martes, 23 de agosto de 2016

Grandes farmacéuticas siguen teniendo utilidades a pesar del vencimiento de patentes

farmaceutica
Un análisis del Financial Times grafica esta situación que le genera a la industria miles de millones de dólares en venta de medicamentos. Sólo el olvidado Prozac le dio US$ 35 millones a Eli Lilly en el primer semestre de este año.

 Según un análisis elaborado por Financial Times, las grandes farmacéuticas están obteniendo miles de millones de dólares en utilidades, a pesar de tener patentes vencidas de medicamentos, los cuales siguen siendo un negocio redondo. Quizá hasta más redondo.

En octubre del año pasado, el ejecutivo farmacéutico, Martin Shkreli, provocó una protesta a nivel internacional por subir el precio de un fármaco que se administra a enfermos de sida. El incremento fue de 5.000%. Esto generó que muchos inversionistas comenzaran a preocuparse de si esto generaría una política de control de precios como ocurre en Europa.

Las acciones farmacéuticas comenzaron una gran caída, en tanto Ian Read, ejecutivo de Pfizer, intentó tranquilizar a sus accionistas, recordando que la industria era la única con obsolescencia incorporada en sus productos. Esto, ya que una vez que expira una patente, el precio de un medicamento puede bajar mucho debido a que el fabricante pierde el derecho exclusivo a vender ese producto. A raíz de esto, las farmacéuticas señalan que esa es la razón que tiene para cobrar precios tan altos, para cubrir los costos de descubrimiento de una droga y traerla al mercado, en un proceso que puede durar hasta 10 años. En promedio pueden gastar US$ 2.600 millones por cada medicina, según el Centro Tufts para el Estudio del Desarrollo de Drogas, en Boston.

De todas formas, las compañías farmacéuticas siguen obteniendo grandes ganancias por venta de medicamentos donde ya no tienen la patente, según Financial Times. En la práctica los siguen vendiendo a precios altísimos, a pesar de que existen fármacos genéricos, de fácil acceso para las personas. ¿Por qué los pacientes pagan mucho más por algo que podrían conseguir más barato? Por ignorancia, por poder y/o adhesión a la marca, porque es lo que les receta su médico, porque creen que el original es mejor, etc. 

El costo no siempre es la variable de ajuste, en especial en temas de salud, donde las personas prefieren empobrecerse si creen que eso los llevará a curarse o sentirse mejor. 
Cabe señalar que estas prácticas no son ilegales, pero según los críticos atentan contra el pacto entre las farmacéuticas y los pacientes, ya que sólo debiera tener precios altos para medicamentos innovadores. Esta es una práctica regularizada en la industria. En los primeros seis meses de 2016, Pfizer obtuvo US$ 2.000 millones en ingresos en Estados Unidos de sus productos establecidos, donde vende medicamentos de marca sin patentes.

Las diferencias de precio entre los fármacos de marca y los genéricos pueden ser muy grandes. Ocurre por ejemplo en el caso de Lipitor de Pfizer, que puede llegar a costar US$ 10 para una píldora de 20 mg, mientras que el genérico cuesta sólo US$0,6 centavos, según datos del gobierno de Estados Unidos. En algunos casos, los medicamentos ya son muy antiguos, como en el caso de Eli Lilly, que descubrió el antidepresivo Prozac en 1987 y los genéricos ya tienen más de 15 años en el mecado. Sin embargo, la compañía vendió US$ 35 millones en la primera mitad del año.

Entervistado por el Financial Times, el doctor Peter Bach, director de la unidad política de salud del Memorial Sloan Kettering de Nueva York, plantea que frenar el envejecimiento de los fármacos de marca en relaciones a versiones más baratas, socava la industria.“Ellos dicen a los elaboradores de las políticas que los medicamentos pueden costar mucho, que hay este reloj de arena, y en el momento en que expira a continuación los medicamentos se vuelven súper baratos, y luego se da un gran beneficio social para todos los tiempos”, afirma Bach. “Pero, en realidad, todo el tiempo se están propagando rumores sobre la eficacia y seguridad de los medicamentos genéricos.”


