Por James Vicini / Reuters La Capital de Rosario (Argentina) 01-07-10
La Corte Suprema de Estados Unidos rechazó una apelación de Pfizer por un fallo que reincorporó las demandas de familias nigerianas que acusaron a la compañía de probar un antibiótico experimental en sus hijos sin el consentimiento adecuado y que tuvo consecuencias fatales en algunos casos.
Los jueces se negaron a revisar un fallo de una corte de apelaciones en Nueva York que autorizó el avance de los casos, que involucran supuestas muertes provocadas por el fármaco Trovan.
Pfizer condujo ensayos clínicos del medicamento en la ciudad de Kano, al norte de Nigeria, durante una epidemia de meningitis en 1996 que dejó miles de muertos. Las familias de algunos de los doscientos niños que participaron dijeron que los test causaron por lo menos once muertes y otros pacientes sufrieron ceguera, sordera o daños cerebrales.
De acuerdo a las presentaciones legales, la compañía violó la ley internacional al no obtener el consentimiento adecuado de los pacientes. Las acciones buscaron indemnizaciones no especificadas en nombre de los niños involucrados en el estudio.
El laboratorio dijo que el ensayo clínico fue conducido con la aprobación del gobierno nigeriano y que tenía el común acuerdo de los padres o tutores de los participantes. Pfizer dijo que el juicio no violó las leyes internacionales o nigerianas.
La compañía dijo que el fallo de apelación expandió la jurisdicción del Estatuto Alien Tort, una ley de hace más de 200 años, sobre las corporaciones estadounidenses que hacen negocios en el exterior, planteando cuestiones de "importancia nacional e internacional".
Un juez federal había rechazado inicialmente las demandas argumentando que los casos debían desarrollarse en Nigeria.
En 1998, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) aprobó el uso de Trovan pero sólo para adultos.
Luego de que se reportaron problemas en el hígado, su aplicación fue restringida en Estados Unidos a los adultos en casos de emergencia.
La Unión Europea prohibió su uso en 1999.
El gobierno de Barack Obama instó a los jueces a rechazar la apelación de Pfizer, diciendo que las cuestiones presentadas no justifican la revisión de la Corte Suprema.
La corte rechazó el pedido de la compañía farmacéutica sin hacer declaraciones.
De acuerdo al laboratorio, "la decisión, sin embargo, no es una determinación sobre el mérito de estos casos, sino un fallo de procedimiento".
Las demandas volverán a un juez federal en Nueva York, donde la compañía puede intentar rechazarlos por varios motivos, por ejemplo, que Nigeria sería el lugar apropiado para llevar a cabo el juicio.
"La firma espera presentar su defensa en la corte y sigue confiando en que vencerá", dijo el laboratorio Pfizer.
Defensa
Pfizer aseguró que fue autorizada por el gobierno de Nigeria para tratar de neutralizar el número de muertes por la epidemia de meningitis, que el Trovan ayudó a salvar vidas con un índice de supervivencia del 94,4 por ciento, y que cuando la OMS le pidió ayuda en 1996 para frenar la epidemia ya había probado el fármaco en 5.000 pacientes.
Una historia que, después de cuatro años, desnudó un diario
En 1996, la farmacéutica Pfizer suministró en Nigeria, un nuevo medicamento a 200 niños. Numerosos testimonios dan cuenta de que once de ellos murieron y el resto aún padece secuelas del experimento. A principios de aquel año, una epidemia de cólera, meningitis y otras enfermedades asoló el norte del país. Pfizer, la mayor multinacional farmacéutica, envió a sus representantes a Kano, una ciudad de arcilla regida por las leyes islámicas. Los expertos suministraron Trovan a unos cien niños de la ciudad para curarles la meningitis, y un antibiótico de la familia de las quinolonas a otros cien. Los dos niños del periodista Alhaji Garba Maisikeli tenían la enfermedad y recibieron la medicación. Días después de la visita de los médicos, el hombre se levantó y llamó a uno de sus hijos: "No me respondió. No oía, no hablaba. Estaba como dormido pero con los ojos abiertos", le dijo el veterano cronista que había trabajado para el canal de televisión NTA y para la BBC, a Alvaro de Cozar.
A los pocos días. los dos niños murieron.
Decenas de familias empezaron a rondar las puertas de las mezquitas para pedir limosna y comprar medicinas que aliviaran los misteriosos dolores de los niños. "La mayoría perdían la consciencia. No se movían", recordó Maisileki.
En una ciudad como Kano, con más de tres millones de habitantes (la tercera más poblada de Nigeria, después de Lagos e Ibadan), la historia tardó cuatro años en saltar las murallas y llegar hasta los despachos del gobierno de la capital, Abuja.
El diario estadounidense The Washington Post se enteró de la historia y puso a sus periodistas en el caso. Los resultados de un año de investigación sobre las pruebas de medicamentos en países del Tercer Mundo aportaron luz al caso de Nigeria.
Supuestamente, Pfizer había ensayado un tipo de antibiótico en los niños de Kano sin haber realizado los test previos. Aquello fue corroborado además por uno de los médicos de la compañía, Juan Walterspiel. El especialista había enviado una carta a los ejecutivos de la empresa denunciando una violación de las normas éticas en el experimento. Fue despedido, según Pfizer, por otros motivos. El medicamento se aprobó poco después en Europa y Estados Unidos. La Unión Europea lo retiró a los tres meses porque causaba problemas hepáticos. En Estados Unidos se sigue usando aunque sólo como tratamiento hospitalario de emergencia para infecciones muy severas.
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