ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE
BBC Mundo, salud, 21 de noviembre de 2013
La resistencia de las bacterias a los antibióticos es motivo de
preocupación para la OMS.
Las bacterias causantes de enfermedades son unas enemigas muy
astutas que siempre buscan la manera de sobrevivir. Cada vez son más resistentes
a antibióticos, lo que genera un verdadero problema para la salud.
No por nada la Organización Mundial de la Salud advirtió recientemente que
"muchas infecciones comunes dejarán de tener cura y podrían volver a matar".
Ahora, una comisión de expertos mundiales alertó que la existencia de cepas de
bacterias resistentes a los antibióticos representa unas de las amenazas más
graves de la medicina moderna.
En un informe publicado en la revista The Lancet, los especialistas hacen un
llamado sin precedentes para que haya una coordinación global que contrarreste
esta amenaza.
"Lo más grave es que el problema sigue siendo invisible", le dijo a BBC Mundo
el doctor Arturo Quizhpe, de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad
de Cuenca y uno de los autores del reporte.
Además advierten que sin antibióticos, diversos tratamientos -desde pequeñas
cirugías hasta los ciclos de quimioterapia para el cáncer- podrían resultar
imposibles. Y señalan que las muertes por infección en los países desarrollados
podrían volver a niveles de principios del siglo XX.
Esta situación perjudica especialmente a los países en vías de desarrollo. "Y
dentro de cada uno afecta a los sectores más vulnerables; a los niños, a los
recién nacidos y a la población económicamente desfavorecida", explica
Quizhpe.
"Lo más grave es que el problema sigue siendo invisible"
Arturo Quizhpe, facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de
Cuenca
Para evitar que se cumpla esta profecía apocalíptica, la comisión ofrece seis
recomendaciones.
1.- En los hospitales
Las actividades y políticas que se pongan en práctica para racionalizar el
uso de antibióticos en los centros de asistencia sanitaria pueden, según los
expertos, disminuir el consumo de estos fármacos entre un 20 y un 40%.
Esto permitiría disminuir la incidencia de infecciones asociadas a los
cuidados de salud, el tiempo de estancia en un hospital y la prevalencia de la
resistencia a las bacterias.
Los expertos recomiendan que existan equipos de control que incluyan un
especialista en enfermedades infecciosas, un farmaceuta clínico con
especialización en enfermedades infecciosas, un microbiólogo clínico, un
especialista en sistemas de información, un profesional en control de
infecciones y un epidemiólogo de hospital. Aunque conceden que "es probable que
estos no estén disponibles".
La comisión indica que el mayor problema, tanto en países ricos como pobres,
de que no existan programas efectivos y sostenibles está en la falta de
liderazgo, compromiso y financiamiento.
La ministra francesa de Salud, Marisol TOuraine, participó en
la jornada europea de sensibilización sobre antibióticos.
No obstante, Quizhpe aclara que también hay una necesidad de que haya un
balance entre las personas que tienen demasiado acceso a estos medicamentos y
las que no. "Por eso el mensaje de acceso vs. exceso".
2.- En las comunidades
Implementar programas para incentivar el uso racional de antibióticos en las
comunidades puede ser todavía más ambicioso, pues cubre un amplio abanico que va
desde ambulatorios y farmacias, hasta el ámbito doméstico y la agricultura.
"En el lado de la oferta, con frecuencia los médicos son el ejemplo para
otros profesionales de la salud y pacientes que aprenden cómo usar los
antibióticos a través de las recetas médicas", se lee en el informe.
Por otro lado, los médicos son influenciados por sus pares y presionados por
las demandas de los pacientes. "Razón por la cual los doctores pueden encontrar
dificultades para cumplir con las directrices del tratamiento".
Los expertos no dejan de lado los incentivos monetarios que puede haber para
recetar antibióticos.
Otro problema que hay que atacar sería la automedicación de los consumidores,
"especialmente en el sur de Europa, África, Suramérica y Asia. Los consumidores
tienen una actitud positiva hacia los antibióticos, pero un conocimiento pobre
sobre estos medicamentos y enfermedades".
Para evitar el abuso de antibióticos, lo mejor es
prevenir.
3.- Cuestión de educación
Cuando el uso indebido de antibióticos ocurre en repetidas ocasiones, se
convierte en una norma que, según la comisión, para romper el patrón es
necesario que "los programas de racionalización no sólo se concentren en el uso
apropiado (del antibiótico) sino en asegurar la sostenibilidad de los cambios de
comportamiento y la reorientación de las normas sociales", indica el
informe.
