Cevime,
14 de enero 2016
Introducción
Los
desabastecimientos de medicamentos son reconocidos como un problema
global por la Organización Mundial de la Salud. Según la
legislación vigente, uno de los derechos ciudadanos es el de obtener
los medicamentos y productos sanitarios que se consideren necesarios
para promover, conservar o restablecer su salud1. Por otra parte, se
establece la obligatoriedad de respetar el principio de continuidad
en el suministro y dispensación de medicamentos y productos
sanitarios, tanto para los laboratorios farmacéuticos como para los
distribuidores, oficinas de farmacia, servicios de farmacia de
hospitales y centros de salud.
Sin
embargo, cada vez son más los países que declaran problemas de
desabastecimiento de medicamentos, con los riesgos para la salud
pública derivados de su falta de disponibilidad2. Resulta paradójico
que mientras que los sistemas sanitarios de nuestro entorno avanzan
hacia una mayor modernización de las tecnologías, existan
limitaciones para el acceso a medicamentos de eficacia, seguridad y
coste-efectividad demostrados.
Los
desabastecimientos generan un retraso en el acceso de los ciudadanos
a los medicamentos, e incluso en algunos casos lo impiden, y tienen
un impacto significativo tanto en los pacientes como en los
profesionales de la salud, lo que ha llevado a las agencias
reguladoras a crear e implementar estrategias para prevenir y mitigar
este problema2,3.
En
este boletín se analiza la situación actual de los problemas de
desabastecimiento, las razones por las cuales se producen, sus
consecuencias y cómo se está abordando el problema a nivel nacional
e internacional para intentar minimizar el impacto en los pacientes y
en los profesionales sanitarios.
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