miércoles, 18 de marzo de 2015

El marketing farmacéutico influye en la práctica de los futuros médicos


Nota: el estudio de referencia fue reseñado en el momento de su publicación Estudiantes de medicina y marketing farmacéutico,
pero bien vale la pena repetir algunos conceptos  y recomendar  el uso

Implementación de módulo de enseñanza sobre promoción farmacéutica en facultades de medicina y farmacia

ahora si la nota en cuestión

El marketing farmacéutico influye en la práctica de los futuros médicos

SINC 17 marzo 2015 

Los estudiantes de Medicina suelen recibir cursos de formación de la industria farmacéutica. Una investigación de la Universidad de Zaragoza muestra que al menos tres de cada cuatro alumnos se han beneficiado de un regalo de estas compañías, y piensan que sus charlas están frecuentemente sesgadas en favor de sus intereses. 
Según el estudio, el 78,6% de los participantes recibió en algún momento un regalo promocional, como muestras de medicamentos, libros, viajes o comidas.
Las actividades promocionales de la industria farmacéutica en las facultades de Medicina son frecuentes mediante actividades de formación. Algunos investigadores ya han descrito con anterioridad que esta relación entre estudiantes e industria puede determinar las pautas de prescripción médicas.
Ahora, un estudio llevado a cabo con alumnos de la facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza analiza cómo afecta la exposición de los estudiantes al marketing farmacéutico. Los estudiantes y profesionales cuya relación con la industria es más estrecha “tienden a valorar positivamente sus productos y los prescriben más, sin que exista evidencia científica que lo justifique”, explica a Sinc Sara Calderón, investigadora del Centro de Salud Universitario Cartuja, en Granada. Junto con María José Rabanaque Hernández, de la Universidad de Zaragoza, es una de las autoras del artículo, publicado en la revista Atención Primaria.
Tres de cada cuatro alumnos piensan que las charlas están sesgadas a favor de la compañía
La investigación se llevó a cabo con un total de 396 encuestas realizadas a alumnos de la facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza. Según el estudio, el 78,6% de los participantes había recibido un regalo no relacionado con la formación –muestras de medicamentos, libros, viajes o comidas–, sobre todo los asistentes a los últimos cursos, durante la etapa clínica. “Los estudiantes reconocen que esto puede provocar sesgos en su actividad profesional” señalan las autoras.
La formación es la actividad más frecuente de la industria farmacéutica en las facultades de Medicina, y también la más aceptada. Según el trabajo de Calderón, tres de cada cuatro alumnos piensan que las charlas suelen estar sesgadas a favor de los productos de la compañía, aunque más del 60% las consideran útiles. Un 22% estaría de acuerdo con prohibir los encuentros entre representantes farmacéuticos y estudiantes. “En este terreno son frecuentes las actitudes no definidas e incluso contradictorias”, apunta Calderón.
A mí no me afecta, a los demás sí
Como ejemplo de esta ambigüedad, un 39,8% de los estudiantes considera peligrosa la promoción farmacéutica para sus compañeros, pero solo un 30,4% cree que pueda afectarle a sí mismo. Se extrae del artículo que los estudiantes que han asistido alguna vez a una charla financiada por un laboratorio o han recibido una muestra valoran mejor su utilidad.
“El regalo tiende a crear un sentimiento de reciprocidad independiente de su cuantía, pero los profesionales suelen verse a sí mismos como inmunes a tales efectos”, dicen las investigadoras.
Sin embargo, las actitudes ante las invitaciones y regalos varían según su naturaleza y contenido. Mientras que los encuestados se muestran críticos ante el pago de vacaciones, regalos caros o comidas, se aceptan con facilidad libros, inscripciones y viajes a congresos.
El trabajo muestra una menor conformidad por parte de las mujeres hacia las estrategias de la industria
Esta influencia parece traspasar la frontera de la formación. “Estos comportamientos parecen reproducirse entre médicos residentes, lo que se puede atribuir, en parte, a carencias formativas tanto en pregrado como a lo largo de la formación MIR” apunta Calderón. 
Los familiares de médicos, más influenciados
El 24,9% de los encuestados tiene parientes que ejercen la medicina. Estos estudiantes, según la investigación, reciben más obsequios y muestran una percepción más positiva de las charlas financiadas por la industria. Son menos los que reconocen la posible influencia de las promociones en su futura prescripción y la de sus compañeros.
Por otro lado, en cuestión de sexos, el trabajo muestra una menor conformidad por parte de las mujeres hacia las estrategias de la industria, 14%  frente al  23,4% de los hombres.
Más conciencia en las aulas
Para evitar las posibles influencias negativas, para Calderón sería necesario el refuerzo de asignaturas “que fomenten la reflexión y la medicina basada en la evidencia, el uso racional del medicamento o lectura crítica de la literatura”.
También hay estudiantes que, por su parte, crean iniciativas para luchar contra lo que entienden como un atentado contra la ética médica. Como ejemplo, las investigadoras nombran al colectivo Farmacríticxs, formado por alumnos de sexto curso, cuyo objetivo es promover una relación ética y transparente con la industria farmacéutica.
“Precisamente por su condición de estudiantes, las actividades y los contenidos formativos deberían ser siempre accesibles y rigurosos” concluye la investigadora.                      
Referencia bibliográfica:
Calderón Larrañaga, Sara y Rabanaque Hernández, María José: “Estudiantes de medicina y marketing farmacéutico”. Atención Primaria.