En este punto las acciones pueden variar de un país a otro, pues el aspecto
cultural también juega un papel.
Además de tener políticas claras de concientización sobre la resistencia de
antibióticos, la educación a todos los trabajadores de la salud, profesionales
de laboratorio, veterinarios y público general sobre el uso apropiado de estos
fármacos es esencial.
"Insistimos en que no sólo hace falta una sensibilización y una
concienciación, sino cambios en la formación de talentos humanos, en los
prescriptores de medicamentos, en lo que se refiere al uso y abuso de los
antibióticos", señala Quizhpe.
Si bien es posible que sólo la educación no sea tan poderosa como la
intervención, los expertos aclaran que genera conocimiento, esencial para que
los trabajadores de la salud entiendan y apoyen los programas de control de
resistencia.
4.- Nada como la prevención
Los expertos coinciden en que nada como la prevención para evitar el uso
indebido de antibióticos. Si no hay infección, no hay paciente qué tratar.
"Cada vez es más difícil y acelerada la resistencia y si no se detiene, el recrudecimiento de las infecciones intratables llegará a una situación sumamente compleja"
Arturo Quizhpe, facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de
Cuenca
"A nivel de la comunidad, el mejoramiento de la sanidad, acceso a agua
potable, reducción de la pobreza y los programas de vacunación tendrán un gran
efecto tanto en la incidencia de enfermedades infecciosas como en la
transferencia y colonización con genes y organismos resistentes a más de un
medicamento", se explica en el reporte.
El reto en los hospitales es mayor, pues allí es donde con más frecuencia se
crean las llamadas superbacterias.
"Además de la higiene de las manos, realizar una evaluación comparativa de la
frecuencia de infecciones asociadas a la asistencia sanitaria es útil para
disminuir el número de estas infecciones", recomiendan los expertos.
5.- Perfeccionamiento del diagnóstico
Mejorar los métodos de diagnóstico puede, según los especialistas, ayudar a
reducir el uso de antibióticos. Para ello, la comisión recomienda mejorar los
laboratorios de microbiología para que ofrezcan resultados más precisos y en
menos tiempo.
"Aparte del cuidado directo de los pacientes, los resultados de las pruebas
de microbiología de diagnóstico se utilizan para informar a los sistemas de
vigilancia locales, regionales y nacionales", indica el informe.
"La vigilancia de la resistencia bacterial genera información esencial que
promueve y dirige actividades para racionalizar el uso de antibióticos".
La comisión advierte que en las últimas décadas la escasez de laboratorios de
microbiología -o cuando no se le ha dado prioridad- ha ocasionado grandes
espacios vacíos en el mapa mundial de resistencia, especialmente en el África
subsahariana y Asia rural.
6.- No sólo en humanos
En los hospitales hay que extremar los cuidados, ante la
proliferación de las superbacterias.
El problema del uso indebido de antibióticos no es único en humanos. También
se usan en animales y cultivos, lo que ayuda a las bacterias y genes a crear
resistencia.
¿Qué pasa con los antibióticos que ya no se usan para infecciones? Las aguas
residuales de la industria farmacéutica y la forma en que el consumidor se
deshace de los medicamentos contribuyen al problema.
"Son lanzados y eliminados como cualquier basura y eso significa
contaminación del suelo", señala Quizhpe. "Esto sucede en la mayoría de las
comunidades en América Latina, especialmente en aquellos sectores más
empobrecidos".
No obstante la industria, no sólo farmacéutica, sino también de alimentos,
juega un papel importante en la propagación de resistencia a antibióticos.
"El uso de antibióticos como promotores del crecimiento debería ser prohibido
en todo el mundo, como se hace en Europa", sentencian los expertos en el
documento.
La comisión advierte que el medio ambiente es clave es la propagación de la
resistencia. "Por ejemplo, las instalaciones de tratamiento de aguas residuales
puede ser un punto de acceso para la transferencia de genes de resistencia
horizontal".
Existen métodos para reducir esta transferencia, como el uso de
neutralizadores de antibióticos en aguas residuales y en el medio ambiente en
general.
Todas estas recomendaciones ponen en evidencia, según Quizhpe, la magnitud
del problema y la necesidad de que se tomen acciones consensuadas. "Cada vez es
más difícil y acelerada la resistencia y si no se detiene, el recrudecimiento de
las infecciones intratables llegará a una situación sumamente compleja"
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