Gabriela Torres, BBC Mundo Salud, 20 de marzo de 2013
El doctor Jeremy Howick, de la Universidad de Oxford, y el
profesor George Lewith, de la Universidad de Southampton lo venían sospechando.
Sabían que estudios en Estados Unidos y Europa indicaban que la gran mayoría de
los doctores lo hacían, y no se equivocaron.
Según una encuesta hecha a 783 médicos del Reino Unido, el
97% admitió haberle dado al menos una vez algún tipo de placebo a sus
pacientes.
El estudio publicado este miércoles en la revista científica
PLoS One indica que los doctores que han prescrito placebos puros e impuros lo
hicieron en su mayoría para inducir un efecto psicológico al tratamiento, por
petición del paciente o para tranquilizar al paciente.
De acuerdo con los especialistas, los placebos impuros son
tratamientos no demostrados, como el uso de antibióticos cuando se sospecha de
infección viral, o -más comúnmente- exámenes físicos que no son esenciales y
análisis de sangre realizados para calmar al paciente.
Mientras que los placebos "puros" son tratamientos
como pastillas de azúcar o inyecciones salinas que no contienen ingredientes
activos.
"Potencialmente, el placebo puede ayudar a la gente si
se usa con ética. Pero también pueden generar costos si se usa
inapropiadamente", le dijo a BBC Mundo Jeremy Howick, coautor de la
investigación.
"Antes de determinar los costos y beneficios
potenciales, necesitamos saber si (los médicos) lo usan y con cuanta
frecuencia. Y pudimos ver que es muy común a pesar de que es considerado
antiético".
Cuestión de ética
BBC Mundo consultó a varios doctores sobre las implicaciones
éticas de administrar placebo a los pacientes. Todos consideraron antiético su
utilización.
El médico de cabecera en España Efrén Moncada rechaza
completamente el uso de estas sustancias en principio inocuas.
"Tenemos que tomar en cuenta el principio de la
beneficencia, que con los placebos se pone en duda. Teóricamente nosotros
debemos dar el mejor tratamiento posible en pro del paciente", agrega.
Howick aclara que él no considera antiético utilizar
placebo, siempre y cuando no se mienta al paciente.
"En algunos casos, administrar placebo involucra
engañar al paciente, como cuando el doctor le dice que le está dando un
medicamento y en vez le suministra una solución salina. Pero en otros casos es
cuestión de ofrecer sugerencias positivas", explicó el experto.
El profesor Ted Kaptchuk, de la Universidad de Harvard, se
ha especializado en los efectos del placebo.
En 2012 publicó un estudio que reveló mejoras en pacientes
que se sometieron a este tratamiento inofensivo sabiendo de lo que se trataba,
e informados de la posibilidad de una mejora.
Kaptchuk también realizó otros experimentos donde al
suministrar placebo advertía de posibles "efectos secundarios" y, en
consecuencia, los pacientes informaban de quejas y dolencias.
Una segunda opción
El profesor George Lewith, coautor del estudio actual,
explicó que otros trabajos realizados por la Universidad de Southampton han
demostrado que los placebos "pueden ayudar a mucha gente y ser efectivos
mucho tiempo después de su administración. El efecto placebo funciona liberando
los analgésicos naturales de nuestro cuerpo".
La mayoría de los médicos condena utilizar placebo si para
ello hay que engañar al paciente.
Si bien varios estudios han comprobado los beneficios del
placebo, Jeremy Howick aclara que sería antiético tratar a un paciente con
placebo cuando existe un tratamiento clínicamente comprobado.
No obstante, Howick justifica el tratamiento con placebo
cuando el paciente ya ha probado otras opciones farmacológicas y éstas o bien
no funcionan o tienen serios efectos secundarios. "En estos casos que
sabemos que el placebo puede funcionar y lo damos en una forma ética,
informando al paciente, podría ser beneficioso".
Ni siquiera en estos casos Moncada recomienda el uso de
placebos. "Considero que el cerco es muy estrecho".
"Nosotros normalmente tenemos un plan A, un plan B y un
plan C. Podemos usar diversos fármacos. Yo particularmente trabajo con medicina
basada en evidencia, sobre todo a nivel farmacológico", agrega el médico.
"Lo que no veo normal es que se prescriba un placebo
por patologías banales. Creo que es más importante un buen trabajo de educación
y comunicación".
Consejo ambiguo
En el Reino Unido, el Consejo Medico General (GMC por sus
siglas en inglés) es ambiguo respecto al uso de placebo. No lo discute
explícitamente y tampoco lo prohíbe.
El GMC lo que tiene es una recomendación para que los
doctores sean siempre honestos con sus pacientes y le expliquen qué es lo que
están recetando. Al mismo tiempo aconseja responder las preguntas del paciente
honesta y completamente.
"El GMC mantiene silencio respecto a placebos",
declara Howick. "Deja claro que los doctores 'no deben retener
información' de los pacientes (...) Debido a que algunas formas de utilización
de placebo podría involucrar la sugerencia de que el placebo es un tratamiento
'real', con frecuencia los médicos interpretan la visión del GMC como una
prohibición de los placebos".
La actitud ética respecto al uso de placebo varía mucho
entre los doctores. El estudio de Howick y Lewith indica que el 66% considera
que el placebo puro es éticamente aceptado bajo ciertas circunstancias.
Los placebos impuros tienen más aceptación, pues el 84% de
los doctores lo consideraron aceptable. "En mi opinión, el estigma que
acompaña al uso del placebo es irracional, y se deberían hacer más investigaciones
para desarrollar placebos éticos y rentables", señaló Lewith.
Nota original en http://bbc.in/10kLpCS
El articulo
Howick J,
Bishop FL, Heneghan C, Wolstenholme J, Stevens S, et al. (2013) Placebo Use in
the United Kingdom: Results from a National Survey of Primary Care
Practitioners. PLoS ONE 8(3): e58247. doi:10.1371/journal.pone.0058247
Disponible en http://bit.ly/10kLAOq
No hay comentarios:
Publicar un comentario