original disponible en bit.ly/199qGGT

La industria Farmacéutica aprovecha la investigación realizada con fondos públicos


hemos retocado el titulo original
La nota de prensa, que ponemos completa debajo, está enfocada a resaltar la contribución del sector privado en la I&D.

Sin embargo nos da pie para reslatar precisamente lo opuesto: el rol del sector público que es poco conocido y es fundamental.

algunos ejmplos se pueden encontrar en el trabajo de Donald Ligth y Joel Lexchin
Donald Ligth, Joel Lexchin. Investigación ydesarrollo de medicamentos: ¿qué obtenemos a cambio de todo ese dinero?




titulo original el global :

La industria farmacéutica termina lo que inician los centros públicos de investigación
Francisco Rosa , El Global  16 de marzo de 2015
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Un informe muestra cómo el mayor peso de la parte pública en la investigación básica se diluye en la clínica
Parece que nadie duda de que la aportación de los centros públicos en la investigación básica es fundamental para el posterior desarrollo de los nuevos medicamentos. Se conoce el gran peso de la inversión pública a la hora de dar los primeros pasos, e igualmente se sabe que esta va dejando paso a la iniciativa privada en el momento en el que tiene que producirse la traslación, para dejar a esta última más o menos sola ante el peligro cuando de lo que se trata es de evaluar si los diferentes compuestos ofrecen la seguridad y la eficacia necesarias para conseguir la aprobación.
Así lo indica el último estudio de Tufts Center for the Study of Drug Development, titulado Public & Private Sector Contributions to the Research & Development of the Most Transformational Drugs of the Last 25 Years, que ha sido financiado por la americana Pfizer y que compara la aportación de los National Institutes for Health (NIH) y de las compañías asociadas a la patronal americana PhRMA.
Este ilustra claramente, con una muestra de 19 moléculas consideradas como las más relevantes en un estudio publicado en 2013 por los investigadores de Hardvard Kesselheim y Avorn, que en la gran mayoría de estos fármacos ha habido una intervención de ambas partes, la pública y la privada. Concretamente, solo cuatro (epoprostenol, fluoxetina, omeprazol, sildenafilo) fueron desarrollados desde el inicio hasta el final por la parte empresarial. 
Seguidamente, en el documento queda recogida con claridad la contribución que realiza cada una de los actores en función de la fase de la investigación que se analice. En lo que tiene que ver con la investigación básica, el 54 por ciento de los hitos fueron alcanzados por el sector público, frente al 27 por ciento por parte del privado. 
A partir de aquí, se ve una contribución muy superior por parte de las compañías farmacéuticas, que son protagonistas del 58 por ciento de los hitos en discovery; el 81 por ciento en el caso de la síntesis química, la fabricación y los controles de calidad de los medicamentos; así como el 73 por ciento en lo que tiene que ver con el desarrollo clínico previo al lanzamiento. 
"Los resultados de nuestro análisis confirman el papel fundamental que juega el sector privado en lo que tiene que ver con el tiempo y los recursos que se destinan en el desarrollo de los nuevos tratamientos. Mientras que la investigación básica necesaria para el descubrimiento y el desarrollo de los medicamentos viene siendo liderado por la academia, son las compañías farmacéuticas las que, particularmente, se esfuerzan en generar la masa crítica y en aportar su experiencia para el desarrollo exitoso de los nuevos fármacos. Aspectos como la formulación, la metabolización, la farmacocinética y la seguridad recaen principalmente en la parte privada", explican los expertos del Tufts Center. 
En este sentido, no eluden la polémica frente a las voces que piden una mayor participación de los gobiernos con respecto al desarrollo de medicamentos. Y, en este sentido, teniendo en cuenta los datos referidos a los que fueron aprobados en el periodo 1987-2002, estiman que "el presupuesto público que dedica Estados Unidos a los NIH debería verse duplicado para conseguir la aprobación de estos, y que tendría que crecer dos veces y media para seguir alimentando el desarrollo de otros nuevos". Estiman además que la falta de experiencia de la parte pública en desarrollo clínico encarecería el proceso.