Ocurre porque, para los laboratorios, la tentación es mucha: por cada unidad que venden, la investigación y desarrollo ya fueron amortizadas hace mucho tiempo. Es ganancia 100%. Así, las farmacéuticas habrán perdido la patente, pero estrujan el limón al máximo hasta el final

original en http://clustersalud.americaeconomia.com/grandes-farmaceuticas-siguen-utilidades-pesar-del-vencimiento-patentes/

lunes, 22 de agosto de 2016

Los diez medicamentos top de ventas en el mundo

Pharmabaires , 22 de agosto de 2016  
 
Harvoni de Gilead contra la hepatitis C lidera las ventas mundiales de medicamentos y ha desplazado a su antecesor Sovaldi. El antitumoral Humira de Abbvie figura en segundo lugar, indicó la consultora IMS.

 
Gilead se ha convertido en el laboratorio estrella de los mercados farmacéuticos mundiales desde la aparición de sus medicamentos contra la hepatitis C, los más costosos para las nuevas terapias disponibles contra la enfermedad, pero de comprobada efectividad coinciden los profesionales médicos.

Después de Sovaldi, que fue el medicamento más caro del mundo hasta 2015, hizo su aparición Harvoni, también de Gilead y que el año pasado incrementó sus ventas un 1.159 por ciento en apenas doce meses y facturó 16.210 millones de euros.

Sovaldi quedó relegado por la aparición de Harvoni pero igualmente le proporcionó a Gilead una facturación de 5.877 millones de euros en 2015 y se mantiene octavo entre los medicamentos de mayor venta en el mundo.
El segundo lugar en el ranking mundial de ventas  durante 2015 fue para el antitumoral Humira de Abbvie con una facturación de 13.357 millones de euros y un crecimiento interanual de 27,7 por ciento.
El tercer lugar en ventas mundiales fue ocupada por la insulina Lantus de Sanofi con 10.237 millones y a continuación se colocó en facturación el antitumoral Enbrel de Pfizer con 8.462 millones de euros.
La estatina Crestor contra el colesteroal de AstraZeneca le aportó al laboratorio 7.691 millones de euros con un crecimiento interanual de 5,8 por ciento y ubicándose en el quinto lugar.
La lista de los diez top incluye el antitumoral Remicade, con ingresos por7.322 millones para Janssen (la filial farmacéutica del gigante del consumo Johnson & Johnson).
El único fármaco entre los diez primeros que reduce ventas –junto a Sovaldi– es Seretide, un broncodilatador de GSK que facturó 7.144 millones (un 2,6% menos) pero igualmente se ubicó en el séptimo puesto.
El oncológico Mabthera de Roche alcanzó una facturación de 6.631 millones en 2015, lo que supuso un 3,3% más que el año anterior, y lo situó en el puesto noveno del ranking. Le sigue Avastin también Roche, con 6.134 millones (9,6%) entre los diez top.
El laboratorio suizo suma un tercer oncológico entre sus medicamentos estrellas, Herceptin, en la posición decimocuarta, con 5.596 millones de euros en facturación.

La mayor pérdida de ventas en 2015 corresponde a Abilify, comercializado conjuntamente por los laboratorios Otsuka (Japón) y BMS (EE UU) al enfrentarse a la expiración de su patente. Cayó un 36,3%, hasta facturar  5.799 millones de euros.
Otro caso similar es el de Nexium, un tratamiento gastrointestinal de AstraZeneca, al que expiró la patente y que cedió un 32,2% de las ventas, hasta los 5.065 millones de euros.
Por el contrario, entre los medicamentos que más mercado ganaron en 2015 figuran el anticoagulante Xarelto (de Bayer), que creció un 38,9%, hasta los 5.144 millones y la insulina Novorapid, del laboratorio Novo Nordisk, que subió un 23,5%.
El mercado en todo el mundo de fármacos con prescripción médica creció el pasado año un 9,5%, según IMS Health, lo que supuso 852.437 millones de euros.


http://www.pharmabaires.com/index.php/features/typography/656-los-diez-medicamentos-de-mayor-venta-en-el-mundo

viernes, 19 de agosto de 2016

La suerte del TPP se juega en Estados Unidos

Martin Khor, 19 de agosto de 2016 - No. 273 - Año 2016


El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) debía entrar en vigor dentro de dos años, pero ahora crece la incertidumbre en cuanto a que el controvertido acuerdo vea la luz algún día. Lo que resulta irónico es que el artífice de su ruina sea finalmente quien lideró el proceso de negociaciones.

