El Día, 15 de diciembre 2013
Los últimos datos ponen en evidencia un aumento en el consumo de
pastillas para dormir o para tratar la ansiedad sin prescripción médica,
y revelan además que son los jóvenes los principales consumidores
Las exigencias emocionales, los problemas de fin de
año, la incertidumbre laboral, las inseguridad o los problemas propios
de cualquier vida. Sea lo que sea, en los tiempos que corren todo parece
resolverse con una pastillita para estar mejor. Así, al menos, lo
demuestran los últimos trabajos referidos al consumo de psicofármacos en
nuestra región y el país, todos los cuales coinciden en que no sólo
existe una tendencia al abuso y a consumir estos productos sin
prescripción médica, sino también que los principales consumidores son
cada vez más personas jóvenes.
Según el último estudio nacional en población de 12 a 65 años sobre
consumo de sustancias psicoactivas, realizado por la Secretaría de
Programación para Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el
Narcotráfico (Sedronar), el 2% del rango etario de 12 a 17 consumió
alguna vez en la vida psicofármacos y, de 18 a 24 años, el porcentaje
fue de 7.
De esos resultados, lo hicieron bajo prescripción médica el
52,4% en el primer caso, y el 51,1 en el segundo.
El consumo y venta de los psicofármacos crece de manera acelerada en el
país, y La Plata no es la excepción: ansiolíticos y antidepresivos están
en la lista de los medicamentos de mayor demanda
A nivel local, un sondeo realizado por la cátedra de Farmacología Básica
de la facultad de Ciencias Médicas de la UNLP sobre 5170 jóvenes mostró
que el 6,9% de los jóvenes consumían psicofármacos (en su mayoría
benzodiacepinas) y que en el 39% de estos casos ese consumo era asociado
a una automedicación.
La lista de las benzodiacepinas consumidas fue
variada: Alprazolam, Clonazepam, Diazepam, Bromazepam, Lorazepam y
Flunitrazepam entre otros.
Las razones brindadas para justificar el
consumo fueron “para inducir el sueño” (34,2%), para “estar tranquilo
previo a un examen” (20%) por “contracturas musculares” (22,2%). Lo más
llamativo es que en el 41% de los casos, el consumo de este tipo de
psicofármacos se dio durante las horas diurnas.
A la hora de buscar algunas razones que expliquen esta tendencia
creciente a recurrir a los psicofármacos, Gustavo Marin, doctor en
Medicina y docente de la UNLP, opina que ya “desde práctica médica se
contribuyó a medicalizar distintas situaciones que antes considerábamos
normales y hoy hemos convertido en enfermedades, muchas de ellas
inventadas. Los chicos traviesos de antes, por ejemplo, hoy tienen
diagnóstico de hiperactividad; los antiguos tímidos hoy tienen fobia
social y ameritan recibir psicofármacos”.
Un dato preocupante es que, según el trabajo realizado
por la UNLP, en el 18,6% de los casos los medicamentos utilizados se
adquirieron fuera de las farmacias, con lo cual no se puede garantizar
la procedencia y calidad de los mismos.
Por otro lado, se pudo detectar
un mayor consumo de psicofármacos en aquellos estudiantes que vivían
solos o en aquellos sin al menos un integrante de su familia.
Hay datos del Indec que también echan luz sobre el fenómeno.
Según ese
organismo, de hecho, en el tercer trimestre del año pasado los
medicamentos de mayor facturación fueron los del sistema nervioso con
913 millones de pesos, seguidos por los destinados al aparato digestivo y
metabolismo con 839 millones, los medicamentos del aparato
cardiovascular con 821 millones, y los antineoplásicos e
inmunomoduladores con 806 millones de pesos.
Estos cuatro grupos de
medicamentos concentraron el 56,5% de la facturación total.
Tanto los datos del Indec como los revelados por la Sedronar o la UNLP
confirman algo que médicos y farmacéuticos conocen muy bien: el consumo y
venta de los psicofármacos crece de manera acelerada en el país, y La
Plata no es la excepción.
Ansiolíticos y antidepresivos están en la
lista de los medicamentos de mayor demanda, y como se dijo preocupa el
incremento de consumo en personas cada vez más jóvenes.
algunas razones
Para el psiquiatra Ernesto Dabone, el motivo de este incremento en el
consumo “hay que buscarlo en la sociedad. Se vive de manera ansiosa y
con una carga violenta que dispara todo tipo de fobias y temores.