"Rosuvastatina: ganadora de la guerra de las estatinas, a pesar de la salud de los pacientes", señala Sidney Wolfe


Sidney Wolfe, BMJ, 17 de marzo de 2015

En los EE.UU. se gasta más en rosuvastatina que cualquier otra estatina. Sin embargo, la evidencia de sus beneficios para la salud siempre ha sido débiles y existe una creciente evidencia de efectos secundarios dañinos. Sidney Wolfe explica por qué cree que el fármaco debería haber sido retirado y por qué no se debe utilizar

El año pasado, la rosuvastatina (Crestor) fue el medicamento de marca más recetado en los EE.UU., con 22,3 millones de recetas y $ 5.8900 millones de dólares en ventas.1 Las ventas mundiales de 2013 fueron de $ 8.200 millones de dólares, la tercera más alta de cualquier medicamento de marca.2
Dada la vieja y continua, falta de evidencia comparativa de beneficios clínicos y la creciente evidencia de los riesgos de rosuvastatina, ¿cómo sucedió esto?
La respuesta corta es que de todas las estatinas todavía en el mercado, la potencia de la reducción de colesterol, miligramo por miligramo, de la rosuvastatina es superior a todos las demás, un hecho explotado en campañas publicitarias.
Pero ¿qué pasa en realidad con la mejora en la salud, la prevención de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares?

Ver el análisis completo en

Wolfe Sidney.
Rosuvastatin: winner in the statin wars, patients’ health notwithstanding
BMJ 2015; 350 :h1388


lunes, 16 de marzo de 2015

India comercializará por un dólar la vacuna contra rotavirus

El Confidencial, 10 de marzo de 2015

El Gobierno indio empezará este mes a comercializar por 1 dólar su propia vacuna contra el rotavirus, la causa más común de diarrea infantil y que anualmente mata a 500 mil niños menores de 5 años, informó este martes a Efe una fuente oficial.
La vacuna, que será comercializada bajo el nombre de Rotavac, está siendo distribuida en toda la India y estará a la venta “en un mínimo de 10 días, antes de final de mes”, según un portavoz de Bharat Biotech, la compañía india que desarrolló el medicamento y se ocupa de su producción.

El primer ministro de la India, Narendra Modi, presentó oficialmente ayer la vacuna en un acto en el que remarcó el logro que supone para el país asiático haber completado, tras 25 años, su ciclo de producción, desde la investigación hasta su fabricación, de acuerdo con un comunicado del Gobierno indio.

