JAMA
Intern Med, 14 de agosto 2014
Durante
los últimos 15 años, las relaciones entre los médicos y la
industria farmacéutica y de dispositivos médicos han ido recibiendo
cada vez mayor escrutinio. Aunque siempre se han reconocido los
beneficios de esta colaboración, existe una preocupación creciente
por si las relaciones que implican beneficios económicos están
convirtiéndose en una amenaza a la integridad de la investigación,
la educación profesional, el cuidado del paciente, y la confianza
del público en la medicina. La Asociación de Facultades de Medicina
de Estados Unidos (Association of American Medical Colleges) y el
Institute of Medicine han publicado declaraciones solicitando que se
fortalezcan las políticas que gobiernan estas relaciones, en
especial en los centros médicos académicos y sociedades
profesionales, que se exija transparencia y que se hagan públicas
las transacciones económicas.
En
2007, la Asociación Estadounidense de Estudiantes de Medicina, con
la colaboración del Pew Charitable Trusts publicó su “PharmFree
Scorecard” (Hoja de Anotaciones para Determinar la Influencia de la
Industria Farmacéutica) que daba una nota para calificar a las
facultades de medicina sobre la presencia o ausencia de una política
institucional que regulase las relaciones entre los estudiantes y los
profesores y las empresas farmacéuticas y de dispositivos médicos.
Desde
entonces, la adopción de estas políticas por las facultades de
medicina se ha ido generalizando y son cada vez más restrictivas.
Sin embargo, hasta que hace poco se publicaron dos estudios
demostrando que los estudiantes de medicina y de especialidad que se
forman en facultades de medicina y hospitales con políticas menos
restrictivas tenían más posibilidades de prescribir medicamentos
psicoactivos de alto costo y bajo valor terapéutico [1,2], no había
mucha evidencia que apoyara el impacto de la adopción de estas
políticas. En parte, los descubrimientos reportados por Austad et al
[3] explican este fenómeno, aunque el estudio se basó en casos
hipotéticos, sus resultados indican que los estudiantes y los
residentes que reportaban mayores contactos con los visitadores
médicos estaban menos inclinados a recomendar medicinas cuyo valor
terapéutico estaba demostrado por la evidencia científica y estaban
más en favor de medicinas de marca, y no genéricas.
El
periodo de entrenamiento en las facultades de medicina y en la
especialidad son espacios para el aprendizaje clínico rápido e
intenso, es cuando las identidades profesionales se forman, así como
los ‘hábitos” de práctica médica. No existe ninguna razón
educativa para que la industria tenga relaciones con los estudiantes
y residentes durante estos años formativos, y se debería limitar
las visitas de los visitadores médicos a los estudiantes, así como
los contactos para promocionar medicamentos. Por ello, las facultades
de medicina y los hospitales en donde se preparan los futuros médicos
deberían continuar tomando decisiones que restrinjan las
interacciones con la industria. Está cada vez más claro que
restringiendo estas interacciones durante el entrenamiento en las
facultades de medicina y en los estudios de especialidad mejora la
prescripción basada en la evidencia, lo que es bueno para la
profesión, para el cuidado de los pacientes y para la confianza del
público en la medicina.
Exposición
de los conflictos de interés del autor: el Dr. Ross recibe becas de
la Universidad de Yale que han sido financiadas por Medtronic Inc y
Johnson & Johnson para desarrollar métodos de compartir datos de
ensayos clínicos y es un consultor que recibe pagos de Pew
Charitable Trusts para refinar la metodología que se usa en el
PharmFree Scorecard.
Referencias
1.
Epstein AJ, Busch SH, Busch AB, Asch DA, Barry CL. Does exposure to
conflict of interest policies in psychiatry residency affect
antidepressant prescribing? Med Care. 2013;51(2):199-203.
2.
King M, Essick C, Bearman P, Ross JS. Medical school gift restriction
policies and physician prescribing of newly marketed psychotropic
medications: difference-in-differences analysis. BMJ. 2013;346:f264.
3.
Austad KE, Avorn J, Franklin JM, Campbell EG,Kesselheim AS.
Association of marketing interactions with medical trainees’
knowledge about evidence-based prescribing: results from a national
survey [published online June 9, 2014]. JAMA
Intern Med. doi:10.1001/jamainternmed. 2014.2202.
El trabajo
Ross
JS Restricting
Interactions With Industry to Promote Evidence-Based Prescribing JAMA
Intern Med. 2014;174(8):1290.
disponible en
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