En efecto, el TPP se ha convertido en uno de los temas más candentes del proceso electoral en Estados Unidos.
La oposición al TPP está en el centro de la campaña de Donald Trump, Bernie Sanders sostuvo “Tenemos que liquidar este TLC irrestricto que nos costaría casi medio millón de puestos de trabajo” y en un drástico cambio de posición respecto a cuando era Secretaria de Estado, Hillary Clinton también se pronunció en contra. Para contrarrestar las sospechas de que volvería a cambiar de posición en caso de llegar a la Presidencia, subrayó: “Estoy en contra del TPP, y eso significa que lo estoy antes y lo estaré después de las elecciones”.
Otros dos actores que decidirán el destino del TPP son el presidente Barack Obama y el Congreso.
Obama, principal impulsor del TPP, debe lograr que sea ratificado por el Congreso en la sesión saliente, posterior a las elecciones del 8 de noviembre y antes de mediados de enero de 2017 (conocida como “pato cojo”). El año pasado se aprobó un proyecto de ley que daba autoridad de vía rápida al presidente con una escasa mayoría, pero algunos de quienes la votaron ya adelantaron que no votarán a favor del TPP.
La mayoría de los demócratas se manifestaron en contra del TPP, entre ellos el senador Tim Kaine, compañero de fórmula de Clinton, y la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelossi.
También los republicanos han expresado su oposición. El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, dijo que la campaña electoral había generado un clima político que hace prácticamente imposible aprobar el TPP en una sesión saliente y el vocero de los republicanos, Paul D. Ryan, quien ayudó a redactar el proyecto de ley de vía rápida, manifestó que no ve razones válidas para poner el TPP a votación en la sesión saliente, porque “no tenemos los votos”.
Obama podría también volver a negociar cláusulas específicas del TPP para apaciguar al Congreso, pero esta opción sería inaceptable para los demás países, como ya dejaron en claro Canadá, Japón, Malasia y Singapur.

¿Qué sucede si el Congreso de Estados Unidos no adopta el TPP durante la sesión saliente? 

En teoría, un nuevo presidente puede tratar de conseguir que el Congreso lo apruebe en el próximo año, pero la probabilidad de que esto ocurra es muy baja.
Por este motivo, si el TPP no se aprueba en la sesión saliente del Congreso, probablemente deba ser descartado para siempre. Esto sería una clara señal de las variantes de la opinión pública sobre los beneficios de los acuerdos de libre comercio, al menos en Estados Unidos, pionero en esta materia de los modernos y amplios TLC.

Martin Khor es director ejecutivo del Centro del Sur.

Publicado: 19 de agosto de 2016 - No. 273 - Año 2016 

http://agendaglobal.redtercermundo.org.uy/2016/08/17/tpp-estados-unidos/

El alto costo de los nuevos medicamentos


Por qué el gobierno debe negociar un mejor trato para la investigación financiada con fondos públicos

Mazzucato Mariana
BMJ 2016; 354 doi: http://dx.doi.org/10.1136/bmj.i4136 (publicado el 27 de julio de 2016) 


La investigación realizada por el British Medical Journal y las universidades de Cambridge y Bath sobre la disponibilidad de medicamentos de vanguardia para la hepatitis C plantea cuestiones importantes para el NHS Inglaterra sobre el acceso a medicamentos que salvan vidas.1 Sin embargo, la cuestión principal es por qué los medicamentos son tan caros en primer lugar. La estrategia de precios del  sofosbuvir (Sovaldi) y ledipasvir-sofosbuvir (Harvoni) de Gilead plantea cuestiones que van mucho más allá del Reino Unido.