Modi destacó que unos 80.000 niños mueren al año en la India, donde se registran anualmente un millón de hospitalizaciones por diarrea infantil causada por el rotavirus, lo que supone además un fuerte gasto para las arcas del Estado.

En la actualidad, compañías extranjeras venden vacunas contra el rotavirus en la India a 1.100 rupias (17 dólares), frente a las 63 rupias (1 dólar) que costará Rotavac, un precio que mantendrán también cuando sea exportado, recoge el canal indio NDTV.

La compañía Bharat Biotech ha registrado además en 20 países cuatro patentes relacionadas con la fabricación de Rotavac.

La India dejó de conceder patentes a medicamentos en 1970, lo que ayudó al florecimiento de la industria de medicinas baratas, y hoy en día es el segundo país productor de genéricos, por detrás de China, y primer exportador mundial.
Cuando ingresó en la OMC en 2005 volvió a establecer la normativa de la propiedad intelectual y a conceder patentes, pero incluyó en la ley la denominada “cláusula 3d”, que especifica que sólo se concederán patentes a las innovaciones médicas, a las nuevas moléculas y a nuevas formas de sustancias ya conocidas solo en caso de que mejoren sustancialmente su eficacia.
Organizaciones como Unicef o Médicos Sin Fronteras dependen en los países en desarrollo de medicamentos de la India.
Según estas fuentes, el 80 % de los medicamentos para el sida utilizados en el mundo pobre y el 90 % de los antirretrovirales con los que se trata a los niños en todo el planeta tienen origen en el país asiático.

original  en 
bit.ly/1MJIYxz

Manejo de la agitación en el paciente anciano


Infac Volumen 22, No 10, 2014
Información farmacoterapéutica de la comarca

16 de marzo de 2015

Introducción
La agitación en un paciente anciano se puede desencadenar ante diversas situaciones clínicas, principalmente asociadas a la demencia y al delirium1.
Aunque el deterioro cognitivo es el rasgo clínico fundamental de la demencia, los síntomas no cognitivos o síntomas conductuales y psicológicos de la demencia son prácticamente universales en estos pacientes en algún momento de la evolución de la enfermedad y, con frecuencia,
dominan el cuadro clínico. Entre estos síntomas se incluyen: agitación, agresividad, alucinaciones, ideas delirantes, vagabundeo, humor deprimido, ansiedad, insomnio, conductas intrusivas o inapropiadas, etc.2,3.
Por otra parte, el delirium es un síndrome agudo que puede ocurrir en el contexto de una función cognitiva premórbida o bien complicar una demencia. Se caracteriza por un cuadro confusional, con alteración del nivel de conciencia, la atención y la función cognitiva, que se desarrolla habitualmente en horas o días, y se desencadena típicamente por causas médicas (metabólicas, infecciosas, deshidratación, enfermedad orgánica, fármacos, etc.) o por cambios del entorno habitual del paciente1. Su presentación es variable en forma de delirium hiperactivo, hipoactivo o mixto4. Los trastornos en la conducta psicomotora y en el ritmo sueño-vigilia, con insomnio nocturno, evocan la llamada agitación, pero existen también formas de delirium hipoactivas, que se
caracterizan por el enlentecimiento, el aletargamiento y la hipersomnia.
Si bien en ocasiones el diagnóstico diferencial entre la demencia y el delirium no es sencillo, el inicio agudo, el curso fluctuante, la disminución de la atención, el pensamiento desorganizado y el nivel de conciencia alterado orientan al diagnóstico de delirium, que es un cuadro potencialmente reversible5.
La agitación conlleva una pérdida importante de la calidad de vida del paciente, debido no sólo al propio proceso, sino también al conjunto de estrategias para tratarlo, pues por una parte, se tiende a aislar y sobremedicalizar al paciente y, por otra, la sobrecarga del cuidador puede influir en la calidad de la atención que el paciente reciba. Por todo ello, es una situación que con frecuencia lleva a la claudicación familiar, siendo motivo de institucionalización 6,7.
El objetivo de este boletín es revisar el manejo de este problema, destacando las medidas preventivas y las intervenciones no farmacológicas, así como las ventajas e inconvenientes del tratamiento farmacológico.



