Pharmabaires, julio de 2015
"Yo puedo ser como Oñativia y ustedes me pueden rajar pero la
presidenta no es Illia y si ustedes apuestan contra la presidenta, la
presidenta les va a subir la apuesta diez veces". La revelación le
pertenece al ministro de Salud Daniel Gollán y estuvo dirigida a sus
interlocutores de la industria farmacéutica.
Gollán explicó que se comparó con Arturo Oñativia, ministro de Salud
del presidente Arturo Illia, durante una de las discusiones con los
laboratorios que cotizaron con sensibles aumentos (de hasta 1.790 por
ciento, aseguró) en las recientes licitaciones del ministerio de Salud
para sus bancos de drogas oncológicas, contra el sida y otras
patologías.
La comparación, que hizo pública durante una jornada
en el Colegio Público de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, tiene
una lectura política, ya que Oñativia fue el autor de la Ley de
Medicamentos que, para los historiadores y ensayistas, fue una de las
causas del golpe militar de 1966, pues su modelo estatista molestó a los
laboratorios instalados en el país y en especial a las multinacionales
suizas, acusadas de alentar el derrocamiento de Illia.
También deja abierta a la interpretación política la frase que “la presidenta no es Illia”, admitiendo que el ex presidente radical tenía una supuesta blandura sobre la que avanzó el poder económico y militar.
Gollán
precisó que en ese grupo de laboratorios que escucharon su comparación
con Oñativia, había multinacionales y “algunos nacionales también”.
Al
margen de las comparaciones políticas e históricas, Gollán anunció que
la ANMAT no aprobará ningun nuevo medicamento si antes “no hay un acuerdo de precios” con el laboratorio que solicita su comercialización.
Y
en esa negociación, participará la Secretaria de Comercio, además del
Ministerio de Salud. Experiencia que ya compartieron con la aplicación
de la Ley de Abastecimiento ante “los abusos de mercado” durante las
recientes licitaciones.
Estas medidas “no son las únicas ni las últimas”, aseguró Gollán, subrayando que “hay que regular aún más fuerte el mercado y de modo sistémico”, aclarando que las medidas que se adopten hasta diciembre de 2015 tendran un efecto "en el mediano y largo plazo".
Sobre la industria y en tono crítico, afirmó que "no entienden otro idioma que vender mas caro y abusar de su posición dominante", aunque aclaró que “no son todos” y que con “algunos pude negociar”.
Gollán
aseguró que el medicamento Sovaldi de Gilead no será aprobado en el
país porque “es muy caro” aunque el laboratorio "vino a negociar con
nosotros" y ofrecio una sensible rebaja.
Concretamente explicó
que Gilead comenzó pidiendo 1000 dólares la píldora como en Estados
Unidos y lo terminó ofreciendo por 100. Pero en la India se consigue la
versión genérica por 11 dólares “y nos dijeron que aún así ganan fortunas”, aseguró.
“Ellos
se equivocaron cuando pensaron que ibamos a pagar 54 mil millones de
dólares para curar a los 600 mil enfermos de hepatitis C que
supuestamente hay en Argentina. Luego bajaron a 100 dólares. Pero
tampoco se puede, porque sería el equivalente a dos veces el presupuesto
de salud”. afirmó.
Sobre los inspectores de la Anmat, Gollán resaltó que "le estamos metiendo criterios politicos y no solo técnicos”
para que clausuren un laboratorio cuando no queda otra alternativa,
pero que antes evaluen el aporte de ese laboratorio “a la economía
familiar”.
“La calidad no se negocia pero hay que dejar
una vía de escape antes de clausurar porque hay familias que viven de
ese trabajo. entonces hay que clausurar solo cuando es una causa justa", subrayó.
También
propuso que “hay que avanzar en la Anmat para que el registro sea para
todos por igual y hay que medir a todos con la misma vara".
“Hay
médicos coimeros, pasa todo el tiempo. Llevan a los médicos a hoteles
de cinco estrellas que nosotros nunca podríamos pagar”, comentó con
ironía Gollán, al defender el proyecto que prohíbe la publicidad de
medicamentos presentado el año pasado por diputados de La Cámpora.
También
afirmó que se insistirá con la modificación del artículo 2 de la Ley
de Genéricos que elimina la opción de la marca comercial, aunque aclaró
que “los laboratorios trabajan muy bien sobre los medios”, al sugerir
que algunas iniciativas confrontan con posiciones dominantes en la
comunicación y el periodismo.
El ministro anunció que pidió una
audiencia a la Corte Suprema de Justicia para abordar
la”judicialización” contra las obras sociales, las privadas y el propio
Ministerio de Salud, por parte de pacientes y sus familiares, que
demandan medicamentos y tratamientos de alto costo.
Gollán
admitió que a los laboratorios públicos “les cuesta entender que esta
es una industria de relojería y no siempre andan bárbaro”.
Previamente, Jorge Rachid, asesor de la Comisión de Salud y coordinador de salud del Ministerio de Defensa, coincidió que “hay que decirlo con todas las letras: los médicos reciben incentivos”.
Rachid aseguró que “somos rehenes de droguerías traen medicamentos caros e importados y funcionan como taxis”.
nota original http://bit.ly/1UCLSbi
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