martes, 31 de marzo de 2015

Ferumoxytol (Feraheme ): refuerzo de las advertencias y cambio en las instrucciones de prescripción



FDA, 31 de marzo de 2015

La FDA refuerza las advertencias existentes en relación a la posible ocurrencia de reacciones alérgicas graves, potencialmente mortales, asociadas con el uso del medicamento para la anemia Feraheme (ferumoxytol). También cambió las normas de prescripción y aprobó una advertencia de recuadro, el tipo de advertencia de la FDA más fuerte, en relación a estos riesgos graves. También se ha añadido una nueva contraindicación, una recomendación firme contra el uso de Feraheme en pacientes que tienen o han tenido una reacción alérgica a cualquier producto de reemplazo de hierro por vía intravenosa (IV).

Todos los productos de hierro IV conllevan el riesgo de reacciones alérgicas potencialmente mortales. En el momento de la aprobación de Feraheme en 2009, este riesgo fue descrito en la sección de la etiqueta del medicamento Advertencias y Precauciones. Desde entonces, se han producido reacciones graves, incluida la muerte, a pesar del uso adecuado de las terapias para tratar esas reacciones y las medidas de reanimación de emergencia (ver Seguridad de Medicamentos de Comunicación / Resumen de datos). Más adelante la FDA evaluó este riesgo e identificó algunas maneras de reducir el riesgo de reacciones alérgicas graves con Feraheme.
FDA continúa realizando un seguimiento y evaluando el riesgo de reacciones alérgicas graves con todos los productos de hierro IV, y se actualizará al público tan pronto como se disponga de nueva información.

Antecedentes: Feraheme pertenece a una clase de medicamentos llamados productos de reemplazo de hierro IV . Se utiliza para tratar la anemia por deficiencia de hierro, una condición en la que hay un número de glóbulos rojos que transportan oxígeno por debajo del normal, debido a que hay muy poco hierro. Feraheme está aprobado especificamente para su uso en adultos con anemia ferropénica en pacientes con enfermedad renal crónica.

Recomendaciones: En base a la evaluación de la FDA, se actualizaron las instrucciones para la prescripción y otra información en el etiquetado, y se agregó una Advertencia de Recuadro advertencia que describe estos riesgos graves y recomienda alos profesionales de la salud que:

- Sólo administrar productos de hierro IV a pacientes que requieren terapia de hierro IV.
- No administrar Feraheme, a pacientes con una historia de reacción alérgica a Feraheme u otros productos de hierro IV .
- Sólo administrar Feraheme diluido en forma de infusión intravenosa durante un mínimo de 15 minutos. Feraheme no debería ser administrado como inyección IV sin diluir .
- Controlar estrechamente a los pacientes para detectar signos y síntomas de reacciones alérgicas graves, incluyendo control de la presión arterial y el pulso, durante la administración de Feraheme y al menos durante 30 minutos después de cada infusión.
- Considere cuidadosamente los riesgos y beneficios de la potencial administración Feraheme en pacientes de edad avanzada con trastornos médicos múltiples o graves, ya que estos pacientes tesis pueden experimentar reacciones más graves.
- Considere cuidadosamente los riesgos y beneficios de la potencial administración Feraheme en pacientes con antecedentes de alergias a múltiples drogas. Los pacientes con alergia a múltiples medicamentos también pueden estar en mayor riesgo.


Nota disponible en http://1.usa.gov/1xTpcN7

Los medicamentos para el TDAH pueden aumentar el riesgo de pensamientos y conductas suicidas en algunas personas; pero todavía los beneficios superan a los riesgos



Health Canada, 30 de marzo de 2015

Health Canada informa que se incorporan fuertes y claras advertencias a la información de prescripción de los medicamentos utilizados en el tratamiento del trastorno de hiperactividad con déficit de atención (TDAH), sobre el riesgo de pensamientos suicidas y comportamientos asociadso a su uso.

Las nuevas advertencias señalan que hay notificaciones de acontecimientos relacionados con suicidio en pacientes tratados con medicamentos para el TDAH. Los informes incluyen pensamientos suicidas, intentos de suicidio, y en un número muy pequeño de casos, suicidio completo. Estos eventos fueron notificados en diferentes momentos durante el tratamiento, particularmente al inicio o durante el cambio de dosis y también después de detener el tratamiento farmacológico.