El número completo disponible en: http://bit.ly/1BMg7oD

Le llaman tratado de “libre comercio”, pero no lo es



Vicenç Navarro, diario PÚBLICO, 13 de marzo de 2015.

Este artículo cuestiona algunos de los argumentos que utilizan los defensores del Tratado de Libre Comercio entre EEUU y la Unión Europea, señalando que este tratado no facilitará el comercio entre los dos continentes, tal como sus proponentes asumen.

La gran mayoría de la población española no ha oído ni leído prácticamente nada sobre el llamado Tratado de Libre Comercio entre EEUU y la Unión Europea. Y lo poco que habrá leído u oído le habrá parecido que es un tema que debería favorecerse, pues un tratado con este título seguro que aumentará el comercio entre los dos lados del Atlántico Norte, y con ello la actividad económica y la creación de empleo. Los mayores medios de información y persuasión, en manos de grandes grupos financieros y empresariales, o bajo el control de opciones políticas próximas a estos intereses, seguro que proveerán las cajas de resonancia para que el lector, el oyente y el televidente de tales medios saque esta percepción de dicho tratado.

Y ahí está el problema, pues tal tratado afectará a la gran mayoría de la población en términos desfavorables a sus estándares de vida y al nivel de protección social que ha adquirido, protección que se debilitará considerablemente con la aplicación de ese tratado. Y la causa de que ello ocurra así y no de otra manera es consecuencia del enorme poder que los grandes conglomerados económicos y financieros tienen sobre el Estado federal de EEUU y sobre los Estados miembros de la Unión Europea. Y existe evidencia muy robusta de que ello será así. Solo basta mirar otros tratados semejantes para ver quién se ha beneficiado de ellos y quién ha salido perjudicado.

La experiencia de otros tratados de libre comercio

Hace algo más de un mes, el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz escribió un artículo en el New York Times (31.01.15), significativamente titulado “No negocien con nuestra salud” (“Don’t Trade Away our Health”), en el que detallaba cómo la industria farmacéutica, una de las más poderosas en EEUU (y en Europa), estaba, en realidad, escribiendo las reglas del nuevo Tratado de Libre Comercio de la Asociación Trans-Pacífico (Trans-Pacific Partnership, TPP), que regula el intercambio internacional de fármacos en los países del Pacífico. El objetivo de dicha industria es crear sistemas de propiedad monopolística (que entran en conflicto, por cierto, con el libre comercio) que imposibiliten medidas que rompan con tal monopolio. Y la manera de conseguirlo es dar a la industria el poder para definir el precio de los productos farmacéuticos mediante el establecimiento de patentes, por un lado, e imposibilitando el desarrollo, venta y distribución de productos genéricos, no sujetos a patentes, por otro. Tener una patente quiere decir que la industria que ha producido el fármaco patentado tiene pleno control de la producción y distribución del producto durante un largo periodo de tiempo, lo cual le permite pedir el precio que quiera por el fármaco. El caso más conocido es la producción de la medicina que cura la Hepatitis C, cuyo precio en EEUU es nada menos que de 84.000 dólares por paciente, mientras que en la India, una versión genérica (no patentada) del fármaco se vende por menos de un 1% de ese precio.

De libre, tal comercio tiene muy poco

La intención del Tratado de Libre Comercio, desde el punto de vista de la industria farmacéutica, controlada por las grandes empresas estadounidenses y europeas, es dificultar al máximo la introducción de los productos genéricos no patentados. Y lo están consiguiendo. Como Stiglitz menciona, las normas del TPP en el comercio de fármacos las están escribiendo las grandes empresas farmacéuticas que, en la práctica, controlan la agencia federal de EEUU a cargo de regular el comercio internacional de fármacos, las cuales utilizan la gran influencia comercial y diplomática del gobierno federal de EEUU para aplicar estas normas a los once países del área del Pacífico que forman parte del tratado, donde la extensión de los genéricos ha alcanzado niveles alarmantes para las grandes empresas. Un tanto semejante ocurre en el propio EEUU, donde los genéricos, para muchos productos farmacéuticos, representan ya el 86% de todas las ventas de fármacos, lo cual ha significado un ahorro para el gobierno federal de nada menos que de 100.000 millones de dólares.