Ante
ese cuadro general, es casi lógico que los medicamentos del sistema
nervioso sean los que más se vendan”.
El centro de asesoramiento y asistencia toxicológica del Hospital de
Niños atiende a pacientes de toda la Provincia. La médica Ana María
Girardelli, responsable del centro de toxicología, confirma las
tendencias de los distintos relevamientos. “Hace años que llevamos los
registros y vemos que hay un incremento de casos. Más de la mitad de las
personas que atendemos llegan con intoxicaciones agudas por alcohol y
por psicofármacos de la familia de las benzodiacepinas”, indica
Girardelli, también titular de la cátedra de toxicología de la Facultad
de Ciencias Médicas de la UNLP.
Según Dabone, en tanto, otra de las razones del fenómeno hay que
rastrearla en la facilidad de acceso a los psicofármacos que existe
actualmente. “Son medicamentos que se consiguen sin recetas y ahí entra
también la responsabilidad de muchos farmacéuticos -dice-. Hoy por hoy
se nota una cultura donde la gente cree que el Alplax o el Rivotril
sirven para dormir, pero en realidad son ansiolíticos.
No se consulta al
médico y los que recetan, muchas veces, no son especialistas en el tema
sino conocidos o personas a los que alguien se los recomendó. Hay gente
que consume hace mucho tiempo. Les recetan una vez, y se transforma en
un proceso de tipo adictivo. Son adictos a las pastillas para dormir,
por ejemplo, pero no lo asumen y siguen repitiendo esa conducta como si
nada”.
nota completa
http://bit.ly/1bePxCZ
la nota se refiere al trabajo de 2010
Marín G.H., Cañás M., Carlson S., Silvestrini M.P., Corva S., Mestorino N., Errecalde J & GIS. Self-Medication, Substance Abuse and Alcohol Consumption in Students Attending to La Plata National University, Argentina. Lat. Am. J. Pharm. 2010; 29 (8): 1425-30.
comentado en
Psicofármacos: cada vez
más personas se automedican
Los últimos datos ponen en evidencia un aumento en el consumo de
pastillas para dormir o para tratar la ansiedad sin prescripción médica,
y revelan además que son los jóvenes los principales consumidores
Clic para ampliarLas exigencias emocionales, los problemas de fin de
año, la incertidumbre laboral, las inseguridad o los problemas propios
de cualquier vida. Sea lo que sea, en los tiempos que corren todo parece
resolverse con una pastillita para estar mejor. Así, al menos, lo
demuestran los últimos trabajos referidos al consumo de psicofármacos en
nuestra región y el país, todos los cuales coinciden en que no sólo
existe una tendencia al abuso y a consumir estos productos sin
prescripción médica, sino también que los principales consumidores son
cada vez más personas jóvenes.
Según el último estudio nacional en población de 12 a 65 años sobre
consumo de sustancias psicoactivas, realizado por la Secretaría de
Programación para Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el
Narcotráfico (Sedronar), el 2% del rango etario de 12 a 17 consumió
alguna vez en la vida psicofármacos y, de 18 a 24 años, el porcentaje
fue de 7. De esos resultados, lo hicieron bajo prescripción médica el
52,4% en el primer caso, y el 51,1 en el segundo.
El consumo y venta de los psicofármacos crece de manera acelerada en el
país, y La Plata no es la excepción: ansiolíticos y antidepresivos están
en la lista de los medicamentos de mayor demanda
A nivel local, un sondeo realizado por la cátedra de Farmacología Básica
de la facultad de Ciencias Médicas de la UNLP sobre 5170 jóvenes mostró
que el 6,9% de los jóvenes consumían psicofármacos (en su mayoría
benzodiacepinas) y que en el 39% de estos casos ese consumo era asociado
a una automedicación. La lista de las benzodiacepinas consumidas fue
variada: Alprazolam, Clonazepam, Diazepam, Bromazepam, Lorazepam y
Flunitrazepam entre otros. Las razones brindadas para justificar el
consumo fueron “para inducir el sueño” (34,2%), para “estar tranquilo
previo a un examen” (20%) por “contracturas musculares” (22,2%). Lo más
llamativo es que en el 41% de los casos, el consumo de este tipo de
psicofármacos se dio durante las horas diurnas.