La investigación del BMJ es sólo un ejemplo de un problema más general. ¿Cuál es el precio justo a pagar por un medicamento en particular, y cómo se debe determinar?


La innovación farmacéutica debería estructurarse de manera que se centre en las necesidades insatisfechas de salud a nivel mundial y ofrezca avances terapéuticos que sean asequibles y accesibles para todos,2 no sólo rentables para los fabricantes. Esto requiere un enfoque que dirija el esfuerzo hacia las innovaciones terapéuticas en lugar de fármacos "yo también", y una estructura de financiación y fijación de precios que sea transparente, centrada en el acceso, y refleje la inversión colectiva y la asunción de riesgos involucrados.

Las compañías farmacéuticas han ignorado a menudo el elemento colectivo de la innovación, argumentando que su inversión en investigación y desarrollo justifica los precios extraordinariamente altos de algunos medicamentos, a pesar de que se niegan a dar transparencia a sus costos. La Iniciativa de Fármacos para Enfermedades Olvidadas ha documentado costos de desarrollo de fármacos mucho más bajos,3,4 y varios autores han demostrado el grado en que las inversiones financiadas por los contribuyentes subsidian esos costes.5 Sólo en los EE.UU., los contribuyentes financian US$ 32 mil millones anuales de gastos de investigación y desarrollo canalizados a través de los Institutos Nacionales de Salud (NIH).6

Sofosbuvir y ledipasvir, los dos fármacos en los que se basa la investigación del BMJ, se apoyaron en investigaciones previas financiadas por los NIH y la Administración de Veteranos.7 Las ventas de los dos fármacos representaron alrededor de US$ 12 mil millones en el 2014,8 muy por encima de los US$ 880,3 millones que Gilead informó por los ensayos clínicos relacionados con sofosbuvir entre 2012 y 2014,7 mostrando una completa desconexión entre el precio y los costos de desarrollo.

En la medida en que los precios altos son difíciles de justificar sobre la base de los costos de investigación y desarrollo, las compañías farmacéuticas han acudido a una línea diferente de defensa: argumentan que sus precios son proporcionales al valor intrínseco de las drogas, es decir, los costes para la sociedad si la enfermedad no fuera tratada, o si se tratara con el segundo mejor tratamiento disponible. "El precio es el debate equivocado", declaró el vicepresidente ejecutivo de Gilead, Gregg Alton, respondiendo a las críticas sobre el precio de sofosbuvir, "el tema debe ser el valor ".9

Sin embargo, no existe una relación consistente entre el precio de un medicamento y el beneficio médico asociado.10 Un estudio publicado en 2015 en el Journal of Economic Perspectives que examina una muestra de 58 medicamentos contra el cáncer aprobados en los EE.UU. entre 1995 y 2013, muestra que la tendencia al aumento del precio de estos medicamentos no se explica por los beneficios de supervivencia que brindan a los pacientes. Más de dos tercios de los nuevos medicamentos que llegan al mercado no representan ningún avance terapéutico para los pacientes, con muchas patentes basadas en volver a barajar viejas combinaciones o en usos adicionales para las ya existentes.11

Un sistema de fijación de precios eficaz debe garantizar la accesibilidad, pero también reflejar la contribución pública para que los contribuyentes no paguen dos veces, por la investigación financiada con fondos públicos y por medicamentos con alto precio. En un sistema de este tipo, el precio de los medicamentos no necesita ser mucho más altos que los costos de fabricación. Podríamos, por ejemplo, limitar las patentes de nuevos medicamentos (la fuente actual de beneficios de las empresas) y en su lugar establecer un sistema de premios competitivo que premie la innovación farmacéutica con objetivos bien definidos. Esto permitiría el acceso generalizado a los medicamentos a precios competitivos a través de los genéricos, mientras empuja a las compañías farmacéuticas para que enfoquen su energía en el hallazgo de innovaciones que atiendan a la necesidad médica real. En cualquier caso, el patentamiento no debe ser tan “corriente arriba” como para afectar la investigación científica, y deben seguir siendo relativamente estrecho a fin de no clausurar los descubrimientos futuros en torno a un área terapéutica.12 En otras palabras, deben fomentar la innovación, no sofocarla.

