sábado, 29 de mayo de 2010

UNASUR revoluciona el dispositivo contra las enfermedades en la OMS

Juan Gasparini , ContraPunto, Domingo, 23 Mayo 2010

disponible en

http://tinyurl.com/mac-unasur


UNASUR causa gran impacto en su primera participación ante la OMS, al proponer mecanismos novedosos para combatir enfermedades y expertos para dicha tarea

Interviniendo por primera vez en la diplomacia sanitaria internacional, los 12 paises de la Unión de Naciones Suramaericanas (UNASUR) han cambiado las reglas de juego de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican los resultados de su Asamblea anual llevada a cabo esta semana en Ginebra.

Mediante una resolución adoptada por consenso, UNASUR consiguió instaurar el principio que un grupo de expertos nombrados por paises someta a todos los Estados reunidos en Asamblea, propuestas para definir democraticamente una nueva estrategia contra las enfermedades. Se devuelve así a los gobiernos nacionales la facultad de decisión, en apariencia confiscada por una recua de consejeros que estarian cercando a la actual Directora General, Margaret Chan, presuntamente desconectada de algunos problemas claves del planeta. Le imputan haberse aislado, supuestamente rodeada por un trio de asesores occidentales, que habrian marginado especialmente a América Latina (el canadiense Timothy Evans, Keiji Fukuda, de nacionalidad estadounidense, y Carissa Etienne, del Caribe).

Originaria de Hong Kong, médica formada en Canada, elegida en 2006, Chan terminará sus funciones en 2012. Se le atribuye ahora haber caido bajo la influencia de las multinacionales farmaceuticas, concuerdan alegaciones recogidas en los pasillos de Naciones Unidas en Ginebra. Un proyecto de resolución obligando a la rotación por continentes del ocupante al cargo de Director General, el cual impediría de facto la reelección de Chan, iniciaba los preparativos para el turno en que un candidato africano la reemplace, pero sucumbió tras una serie de confusos escrutinios. Al parecer votaron paises que no estan al día en el pago de sus cotizaciones, conducta prohibida por los reglamentos de la OMS, un tema que ensombreció la agenda al cierre de las deliberaciones.

Los Estados recuperan el poder en la OMS

La significativa resolución de UNASUR impone que la OMS acepte estudiar mecanismos financieros novedosos y fiables para combatir enfermedades. El mandato apela a que todos los paises miembros eleven nombres de expertos a Margaret Chan, quien deberá escoger a 34 de ellos, una lista que posteriormente debe ser aprobada por el Consejo Ejecutivo de la organización, su órgano de gobierno, constituido asimismo por 34 representantes de Estados, según una distribución regional proporcional. Seran esos 34 expertos, fruto de la voluntad de los gobiernos, los responsables de elaborar las propuestas para que la Asamblea General de la OMS se dote de una mejor política que garantice mayor salud en el mundo.

La iniciativa de UNASUR se debió al fracaso de un grupo de expertos seleccionados por Chan de acuerdo a sus propios criterios, que redactó un informe rechazado por la Asamblea. El documento insiste en la ideología vigente en la OMS de otorgamiento de patentes a las farmaceuticas, relacionando la investigación y el desarrollo con los precios de los productos sanitarios, un nexo que desea abolir UNASUR.

Con el fin de superar el modelo en vigor basado en las farmaceuticas, UNASUR quiere desvincular “los costos de las actividades de investigación y desarrollo y los precios de los productos sanitarios”, reza la histórica resolución. “Hay que desligar el costo de la puesta a punto de un nuevo producto del precio final, para que de tal manera el producto no tenga que estar patentado y con un costo muy alto”, precisa el experto colombiano Germán Velásquez, considerado el gestor intelectual del texto, un reputado especialista desplazado de la OMS a raíz de su posición crítica, hoy consejero de la Organización Intergubernamental “South Centre”, domiciliada en Ginebra.

“El actual sistema estimulado por la propiedad intelectual dando la exclusividad a traves de una patente durante 20 años no está funcionando para la mayoría de las personas que viven en paises en desarrollo, la mitad de la población mundial, (hay que) acelerar el acceso a los medicamentos”, subraya Velásquez, quien pudo participar en el conclave de Ginebra acreditado por la delegación de Colombia.

Para alcanzar ese objetivo harian falta ideas “innovadoras y sostenibles” que permitan “la investigación y el desarrollo de medicamentos para enfermedades desatendidas, que se traduzcan en medicinas de alta calidad y asequibles para nuestra gente, que es a quien nos debemos”, formuló como proposito David Chiriboga, ministro de Salud de Ecuador, a quien le tocó defender el plan de UNASUR.

La intención sería replantear la ofensiva contra las denominadas enfermedades olvidadas, como la malaria, el dengue, el mal de Chagas, o la tuberculosis, que al ser padecidas en paises pobres, con insuficiente respaldo financiero, han dejado de atraer a las grandes firmas farmaceuticas, las cuales prefieren atacar el cancer, la diabetes o las cardiopatias, dominantes en los paises ricos, con fondos para sufragar los gastos y generar ganancias.

