Aten
Primaria. 5 de agosto de 2014
Introducción
Los
AINE son un grupo de medicamentos de elevado consumo, el cual se ha
incrementado en España en un 26,5% desde el año 2000 al 2012 (de
38,7 DHD a 49 DHD respectivamente)1.
Un
estudio realizado en nuestro ámbito mostró una prevalencia de
consumo del 28% en la población general, pero en mayores de 65 años
fue del 38% en hombres y del 48% en mujeres, disminuyendo
progresivamente a partir de los 74 años 2.
Su
elevado consumo junto con la cantidad de moléculas existentes, con
estructuras químicas muy distintas, y la desafortunada aparición de
iatrogenia renal, gastrointestinal y cardiovascular; y teniendo en
cuenta que muchos pacientes presentan concomitantemente patología
cardiovascular y musculoesquelética hace necesario conocer cuáles
son los AINE más seguros en pacientes con alto riesgo
cardiovascular.
La
seguridad cardiovascular sigue siendo motivo de controversia desde la
introducción de los inhibidores selectivos de la ciclooxigenasa-2
(COX-2). La implicación de la selectividad hacia la COX-2 en el
riesgo cardiovascular parece debida a un desequilibrio entre la
producción de prostaciclina y de tromboxano. El exceso de tromboxano
podría ser el responsable del aumento de riesgo trombótico. En el
caso de los AINE no selectivos, la mayor inhibición de la COX-2 y la
menor inhibición de la COX-1 parecen ser responsables de un mayor
riesgo de eventos trombóticos 3.
Aunque
los inhibidores de la COX-2 se desarrollaron y promovieron con el
objetivo de minimizar la toxicidad gastrointestinal grave asociada al
uso de los AINE no selectivos, se observó que el rofecoxib
incrementaba el riesgo de infarto agudo de miocardio (IAM) comparado
con el naproxeno (0,4% vs. 0,1%), e IAM e ictus comparado con placebo
(riesgo relativo 1,92; IC 95% 1,19-3,11), y conllevó su retirada del
mercado farmacéutico a nivel mundial en 2004 4.
Desde
entonces diversos metaanálisis y revisiones sistemáticas muestran
que otros AINE también incrementan el riesgo de eventos
cardiovasculares graves 5---10,12.
Por
tanto, se hace necesario seleccionar aquellos AINE con menor
toxicidad cardiovascular.
El
articulo completo
Fernández-Liz E, Romero Suau MR.
Antiinflamatorios no esteroideos y
riesgo cardiovascular: implicaciones para la práctica clínica.
Aten Primaria. 2014; 46(7):323---325
disponible
en http://bit.ly/1tSluPN
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