A la hora de buscar algunas razones que expliquen esta tendencia
creciente a recurrir a los psicofármacos, Gustavo Marin, doctor en
Medicina y docente de la UNLP, opina que ya “desde práctica médica se
contribuyó a medicalizar distintas situaciones que antes considerábamos
normales y hoy hemos convertido en enfermedades, muchas de ellas
inventadas. Los chicos traviesos de antes, por ejemplo, hoy tienen
diagnóstico de hiperactividad; los antiguos tímidos hoy tienen fobia
social y ameritan recibir psicofármacos”.
Clic para ampliarUn dato preocupante es que, según el trabajo realizado
por la UNLP, en el 18,6% de los casos los medicamentos utilizados se
adquirieron fuera de las farmacias, con lo cual no se puede garantizar
la procedencia y calidad de los mismos. Por otro lado, se pudo detectar
un mayor consumo de psicofármacos en aquellos estudiantes que vivían
solos o en aquellos sin al menos un integrante de su familia.
Hay datos del Indec que también echan luz sobre el fenómeno. Según ese
organismo, de hecho, en el tercer trimestre del año pasado los
medicamentos de mayor facturación fueron los del sistema nervioso con
913 millones de pesos, seguidos por los destinados al aparato digestivo y
metabolismo con 839 millones, los medicamentos del aparato
cardiovascular con 821 millones, y los antineoplásicos e
inmunomoduladores con 806 millones de pesos. Estos cuatro grupos de
medicamentos concentraron el 56,5% de la facturación total.
Tanto los datos del Indec como los revelados por la Sedronar o la UNLP
confirman algo que médicos y farmacéuticos conocen muy bien: el consumo y
venta de los psicofármacos crece de manera acelerada en el país, y La
Plata no es la excepción. Ansiolíticos y antidepresivos están en la
lista de los medicamentos de mayor demanda, y como se dijo preocupa el
incremento de consumo en personas cada vez más jóvenes.
algunas razones
Para el psiquiatra Ernesto Dabone, el motivo de este incremento en el
consumo “hay que buscarlo en la sociedad. Se vive de manera ansiosa y
con una carga violenta que dispara todo tipo de fobias y temores. Ante
ese cuadro general, es casi lógico que los medicamentos del sistema
nervioso sean los que más se vendan”.
El centro de asesoramiento y asistencia toxicológica del Hospital de
Niños atiende a pacientes de toda la Provincia. La médica Ana María
Girardelli, responsable del centro de toxicología, confirma las
tendencias de los distintos relevamientos. “Hace años que llevamos los
registros y vemos que hay un incremento de casos. Más de la mitad de las
personas que atendemos llegan con intoxicaciones agudas por alcohol y
por psicofármacos de la familia de las benzodiacepinas”, indica
Girardelli, también titular de la cátedra de toxicología de la Facultad
de Ciencias Médicas de la UNLP.
Según Dabone, en tanto, otra de las razones del fenómeno hay que
rastrearla en la facilidad de acceso a los psicofármacos que existe
actualmente. “Son medicamentos que se consiguen sin recetas y ahí entra
también la responsabilidad de muchos farmacéuticos -dice-. Hoy por hoy
se nota una cultura donde la gente cree que el Alplax o el Rivotril
sirven para dormir, pero en realidad son ansiolíticos. No se consulta al
médico y los que recetan, muchas veces, no son especialistas en el tema
sino conocidos o personas a los que alguien se los recomendó. Hay gente
que consume hace mucho tiempo. Les recetan una vez, y se transforma en
un proceso de tipo adictivo. Son adictos a las pastillas para dormir,
por ejemplo, pero no lo asumen y siguen repitiendo esa conducta como si
nada”.
Las palabras de Dabone no son caprichosas: según estudios realizados por
la Universidad Maimónides y el Instituto Argentino de Atención
Farmacéutica, la publicidad de medicamentos incita a la automedicación o
al mal uso de fármacos, problemas que se cobran en la Argentina unas 22
mil vidas por año.