La solución de gravar a las farmaceuticas

“Impulsamos cobrar un impuesto a las ganancias de las empresas farmaceuticas, para financiar las operaciones contra las enfermedades que causan millones de muertos y enfermos en el planeta, particularmente en los paises pobres", adelantó el ministro de Salud de Brasil, José Gomes Temporão, en el contexto de los debates para obtener flamantes recursos. Fuentes de ONGs calculan las ganancias anuales de estas compañías en 160 mil millones de dólares.

En procura de dinero fresco para lograr vacunas y tratamientos contra las enfermedades aún activas en los paises subdesarrollados, “los Estados tienen que tomar un poco más de control y poner a contribuir a la misma industria farmaceutica (...) que más margenes de lucro está reportando hoy y desde hace 15 o 20 años”, afirma Germán Velásquez.

A tal efecto UNASUR aporta un enfoque distinto al tradicional sobre “propiedad intelectual y acceso a los medicamentos”. Pretende forjar alternativas a metodos impracticables o de alcances limitados, como los impuestos a la venta de armas, a los pasajes aereos, al uso de internet, a las transacciones bancarias, o cifrar esperanzas en las donanciones.

La batalla a emprender en la OMS para gravar a las farmaceuticas empezaría proclamando “una recomendación aceptada por unanimidad”, y después “cada país verá que instrumentos va a poner”, dictando leyes o fomentando negociaciones, pronostica Velásquez.

La concepto seduce, entre otros, al Perú, cuyo ministro de Salud, Oscar Ugarte, declaró a la prensa que “hay un margen importante de utilidad de las empresas (farmaceuticas) ... deberían contribuir a la investigación y el desarrollo, es algo que debe ser negociado y acordado por los paises”, referiendose a la condición de posibilidad del gravamen que podría aplicarse.

Oscar Ugarte puso el ejemplo de lo sucedido en su país, donde el Estado adquiere y comercializa alrededor del 46% de los farmacos destinados a la población, en un mercado de 1000 millones de dólares al año, señalando que gracias a una negociacion centralizada con los proveedores, se consiguió en tres años reducir a un tercio el costo de esos productos.

“Esa diferencia de precios no son perdidas para las empresas, eran sobreganancias y que recién estamos llegando a tazas razonables de utilidad”, recalcó Ugarte, apuntando a las sociedades farmaceuticas, que dispondrían todavía de ganancias susceptibles ayudar a doblegar males que perduran en ciertos rincones del globo.

La argentina Mirta Roses, directora de la Organización Panamericana de Salud (OPS), que nuclea a los paises del todo el continente, apoyó también la exploración de nociones inéditas para financiar remedios y vacunas, en línea con lo difundido por Brasil, añadiendo que “hay paises que estan pensando en impuestos a la loteria en juego”.

Guerra al contrabando de medicinas

UNASUR conquistó en la OMS una segunda victoria diplomática en virtud de otra resolución que ganó igualmente consenso para armar un segundo grupo de expertos nombrados por los Estados, que enfrente el contrabando de medicamentos.

En ese cometido UNASUR reclama “una perspectiva de salud pública y con exclusión de consideraciones relacionadas con el comercio y la propiedad intelectual, contra los productos médicos deficientes en cuanto a su calidad, seguridad, eficacia, tales como los de calidad subestándar, espurios, de etiquetado engañoso, falsificados y de imitación”

Con esa formulación UNASUR cuestiona al “Grupo Internacional de Lucha contra la Falsificación de Medicamentos” (IMPACT, su sigla en ingles), asociado a la OMS. Lo impugna porque estaría a las ordenes de especialistas privados que responderían a los intereses de los pulpos farmaceuticos. IMPACT se habría erigido en enemigo del comercio de medicamentos “genericos”, a los que suelen denunciar como falsos, o en infracción con disposiciones aduaneras, entorpeciendo su circulación.

Fabricados libremente una vez extinguidos los 20 años del monopolio de sus patentes concedidas a los laboratorios que los descubrieran, los medicamentos “genericos” son hasta cuatro veces más baratos. El IMPACT es acusado de promover denuncias que los estigmatizarian de falsos, pese a que son legales y competitivos en comparación con los concebidos por las farmaceuticas que originariamente crearan las fórmulas que los revelaran.

Mirta Roses, jefa de la OPS, concluyó que corresponde a los Estados, a través de sus agencias reguladoras y de control nacionales, certificar la calidad de los productos que entran, salen y se distrubuyen en cada país, para impedir se consuman “medicinas subestándard”, como se identifica técnicamente a los productos falsificados.

lunes, 24 de mayo de 2010

Orgasmos Femeninos S.A. y la disfunción sexual femenina

estimadas y estimados
novedades del tema de invención/exageración/promoción de enfermedades, siguiendo donde lo dejo el INFAC1 , la disfuncion sexual como enfermedad inventada y donde ya habia sido excelentemente abordado por Ray Moynihan 2 y por Leonor Tiefer3 en el articulo de aquel memorable número de abril de 2006 del PLos Medicine dedicadio al disease mongering y reseñado en el libro de 2007 de Teresa Forcades 4

El Washington Post 5 nos anuncia que en junio un comité asesor de la FDA se reunirá para revisar el medicamento de Ingelheim Boehringer, la flibanserina, para el tratamiento de la DSF, (o disfunción sexual femenina) cuyo nombre comercial será Girosa. Este medicamento que fue inicialmente desarrollado como antidepresivo, es un agonista del receptor 5-HT1A y antagonista del receptor 5-HT2A.

