BMJ, 28 de octubre 2014
Michaëlsson K, Wolk A, Langenskiöld S, Basu S,
Warensjö Lemming E, Melhus H, Byberg L. Milk
intake and risk of mortality and fractures in women and men: cohort
studies. BMJ. 2014 Oct 28;349:g6015. doi:
10.1136/bmj.g6015.
¿La leche es amiga o enemiga?
En lugar de la reducción de las fracturas, un
estudio sugiere que hay un aumento del riesgo de enfermedades
cardiacas y de cáncer
HealthDay News , 30 de octubre, 2014 --
Beber grandes cantidades de leche podría ser malo para la salud, según un nuevo estudio.
Beber grandes cantidades de leche podría ser malo para la salud, según un nuevo estudio.
Las investigaciones anteriores han mostrado que el
calcio de la leche puede ayudar a fortalecer los huesos y a prevenir
la osteoporosis. Esos beneficios para la salud ósea han llevado a
las autoridades sanitarias de EE. UU. a recomendar la leche como
parte de una dieta saludable.
Pero este nuevo estudio halló que beber grandes
cantidades de leche no protegió a los hombres ni a las mujeres
contra las fracturas óseas, y se asoció con un riesgo general más
alto de muerte durante el periodo de estudio.
Sin embargo, los investigadores dijeron que los
resultados deberían interpretarse con precaución.
Las mujeres que bebían 3 vasos de leche o más al
día tenían un riesgo de casi el doble de muerte y enfermedades
cardiovasculares, y un riesgo un 44 por ciento más alto de cáncer,
que las mujeres que bebían menos de un vaso al día, descubrieron
los investigadores.
El riesgo general de muerte de los hombres aumentó
en aproximadamente un 10 por ciento cuando bebieron 3 o más vasos de
leche diaria, según el estudio, publicado en línea el 28 de octubre
en la revista BMJ.
"Los hallazgos del estudio han sido, para mí
mismo, lo suficientemente fuertes como para reducir mi consumo de
leche", dijo el autor principal, Karl Michaelsson, profesor del
departamento de ciencias quirúrgicas de la Universidad de Uppsala,
en Suecia.
Aun así, los hallazgos solamente sugieren una
asociación y no un vínculo directo, dijo Mary Schooling, profesora
en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de la Ciudad de
Nueva York, que escribió un editorial publicado junto con el
estudio.
Las personas no deberían cambiar su dieta
basándose en estos hallazgos, dijo Schooling.
"No podemos extraer conclusiones a estas
alturas", dijo. "Necesitamos un estudio con personas que
genéticamente puedan y no puedan digerir la leche con facilidad, y
comparar si los que pueden digerir la leche presentan una diferencia
en cuanto a las enfermedades cardiovasculares, la muerte y las
fracturas con respecto a los que no pueden digerirla".
El estudio contó con más de 61,000 mujeres y
45,000 hombres en Suecia que previamente rellenaron unos formularios
dietéticos para otros proyectos de investigación, las mujeres a
finales de los 80 y los hombres en 1997. Todos tenían más de 39
años de edad.
Los investigadores compararon sus hábitos de
consumo de leche con los datos sobre la salud de las autoridades
suecas, para ver si el consumo de leche podría estar vinculado con
el riesgo de muerte o de problemas para la salud.
Los investigadores hallaron que tomar una gran
cantidad de leche en la dieta diaria pareció estar relacionado con
un aumento del riesgo de muerte tanto en hombres como en mujeres
durante el periodo de estudio.
Además, beber leche en exceso pareció en
realidad aumentar el riesgo de una mujer de sufrir fracturas de
huesos, en comparación con las mujeres que bebían menos leche.
El riesgo de cualquier fractura ósea aumentó en
un 16 por ciento en las mujeres que bebieron 3 o más vasos al día,
y el riesgo de rotura de cadera aumentó en un 60 por ciento,
indicaron los hallazgos.
Beber mucha leche no pareció proteger, ni
fomentar, las fracturas de huesos en los hombres.
Michaelsson y sus colaboradores dijeron que el
aumento del riesgo de muerte que observaron podría explicarse por
los niveles altos de azúcares presentes en la leche, concretamente
la lactosa y la galactosa.
Se ha mostrado que la galactosa envejece de manera
prematura a los ratones en el laboratorio, dijo Michaelsson, e indicó
que el azúcar de la leche fomenta la inflamación.
Por el contrario, una ingesta alta de productos
lácteos fermentados con un contenido bajo en lactosa (como el yogurt
y el queso) se asoció con unas tasas reducidas de mortalidad y
fracturas, sobre todo en las mujeres, reportaron los investigadores.
Aunque son interesantes, estos hallazgos son
demasiado preliminares como para garantizar un cambio en las
directrices nutricionales, señaló Isabel Maples, dietista
registrada de Haymarket, Virginia, y vocera de la Academia de
Nutrición y Dietética (Academy of Nutrition and Dietetics).
Aproximadamente el 55 por ciento de las personas
mayores (44 millones de estadounidenses) tienen osteoporosis o un
riesgo alto de tener unos huesos frágiles, dijo Maples. Añadió que
las Directrices Alimentarias de EE. UU. recomiendan tres porciones de
productos lácteos al día, no solamente para la salud ósea, sino
también para reducir el riesgo de enfermedades cardiacas, diabetes
tipo 2 e hipertensión.
"No basan las directrices en las novedades.
No las basan en las modas. No las basan en lo que ha sido el consejo
tradicional. Se atienen a las evidencias científicas", señaló.
HealthDay intentó sin éxito contactar con
el Consejo Nacional de Lácteos (National Dairy Council) para que
realizara un comentario sobre el estudio.
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