De ahí la movilización de tales grandes empresas farmacéuticas para revertir este proceso, utilizando como argumento la necesidad de aumentar el comercio, cuando, en realidad, la aplicación de sus propuestas es precisamente lo opuesto a lo que indican. Su exigencia a los Estados de permitirles un comportamiento monopolístico se basa en la necesidad de recuperar el dinero supuestamente invertido en el descubrimiento y producción del nuevo fármaco, argumento sobre el que varias investigaciones académicas, creíbles y rigurosas, muestran su gran falsedad, pues la mayoría de lo que definen como producción son, de hecho, gastos de marketing y promoción. En realidad, gran parte del conocimiento científico sobre el cual se producen los nuevos fármacos procede de universidades y centros de investigación, como los famosos Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health), que son financiados públicamente, lo cual explica que un número creciente de economistas, como Dean Baker, Codirector del Center for Economic and Policy Research de Washington, estén proponiendo el final de las patentes, asignando a las autoridades públicas la tarea de producir tales fármacos, lo cual resultaría más económico para los Estados, pues se librarían de tener que pagar unos precios tan altos.

Una última observación. La única defensa que la ciudadanía tiene es hacer valer su influencia sobre las instituciones democráticas que, al menos en teoría, representan sus intereses, para exigir plena transparencia en la preparación de esos tratados, rompiendo con una opacidad que intenta ocultar el maridaje y la complicidad de los intereses particulares de lobbies económicos con las agencias reguladoras públicas cautivas de tales intereses.


Nota original en

viernes, 13 de marzo de 2015

Tratamiento hormonal sustitutivo para prevenir la enfermedad cardiovascular en mujeres posmenopáusicas

Rev Cochram, 10 de marzo de 2015

La evidencia de las revisiones sistemáticas de estudios observacionales sugieren que la terapia hormonal puede tener efectos beneficiosos en la reducción de la incidencia de episodios de enfermedad cardiovascular en mujeres posmenopáusicas, sin embargo los resultados de los ensayos controlados aleatorios (ECA) han tenido resultados mixtos. Esta es una versión actualizada de una revisión Cochrane publicada en 2013. 


Objetivos: Evaluar los efectos de la terapia hormonal para la prevención de la enfermedad cardiovascular en las mujeres posmenopáusicas, y si existen efectos diferenciales entre el uso en la prevención primaria o secundaria. Los objetivos secundarios fueron a realizar análisis exploratorios para (i) evaluar el impacto del tiempo desde que se inició el tratamiento de la menopausia (mayor o igual a 10 años frente a menos de 10 años),  y en los que no se disponía de estos datos, la edad de los participantes del ensayo al inicio del estudio como una aproximación (mayor o igual a 60 años de edad frente a menos de 60 años de edad); y (ii) evaluar los efectos de la duración del tiempo de tratamiento.


Métodos de búsqueda: Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos hasta el 25 de febrero 2014: Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL) en The Cochrane Library, MEDLINE, EMBASE y LILACS. También se buscó en los registros de ensayos e investigación, y llevó a cabo la verificación de referencias de los estudios pertinentes y las revisiones sistemáticas relacionadas para identificar estudios adicionales. 

Criterios de selección:
ECA de las mujeres que comparan la terapia hormonal administrada por vía oral con placebo o con un control sin tratamiento, con un mínimo de seis meses de seguimiento. 