Unos días atras Boehringer-Ingelheim6 presentaba datos en su Web de este nuevo estudio, llevado a cabo en mujeres con un "subtipo" de DSF el denominado Trastorno del Deseo Sexual Hipoactivo (TDSH). La variable principal del ensayo que incluyo a más de 1.300 mujeres fue la autoevaluación de la mejoría general del estado de las pacientes y un cuestionario acerca de los beneficios del tratamiento. La mayor parte de las participantes reportó beneficios clínicamente significativos con el fármaco
Sin embargo, un grupo creciente de profesionales de varias disciplinas sostienen que la DSF no es un auténtico problema de salud, o al menos no el tipo de problema que debe ser tratado con medicamentos.

En este contexto, y justo a tiempo para el show regulatorio del mes entrante, se presenta un nuevo documental llamado “Orgasm Inc.”7 (subtitulado La Extraña Ciencia del Placer Femenino), que aunque de 2009 se estrena en Nueva York pasado mañana.

Lo que al comienzo iba a ser un documental se tradujo en una visión crítica de este tipo de tratamientos, que explora la cuestión mediante el examen de una serie de puntos de vista y de los productos, incluido el Orgasmatron y un esfuerzo por Vivus Pharmaceutical para desarrollar y vender un tratamiento tópico .
La directora de la pelicula señala "mucho de esto se trata de marketing", y agrega "están tratando de vendernos enfermedades."



Referencias
1. INFAC. Disfunción sexual: entre la realidad y el marketing. 2010 Vol 18 n4 http://tinyurl.com/22k8y34
2. Monhiyan R, The making of a disease: female sexual dysfunction”. BMJ 2003; 326: 45-47, en http://tinyurl.com/3yuvznu)
3. Tiefer L Female sexual dysfunction: A case study of disease mongering and activist resistance. PLoS Med 2006.3(4): e178. http://tinyurl.com/3a9qhgn
4. Forcades T. Los Crimenes de las grandes Compañías farmacéuticas" http://www.fespinal.com/espinal/llib/es141.pdf
5. Rob Stein. FDA considers endorsement of drug that some call a Viagra for women. Washington Post Monday, May 24, 2010" disponible en http://tinyurl.com/23oeqhz
6. Boehringer Ingelheim. Women with hypoactive sexual desire disorder (HSDD) report that flibanserin increased their sexual desire and reduced associated distress. 19 May 2010 http://tinyurl.com/2bppakb
7. ver avance de la pelicula en http://www.orgasminc.org/

“Gripe A, no hay riesgo verdadero” Gianni Tognoni

En su visita a nuestro país, el doctor Gianni Tognoni*, en una entrevista exclusiva para Emancipación SyE, nos habla de las mentiras y negocios detrás de la Gripe A y sus vacunas.


-He seguido muy bien el problema en la Argentina ya que había algunos colegas de Buenos Aires que han hecho uno de los estudios más importantes del mundo al respecto. Es raro que no se mencione mucho. En Europa toda la campaña de la Gripe A, ha sido la documentación de la disociación y de la no credibilidad del global con respecto a la realidad. En ese campo se había hecho la tentativa de proclamar a nivel global que había un riesgo dramático, como lo de los terroristas, con esta pandemia que se había declarado como si fuera el ataque de los virus a la humanidad. Los datos no eran tantos, al revés, eran muy pocos. Había una presión muy fuerte de los laboratorios para que se declare una pandemia para garantizar un mercado que era en sí mismo casi infinito. Por eso trataba la campaña de dar una vacunación a todos. Es impresionante ver que se hizo eso sin tener ni la vacuna ni una idea de su eficacia. Ha sido un chantaje virtual, como si fuera una experimentación cultural. Es posible hacer creer algo que no es creíble. En ese sentido, el mensaje ha pasado más rápidamente en los países que estaban menos listos. De manera que muchos de los países de América latina se pusieron a reorganizar sus planes de prioridad para garantizar un control de la Gripe que no existía o existía pero como una enfermedad entre las demás. Con algunas características importantes de estas muertes con síntomas distintos de las otras, pero no era tan dramática desde el punto de vista numérico. Es interesante que en ésta que es la verdadera diferencia no haya ni un dato nuevo que permita explicar esta particularidad. Cuando al final las propagandas y las propuestas se transformaron en realidad en el otoño por ejemplo italiano o francés ya había mucha sospecha, el debate entre los expertos era entre personas que se dividían la ignorancia del problema. Al final los que ganaron fueron los laboratorios de medicamentos y de vacunas que han impuesto a los gobiernos, con varias razones, comprar cantidades increíbles de vacunas. Pero en Italia el porcentaje de la gente que aceptó vacunarse es una minoría ínfima y también los médicos rechazaron de una manera rotunda todo eso por el hecho de que no había pruebas de eficacia ni evidencias y que había una presión sobre ellos para que ellos vacunaran sin tener una idea clara. Ahora mi esperanza para Argentina es que no se cree de nuevo una situación de terror de emergencia. Todos ahora reconocieron, aún la OMS, que sus alarmas eran desproporcionadas, que de hecho esta Gripe A no es tan tremenda y los que piensan en el futuro dicen que el terror verdadero será cuando venga la Porcina combinada con la aviaría. Pero pienso que eso lo preparan para el año que viene no para este. Terrores excesivamente vecinos no son creíbles, según las novelas antiguas, si gritan mucho que viene el lobo al final nadie lo cree más. Espero que no sea otra manera para gastar dinero público y, sobre todo para crear una situación, de la cuál se ha hablado ahora, que con esta presión sobre las vacunaciones especiales se modifique la confianza en las vacunas efectivamente eficaces. Hay colegas que dicen que son los mismos pediatras los que aconsejan a los padres de no acudir a las vacunas obligatorias de polio o de sarampión. Da la idea que para favorecer el espacio de las vacunas especiales como la de neumonía o la diarrea, mucho menos importantes, se crea una situación de mercado donde es importante no confiar en estas vacunas que son tan pobres y para todos, sino que son importantes las vacunas especializadas y eso es un ataque muy fuerte al derecho a la información de los ciudadanos y a su salud. El riesgo es verdadero para las antiguas enfermedades, no para la gripe A.

