BBC
Mundo, 12 de mayo de 2014
Recientemente
se desató un debate en Reino Unido cuando el sistema público de
salud, el NHS, descartó suministrar gratuitamente un nuevo
tratamiento para el cáncer.
¿Su
costo? Más de US$150.000 por paciente para probablemente extender
por seis meses la vida de pacientes con cáncer de pecho.
¿A
qué se debe su alto costo? ¿Cómo se calculan estos precios?
El
medicamento, trastuzumab emtansine, fue desarrollado por la empresa
farmacéutica Roche y empresas como ésta, por razones comerciales,
no revelan los métodos empleados en sus estrategias de precios.
Pruebas de laboratorio
Para
entender realmente el costo de lanzar al mercado un nuevo fármaco
hay que remontarse a los primeros estadios del proceso.
A
lo largo del camino hay varios objetivos y el desarrollo de una nueva
droga puede verse suspendido en cualquier momento si se descubre que
el tratamiento no es viable.
El
desarrollo de un nuevo fármaco empieza esencialmente en el
laboratorio, con las pruebas hechas en animales como el ratón.
Pero
tan sólo uno de cada diez potenciales tratamientos elaborados en un
laboratorio llega a probarse clínicamente en humanos.
Y
después de probarse en humanos, sólo una quinta parte llega a
comercializarse.
Las
razones más comunes para descartar un tratamiento en este estadio
son que sea muy débil, que los efectos secundarios sean demasiado
fuertes o que la demanda sea muy baja.
Costos
totales
Después
viene la etapa de la regulación y promoción del fármaco.
Se
trata de un proceso que tarda al menos una década para muchos
medicamentos, por lo tanto es costoso.
La
Asociación de Industrias Farmacéuticas en Reino Unido (APBI)
calcula que a las compañías farmacéuticas les cuesta una media de
US$1.940 millones sacar un nuevo fármaco al mercado.
Si
eso parece mucho, la Revista Forbes estima que las firmas más
grandes pagan mucho más.
Su
reportero Matthew Herper utilizó un método básico pero válido
para llegar a esa conclusión: tomó la cantidad que las compañías
farmacéuticas invirtieron en investigación y desarrollo en un
período de 10 años y lo dividió por el número de drogas que
sacaron al mercado en ese tiempo.
Según
esa medida, la firma anglo-sueca AstraZeneca estaba gastando US$9.600
millones por medicamento.
Pero
vale la pena contrastar estos datos con los de la recompensa para las
compañías cuando dan con la gallina de los huevos de oro.
El
fármaco más vendido en todo el mundo el año pasado, según IMS
Health, fue Humira, un tratamiento para artritis reumatoide entre
otras cosas, que obtuvo ventas globales de US$9.900 millones.
Ese
medicamento por sí solo habría sido casi suficiente para poner a
una compañía farmacéutica entre las principales 20 firmas
globales.
No
es por la investigación
Las
estimaciones de APBI coinciden con las elaboradas por la mayoría de
académicos, incluida la Oficina de Economía de la Salud.
Sin
embargo, su informe 'Los costos en investigación y desarrollo de
nuevos fármacos' publicado en 2012, advierte que esta cifra de costo
medio debería ser tratada con cautela, ya que puede variar mucho
dependiendo de cuál es el objetivo del tratamiento.
El
estudio determinó que los costos de tratamientos de cáncer o
problemas neurológicos tienden a ser los más elevados debido a su
escaso nivel de éxito y a que lleva mucho más tiempo
desarrollarlos.
No
obstante, el reporte dice, sólo un 10% de los costos totales
corresponde a las pruebas de laboratorio y las pruebas clínicas, es
decir, la etapa de investigación y desarrollo.
Uno
de los factores que aumenta más el precio es el costo de capital,
que está vinculado al hecho de que el dinero debe invertirse muchos
años antes de que las firmas tengan el producto disponible.
La
APBI estima que, en promedio, toma 12 años sacar un nuevo
medicamento al mercado.
Tira
y afloja
Puede
pasar hasta una década para que un medicamento consiga una licencia
de venta.
Y
al definir el precio, las compañías también tienen que tener en
cuenta el mercado al que se dirige un fármaco. Cuanto más pequeño
es, más alto tiene que ser el precio.
Otro
factor importante es que el precio de los medicamentos exitosos debe
cubrir las pérdidas por aquellos que no llegaron al mercado, admite
la APBI.
Algunos
científicos consideran que el costo de sacar nuevas drogas al
mercado es demasiado alto, de manera que los pacientes no pueden
adquirirlas, y que se requiere otra forma de abordar el asunto para
poder descubrir los nuevos medicamentos que el mundo necesita.
Las
farmacéuticas, por su lado, se quejan de los obstáculos
regulatorios que enfrentan a la hora de obtener licencias de venta de
sus remedios.
En
Estados Unidos esto último es responsabilidad de la Administración
de Alimentos y Medicamentos, y en Europa de la Agencia Europea de
Medicinas.
Una
vez se obtiene la licencia, el medicamento tiene que ser
promocionado, y es sometido a la evaluación de las autoridades
sanitarias de cada país, que tienen que pesar el costo de usar la
droga contra cuánto extiende o mejora la vida de la gente.
Si
éste se considera demasiado costosa, es probable que eso dispare una
negociación entre las autoridades sanitarias y las farmacéuticas
para acordar un precio más reducido.
Algunas
veces tiene éxito, otras no.
Así
que tras el complejo proceso de elaboración de estos medicamentos,
en ocasiones su precio final es determinado por la clásica
negociación de tira y afloja.
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