Es importante destacar que la fijación de precios de medicamentos debe ser totalmente transparente, por lo que los gobiernos puedan negociar para obtener un mejor valor en nombre de sus poblaciones. Los proveedores de fondos públicos podrían, por ejemplo, retener la parte del león de los derechos de propiedad intelectual (patentes) producidos por investigación pública para que los efectos indirectos a través de licencias se pueden gestionar mejor para fomentar la difusión, y los gobiernos podrían asegurar que los precios de los nuevos medicamentos reflejen la carga de riesgo financiero pagado por el contribuyente. En los EE.UU., la Ley Bayh-Dole de 1980 que permite que la investigación financiada con fondos públicos pueda ser patentada incluye una cláusula que permite al gobierno limitar los precios de los medicamentos que son financiados en gran parte con fondos públicos. El gobierno de Estados Unidos nunca ha ejercido este derecho, a pesar de peticiones repetidas.13
El debate internacional sobre precios de los medicamentos no sostenibles, incluidos los de los fármacos para la hepatitis C, nos presenta una oportunidad para repensar el ecosistema de la innovación terapéutica- la dirección y la accesibilidad de los medicamentos que resulta. Al darse cuenta de que el gobierno tiene poder para dar forma activa y crear mercados, y no sólo permanecer al margen, arreglando los están quebrados, especialmente en el área de la salud que está fuertemente subvencionado por el público, es el primer paso importante para alcanzar un mejor trato.14,15

Referencias

1.    Gornall J, Hoey A, Ozieranski P. Can the NHS swallow high cost cures for hepatitis C?BMJ2016;354:i4117. FREE Full Text
2.    Toreele E. US Open Society Foundation ssubmission to UN access to medicines hearing. 2016. http://www.unsgaccessmeds.org/inbox/2016/2/28/els-torreele
3.    DiMasi JA, Grabowski HGR. D costs and returns to new drug development: a review of the evidence. In: Danzon PM, Nicholson S, eds. Oxford handbook of the economics of the biopharmaceutical industry. Oxford University Press, 2012: 21-46 doi:10.1093/oxfordhb/9780199742998.013.0002.
4.    Drugs for Neglected Diseases Initiative. An Innovative Approach to R&D for neglected patients ten years of experience & lessons learned by DNDi. 2014. http://www.dndi.org/images/stories/pdf_aboutDNDi/DNDiModel/DNDi_Modelpaper_2013.pdf.
5.    Kantarjian H, Rajkumar SV. Why are cáncer drugs so expensive in the United States, and what are the solutions? Mayo Clin Proc2015;90:500-4. doi:10.1016/j.mayocp.2015.01.014pmid:25792242. CrossRefMedline
6.    National Institutes of Health. History of congressional appropriations, fiscal years 2000-2016. https://officeofbudget.od.nih.gov/pdfs/FY16/Approp%20History%20by%20IC%20FY%202000%20-%20FY%202016.pdf
7.    Roy V, King L. Betting on hepatitis C: how financial speculation in drug development influences access to medicines. BMJ 2016;354:i3718. FREE Full Text
8.    Gilead Sciences. Fourth quarter and full year results for 2014. Press release, Feb 2015. http://www.gilead.com/news/press-releases/2015/2/gilead-sciences-announces-fourth-quarter-and-full-year-2014-financial-results
9.    Barrett P, LangrethR. Pharma execs don’t know why anyone is upset by a $94,500 miracle cure. Bloomberg Business week 2015 Jun 3.
10.Hilner BE, Smith TJ. Efficacy does not necessarily translate to costeffectiveness: a case study in the challenges associated with 21st-century cáncer drug prices. J Clin Oncol 2009;27:2111-3.
11.Angell M. The truth about drug companies. Random House, 2004.
12.Mazzoleni R, Nelson RR. The benefits and costs of strong patent protection: a contribution to th ecurrent debate. Res Policy1998;27:273-84doi:10.1016/S0048-7333(98)00048-1. CrossRef
13.Knowledge Ecology International. 2016 Xtandipetition.http://keionline.org/xtandi
14.Mazzucato M. From market fixing to market-creating: a new framework for innovation policy. Ind Innov2016;23doi:10.1080/13662716.2016.1146124.
15.Mazzucato M. The entrepreneurial state: debunking public vs. private sector myths. Anthem Press, 2015.