sábado, 15 de mayo de 2010

Dictamen del tribunal Permanente de los Pueblos sobre incautación de genéricos

14 de mayo 2010

La sociedad civil latinoamericana se opone a violaciones de derechos humanos de la UE en el Tribunal Permanente de los Pueblos

Incautaciones de medicamentos genéricos legítimos en puertos europeos es cuestionada por violación del derecho humano a la salud


Organizaciones de la sociedad civil de Brasil, Colombia, Perú y Ecuador, países afectados por las incautaciones de medicamentos genéricos en los puertos europeos presentarán hoy, 14 de mayo, en el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP), en Madrid, España, una denuncia contra la Unión Europea (UE) por las incautaciones de medicamentos genéricos en tránsito por los puertos europeos. Las organizaciones requieren que la UE sea declarada culpable por violar el derecho humano a la salud y la vida de los países afectados, debido a la imposición de barreras ilegítimas e ilegales para acceder a los medicamentos genéricos, usados para tratar diversas enfermedades. La gravedad de este hecho fue reforzada en el último día 12 de Mayo, cuando los gobiernos de India y Brasil abrieron una consulta, en el Órgano de Solución de Controversias de la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra la UE y el Gobierno holandés, como consecuencia de estas detenciones.


Los recientes casos de incautaciones de medicamentos genéricos de la India en tránsito hacia los países en desarrollo de África y América Latina, incautados por funcionarios de las aduanas europeas, ponen de relieve los peligros de las medidas de frontera relacionados con los derechos de propiedad intelectual. El impacto de estas medidas es evidente con la detención de al menos 18 envíos de medicamentos genéricos legítimos de la India en puertos europeos, entre 2008 y 2009, basada en el Reglamento CE n º 1383/2003 de la Unión Europea. Las incautaciones de medicamentos genéricos se han justificado para combatir la falsificación. Pero, la regulación de la UE pone medicamentos genéricos legítimos como si fueran falsificados, causando una confusión deliberada entre los términos (genérico y falsificado), y perjudicando el derecho de acceso a medicamentos.


El TPP es un tribunal no gubernamental, del género de los "tribunales de opinión", que se originaran en el enjuiciamiento de crímenes de lesa humanidad cometidos por los EE.UU. en la guerra de Vietnam. Se formó en Italia en 1979 y se ha reunido en 31 ocasiones para juzgar diferentes situaciones de violaciones de derechos humanos. Esta vez, la sesión intitulada “La Unión Europea y las Empresas Transnacionales en América Latina” tendrá lugar en los días 14 y 15 de mayo de 2010 en Madrid, España, adjunta a la Cumbre de los Pueblos Enlazando Alternativas IV, un evento paralelo a la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea, América Latina y el Caribe.


En el caso presentado se requiere que la UE pare las incautaciones de medicamentos genéricos en tránsito por sus puertos, y que se abstenga de promover la confusión deliberada sobre los conceptos de genéricos y falsificados. Del mismo modo, también se exige que el término counterfeit, relacionado con los derechos de propiedad intelectual, deje de ser utilizado en las discusiones sobre los medicamentos falsificados. La sociedad civil de estos países espera que se adopten las medidas apropiadas para asegurar la indemnización a los pueblos afectados por las incautaciones.


De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud 2009 (OMS), alrededor de 2 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso a los medicamentos considerados esenciales, y parte considerable de esa población vive en América Latina. La patente farmacéutica, al garantizar el monopolio de la producción y comercialización del producto, permite la fijación de precios altos, maximizando el beneficio de las empresas transnacionales a costo del derecho a la salud de las poblaciones más vulnerables de los países en desarrollo y menos adelantados. En un contexto de problemas de acceso a los tratamientos y los altos precios, los medicamentos genéricos son esenciales para las políticas de salud pública y la promoción del derecho humano a la salud.


