Jama
Intern Med, 11 de enero de 2016
Importancia:
inhibidores de bomba de protones (IBP) se encuentran entre los
fármacos más utilizados en todo el mundo y se han relacionado con
nefritis intersticial aguda. Se sabe menos acerca de la asociación
entre el uso de IBP y la enfermedad renal crónica (ERC).
Objetivo:
Cuantificar la asociación entre el uso de IBP y la ERC incidente
en una cohorte de base poblacional.
Diseño,
escenario y participantes: En total, 10.482 participantes en el
estudio Atherosclerosis Risk in Communities con una tasa de
filtración glomerular estimada de al menos 60 ml / min / 1,73 m2
fueron seguidos en una visita basal entre el 1 de febrero de 1996 y
el 30 de enero de 1999, hasta el 31 de diciembre de 2011. Los datos
fueron analizados desde mayo 2015 a octubre de 2015. Los resultados
fueron replicados en una cohorte administrativa de 248.751 pacientes
con una tasa de filtración glomerular estimada de al menos 60 ml /
min / 1,73 m2 del Geisinger Health System.
Exposiciones:
El uso de IBP auto informado en el estudio Atherosclerosis Risk
in Communities o una prescripción de IBP ambulatoria en la cohorte
de replicación del Sistema de Salud Geisinger. El uso del
antagonista del receptor de la histamina 2 (H2) se consideró como
control negativo y comparador activo.
Variable
Principales: Los incidentes de ERC se definieron utilizando los
códigos de diagnóstico al alta hospitalaria o la muerte en el
Atherosclerosis Risk in Communities Study, y por una tasa de
filtración glomerular ambulatoria sostenida estimada inferior a 60
ml / min / 1,73 m2 en la cohorte de la replicación del Sistema de
Salud Geisinger.
Resultados:
Entre 10.482 participantes del estudio Atherosclerosis Risk in
Communities, la media (DE) de edad fue de 63,0 (5,6) años, y el
43,9% eran varones. En comparación con los no usuarios, los usuarios
IBP fueron más frecuentemente de raza blanca, obesos, y tomaban la
medicación antihipertensiva. El uso de inhibidores de la bomba de
protones se asoció con ERC incidente en el análisis no ajustado
(hazard ratio [HR], 1,45; IC del 95%, 1,11-1,90); en el análisis
ajustado por variables demográficas, socioeconómicas y clínicas
(HR, 1,50; IC del 95%, 1,14-1,96); y en el análisis con IBP nunca
utilizado modelada como una variable variable en el tiempo (HR
ajustado, 1,35; IC del 95%, 1,17-1,55). La asociación persistió
cuando los usuarios IBP basales fueron comparados directamente con
los usuarios de antagonistas de los receptores H2 (HR ajustado, 1,39;
IC del 95%, 1,01-1,91) y con tendencia de puntuación de concordancia
de no usuarios (HR, 1,76; IC del 95%, 1,13-2,74). En la cohorte de la
replicación del Geisinger Health System, el uso de IBP se asoció
con ERC en todos los análisis, incluyendo un diseño variable en el
tiempo de nuevo usuario (HR ajustado, 1,24; IC del 95%, 1,20-1,28).
La Dosificación IBP dos veces al día (HR ajustado, 1,46; IC del
95%, 1,28-1,67) se asoció con un riesgo mayor que la dosificación
una vez al día (HR ajustado, 1,15; IC del 95%, 1,09-1,21).
Conclusiones
y relevancia: El uso de inhibidores de la bomba de protones se
asocia con un mayor riesgo de incidente de ERC. Las investigaciones
futuras deberían evaluar si la limitación de uso de IBP reduce la
incidencia de la ERC
el
trabajo
Lazarus
B, Chen Y, Wilson FP, et al.
Proton
Pump Inhibitor Use and the Risk of Chronic Kidney Disease.
JAMA
Intern Med. 2016;176(2):238-246. doi:10.1001/jamainternmed.2015.7193.
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