martes, 16 de agosto de 2016

Corea del Sur: Seúl acusa a ejecutivos de Novartis de sobornar a médicos



rebelión.org (Agencias), 16 de agosto de 2016


La fiscalía surcoreana procesó el sábado al ex director ejecutivo de la rama surcoreana de Novartis y a otros cinco directivos actuales y pasados, por supuestos pagos ilegales a médicos, por valor de 2.600 millones de wons (2,3 millones de dólares), a cambio de que recetaran los fármacos de la empresa.
La farmacéutica suiza lamentó los hechos en un comunicado pero también dijo, sin entrar en detalles, que esta conducta no había sido aprobada por "la más alta dirección" de Novartis Korea.
"Novartis no tolera las malas prácticas y ya estamos introduciendo un plan de reparación en Corea basado en los hallazgos de nuestra investigación interna", indicó la empresa, con sede en Basilea. Paul Barrett, de Novartis International, indicó que la compañía no podía dar más detalles sobre el caso antes de que concluya el proceso judicial.
La fiscalía del distrito occidental de Seúl dijo que también había procesado a otras 28 personas, incluidos 15 médicos y seis editores de revistas médicas, por su supuesta implicación en transacciones producidas entre 2011 y enero de este año. Ninguno de los sospechosos fue detenido.
La ley surcoreana prohíbe a las empresas farmacéuticas ofrecer a los médicos reembolsos o descuentos para los medicamentos que prescriben. La fiscalía acusa a personas asociadas a la Novartis surcoreana, incluido el ex director ejecutivo Moon Hak-sun, de intentar eludir la ley financiando actos académicos organizados por editores de revistas médicas, donde los médicos invitados recibían primas disfrazadas de pagos por asistencia.
Novartis Korea no respondió en un primer momento a una petición de comentarios.
Moon sirvió como director ejecutivo de Novartis Korea antes de pedir una excedencia temporal en abril, dijo Barret

 original
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=215571

domingo, 14 de agosto de 2016

Innovación, acceso a medicamentos y propiedad intelectual


La competencia promueve la innovación y precios más bajos. Es por ello que la mayoría de los países aplican regulaciones para defender la competencia del efecto de los monopolios, protegiendo así a competidores y consumidores por igual.

Al mismo tiempo, sin embargo, esos mismos gobiernos conceden patentes y otros derechos de propiedad intelectual sobre medicamentos y otros productos. Esos derechos otorgan a los titulares el poder de impedir temporariamente -en el caso de las patentes durante por lo menos el plazo de veinte años- la entrada al mercado de competidores y, en consecuencia, de fijar precios en condiciones monopólicas.

Esa aparente contradicción resulta en última instancia de un compromiso intertemporal entre dos objetivos contrapuestos: el de incentivar y retribuir a los inventores del medicamento, por un lado, y el de hacer que el fruto de tales innovaciones esté luego disponible para beneficio de la sociedad toda, por el otro.

Específicamente, ese compromiso quedó plasmado en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Adpic) negociado en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que obliga a sus signatarios, incluyendo la Argentina, a proteger la propiedad intelectual según las normas establecidas en ese instrumento.


Más allá de la obligación indiscutida de cumplir con el acuerdo de los Adpic, subsiste en todo caso la cuestión de cómo encarar los impactos que los derechos de propiedad intelectual -en particular las patentes- pueden tener sobre el acceso de la población a los medicamentos.

Una preocupación similar se observa en la producción agrícola: patentes sobre modificaciones genéticas (o partes de ellas) incrementan los costos para los agricultores y pueden impedir el uso de sus propias semillas en sucesivas plantaciones.


En tanto, en ese contexto: ¿qué políticas se pueden adoptar, en el marco del respeto a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para moderar el impacto de la propiedad intelectual sobre el acceso a los medicamentos?