Firman el caso las siguientes organizaciones: Grupo de Trabajo sobre Propiedad Intelectual (GTPI) de la Red Brasileña por la Integración de los Pueblos (REBRIP), Brasil; Fundación Misión Salud, la Mesa de ONGs que Trabajan con VIH/SIDA y la Red Colombiana de Personas Viviendo VIH / SIDA, Colombia, Acción Internacional para la Salud - Latino América y Caribe, Perú y Coalición Ecuatoriana de Personas Viviendo con VIH / SIDA en el Ecuador.



Para obtener más información, comuníquese con:



En Madrid

Renata Reis – +55 21 9114-1838 - +34 91 441 45 00 - e-mail: renata@abiaids.org.br

Francisco Neves - - +34 91 441 45 00 - e-mail: francisco@abiaids.org.br

En Brasil

Pedro Villardi – (21) 2223-1040 – (21) 9438-0399, e-mail: pedro@abiaids.org.br

Marcela Vieira – (11) 3884 7440, e-mail: marcela.vieira@conectas.org

jueves, 13 de mayo de 2010

Brasil - UE: denuncia a la Unión Europea ante la OMC

ANSA 12 de mayo 2010

Brasil anunció hoy que denunció a la Unión Europea (UE) ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), al acusarla de impedir la entrega de medicinas genéricas procedentes de India al mercado local.

Al mismo tiempo, un dirigente indio afirmó que su país presentó una queja contra la UE sobre el asunto.

Según el embajador brasileño en la OMC, Roberto Azevedo, las restricciones "tuvieron un impacto negativo altísimo en el comercio, en el intercambio comercial y en el sistema de salud nacional de los países en desarrollo".
Para el diplomático indio Ujal Bhatia Singh, los remedios genéricos incautados cumplían "perfectamente" con las reglas de la OMC. Uno de los casos se remonta a enero de 2009, cuando Holanda retuvo un navío procedente de India y que realizaba escala en Rotterdam antes de su destino final a Brasil.

La embarcación transportaba una carga de la medicina Losartan, indicada para el tratamiento de la hipertensión arterial. La embarcación fue obligada a regresar a India por presunta violación de la propiedad intelectual.

El embajador indio recordó otras dos restricciones, una en Franckfurt, Alemania, en mayo de 2009, y otra en París, Francia, en octubre.
Tras esos casos, India advirtió a la OMC, en noviembre, que las incautaciones reiteradas de medicinas genéricas amenazan afectar tanto al comercio de esos productos como al acceso universal a la salud en los países en desarrollo.

miércoles, 12 de mayo de 2010

La agencia estadounidense, FDA implementa un programa para controlar las promociones engañosas

11 de mayo de 2010
FDA: ‘Bad Ad Program’ to Help Health Care Providers Detect, Report Misleading Drug Ads
http://www.fda.gov/NewsEvents/Newsroom/PressAnnouncements/ucm211611.htm

La FDA lanzó un programa con el fin de educar a los proveedores de salud acerca de su papel para asegurar que la promoción y publicidad sobre fármacos de venta bajo receta no sea engañosa. Se denomina Programa Malas Promociones (Bad Ad Program).
El personal de la FDA evalúa rutinariamente la publicidad en televisión, revistas o periódicos médicos, pero es difícil seguir el rastro de los discursos a puerta cerrada realizados a proveedores de salud. Este programa intenta combatir este problema.
Malas Promociones es un plan de educación patrocinado por la FDA y administrado por la División de Comunicaciones, Publicidad y Marketing de Fármacos del Centro para Investigación y Evaluación de Fármacos.
El programa será llevado a cabo en tres fases y participarán profesionales de la salud en congresos médicos específicamente seleccionados en conjunto con sociedades médicas específicas para la distribución de material educativo. Las fases 2 y 3 expandirán los esfuerzos colaborativos de la Administración y actualizarán los materiales educacionales desarrollados para la primera fase. Se alentará a los profesionales de salud para que informen sobre cualquier publicidad falsa o engañosa a la FDA (pudiéndolo hacerlo en forma anónima al correo badad@fda.gov), para que los funcionarios puedan hacer el seguimiento necesario.

