Therapeutics Initiative, 24 de febrero de 2016
Introducción
La anemia afecta a alrededor de un tercio de los seres humanos; la deficiencia de hierro (Fe), es la causa más común.1 En Canadá (2009-11), definida como la deficiencia de ferritina sérica, con una cifra menor de 15 mcg / L se estima que
afecta a 13% de las mujeres entre los 12-19 años, y al 9% de las
mujeres de 20-49 años.2 Esta estimación sea probablemente baja, ya
que el punto de corte de la ferritina es arbitrario y excluye a los
residentes de las reservas de las Naciones Nativas , donde la
nutrición es a menudo inferior a la del resto de la población de
Canadá. El hierro es esencial para el transporte de oxígeno por la
hemoglobina (Hb), pero también para el metabolismo energético,
incluyendo la cadena de transporte de electrones mitocondrial. La
deficiencia sin anemia puede causar síntomas inespecíficos (por
ejemplo, fatiga, falta de concentración, debilidad) y signos (por
ejemplo, pérdida de cabello, uñas y cambios en la mucosa), pero
sorprendentemente existe poca evidencia sobre si el tratamiento es
beneficioso.3,4,5 La identificación de la causa es siempre
importante. El tratamiento con hierro oral y / o dieta suele ser
simple, aunque sólo una pequeña fracción de hierro elemental
ingerido es absorbido.6,7
Conclusiones
El hierro intravenoso marcadamente beneficia a personas adecuadamente seleccionados con deficiencia de hierro severa crónica.
Reacciones raras pero potencialmente fatales ocurren con todos los productos de hierro IV. Esto requiere la administración en un entorno en cual esté disponible la posibilidad de brindar tratamiento inmediato , incluyendo la adrenalina.
Ninguna formulación ha demostrado ser más segura que otras. El hierro IV es preferible a la inyección IM.
el número completo en inglés del
Therapeutics Letter [97] Intravenous (IV) iron for severe iron deficiency
disponible en
http://www.ti.ubc.ca/wordpress/wp-content/uploads/2016/02/97.pdf
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