Desde la Escuela de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maimónides
se precisó que de las 22 mil muertes, el 50% corresponde a la
polifarmacia (tomar simultáneamente seis medicamentos o más), que en
general afecta en los mayores de 65. Hay gente que consume hace mucho
tiempo. Son adictos a las pastillas para dormir, por ejemplo, pero no lo
asumen y siguen repitiendo esa conducta como si nada”
“En nuestro país la gente asocia drogas con cocaína y marihuana -dice el
experto-. Sin embargo, cuando hablamos de drogas en el imaginario
colectivo no aparece ni el alcohol ni los psicofármacos. Cosa curiosa,
sobre todo si se tiene en cuenta que los medicamentos son sustancias de
abuso pero que muy pocos identifican como drogas. La razón de esto es
sencilla: el alcohol está aceptado socialmente -el 95 por ciento de los
mayores de 18 años del país usa o usó alcohol alguna vez-, al igual que
el tabaco y los psicofármacos. Sólo se asocian como drogas, las
ilegales. Y mientras tanto el consumo de clonazepam, por dar un ejemplo,
está por las nubes”.
maldita automedicacion
Para Dabone, como para muchos especialistas, la automedicación y otros
problemas relacionados con el mal uso de medicamentos es una tragedia
silenciosa a la que no escapa nuestra Región: según los datos de un
estudio desarrollado por el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y
Bioquímicos (Safyb) durante el año pasado, 340 personas murieron por
problemas relacionados con medicamentos (PRM) en La Plata mientras otras
2.400 debieron ser hospitalizadas por la misma causa. Mientras tanto,
22.700 fallecieron por causas similares en el país, lo que equivale a 60
decesos por día o uno cada 23 minutos.
Los autores del estudio hablan de una problemática que se profundiza: si
en 2012 en toda la Argentina habían muerto 22.700 personas a raíz de
problemas relacionados con medicamentos, esa misma cifra había sido de
21.800 en 2011 y de 20 mil en 2010.
El trabajo fue realizado en más de 6.800 centros de salud públicos y
privados de todo el país y se basó en el cruce de datos de partidas de
defunción, internaciones e historias clínicas.
“Con los métodos habituales de estadística hay internaciones y decesos
que se explican por ejemplo, por un problema hepático, gástrico o
cardíaco y cuando se ahonda en ese trastorno se descubre que está
relacionado con el consumo abusivo o el mal uso de determinados
medicamentos”, afirman los autores del trabajo.
Leer más en file:///home/admi/Descargas/Psicof%C3%A1rmacos:%20cada%20vez%20m%C3%A1s%20personas%20se%20automedican,%20UNLP,%20La%20Plata,%20Ciencias%20M%C3%A9dicas,%20Universidad%20Maim%C3%B3nides.%20Informaci%C3%B3n%20General,%2015%20de%20diciembre%20de%202013,%20Diario%20El%20D%C3%ADa,%20La%20Plata,%20Argentina.htm
Leer más en file:///home/admi/Descargas/Psicof%C3%A1rmacos:%20cada%20vez%20m%C3%A1s%20personas%20se%20automedican,%20UNLP,%20La%20Plata,%20Ciencias%20M%C3%A9dicas,%20Universidad%20Maim%C3%B3nides.%20Informaci%C3%B3n%20General,%2015%20de%20diciembre%20de%202013,%20Diario%20El%20D%C3%ADa,%20La%20Plata,%20Argentina.htm
Psicofármacos: cada vez
más personas se automedican
Los últimos datos ponen en evidencia un aumento en el consumo de
pastillas para dormir o para tratar la ansiedad sin prescripción médica,
y revelan además que son los jóvenes los principales consumidores
Clic para ampliarLas exigencias emocionales, los problemas de fin de
año, la incertidumbre laboral, las inseguridad o los problemas propios
de cualquier vida. Sea lo que sea, en los tiempos que corren todo parece
resolverse con una pastillita para estar mejor. Así, al menos, lo
demuestran los últimos trabajos referidos al consumo de psicofármacos en
nuestra región y el país, todos los cuales coinciden en que no sólo
existe una tendencia al abuso y a consumir estos productos sin
prescripción médica, sino también que los principales consumidores son
cada vez más personas jóvenes.
Según el último estudio nacional en población de 12 a 65 años sobre
consumo de sustancias psicoactivas, realizado por la Secretaría de
Programación para Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el
Narcotráfico (Sedronar), el 2% del rango etario de 12 a 17 consumió
alguna vez en la vida psicofármacos y, de 18 a 24 años, el porcentaje
fue de 7. De esos resultados, lo hicieron bajo prescripción médica el
52,4% en el primer caso, y el 51,1 en el segundo.