A principios de este año Thomas Abrams, quien dirige la División de Comunicaciones, Publicidad y Marketing de Medicamentos, afirmó que el esfuerzo llega debido a que la FDA se ha vuelto más dura con las promociones farmacéuticas. Su grupo envió 41 cartas en 2009, comparado con las 21 enviadas el año anterior. Solamente en enero pasado, la división envió otras 9 y tiene planes de continuar ese ritmo a lo largo de 2010. De hecho, la agencia ha enviado recientemente cartas a un número de compañías farmacéuticas, incluyendo Roche, sanofi-aventis y Adolor, advirtiéndolas acerca de promociones engañosas.

viernes, 7 de mayo de 2010

Un fracaso llamado pandemia

Mónica Lalanda
El Mundo Salud (España) 5 de mayo de 2010.-
http://www.elmundo.es/elmundosalud/blogs/profesionsanitaria.html

La pandemia fue un fracaso y no porque no mató (que efectivamente no mató) sino porque los médicos lo seguimos por el periódico y la tele. Es una tremenda paradoja que una enfermedad que supuestamente iba a diezmar la población haya tenido infinitamente más interés político, económico, social y mediático que clínico.
Tras las primeras semanas de consultas llenas causadas por la hipocondría y el pánico, cuando la gente se asustaba ante un estornudo o la visión lejana de un sombrero mexicano, el resto del tiempo la televisiva H1N1 nos pasó a los médicos desapercibida. Menos de 18.000 muertes en el mundo frente al medio millón que provoca cada año la gripe no mediática, menos sexy y sin apellido. En fin, una pandemia con tremendo tufillo a tomadura de pelo.
Con motivo de su cumple-año, la Organización Medica Colegial (OMC) organizó el día 28 una jornada en Madrid para hacer un balance constructivo de una pandemia anunciada.
Allí todos tuvimos cabida, clínicos, salubristas, periodistas y políticos. La OMC que, por cierto, fue de las pocas organizaciones médicas a nivel mundial que supo llamar a la calma desde un principio, volvió a dar una lección de coherencia. Durante la jornada se promovió la reflexión en libertad desde cuatro puntos de vista, lo puramente científico, lo ético, y lo político-económico; sin duda los cuatro pilares de la medicina de siglo XXI. No puede ser de otra manera.
Es útil rebobinar 12 meses y ver la cantidad de cosas que siguen sin cuadrar pero que a nadie parece ya importarle. Pero, a manera de resumen y desde mi punto de vista, esto es lo que pasó: La Organización Mundial de la Salud (OMS), basada en datos algo oscuros, advierte de una hecatombe, los gobiernos del mundo la siguen a ojos cerrados a cal y canto; los medios de comunicación, liderados (o manipulados, según se mire) por las grandes agencias promueven el pánico. Nadie investiga, nadie contrasta, nadie plantea dudas, nadie busca evidencia.
Comienza un bombardeo de titulares e imágenes de mascarillas y de muertos en blanco y negro que llevan enterrados casi 100 años. Se nos intoxica con información, se nos aterra y amenaza, se cancelan viajes, se alteran rutinas, se prohíben los besos, se cierran colegios y centros de ocio, el mundo rico se paraliza. El miedo toma las riendas, mientras el Tercer Mundo, haciendo caso omiso a las noticias, insiste en seguir muriendo de enfermedades vulgares como la malaria, la desnutrición o la fiebre amarilla.
Llegan julio y agosto, ya hay datos sobre la evolución de la enfermedad en el hemisferio sur que -aun sin vacunar- confirman que el virus es muy contagioso pero de una letalidad mínima. Gobiernos, periodistas y la OMS no se bajan del carro y continúan en la montaña rusa de posibles casos y estornudos, posibles aunque no probables mutaciones y anécdotas de resistencias.
Se empieza a oír la voz de médicos llamando a la calma y al sentido común y analizando datos de manera científica. La gente de la calle ya no está atenazada por el miedo y empieza por fin a ver la pandemia con sus propios ojos y no por los objetivos de las cámaras. Se instaura la incredulidad.
Llega en octubre la vacuna, en aquel momento se nos dijo que habían comprado 37 millones, ahora nos dicen que sólo 13. Sólo una de las dos veces nos han dicho la verdad. Seis semanas después y sólo tres millones de vacunas usadas se da por fracasada la campaña. Alguien no calculó que la gente utiliza su propio instinto, y que al fin y al cabo, los que siguen tomando las decisiones en las consultas son los médicos, no las organizaciones ni los políticos. Los pacientes se fían de sus médicos.
En noviembre comienza la caza de brujas, la sospecha de corrupción en la OMS se extiende salpicando a todos los ministerios de sanidad del mundo por haberles creído. Vivimos a la espera de investigaciones que todos ya sabemos harán lo posible por mirar pero no por ver.
Dejando atrás el gasto, el despilfarro y la tomadura de pelo, hay mucho más que analizar: como las víctimas invisibles de la pandemia, la pérdida de credibilidad de instituciones imprescindibles como la OMS y la falta absoluta de una orientación científica a un problema eminentemente clínico. La violación de los principios más básicos en Medicina, como el 'primum non nocere', con el uso de una vacuna que se había saltado los sistemas de seguridad que se aplican siempre a medicamentos nuevos. El uso de un antiviral como el Tamiflú cuya única evidencia de eficacia estaba basada en estudios pagados por la compañía que lo fabrica.
Y el día de la jornada de reflexión, nuestros políticos hicieron un despliegue magnífico de autocomplacencia, se felicitaron por lo increíblemente bien que se hizo todo; faltó la autocrítica, la capacidad de decir: 'miren ustedes, nos han metido un gol y lo sentimos'. Nos hablaron de colaboración y unidad de criterio entre autonomías; sin embargo, la evidencia validada y publicada en revistas médicas de prestigio demuestra que en España hubo 16 definiciones distintas de caso clínico de gripe.
Verdaderamente de chiste. Es cierto que vimos muchas fotos de ministra y consejeros sonrientes y juntos, pero una vez más se demuestra la absurdez de tener (y pagar) 17 sistemas sanitarios distintos.
Como no se me puede acusar de aprovecharme del 'retrospectoscopio' me permito el lujo de hacer una valoración final de actuaciones durante la pandemia y otorgar a la población general un sobresaliente por recobrar la cordura antes que sus gobernantes. Igual de sobresaliente merecen los sanitarios por asumir en silencio el trabajo ficticio creado por el pánico y por llamar a la calma. Insuficiente para el Ministerio de Sanidad y las Conserjerías por no haber aplicado criterios médicos ni científicos y por promover el pánico y el despilfarro en aras de lo políticamente correcto.
Un muy deficiente a la OMS por practicar 'medicina de la Videncia' y por posible corrupción y un muy deficiente también a los medios de comunicación por no haber sabido hacer su trabajo de contrastar, investigar y juzgar los datos antes de convertirlos en una información que, pasadas las primeras semanas de incertidumbre, no eran ya noticia.
Quedamos a la espera del próximo susto. Al fin y al cabo, el miedo no es más que una forma de controlar la sociedad.
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Mónica Lalanda lleva más de un año en España tras pasar los últimos 16 años en Inglaterra, la mayoría como médico de urgencias en Leeds (West Yorkshire). En la actualidad trabaja en la unidad de Urgencias del Hospital General de Segovia, participa en varias publicaciones inglesas y también ilustra libros y revistas con viñetas médicas

