Por segundo año consecutivo, Médicos Sin Fronteras presenta el informe sobre las 10 noticias más relevantes del año en cuanto al acceso a los medicamentos. Algunas de ellas son noticias verdaderamente buenas, como la que hace mención al estudio que confirma que mediante el tratamiento precoz del VIH no sólo se salvan vidas, sino que se puede reducir el riesgo de transmisión del virus hasta en un 96%. Y luego las hay malas o muy malas, como la que nos recuerda que el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria se vio obligado el pasado mes de noviembre a suspender su ronda anual de financiación porque los donantes no habían desembolsado sus aportaciones
En 2011 se ha cumplido el décimo aniversario de dos acontecimientos que han contribuido a lo largo de todos estos años a determinar el grado de acceso que tienen las poblaciones de los países en desarrollo a una atención médica de calidad y asequible.
El primero de ellos fue la firma de la Declaración de Doha, en la que los Gobiernos se comprometieron a priorizar la salud por encima del comercio; es decir, el acceso a medicamentos asequibles por encima de los derechos de propiedad intelectual. Sin embargo, una década más tarde de aquella Declaración, las dificultades para acceder a los medicamentos esenciales en los países en desarrollo continúan estando muy presentes.
India es la fuente de la mayoría de los medicamentos de calidad asequibles que se utilizan en el mundo en desarrollo, pero su Gobierno tiene que enfrentarse constantemente a los ataques de las compañías farmacéuticas y de los países desarrollados, pues tanto unos como otros continúan tratando de frenar la producción de fármacos genéricos. Además, otros países de ingresos medios también se están enfrentando a la creciente escalada de precios por parte de la industria farmacéutica.
El precio de las vacunas es la materia de disputa más reciente, y continuará siéndolo, ya que por vez primera los mayores compradores mundiales están haciendo públicos los precios a los que las adquieren, lo cual es sin duda una buena noticia.
En 2011 también se cumple el décimo aniversario de la creación de un fondo especial para la lucha contra las tres enfermedades que más vidas se cobran en los países en desarrollo: el VIH/sida, la tuberculosis y la malaria. A través del Fondo Mundial, y durante todo este tiempo, los donantes destinaron cantidades de dinero sin precedentes que han servido para salvar millones de vidas. Sin embargo ahora, tras los grandes avances que se han hecho en estos diez años en la lucha contra las tres enfermedades, la salud global está sufriendo un repentino déficit de financiación: los países donantes están dejando de hacer aportaciones, y esto está dejando al Fondo Mundial en una grave situación financiera.
Si no se apuesta por darle una renovada prioridad a la salud, tanto a nivel político como financiero, los recientes avances científicos y las grandes promesas que han hecho los Gobiernos en los últimos tiempos pueden irse muy fácilmente al traste. Sólo por poner un ejemplo, cabe destacar que en un ensayo clínico que se llevó a cabo en este 2011, se concluyó que el tratamiento del VIH es a su vez una forma de prevención, pues un paciente que comienza el tratamiento de manera precoz reduce en un 96% las posibilidades de transmitir el virus a otras personas. Con estos números en la mano, estamos ante la posibilidad real de cambiar el curso del sida, pero para que estos estudios se conviertan en una realidad es necesario que todos aquellos que necesitan tratamiento puedan definitivamente acceder a él.
Por otro lado, el número de pacientes que reciben tratamiento para la tuberculosis (TB) resistente a los medicamentos continúa siendo muy bajo, a pesar de que ahora contamos con un nuevo método de diagnóstico que podría por fin romper el círculo vicioso que conforman la baja demanda de medicamentos y los escasos suministros de los mismos.
En cuanto a la malaria, este año se puso en marcha un mecanismo de subsidio que pretende incrementar el acceso de los pacientes a los mejores tratamientos contra esta enfermedad. Sin embargo, dicho mecanismo ha contribuido también a triplicar el precio de la materia prima, lo que provoca serios cuestionamientos sobre la eficacia del mismo.
Pero no todo gira en torno a estas tres grandes enfermedades. Otro de los puntos a destacar en el campo de la salud es el hecho de que los niños afectados por las crisis nutricionales están empezando a recibir una ayuda alimentaria que está mejor adaptada a sus necesidades. Sin embargo, todo lo que queda fuera del foco de las grandes crisis se queda siempre muy lejos del interés mediático, por lo que el drama de millones de niños con desnutrición permanece sin ser debidamente atendido.
La falta de priorización a la salud por parte de los productores, precipitó la escasez del fármaco más importante para el tratamiento de la enfermedad de Chagas, al mismo tiempo que las evidencias médicas y las prioridades políticas daban a entender que la ampliación del tratamiento estaba cerca de alcanzarse.
Los nuevos protocolos para el tratamiento de la meningitis criptocócica apuntan hacia mayores avances futuros en este campo, pero suponen al mismo tiempo un claro ejemplo de los obstáculos existentes en el acceso a medicamentos asequibles y eficaces.
Las poblaciones de los países en desarrollo tienen que superar a diario muchas barreras para acceder a la atención médica. Hace ahora también diez años, MSF creó la Campaña de Acceso a Medicamentos, cuyo objetivo pasa por intentar reducir algunos de los obstáculos que restringen nuestra capacidad para prestar la mejor atención posible a nuestros pacientes. Después de diez años, y a pesar de que tenemos verdaderos logros en nuestro haber, la batalla aún no está ganada. Somos conscientes de queda mucho todavía por lo que pelear, pero con la ayuda de otras organizaciones implicadas en esta misma lucha, seguiremos trabajando para que todo el mundo tenga acceso a la salud.
el informe completo disponible en:
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