Marcos Piña, Observatorio Sudamericano de Patentes, 11 de octubre de 2016
Una gran controversia se ha desatado en Argentina a raíz
de una resolución firmada por el presidente de la oficina de propiedad
industrial que puso en pié de guerra a la industria farmacéutica
nacional en contra del gobierno de Mauricio Macri.
Toda la industria de medicamentos extranjera agrupados en CAEME apoyó las medidas y considera que las solicitudes de patentes se analizan de acuerdo a estrictos estándares de patentamiento, cuando sin embargo, durante más de 20 años realizaron lobby para flexibilizar la ley de patentes argentina del año 95.
¿Pero en que consiste entonces el procedimiento que pretende aprobar las patentes de empresas extranjeras de forma acelerada en el país?
Toda la industria de medicamentos extranjera agrupados en CAEME apoyó las medidas y considera que las solicitudes de patentes se analizan de acuerdo a estrictos estándares de patentamiento, cuando sin embargo, durante más de 20 años realizaron lobby para flexibilizar la ley de patentes argentina del año 95.
¿Pero en que consiste entonces el procedimiento que pretende aprobar las patentes de empresas extranjeras de forma acelerada en el país?
El mecanismo para burlar a los parlamentos nacionales fue ideado por la
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) y contó con la
colaboración de varios directores de oficinas de patentes de la región
quienes solicitaron ayuda a OMPI para implementar un convenio con el
propósito de conceder patentes de forma rápida pasando por encima del
poder legislativo.
El pedido realizado en 2011
figuraba en una carta dirigida al Director General de la OMPI, Francis
Gurry, por el Presidente de la oficina de propiedad industrial de la
Argentina (INPI-Argentina), Mario Aramburu, en nombre de los nueve
países. En dicha carta se informaba a Gurry que los nueve países "habían
decidido" llevar adelante un proyecto regional cuyo objetivo es
“desarrollar una plataforma común que permita la integración de las
oficinas, el intercambio de información entre ellas y la compatibilidad
de los sistemas de las nueve participantes.” Así se conformaría el
convenio de Cooperación en Propiedad Industrial PROSUR-PROSUL”.
Se trata del Programa Piloto del Procedimiento Acelerado de Patentes (en
adelante PPH) convenidos por fuera de los parlamentos nacionales que
por mandato de la constitución deben aprobar los acuerdos o tratados
internacionales. En 2012 el convenio entre oficinas de propiedad industrial fue sellado en Chile.
De este "convenio" participan el Instituto Nacional de la Propiedad
Industrial de la República Argentina (INPI), el Instituto Nacional de la
Propiedad Industrial de la República Federativa de Brasil (INPI), la
Superintendencia de Industria y Comercio de la República de Colombia
(SIC), el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI), la
Dirección Nacional de Propiedad Intelectual (DINAPI) de la República del
Paraguay, el Instituto Nacional de la Defensa de la Competencia y la
Protección de la propiedad Intelectual de la República del Perú
(INDECOPI), y la Dirección Nacional de la Propiedad Industrial de la
República Oriental del Uruguay (DNPI) y el Instituto Nacional de
Propiedad Industrial (INAPI).
El “Memorándum de Entendimiento sobre el Programa Piloto del
Procedimiento Acelerado de Patentes entre las oficinas de Propiedad
Industrial que integran el sistema de Cooperación en Propiedad
Industrial PROSUR-PROSUL”, fue suscrito en Río de Janeiro, Brasil, el 6
de mayo de 2016, y con los gobiernos de la región alineados a los
intereses empresariales comienza una fase del plan de patentamiento
masivo.
El Programa Piloto del PPH fue establecido para permitir que cuando la
Oficina INAPI de Chile o Brasil -Oficinas de Examen Anterior (OEA)-,
haya evaluado la patentabilidad de una solicitud, la Oficina de Examen
Posterior (OEP) -el resto de las oficinas en idioma castellano- asegure
que el solicitante participe del "beneficio" de un examen acelerado de
la solicitud correspondiente, es decir, se le conceda la patente en cada
uno de los países sin más examen riguroso en las oficinas nacionales,
pues el trabajo ya fue hecho.