El complejo médico-industrial y los ensayos clínicos

TRIBUNA: JOSÉ ANTONIO SOBRINO DAZA
El complejo médico-industrial y los ensayos clínicos

Sobrino Daza J A , El Pais /España) 03/05/2010
Enlace
http://tinyurl.com/286ye2v


En las postrimerías de su mandato presidencial el general Eisenhower llamó la atención sobre el inusitado poder político-económico que habría conseguido lo que denominó como "el complejo militar industrial" formado por la potente industria armamentística y el estamento militar americano. En la década de los setenta se empezó a aludir a otro complejo referido al sector sanitario que también alcanzaría importantes cotas de poder. Arnold Relman, en su discurso a la Massachusetts Medical Society, le llamaría "el nuevo complejo médico-industrial". El complejo médico-industrial al que aquí nos referimos estaría integrado por la poderosa industria farmacéutica y de tecnología médica, junto a instituciones sanitarias diversas, profesionales, directivos y otros agentes sanitarios relacionados con aquella; este ?complejo? sustenta un gran emporio económico y además ejerce una influencia decisiva en aspectos tan transcendentales como la investigación, la formación y la asistencia médica.
Si el presidente Eisenhower alertó sobre el conflicto de intereses que plantearía el complejo militar armamentístico a la Administración americana en una materia tan sensible como la defensa nacional, un conflicto similar tiene planteado el complejo médico-industrial, con los diferentes sistemas de salud, en una materia no menos sensible como es la sanidad. Los ensayos clínicos son una de las actividades identitarias del mencionado complejo.
Con los avances científico-tecnológicos, la medicina fue soltando el lastre del empirismo sobre el que en buena parte se sustentaba. Instalados en las antípodas de ese empirismo, los médicos hemos asumido, como si de un dogma se tratara, la llamada medicina basada en la evidencia. Archie Cochrane, un epidemiólogo inglés de mediados del siglo pasado, apoyándose en el valor del llamado ensayo clínico aleatorizado, propició un cuerpo de doctrina basado en la supeditación de la prescripción médica a la previa demostración de su eficacia y seguridad con cohortes de población representativas. Los ensayos clínicos son los métodos empleados para probar la eficacia y seguridad de diferentes procedimientos terapéuticos, fármacos fundamentalmente, que son comparados a otros existentes en el mercado o con productos placebos. El desarrollo de un ensayo clínico habitualmente conlleva una fuerte inversión y su desarrollo abarca dilatados periodos, distribuidos en cuatro fases. Las dos primeras, y especialmente en la fase I, es donde se concentra el verdadero esfuerzo innovador e investigador de la nueva molécula. Una mayoría de los ensayos no superan esta fase. Cuando los resultados de los ensayos sobre un nuevo producto farmacológico son positivos, el fármaco puede ser comercializado, previa autorización de las correspondientes agencias reguladoras.
La mayoría de los ensayos clínicos están patrocinados por la industria sanitaria. Sus fases finales suelen desarrollarse en los hospitales públicos y, en bastantes de ellos, han proliferado con pujanza. En los hospitales hay suficientes pacientes con procesos y enfermedades diversas sobre los que se puede probar la bondad de un nuevo fármaco o de cualquier otro procedimiento diagnostico-terapéutico. Para obtener muestras representativas se intenta reclutar al mayor número de enfermos, que con su consentimiento (frecuentemente poco meditado) entran a formar parte del ensayo si reúnen los denominados criterios de inclusión. Alcanzada una muestra significativa, bien en el mismo centro o, lo que es más habitual, con el concurso de otros (ensayos multicéntricos), los resultados son valorados con métodos estadísticos. Los ensayos clínicos sustentados sobre pilares sólidos son procedimientos esenciales para la investigación clínico-farmacológica, pero resultan ineficaces e incluso peligrosos cuando se realizan con métodos poco consistentes. Son conocidos, por su repercusión mediática, los efectos deletéreos que produjeron determinados ensayos donde primaron más los intereses económicos que los principios éticos y las normas científicas.
En los hospitales públicos bastantes profesionales comparten la asistencia médica con la realización de ensayos clínicos, una actividad bien remunerada por la industria sanitaria. Muchos de estos ensayos tratan de probar la efectividad de medicamentos que cambian y aportan poco o nada respecto a otros existentes en el mercado, con los que paradójicamente no suelen compararse. Hay ensayos que carecen de rigor al no contar con grupos representativos y, en otros, se recurre a artificios estadísticos para magnificar y publicar resultados positivos exiguos, ya que los negativos raramente se publican. Son estas algunas de las deficiencias de una variedad light de investigación clínica que, paradójicamente, no sólo es consentida sino incluso más valorada en los currículos profesionales que la buena práctica médica.