El consumo y venta de los psicofármacos crece de manera acelerada en el
país, y La Plata no es la excepción: ansiolíticos y antidepresivos están
en la lista de los medicamentos de mayor demanda
A nivel local, un sondeo realizado por la cátedra de Farmacología Básica
de la facultad de Ciencias Médicas de la UNLP sobre 5170 jóvenes mostró
que el 6,9% de los jóvenes consumían psicofármacos (en su mayoría
benzodiacepinas) y que en el 39% de estos casos ese consumo era asociado
a una automedicación. La lista de las benzodiacepinas consumidas fue
variada: Alprazolam, Clonazepam, Diazepam, Bromazepam, Lorazepam y
Flunitrazepam entre otros. Las razones brindadas para justificar el
consumo fueron “para inducir el sueño” (34,2%), para “estar tranquilo
previo a un examen” (20%) por “contracturas musculares” (22,2%). Lo más
llamativo es que en el 41% de los casos, el consumo de este tipo de
psicofármacos se dio durante las horas diurnas.
A la hora de buscar algunas razones que expliquen esta tendencia
creciente a recurrir a los psicofármacos, Gustavo Marin, doctor en
Medicina y docente de la UNLP, opina que ya “desde práctica médica se
contribuyó a medicalizar distintas situaciones que antes considerábamos
normales y hoy hemos convertido en enfermedades, muchas de ellas
inventadas. Los chicos traviesos de antes, por ejemplo, hoy tienen
diagnóstico de hiperactividad; los antiguos tímidos hoy tienen fobia
social y ameritan recibir psicofármacos”.
Clic para ampliarUn dato preocupante es que, según el trabajo realizado
por la UNLP, en el 18,6% de los casos los medicamentos utilizados se
adquirieron fuera de las farmacias, con lo cual no se puede garantizar
la procedencia y calidad de los mismos. Por otro lado, se pudo detectar
un mayor consumo de psicofármacos en aquellos estudiantes que vivían
solos o en aquellos sin al menos un integrante de su familia.
Hay datos del Indec que también echan luz sobre el fenómeno. Según ese
organismo, de hecho, en el tercer trimestre del año pasado los
medicamentos de mayor facturación fueron los del sistema nervioso con
913 millones de pesos, seguidos por los destinados al aparato digestivo y
metabolismo con 839 millones, los medicamentos del aparato
cardiovascular con 821 millones, y los antineoplásicos e
inmunomoduladores con 806 millones de pesos. Estos cuatro grupos de
medicamentos concentraron el 56,5% de la facturación total.
Tanto los datos del Indec como los revelados por la Sedronar o la UNLP
confirman algo que médicos y farmacéuticos conocen muy bien: el consumo y
venta de los psicofármacos crece de manera acelerada en el país, y La
Plata no es la excepción. Ansiolíticos y antidepresivos están en la
lista de los medicamentos de mayor demanda, y como se dijo preocupa el
incremento de consumo en personas cada vez más jóvenes.
algunas razones
Para el psiquiatra Ernesto Dabone, el motivo de este incremento en el
consumo “hay que buscarlo en la sociedad. Se vive de manera ansiosa y
con una carga violenta que dispara todo tipo de fobias y temores. Ante
ese cuadro general, es casi lógico que los medicamentos del sistema
nervioso sean los que más se vendan”.
El centro de asesoramiento y asistencia toxicológica del Hospital de
Niños atiende a pacientes de toda la Provincia. La médica Ana María
Girardelli, responsable del centro de toxicología, confirma las
tendencias de los distintos relevamientos. “Hace años que llevamos los
registros y vemos que hay un incremento de casos. Más de la mitad de las
personas que atendemos llegan con intoxicaciones agudas por alcohol y
por psicofármacos de la familia de las benzodiacepinas”, indica
Girardelli, también titular de la cátedra de toxicología de la Facultad
de Ciencias Médicas de la UNLP.
