Isolda Agazzi, Rebelión (España) 22-07-10
Los derechos de propiedad intelectual son una de las razones clave del alto precio de los medicamentos, inalcanzables para las personas más pobres, y de las presiones que padecen las naciones en desarrollo para que adopten leyes rigurosas al respecto.
"De todos los temas discutidos en la Organización Mundial de la Salud, la adquisición de medicamentos es uno de los que genera debates más explosivos", señaló Margaret Chan, directora general de la OMS en un simposio realizado el 16 de este mes en esta ciudad.
El encuentro estuvo organizado por la OMS, la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual.
"Las discusiones se concentran de forma inevitable sobre cuestiones de precio, patentes, protección de propiedad intelectual y competencia. Los debates suelen realizarse bajo el manto de sospecha de que los medicamentos son considerados como cualquier otro tipo de mercancía, pese a que permiten salvar vidas y promover la salud", añadió Chan.
"Tomar en cuenta estos asuntos es parte de la búsqueda de consenso para lograr que las políticas de salud pública sean más equitativas", indicó Chan.
"El precio tiene consecuencias decisivas sobre las posibilidades de adquirir medicamentos, además de la lejanía de los servicios, la falta de personal, las deficiencias en el abastecimiento y la falta de seguros médicos", explicó.
"Pero el precio es la barrera definitiva para los pobres", remarcó Chan.
"Más de 90 por ciento de los habitantes de las naciones en desarrollan pagan los medicamentos de su propio bolsillo, su mayor gasto después de los alimentos", añadió.
Los impuestos a los medicamentos suelen ser bajos, y en los países menos adelantados suelen estar exentos de gravámenes. Pero otras variables que influyen en el precio como el derecho de propiedad intelectual, una de las más importantes.
Desde la Declaración de Doha, de 2001, los miembros de la OMC remarcaron "con razón" la necesidad de usar el régimen de patentes de forma efectiva así como las flexibilidades permitidas en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Adpic), señaló el director general de la agencia, Pascal Lamy. "Los Adpic deben formar parte de acciones nacionales e internacionales para atender problemas de salud pública, tal como se discutió en Doha", añadió Lamy.
La Declaración de Doha permite que un país emita una "licencia obligatoria" en caso de emergencia sanitaria para producir genéricos sin el consentimiento del propietario de la patente.
Pero la definición de emergencia queda a criterio de los ministros y genera incertidumbres, según especialistas. "Brasil, Tailandia e India recurrieron a sus leyes para crear licencias obligatorias y tuvieron éxito. Las flexibilidades de las Adpic sólo funcionan si los países cambian sus normas", indicó Denis Broun, director del equipo de apoyo regional del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida) para Europa y Asia central. "Las licencias obligatorias no se utilizan tanto como se necesitan", señaló Michelle Childs, directora de políticas de Médicos Sin Fronteras, porque "los países que las usan suelen estar presionados por las naciones del Norte", apuntó.
"Los Adpic no deben impedir a los miembros tomar medidas para proteger la salud pública", remarcó Pascal Lamy.
"Eso llevó a la primera, y por ahora única, reforma del Acta Legal de la OMC desde que fuera suscrita en Marrakech hace 16 años, el llamado mecanismo del párrafo seis", añadió.
El mecanismo del párrafo seis, adoptado en 2003, permite que los países que no pueden fabricar medicamentos genéricos los importen de otros que los producen bajo licencias obligatorias. El problema es que, tal como se reconoció en el simposio, el sistema no funciona bien. Por ejemplo, Ruanda notificó en 2007 a la OMC que iba a importar antirretrovirales de Canadá. Pero ambos países debieron emitir licencias obligatorias, un proceso engorroso que llevó más de tres años.
A los países de medianos y bajos ingresos se les concedieron 10 años a partir de 1995 para adoptar l leyes de propiedad intelectual para productos farmacéuticos.
India, por ejemplo, el mayor productor de genéricos para las naciones en desarrollo, adoptó una norma de ese tipo en 2005.
Por su parte, los países menos adelantados tenían un plazo de 20 años, el que vence en 2016, pese a que la OMC está en proceso de evaluación de las necesidades de cada país.
"Algunos países africanos desarrollan su capacidad de producción, pero nos preocupa la fecha límite de los Adpic, no sólo para producir, sino para importar, porque puede aumentar el precio", añadió Childs.
La lista de medicamentos esenciales de la OMS contiene 423 fármacos, entre los cuales sólo 20 están patentados, la mayoría son antirretrovirales de segunda línea.
"Es el mayor desafío en materia de salud pública", señaló Hans Hogerzeil, director de medicamentos esenciales y políticas farmacéuticas de la OMS. "La tercera línea de antirretrovirales será la más costosa", añadi
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