren. En España, hay más de 400 mil ancianos que toman más de 12 medicamentos por día.

–El médico tiene una gran responsabilidad en lo que prescribe.
–Por supuesto. Pero el médico actual está programado para prescribir. Está “infoxicado” por los laboratorios, por Internet, por el entorno, por el temor a la demanda. Aun así, un profesional no puede olvidar la obligación de recetar por genéricos, esto es, poniendo el nombre original de la droga y no su presentación comercial. Eso abarata los precios.

–Para ese profesional tampoco debe ser fácil abstenerse de recetar. Esto también implica riesgos.
–Empecemos por hacer una diferenciación básica: una enfermedad de riesgo de una incurable. Es obvio que, ante estas últimas, el médico apele a todo lo que tiene a mano. Acá nos estamos refiriendo a las patologías más comunes, que son episódicas, recurrentes o crónicas, pero no son terminales. En este campo se ven las consecuencias de la sobremedicación.

–¿Con qué tipo de drogas debemos tener más cuidado?
–El grueso de las medicinas que se consumen son de mantenimiento. No curan, pero tampoco matan. Se indican para el colesterol, la hipertensión, la depresión, los problemas gástricos, dolores de todo tipo. Dentro de ese espectro, se puede hacer un ranking de las drogas que debemos consumir con cautela. El exceso de antiinflamatorios puede producir infarto de miocardio. Hay mucha hemorragia intestinal causada por anticoagulantes. También colitis seudomembranosa, por exceso de antibióticos. La resistencia bacteriana es una preocupación instalada.

Enlace a la nota original: http://bit.ly/W59yoJ

martes, 7 de agosto de 2012

Xavier Seuba . Salud pública y patentes farmacéuticas. Cuestiones de economía, política y derecho

Salud pública y patentes farmacéuticas. Cuestiones de economía, política y derecho

Xavier Seuba
(coord.)
Resumen
El medicamento es un bien esencial complejo como pocos y en cada una de las fases de la 'cadena del fármaco' se suscitan desafíos para que cumpla su función de preservar y mejorar la salud humana. Los dos extremos de dicha cadena, la innovación y el acceso, están estrechamente interrelacionados, y la reglamentación de uno puede incidir sobre el otro. Por ello, al derecho de la propiedad intelectual le es intrínseca la búsqueda del equilibrio entre los intereses de los titulares de derechos de propiedad intelectual y los derechos de los usuarios de bienes tecnológicamente intensivos.
Salud Pública y Patentes Farmacéuticas aborda importantes factores económicos, políticos y jurídicos que inciden sobre la particular relación entre salud pública y patentes farmacéuticas. Entre los temas analizados se encuentran la globalización de determinados estándares de propiedad intelectual y sus consecuencias sobre la salud, el replanteamiento contemporáneo de los mecanismos de estímulo a la innovación, la importancia de la competencia, el rol de las autoridades sanitarias en relación con una sana protección de la propiedad intelectual, la incidencia de actores privados e interesados sobre la concreta regulación y práctica judicial, y también los polémicos efectos en España del Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de la Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio.
 
 
Índex
I. CLAVES DE LA RELACIÓN ENTRE PATENTES FARMACÉUTICAS Y SALUD PÚBLICA: ACCESO, INNOVACIÓN, COMPETENCIA Y GESTIÓN
1. Acceso a medicamentos en perspectiva global: retos, respuestas y derechos. Per Germán Velásquez
2. Innovación y acceso a los medicamentos: ¿Necesitamos un compromiso entre objetivos o un cambio de paradigma?. Per Joan Rovira Forns
3. Abuso de derechos de patentes y salud pública. Per Carlos María Correa
4. La experiencia brasileña en materia de actuación de los jueces en el ámbito de la propiedad intelectual desde una perspectiva social en el campo de la salud pública. Per Ana Paula Soares y Juliana Vallini


II. REGULACIÓN FARMACÉUTICA Y DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL: LA INCIDENCIA DE LA AUTORIDAD PRIVADA
5. La autoridad privada y la protección de los derechos de propiedad intelectual en el sector farmacéutico. Per Josep Ibáñez Muñoz
6. Acuerdos de libre comercio con disposiciones ADPIC plus y acceso a medicamentos. Per Susan K. Sell Organización de intereses en el sector farmacéutico: fragmentación, judicialización e internacionalización. Per Laura Chaqués Bonafont
7. Autoridad privada y bienes públicos en la regulación farmacéutica. El caso de la Conferencia Internacional de Armonización de los Requisitos para el Registro de Fármacos para Uso Humano. Per Xavier Seuba Hernández


III. LA INTERPRETACIÓN Y EFECTOS DEL ACUERDO SOBRE LOS ADPIC: ELEMENTOS PARA LA PROTECCIÓN DE LA SALUD PÚBLICA
8. La batalla del genérico. Debate sobre la vigencia de los efectos de la reserva al CPE. Per Antoni Font
9. La doctrina del efecto directo en la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid (Sección 28) de 26 de octubre de 2006 (Asunto Ratiopharm España c. Warner-Lambert Company). Per Santiago Ripol Carulla
10. La cuestión de la "materia existente" y los productos farmacéuticos: una interpretación del artículo 70 del ADPIC a la luz de su contexto, objeto, fin y circunstancias. Per Pedro Roffe
11. Retroactividad del Acuerdo sobre los ADPIC a la luz de la protección de la salud pública. Per Carlos María Correa
12. La interpretación del Acuerdo sobre los ADPIC a la luz de la protección de la salud pública. Per Xavier Seuba Hernández
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