Según Dabone, en tanto, otra de las razones del fenómeno hay que
rastrearla en la facilidad de acceso a los psicofármacos que existe
actualmente. “Son medicamentos que se consiguen sin recetas y ahí entra
también la responsabilidad de muchos farmacéuticos -dice-. Hoy por hoy
se nota una cultura donde la gente cree que el Alplax o el Rivotril
sirven para dormir, pero en realidad son ansiolíticos. No se consulta al
médico y los que recetan, muchas veces, no son especialistas en el tema
sino conocidos o personas a los que alguien se los recomendó. Hay gente
que consume hace mucho tiempo. Les recetan una vez, y se transforma en
un proceso de tipo adictivo. Son adictos a las pastillas para dormir,
por ejemplo, pero no lo asumen y siguen repitiendo esa conducta como si
nada”.
Las palabras de Dabone no son caprichosas: según estudios realizados por
la Universidad Maimónides y el Instituto Argentino de Atención
Farmacéutica, la publicidad de medicamentos incita a la automedicación o
al mal uso de fármacos, problemas que se cobran en la Argentina unas 22
mil vidas por año.
Desde la Escuela de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maimónides
se precisó que de las 22 mil muertes, el 50% corresponde a la
polifarmacia (tomar simultáneamente seis medicamentos o más), que en
general afecta en los mayores de 65. Hay gente que consume hace mucho
tiempo. Son adictos a las pastillas para dormir, por ejemplo, pero no lo
asumen y siguen repitiendo esa conducta como si nada”
“En nuestro país la gente asocia drogas con cocaína y marihuana -dice el
experto-. Sin embargo, cuando hablamos de drogas en el imaginario
colectivo no aparece ni el alcohol ni los psicofármacos. Cosa curiosa,
sobre todo si se tiene en cuenta que los medicamentos son sustancias de
abuso pero que muy pocos identifican como drogas. La razón de esto es
sencilla: el alcohol está aceptado socialmente -el 95 por ciento de los
mayores de 18 años del país usa o usó alcohol alguna vez-, al igual que
el tabaco y los psicofármacos. Sólo se asocian como drogas, las
ilegales. Y mientras tanto el consumo de clonazepam, por dar un ejemplo,
está por las nubes”.
maldita automedicacion
Para Dabone, como para muchos especialistas, la automedicación y otros
problemas relacionados con el mal uso de medicamentos es una tragedia
silenciosa a la que no escapa nuestra Región: según los datos de un
estudio desarrollado por el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y
Bioquímicos (Safyb) durante el año pasado, 340 personas murieron por
problemas relacionados con medicamentos (PRM) en La Plata mientras otras
2.400 debieron ser hospitalizadas por la misma causa. Mientras tanto,
22.700 fallecieron por causas similares en el país, lo que equivale a 60
decesos por día o uno cada 23 minutos.
Los autores del estudio hablan de una problemática que se profundiza: si
en 2012 en toda la Argentina habían muerto 22.700 personas a raíz de
problemas relacionados con medicamentos, esa misma cifra había sido de
21.800 en 2011 y de 20 mil en 2010.
El trabajo fue realizado en más de 6.800 centros de salud públicos y
privados de todo el país y se basó en el cruce de datos de partidas de
defunción, internaciones e historias clínicas.
“Con los métodos habituales de estadística hay internaciones y decesos
que se explican por ejemplo, por un problema hepático, gástrico o
cardíaco y cuando se ahonda en ese trastorno se descubre que está
relacionado con el consumo abusivo o el mal uso de determinados
medicamentos”, afirman los autores del trabajo.
Leer más en file:///home/admi/Descargas/Psicof%C3%A1rmacos:%20cada%20vez%20m%C3%A1s%20personas%20se%20automedican,%20UNLP,%20La%20Plata,%20Ciencias%20M%C3%A9dicas,%20Universidad%20Maim%C3%B3nides.%20Informaci%C3%B3n%20General,%2015%20de%20diciembre%20de%202013,%20Diario%20El%20D%C3%ADa,%20La%20Plata,%20Argentina.htm
Leer más en file:///home/admi/Descargas/Psicof%C3%A1rmacos:%20cada%20vez%20m%C3%A1s%20personas%20se%20automedican,%20UNLP,%20La%20Plata,%20Ciencias%20M%C3%A9dicas,%20Universidad%20Maim%C3%B3nides.%20Informaci%C3%B3n%20General,%2015%20de%20diciembre%20de%202013,%20Diario%20El%20D%C3%ADa,%20La%20Plata,%20Argentina.htm
Psicofármacos: cada vez
más personas se automedican
Los últimos datos ponen en evidencia un aumento en el consumo de
pastillas para dormir o para tratar la ansiedad sin prescripción médica,
y revelan además que son los jóvenes los principales consumidores
Clic para ampliarLas exigencias emocionales, los problemas de fin de
año, la incertidumbre laboral, las inseguridad o los problemas propios
de cualquier vida. Sea lo que sea, en los tiempos que corren todo parece
resolverse con una pastillita para estar mejor. Así, al menos, lo
demuestran los últimos trabajos referidos al consumo de psicofármacos en
nuestra región y el país, todos los cuales coinciden en que no sólo
existe una tendencia al abuso y a consumir estos productos sin
prescripción médica, sino también que los principales consumidores son
cada vez más personas jóvenes.