Una gran proporción de los ensayos clínicos están controlados y financiados por las compañías farmacéuticas y de su difusión suelen encargarse profesionales de la medicina en congresos y foros diversos, subvencionados mayoritariamente por dichas compañías. Como han resaltado, entre otros, Marcia Angell y Richard Smith, ex editores de The New England Journal of Medicine y British Medical Journal, en la difusión de ensayos clínicos poco consistentes también participan prestigiosas revistas médicas, lo que les ha supuesto perder su tradicional independencia y bajar en el nivel de calidad. Pero, directa o indirectamente, todos se benefician con las compensaciones del complejo médico-industrial; los mismos hospitales públicos, además de los profesionales que participan en los ensayos, reciben también una sustanciosa parte del monto económico que las compañías pagan por la realización de los mismos.
Un extenso entramado de profesionales, agencias, fundaciones e instituciones sanitarias diversas de algún modo y en grado diverso acaban siendo fidelizados por la industria sanitaria. A través de estos profesionales e instituciones, las compañías farmacéuticas, además de promocionar sus productos, intervienen en la gestión y dirección de la investigación y docencia médica. Con una llamativa pasividad por parte de las diferentes administraciones sanitarias y universitarias, asistimos a un continuo trasvase más o menos larvado de la formación médica continuada a los ámbitos de la industria sanitaria. Los numerosos congresos, cursos, conferencias, etcétera, que aquella organiza y financia, aderezados con tintes lúdicos diversos, se hacen más atractivos que sus homónimos institucionales. Toda esta dinámica devenga en un territorio propicio para el marketing de la industria sanitaria, igual que ocurre con los ensayos clínicos. Habitualmente, cuando con un ensayo sobre un nuevo fármaco se obtienen resultados positivos, éstos, aunque sean poco convincentes, se difunden con profusión y, conseguida la aprobación de las agencias reguladoras, el nuevo fármaco es asimilado rápidamente por el mercado. Lo mismo sucede con la moderna tecnología diagnóstico-terapéutica, aunque no es infrecuente que estudios posteriores más sosegados pongan en tela de juicio aquellos beneficios.
Para regular las relaciones de la industria sanitaria con el sector médico, algunas organizaciones médicas y farmacéuticas han elaborado códigos éticos y normas sobre la buena práctica para la promoción de los medicamentos, que no han pasado de ser capítulos de buenas intenciones enunciados con llamativos epígrafes. Persiste, por tanto, esta especie de contaminación que sufren los sistemas de salud de manos de la industria sanitaria, como vienen denunciando diversas instituciones y profesionales de reconocido prestigio, que además exigen la adopción de reglamentaciones claras que lo eviten. Pero esto seguirá siendo una entelequia si nos conformamos con tímidas medidas reguladoras. Es preciso cambiar las actuales relaciones del sector médico con la industria sanitaria. Un modelo transparente conllevaría desvincular las aportaciones económicas que la industria destina para formación, investigación y asistencia médica de aquellas instituciones y profesionales con capacidad de prescribir libremente sus productos o de influir a través de medios científicos y docentes a que otros lo hagan. Deberían constituirse organismos independientes y con suficiente solvencia para ser los destinatarios y distribuidores de las mencionadas subvenciones. Organismos similares podrían controlar los ensayos clínicos, velando por su rigor, por la publicación de todos los resultados (no solo los positivos) y por su separación de la práctica médica habitual, cuando existan conflictos de intereses con las compañías farmacéuticas que los financian.
Normas de este tipo darían luz a unas actividades que proyectan bastantes sombras sobre este complejo médico industrial. Además, contribuirían a reducir la prescripción diagnostico-terapéutica de dudosa eficacia que lastra un buen sistema sanitario, pero progresivamente más costoso y difícilmente sostenible.
José Antonio Sobrino Daza es jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz
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