Recolección y análisis de datos: Dos autores de forma independiente evaluaron la calidad de los estudios y extrajeron los datos. Se calcularon los cocientes de riesgo (RR) con intervalos de confianza del 95% (IC) para cada resultado. Se combinaron los resultados utilizando efectos aleatorios meta-análisis, y realizamos análisis adicional para evaluar los efectos del tratamiento como prevención primaria o secundaria, y si el tratamiento se inició más o menos de 10 años después de la menopausia.
Principales resultados: Se identificaron seis nuevos ensayos a través de esta actualización. Por tanto, la revisión incluye 19 ensayos con un total de 40.410 mujeres posmenopáusicas. En general, la calidad de los estudios era buena y en general de bajo riesgo de sesgo; los resultados están dominados por los tres ensayos más grandes. Encontramos evidencia de alta calidad que la terapia hormonal en la prevención primaria y secundaria no confería ningún efecto protector para la mortalidad por todas las causas, muerte cardiovascular, infarto de miocardio fatal, angina o revascularización. Sin embargo, hubo un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular en los del grupo de la terapia hormonal para la prevención primaria y secundaria combinada (RR 1,24; IC del 95%: 1,10 a 1,41). Se incrementaron los eventos tromboembólicos venosos (RR 1.92, IC 95% 1,36 a 2,69), al igual que la embolia pulmonar (RR 1,81; IC del 95%: 1,32 a 2,48) en la terapia hormonal en relación a placebo. El aumento del riesgo absoluto de accidente cerebrovascular fue de 6 por cada 1000 mujeres (número necesario a tratar para un resultado dañoso adicional (NNTD) = 165; media de duración de seguimiento: 4,21 años (rango: 2,0-7,1)); de tromboembolismo venoso 8 por 1.000 mujeres (NNTD = 118; media de duración de seguimiento: 5,95 años (rango: 1,0-7,1)); y de embolia pulmonar 4 por 1.000 (NNTD = 242, con una media duración de seguimiento: 3,13 años (rango: 1,0 a 7,1)). Se realizaron análisis de subgrupos de acuerdo a cuando se inició el tratamiento en relación con la menopausia. Las que comenzaron la terapia hormonal menos de 10 años después de la menopausia tuvieron menor mortalidad (RR 0,70; IC del 95%: 0,52 a 0,95, pruebas de calidad moderada) y enfermedad coronaria (combinación de muerte por causas cardiovasculares e infarto de miocardio no fatal) (RR 0,52, 95% CI 0,29 hasta 0,96; pruebas de calidad moderada), aunque tenían mayor riesgo de tromboembolismo venoso (RR 1,74; IC del 95%: 1,11 a 2,73, pruebas de alta calidad) en comparación con placebo o ningún tratamiento. No hubo una fuerte evidencia de efecto sobre el riesgo de ictus en este grupo. En las que comenzaron el tratamiento más de 10 años después de la menopausia no hubo pruebas de alta calidad que tuvieran algún efecto sobre la muerte o la enfermedad coronaria entre los grupos, pero hubo un aumento del riesgo de ictus (RR 1.21, IC 95% 1,06-1,38, alta pruebas de calidad) y tromboembolismo venoso (RR 1.96, IC 95% 1,37-2,80, pruebas de alta calidad).
Conclusiones de los autores: Nuestros hallazgos en la revisión proporcionan una fuerte evidencia de que el tratamiento mediante la terapia hormonal en mujeres posmenopáusicas en general, ya sea para la prevención primaria o secundaria de eventos cardiovasculares, tiene poco o ningún beneficio y provoca un aumento en el riesgo de ictus y de eventos tromboembólicos venosos.


El trabajo
Henry MP Boardman, Louise Hartley, Anne Eisinga, Caroline Main, Marta Roqué i Figuls, Xavier Bonfill Cosp, Rafael Gabriel Sanchez, Beatrice Knight
Hormone therapy for preventing cardiovascular disease in post-menopausal women
Cochrane Database Syst Rev Article first published online: 10 Mar 2015 | DOI: 10.1002/14651858.CD002229.pub4

disponible en  http://bit.ly/1Clg57G