Boletín Terapéutico Andaluz (BTA) Año 2014, vol 29 Núm 1
28 de noviembre de 2014
Resumen:
La enfermedad de Alzheimer es un proceso neurodegenerativo progresivo que afecta a la capacidad cognitiva, funcional y la conducta del paciente. Sus consecuencias son de gran importancia para el paciente y su entorno, pero también para la sociedad y el sistema sanitario. Los pacientes con enfermedad de Alzheimer necesitan apoyo social, cuidados y otras medidas, además de tratamiento farmacológico. Los medicamentos autorizados en esta indicación son: donepezilo, galantamina, rivastigmina y memantina. Para tratar la agresividad está autorizada la risperidona; y, en el ámbito del Servicio Andaluz de Salud, la quetiapina, cuando no hay respuesta a las terapias de elección. Este artículo revisa las guías de práctica clínica, revisiones sistemáticas y metanálisis recientes, evaluaciones y otros artículos que abordan el tratamiento farmacológico de la enfermedad de Alzheimer. El objetivo es aportar información de utilidad para la toma de decisión de los profesionales a la hora de instaurar, mantener e interrumpir el tratamiento en estos pacientes.
Puntos clave:
- Evaluación periódica regular del beneficio
del tratamiento (consultando al cuidador).
- Mantener el tratamiento sólo
cuando el efecto es beneficioso para el paciente en lo cognitivo,
global, funcional o sobre los síntomas de conducta.
- No utilizar medicamentos, suplementos y/o
plantas medicinales sin respaldo de evidencia suficiente.
- Usar antipsicóticos sólo para agresividad
persistente.
- Considerar la interrupción del
tratamiento cuando: continúa el deterioro a pesar de la
terapia máxima, la demencia ha alcanzado un grado muy avanzado; y,
cuando concurren otras circunstancias clínicas problemáticas
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