Según el último estudio nacional en población de 12 a 65 años sobre
consumo de sustancias psicoactivas, realizado por la Secretaría de
Programación para Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el
Narcotráfico (Sedronar), el 2% del rango etario de 12 a 17 consumió
alguna vez en la vida psicofármacos y, de 18 a 24 años, el porcentaje
fue de 7. De esos resultados, lo hicieron bajo prescripción médica el
52,4% en el primer caso, y el 51,1 en el segundo.
El consumo y venta de los psicofármacos crece de manera acelerada en el
país, y La Plata no es la excepción: ansiolíticos y antidepresivos están
en la lista de los medicamentos de mayor demanda
A nivel local, un sondeo realizado por la cátedra de Farmacología Básica
de la facultad de Ciencias Médicas de la UNLP sobre 5170 jóvenes mostró
que el 6,9% de los jóvenes consumían psicofármacos (en su mayoría
benzodiacepinas) y que en el 39% de estos casos ese consumo era asociado
a una automedicación. La lista de las benzodiacepinas consumidas fue
variada: Alprazolam, Clonazepam, Diazepam, Bromazepam, Lorazepam y
Flunitrazepam entre otros. Las razones brindadas para justificar el
consumo fueron “para inducir el sueño” (34,2%), para “estar tranquilo
previo a un examen” (20%) por “contracturas musculares” (22,2%). Lo más
llamativo es que en el 41% de los casos, el consumo de este tipo de
psicofármacos se dio durante las horas diurnas.
A la hora de buscar algunas razones que expliquen esta tendencia
creciente a recurrir a los psicofármacos, Gustavo Marin, doctor en
Medicina y docente de la UNLP, opina que ya “desde práctica médica se
contribuyó a medicalizar distintas situaciones que antes considerábamos
normales y hoy hemos convertido en enfermedades, muchas de ellas
inventadas. Los chicos traviesos de antes, por ejemplo, hoy tienen
diagnóstico de hiperactividad; los antiguos tímidos hoy tienen fobia
social y ameritan recibir psicofármacos”.
Clic para ampliarUn dato preocupante es que, según el trabajo realizado
por la UNLP, en el 18,6% de los casos los medicamentos utilizados se
adquirieron fuera de las farmacias, con lo cual no se puede garantizar
la procedencia y calidad de los mismos. Por otro lado, se pudo detectar
un mayor consumo de psicofármacos en aquellos estudiantes que vivían
solos o en aquellos sin al menos un integrante de su familia.
Hay datos del Indec que también echan luz sobre el fenómeno. Según ese
organismo, de hecho, en el tercer trimestre del año pasado los
medicamentos de mayor facturación fueron los del sistema nervioso con
913 millones de pesos, seguidos por los destinados al aparato digestivo y
metabolismo con 839 millones, los medicamentos del aparato
cardiovascular con 821 millones, y los antineoplásicos e
inmunomoduladores con 806 millones de pesos. Estos cuatro grupos de
medicamentos concentraron el 56,5% de la facturación total.
Tanto los datos del Indec como los revelados por la Sedronar o la UNLP
confirman algo que médicos y farmacéuticos conocen muy bien: el consumo y
venta de los psicofármacos crece de manera acelerada en el país, y La
Plata no es la excepción. Ansiolíticos y antidepresivos están en la
lista de los medicamentos de mayor demanda, y como se dijo preocupa el
incremento de consumo en personas cada vez más jóvenes.
algunas razones
Para el psiquiatra Ernesto Dabone, el motivo de este incremento en el
consumo “hay que buscarlo en la sociedad. Se vive de manera ansiosa y
con una carga violenta que dispara todo tipo de fobias y temores. Ante
ese cuadro general, es casi lógico que los medicamentos del sistema
nervioso sean los que más se vendan”.
