jueves, 25 de febrero de 2016

¿Proteger patentes o poner en riesgo la salud de miles?


Los más pobres, los principales afectados por límites al acceso a medicamentos de bajo costo




“Si estos acuerdos abren el comercio, pero cierran la puerta a medicamentos asequibles, tenemos que plantear la pregunta: ¿es esto realmente un avance?”, preguntó la presidenta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, ante una audiencia en Ginebra en noviembre de 2015.

Chan se refirió con estas declaraciones al gran pacto comercial entre 12 países de la cuenca del Pacífico conocido como Acuerdo Trans Pacífico de Cooperación Económica (TPP, por su sigla en inglés), que podría limitar la disponibilidad de medicamentos asequibles en esta región del mundo.
“Existen algunas preocupaciones muy serias” sobre este tratado, indicó Chan, y de alguna manera se sumó al arduo debate que se generó en varios países sobre los alcances del acuerdo.

El tratado debe ser ratificado por los países miembros y forma parte de una plataforma comercial impulsada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Si bien el acuerdo tiene el respaldo de varios países como Estados Unidos, Canadá, Japón y Australia, hay una serie de organismos, por ejemplo, los líderes de la industria farmacéutica de la India, que entienden que se podría estar protegiendo con esto las patentes de poderosas empresas farmacéuticas dentro del área de acuerdo a costa de fabricantes de medicamentos genéricos más baratos, indica un informe publicado por la agencia Reuters.
“¿Pueden soportar el costo de 1.000 dólares por una pastilla para tratar la Hepatitis C?“, agregó Chan en esa oportunidad ante expertos en salud, académicos y diplomáticos. “A menos que reduzcamos estos precios, muchos millones de personas serán dejadas atrás”, sentenció.
Vinculado a esto, en alguna oportunidad, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, recomendó a los países del continente americano aprovechar los medicamentos más baratos que se producen en países como la India o China.
“El mercado mundial de bajo costo ha avanzado mucho y América Latina debe aprovechar este sistema para obtener estos medicamentos de estos productores”, expresó Yong Kim.
Sin embargo, China y la India no están dentro de este acuerdo general y por ende los países suscritos deberían olvidar la propuesta.

La delgada línea

“Si los países más pobres del mundo son forzados a introducir antes de tiempo las patentes a medicamentos, los precios de estos medicamentos que salvan vidas aumentarán y millones de personas estarán caminando sobre la delgada línea entre la vida y la muerte”,  dijo Rohit Malpani, director de políticas y análisis de la Campaña de Acceso a Medicamentos de Médicos Sin Fronteras (MSF), en declaraciones publicadas en el sitio web del organismo.

Los países más pobres buscaban en 2015 que fuera considera por los miembros de la Organización Mundial de Comercio su petición para eximirlos de implementar nuevas regulaciones de forma indefinida sobre patentes médicas al ser clasificados como países menos desarrollados.
Esta petición incluso fue apoyada por la Comisión Europea, además del pedido de fortalecer la producción local de “medicinas muy necesarias”.
Sin embargo, la oposición de Estados Unidos a estos pedidos está vinculada más que nada a las molestias de algunas contrapartes por las concesiones de propiedad intelectual en el acuerdo de TPP, agrega MSF.
Por lo pronto, este año expira la actual excepción a los países menos desarrollados sobre la implementación de las patentes a medicamentos y vacunas.

Obispos latinoamericanos preocupados
La restricción de medicamentos de bajo costo para las personas más pobres de América Latina a raíz de la firma del Tratado de Asociación Transpacífico por parte de México, Perú, Chile, entre otros que quieren adoptarlo, fue también  tema de preocupación de los obispos presidentes de Pastoral Social Caritas de América Latina y El Caribe.

Esta percepción fue señalada en el marco del seminario Una Iglesia en salida pobre para los pobres: desafíos de la pastoral social en el pontificado del Papa Francisco, realizado del 25 al 29 de enero en la ciudad de Bogotá, Colombia.
Como argumento principal, se señaló que las consecuencias de la implementación del tratado no sólo “se traducirán en la máxima ampliación y fortalecimiento de las condiciones de monopolio farmacéutico” sino que pondrán en riesgo miles de vidas humanas al negar su derecho fundamental a la salud y la vida digna, en relación con el acceso a los medicamentos de bajo costo.

La escasez de medicamentos en Venezuela
Más allá del acceso a medicamentos de bajo costo, otro dilema tiene que ver con la escasez de medicamentos que sufre actualmente Venezuela.
En este país se calcula que la falta de medicamentos asciende al 80%. Más concretamente, según la Federación de Farmacias de Venezuela, en 8 de cada 10 farmacias del país no se encuentran los medicamentos básicos.
El problema en Venezuela también se extiende a insumos hospitalarios.
Desde el Gobierno no se demuestra tal dramatismo y se afirma que tiene el mayor consumo per cápita de medicamentos.
Pero la Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, declaró este martes la “crisis humanitaria de salud” por los problemas sanitarios.
De esta manera, tanto la escasez de medicamentos como los límites al acceso de los que tienen bajo costo no deberían generar la indiferencia de los que tienen la potestad de dar una solución definitiva a este tema.
Principalmente porque los que terminan quedando rehenes de estos dilemas entre proteger patentes y permitir el acceso a medicamentos baratos que en muchos casos podrían salvar vidas, son por lo general los más pobres.

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