Los
analgésicos narcóticos, los medicamentos para la adicción y los
sedantes encabezan la lista
Pediatrics,
15 de septiembre 2014
Nota al articulo y
entrevista a los autores de HealthDay News, 16 de septiembre,
2014
Una cantidad
relativamente pequeña de medicamentos son responsables de que miles
de niños pequeños acudan al hospital por una ingestión accidental,
según un estudio del gobierno estadounidense.
Cada año entre 2007 y
2011, aproximadamente 9,500 niños menores de 6 años fueron
hospitalizados en los EE. UU. tras acceder a los medicamentos de
algún familiar, según los Centros para el Control y la Prevención
de Enfermedades (CDC) de los EE. UU.
"Tres cuartas
partes de esos niños tenían solamente 1 o 2 años", dijo el
Dr. Daniel Budnitz, director del programa de seguridad de los
medicamentos de los CDC.
Se trata de una
información importante para los padres, comentó, ya que muestra qué
niños tienen el riesgo más alto de ingestión accidental de
medicamentos.
Los hallazgos,
publicados en línea el 15 de septiembre en la revista Pediatrics,
también indican los medicamentos que con mayor frecuencia están
detrás de las hospitalizaciones de los niños pequeños.
Entre los mayores
culpables estaban los analgésicos narcóticos (opiáceos como
Oxycontin, Percocet y Vicodin), además de los medicamentos usados
para el tratamiento de la adicción a los opiáceos.
En la lista también
estaban los sedantes llamados benzodiacepinas, como Ativan, Valium y
Xanax, y medicamentos cuyo ingrediente activo es la clonidina. Este
último grupo incluye Catapres, Kapvay y Nexiclon, que a menudo se
usan para el tratamiento de la hipertensión y algunos casos del
trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
La lista no sorprendió
al Dr. Shan Yin, director médico del Centro de Información de
Intoxicación y Medicamentos del Hospital Infantil de Cincinnati, en
Ohio.
"Muchos de estos
medicamentos se usan con asiduidad, y también son tóxicos en dosis
bajas", dijo Yin, que no participó en el estudio.
Eso significa que un
niño pequeño no tendría que ingerir una gran cantidad de uno de
esos fármacos para sufrir daños. Y algunos fármacos, como los
analgésicos opiáceos, pueden tener "efectos retardados",
indicó Yin. De modo que incluso si a un niño lo llevan a la sala de
emergencias porque uno de los padres está preocupado (porque faltan
un par de pastillas, por ejemplo), los médicos harán que pase la
noche en el hospital bajo observación.
En cuanto a los
ingredientes activos individuales, el equipo de Budnitz halló que la
buprenorfina encabezaba la lista. Ese narcótico, implicado en casi
el 8 por ciento de las hospitalizaciones cada año, se usa en
medicamentos para el tratamiento de la adicción a los opiáceos.
Éstos, además de los analgésicos opiáceos, incluyen a la heroína
y la morfina.
En la mayoría de los
casos de intoxicaciones accidentales, los niños habían tomado un
producto que combina la buprenorfina y naloxona (con marcas como
Suboxone y Zubsolv).
Pero desde el momento
en que se realizó el estudio, dijo Budnitz, todas las versiones con
marca del producto han pasado de estar en frascos a envases blíster.
Los genéricos están en el proceso de cambio.
"Una ventaja de
los envases blíster es que un adulto no tiene por qué acordarse de
poner la tapa de nuevo correctamente", dijo Budnitz. Se espera,
añadió, que el nuevo envase de los productos de buprenorfina cambie
las cosas con respecto a las intoxicaciones accidentales de los
niños.
Ese ingrediente llamó
la atención en tanto que particularmente peligroso cuando los CDC
observaron la cantidad de estadounidenses que obtenían recetas cada
año. Por cada 100,000 personas a las que se recetaron buprenorfina,
200 niños fueron hospitalizados por una ingestión accidental. En
contraste con esa cifra, dos niños acabaron en el hospital por cada
100,000 personas a las que se recetó oxicodona (Oxycontin).
Algunas de las otras
clases de medicamentos de la lista incluían medicamentos para la
diabetes, la hipertensión y la depresión. Varios de estos
medicamentos son usados normalmente por personas mayores, indicó
Budnitz, de modo que es importante que los abuelos y otros familiares
(no solamente los padres) mantengan sus medicamentos lejos de los
niños pequeños.
Eso es cierto incluso
si los medicamentos están en envases resistentes a la apertura para
los niños. "Que sean resistentes a la apertura para los niños
no significa que sean a prueba de niños", matizó Budnitz. "Aun
así sigue siendo necesario dejar los medicamentos en un lugar alto,
alejado y fuera de la vista".
Poner los medicamentos
implicados en envases blíster podría ayudar, dijo Budnitz. Pero Yin
señaló que las personas mayores pueden tener dificultades para
abrir los envases blíster, lo que también hay que tener en cuenta.
Budnitz se mostró de
acuerdo, y dijo que los CDC están colaborando con otros para diseñar
"envases innovadores" que protejan mejor a los niños, sin
que resulte difícil para los adultos mayores acceder a los
medicamentos que necesitan.
Lovegrove MC1, Mathew
J2, Hampp C2, Governale L3, Wysowski DK2, Budnitz DS4.
Emergency
Hospitalizations for Unsupervised Prescription Medication Ingestions
by Young Children.
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