El centro de asesoramiento y asistencia toxicológica del Hospital de
Niños atiende a pacientes de toda la Provincia. La médica Ana María
Girardelli, responsable del centro de toxicología, confirma las
tendencias de los distintos relevamientos. “Hace años que llevamos los
registros y vemos que hay un incremento de casos. Más de la mitad de las
personas que atendemos llegan con intoxicaciones agudas por alcohol y
por psicofármacos de la familia de las benzodiacepinas”, indica
Girardelli, también titular de la cátedra de toxicología de la Facultad
de Ciencias Médicas de la UNLP.
Según Dabone, en tanto, otra de las razones del fenómeno hay que
rastrearla en la facilidad de acceso a los psicofármacos que existe
actualmente. “Son medicamentos que se consiguen sin recetas y ahí entra
también la responsabilidad de muchos farmacéuticos -dice-. Hoy por hoy
se nota una cultura donde la gente cree que el Alplax o el Rivotril
sirven para dormir, pero en realidad son ansiolíticos. No se consulta al
médico y los que recetan, muchas veces, no son especialistas en el tema
sino conocidos o personas a los que alguien se los recomendó. Hay gente
que consume hace mucho tiempo. Les recetan una vez, y se transforma en
un proceso de tipo adictivo. Son adictos a las pastillas para dormir,
por ejemplo, pero no lo asumen y siguen repitiendo esa conducta como si
nada”.
Las palabras de Dabone no son caprichosas: según estudios realizados por
la Universidad Maimónides y el Instituto Argentino de Atención
Farmacéutica, la publicidad de medicamentos incita a la automedicación o
al mal uso de fármacos, problemas que se cobran en la Argentina unas 22
mil vidas por año.
Desde la Escuela de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Maimónides
se precisó que de las 22 mil muertes, el 50% corresponde a la
polifarmacia (tomar simultáneamente seis medicamentos o más), que en
general afecta en los mayores de 65. Hay gente que consume hace mucho
tiempo. Son adictos a las pastillas para dormir, por ejemplo, pero no lo
asumen y siguen repitiendo esa conducta como si nada”
“En nuestro país la gente asocia drogas con cocaína y marihuana -dice el
experto-. Sin embargo, cuando hablamos de drogas en el imaginario
colectivo no aparece ni el alcohol ni los psicofármacos. Cosa curiosa,
sobre todo si se tiene en cuenta que los medicamentos son sustancias de
abuso pero que muy pocos identifican como drogas. La razón de esto es
sencilla: el alcohol está aceptado socialmente -el 95 por ciento de los
mayores de 18 años del país usa o usó alcohol alguna vez-, al igual que
el tabaco y los psicofármacos. Sólo se asocian como drogas, las
ilegales. Y mientras tanto el consumo de clonazepam, por dar un ejemplo,
está por las nubes”.
maldita automedicacion
Para Dabone, como para muchos especialistas, la automedicación y otros
problemas relacionados con el mal uso de medicamentos es una tragedia
silenciosa a la que no escapa nuestra Región: según los datos de un
estudio desarrollado por el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y
Bioquímicos (Safyb) durante el año pasado, 340 personas murieron por
problemas relacionados con medicamentos (PRM) en La Plata mientras otras
2.400 debieron ser hospitalizadas por la misma causa. Mientras tanto,
22.700 fallecieron por causas similares en el país, lo que equivale a 60
decesos por día o uno cada 23 minutos.
Los autores del estudio hablan de una problemática que se profundiza: si
en 2012 en toda la Argentina habían muerto 22.700 personas a raíz de
problemas relacionados con medicamentos, esa misma cifra había sido de
21.800 en 2011 y de 20 mil en 2010.
El trabajo fue realizado en más de 6.800 centros de salud públicos y
privados de todo el país y se basó en el cruce de datos de partidas de
defunción, internaciones e historias clínicas.
“Con los métodos habituales de estadística hay internaciones y decesos
que se explican por ejemplo, por un problema hepático, gástrico o
cardíaco y cuando se ahonda en ese trastorno se descubre que está
relacionado con el consumo abusivo o el mal uso de determinados
medicamentos”, afirman los autores del trabajo.
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