JAMA, 26 de Enero de
2015
Un nuevo estudio
publicado en JAMA asocia al uso de altas dosis de medicamentos con
efectos anticolinérgicos por un período prolongado de tiempo y/o a
una dosis alta, a un incremento significativo en el riesgo de
desarrollar demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer.
Los fármacos, llamados anticolinérgicos,
incluyen la difenhidramina (Benadryl) de venta libre, y
antidepresivos tricíclicos como la doxepina (Sinequan). Esta clase
de medicamento también incluye a antihistamínicos más antiguos
como la clorfeniramina y los fármacos "antimuscarínicos"
para el control de la vejiga, como la oxibutinina (Ditropan).
Pero el estudio solo pudo señalar una asociación
entre el uso a largo plazo o en dosis altas de esos fármacos y un
mayor riesgo de demencia, no pudo probar causalidad.
El nuevo estudio fue dirigido por Shelly Gray, del
Instituto de Investigación sobre la Salud Grupal y la Universidad de
Washington. Su equipo explicó que la clase de medicamentos
anticolinérgicos funcionan al bloquear un neurotransmisor llamado
acetilcolina, tanto en el cerebro como en el cuerpo. Las personas con
Alzheimer por lo general muestran una escasez marcada de
acetilcolina.
El nuevo estudio observó los resultados de más
de 3,500 adultos mayores a quienes se dio seguimiento durante más de
siete años. El grupo de Gray halló que las personas que tomaban al
menos 10 miligramos (mg) al día de Sinequan, 4 mg al día de
Benadryl o 5 mg al día de Ditropan durante más de tres años tenían
un riesgo más elevado de contraer demencia.
El uso ocasional de esos fármacos no pareció
vincularse con un aumento en el riesgo de demencia. El riesgo de
demencia se debió a la exposición total acumulada, no a un régimen
corto agudo de tratamiento.
Los adultos mayores deben saber que muchos
fármacos, incluso algunos disponibles sin receta como los somníferos
de venta libre, tienen efectos anticolinérgicos potentes. Y deben
hablar con su médico sobre todos los medicamentos de venta libre que
usen. No deben dejar de tomar ninguna terapia sin consultar al
médico.
El estudio sugiere que el riesgo de demencia
asociado con esos fármacos quizá no sea reversible incluso años
después de que las personas dejen de tomarlos, contra la opinión
general que ha sido que el deterioro cognitivo leve es reversible al
descontinuar la terapia anticolinérgica.
Se debe educar a los pacientes y a sus familias
sobre los fármacos sin receta y las terapias alternativas. También,
las personas mayores en los hogares de ancianos tienden a tener una
larga lista de medicamentos, que debe revisarse de forma periódica
para ver si hay que continuar con los fármacos, las interacciones y
la redundancia.
Los médicos deben pensar en encontrar sustitutos
a los anticolinérgicos cuando sea posible, recetar la dosis más
baja que puedan y suspender los fármacos tan pronto como sea
médicamente aconsejable.
Hay sustitutos disponibles para algunos
anticolinérgicos, como un antidepresivo inhibidor selectivo de la
recaptación de la serotonina (ISRS) para la depresión, o
antihistamínicos de segunda generación para las alergias.
el trabajo
Gray SL, Anderson ML, Dublin S, et al. Cumulative Use of Strong
Anticholinergics and Incident Dementia: A Prospective Cohort Study.
JAMA Intern Med. Published online January 26, 2015.
doi:10.1001/jamainternmed.2014.7663.
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