Sidney
Wolfe, BMJ, 17 de marzo de 2015
En los EE.UU. se gasta más
en rosuvastatina que cualquier otra estatina. Sin embargo, la
evidencia de sus beneficios para la salud siempre ha sido débiles y
existe una creciente evidencia de efectos secundarios dañinos.
Sidney Wolfe explica por qué cree que el fármaco debería haber
sido retirado y por qué no se debe utilizar
El año pasado, la rosuvastatina (Crestor) fue el medicamento de marca más recetado en los EE.UU., con 22,3 millones de recetas y $ 5.8900 millones de dólares en ventas.1 Las ventas mundiales de 2013 fueron de $ 8.200 millones de dólares, la tercera más alta de cualquier medicamento de marca.2
El año pasado, la rosuvastatina (Crestor) fue el medicamento de marca más recetado en los EE.UU., con 22,3 millones de recetas y $ 5.8900 millones de dólares en ventas.1 Las ventas mundiales de 2013 fueron de $ 8.200 millones de dólares, la tercera más alta de cualquier medicamento de marca.2
Dada la vieja y continua,
falta de evidencia comparativa de beneficios clínicos y la creciente
evidencia de los riesgos de rosuvastatina, ¿cómo sucedió esto?
La respuesta corta es que
de todas las estatinas todavía en el mercado, la potencia de la
reducción de colesterol, miligramo por miligramo, de la
rosuvastatina es superior a todos las demás, un hecho explotado en
campañas publicitarias.
Pero ¿qué pasa en
realidad con la mejora en la salud, la prevención de ataques
cardíacos y accidentes cerebrovasculares?
Ver el análisis completo en
Wolfe Sidney.
Rosuvastatin: winner in the statin
wars, patients’ health notwithstanding
BMJ 2015; 350 :h1388
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