Considera las solicitudes de patentes internacional via PCT del
Instituto Nacional de Propiedad Industrial de la República de Chile
(INAPI) o del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial de la
República Federativa de Brasil (INPI) en su calidad de Administración
encargada de la Búsqueda Internacional o International Searching
Authority / Administración encargada del Examen Preliminar Internacional
o International Preliminary Examination Authority (ISA/IPEA).
Las oficinas presentan este acuerdo como "Programa Piloto" como si se
tratara de algo inofensivo y avanzan hacia la consolidación de un
sistema rápido de patentamiento de todas las oficinas en beneficio de
las empresas extranjeras que presentan más del 90% de las patentes en
Sudamérica.
Según sus promotores, durante su vigencia el Programa Piloto del PPH
tendrá el carácter de un "programa de prueba", de tal forma que INAPI y
las demás oficinas de los miembros de PROSUR evaluarán los resultados
del programa piloto para determinar cuándo y cómo el programa deberá ser
implementado en su totalidad una vez que haya terminado el periodo de
prueba. Es el inicio de la importación de patentes extranjeras a la
región.
Para poder participar en el programa piloto del PCT-PPH, el solicitante
debe presentar el formulario de solicitud de examen acelerado dentro del
programa piloto PPH, accesible en castellano en la página web de INAPI,
y adjuntar todos los documentos de apoyo relevantes. Si la petición
para la participación en el programa piloto PCT-PPH cumple todos los
requisitos establecidos, ésta será aceptada y la solicitud de patente en
INAPI podrá adelantarse para el examen.
De esta forma Chile y Brasil funcionan como "cabecera de playa" para el
ingreso de las patentes de EEUU, Unión Europea, Japón o Canadá, que
acaparan la mayor proporción de solicitudes de patentes en el Mundo que
ingresan mediante el tratado internacional PCT o el Convenio de París,
aunque el primero no ha sido firmado por el Congreso Argentino.
Las solicitudes de patentes se acelerarán en su tratamiento porque los
examinadores de patentes de las oficinas nacionales no tendrán que
realizar la búsqueda internacional de antecedentes, publicar la
solicitud de patente en su país, ni realizar los exámenes de forma y de
fondo, ya realizados por las oficinas designadas en el PROSUR-OMPI
(Chile y Brasil) quienes a su vez aprueban aceleradamente las
invenciones ya analizadas en Europa o EEUU., convirtiéndose en la
práctica en oficinas de registros de patentes, reduciendo la calidad de
las patentes aprobadas en el país con las consecuencias negativas sobre
el precio de los medicamentos al otorgarse monopolios por más de 20 años
a Pfizer, AstraZéneca, Novartis, Janseen, Gilead, Merck, Glaxo, Bayer,
Monsanto, etc.
Tras una fachada de un "plan piloto" y cooperación entre oficinas de
patentes, sumados a una resolución administrativa (56/16), el INPI de
Argentina abrió la puerta a la concesión acelerada de patentes
farmacéuticas y biotecnológicas burlando al Congreso Nacional y
perjudicando a los laboratorios nacionales, los trabajadores de la
industria farmacéutica y del propio INPI, provocando un aumento
considerable a los precios de los medicamentos tras la aparición de
patentes extranjeras en el mercado local.
El sofisticado mecanismo ideado por OMPI comienza a tener sus frutos y un convenio avalado por los laboratorios transnacionales comenzará a aplicarse a partir del 15 de octubre de 2016 en la Argentina.
El sofisticado mecanismo ideado por OMPI comienza a tener sus frutos y un convenio avalado por los laboratorios transnacionales comenzará a aplicarse a partir del 15 de octubre de 2016 en la Argentina.
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