A nuestro criterio, el mecanismo más efectivo es el de contar con principios serios y rigurosos para evaluar las solicitudes que se presenten ante las oficinas de patentes.

Es ampliamente conocido que las grandes empresas farmacéuticas "innovadoras" -todas ellas multinacionales, ya que los laboratorios farmacéuticos argentinos básicamente producen medicamentos genéricos y/o genéricos de marca- tienen como estrategia presentar solicitudes para patentar cambios triviales en los medicamentos existentes, con el fin de extender su monopolio más allá de los veinte años estipulados en la actualidad, lo que implica bloquear el ingreso al mercado de productos genéricos competidores y, en consecuencia, su disponibilidad a precios más bajos.

Prácticas evitables

Varios países, entre ellos la Argentina, han adoptado instrumentos de política para asegurar que, mediante un examen científicamente riguroso de las solicitudes de patentes, se eviten esas prácticas.

Elaboradas a partir de recomendaciones de organizaciones de las Naciones Unidas y consistentes con el derecho internacional, las pautas aplicadas a las solicitudes de patentes farmacéuticas en nuestro país apuntan a lograr el doble objetivo de premiar la innovación -cuando ella verdaderamente existe- y preservar la competencia legítima.
Como puede verse, conceder patentes con criterios laxos genera costos para la economía y el consumidor sin ninguna justificación.

Las patentes mal concedidas crean barreras para la competencia y el acceso a productos a precios accesibles.




Es necesario, por tanto, defender las políticas de Estado que, al tiempo de reconocer y respetar estrictamente los derechos de propiedad intelectual, lo hagan promoviendo la innovación y sin afectar intereses vitales para la economía y la sociedad.


El autor es director del Centro de Estudios Interdisciplinarios sobre Derecho Industrial y Economía, Facultad de Derecho, UBA

original en: http://bit.ly/2b6b7EO

miércoles, 10 de agosto de 2016

Agencia Nacional de Laboratorios Públicos (ANLAP): siguen los desplazamientos y aumenta la incertidumbre

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Boletín Oficial, 10 de agosto  de 2016


por medio de los decretos 923 y 924, el gobierno  dejo sin efecto las designaciones del Vicepresidente, Jerónimo Chaparro Fresco  y del   secretario del directorio Santiago Miguel Villa, de la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos

EL PRESIDENTE
DE LA NACIÓN ARGENTINA
DECRETA:

ARTÍCULO 1° — Limítase a partir de la fecha del dictado de la presente medida, la designación del Dr. Jerónimo Nahuel CHAPARRO FRESCO (D.N.I. N° 26.464.769) en carácter de Vicepresidente del Directorio de la AGENCIA NACIONAL DE LABORATORIOS PÚBLICOS (ANLAP), organismo descentralizado actuante en la órbita del MINISTERIO DE SALUD, la que fuera efectuada oportunamente mediante el Decreto N° 2387 de fecha 10 de noviembre de 2015.

ARTÍCULO 2° — Comuníquese, publíquese, dése a la DIRECCIÓN NACIONAL DEL REGISTRO OFICIAL y archívese. — MACRI. — Marcos Peña. — Jorge D. Lemus.

EL PRESIDENTE
DE LA NACIÓN ARGENTINA
DECRETA:

ARTÍCULO 1° — Limítase a partir de la fecha del dictado de la presente medida, la designación del Dr. Santiago Miguel VILLA (D.N.I. N° 27.466.562) en carácter de Secretario del Directorio de la AGENCIA NACIONAL DE LABORATORIOS PÚBLICOS (ANLAP), organismo descentralizado actuante en la órbita del MINISTERIO DE SALUD, la que fuera efectuada oportunamente mediante el Decreto N° 2447 de fecha 18 de noviembre de 2015.

ARTÍCULO 2° — Comuníquese, publíquese, dése a la DIRECCIÓN NACIONAL DEL REGISTRO OFICIAL y archívese. — MACRI. — Marcos Peña. — Jorge D. Lemus.

ver decretos completos
 decreto 923  y decreto 924