Hay diferentes tipos de medicamentos para el TDAH y la evidencia varía en relación al riesgo de pensamientos y conductas suicidas. Se conocía de este riesgo para un medicamento para el TDAH, atomoxetina (Strattera) y estos datos fueron incoporados a la información para la prescripción y comunicados en 2005.

Desde entonces, ha surgido nueva información, que sugiere que el riesgo de pensamientos y conductas suicidas puede aplicarse a todos los demás medicamentos para el TDAH. Hay poca evidencia para establecer que esos fármacos cuasan pensamientos y conductas suicidas, pero es posible que puedan contribuir al riesgo.

Es importante resaltar que las personas con TDAH, pueden tener, per sé, un ligero aumento del riesgo de pensamientos y conductas suicidas. El TDAH puede también afectar a personas que tienenotros trastornos de salud mental que están asociados con un mayor riesgo de suicidio, como la depresión o el trastorno bipolar.

Se está revisando la información para la prescripción de todos los medicamentos para el TDAH, para incluir advertencias estandarizadas que reflejen mejor los datos disponibles sobre el riesgo de pensamientos y conductas suicidas, con excepción de la monografía de atomoxetina (Strattera) que ya incluye información de seguridad detallada sobre este riesgo .
Los medicamentos para el TDAH están disponibles sólo con receta y están autorizados para su uso en adultos y niños mayores de seis años.

En Canadá hay varios medicamentos de marca y genéricos disponibles:

- sales mixtas de anfetamina de liberación prolongada (XR ADDERALL)
- metilfenidato de liberación controlada (BIPHENTIN)
- metilfenidato de liberación prolongada (CONCERTA)
- sulfato de dextroanfetamina (Dexedrine)
- guanfacina de liberación prolongada (INTUNIV XR)
- metilfenidato (Ritalin)
- metilfenidato de liberación prolongada (Ritalin SR)
- atomoxetina (Strattera)
- lisdexanfetamina dimesilato (VYVANSE)

En opinión de Health Canada, los beneficios de estos fármacos en el tratamiento efectivo del TDAH continúan siendo mayores que los riesgos. La probabilidad de que surjan efectos secundarios psiquiátricos con medicamentos para el TDAH se incluye en la información de prescripción (monografía de los productos) en la sección de advertencias, que enfatiza la importancia de controlar los estados de ánimo, conductas, pensamientos y sentimientos en adultos y niños que esten tomando estos medicamentos, y la importancia de tener en cuenta los trastornos psiquiátricos al prescribir estos medicamentos .
Para obtener más información, Health Canada publicado TIENE seguridad Resumen Comentarios sobre el riesgo de pensamientos y conductas suicidas medicamentos para el TDAH y las anfetaminas y el metilfenidato que contienen.

Lo que debe hacer

- Los pacientes que toman medicamentos para el TDAH, así como sus padres, familiares y amigos, deben estar atentos a los pensamientos y conductas suicidas.
- Informe cualquier pensamiento o sentimiento de angustia a su médico inmediatamente. Esto se aplica incluso después de suspender la terapia para el TDAH.
- Consulte a su médico si está considerando dejar de tomar medicamentos para el TDAH o si ya lo ha suspendido, ya que la suspensión del medicamento podría empeorar sus síntomas de TDAH.
- Antes de comenzar un medicamento para el TDAH, dígale al médico o farmacéutico, si usted o su hijo, experimentaron o tienen antecedentes familiares de problemas de salud mental, incluidos psicosis, manía, enfermedad bipolar, depresión o suicidio.
- Hable con su médico o farmacéutico si usted tiene cualquier pregunta o preocupación acerca de su terapia TDAH o la de su hijo.




Informe completo en: http://bit.ly/1C1IJFM


Efectos del tratamiento de la diabetes gestacional con glibelclamida vs insulina. Estudio de cohortes



JAMA Pediatr, 30 de marzo de 2015
Importancia Se piensa que la glibenclamida es segura para su uso para el tratamiento de la diabetes mellitus gestacional (DMG) durante el embarazo. Sin embargo, hay pocos datos sobre la eficacia de la glibenclamida en comparación con la insulina tal como se utiliza en un ambiente de la vida real.

Objetivo Estimar el riesgo de resultados adversos maternos y neonatales en las mujeres con DMG tratadas con glibenclamida en comparación con la insulina.

Diseño, lugar y participantes estudio de cohorte retrospectivo de una cohorte de base poblacional proveniente de una base de datos nacional de un sistema de seguros estadounidense, desde el 1 de enero del 2000 al 31 de diciembre de 2011. se identificaron mujeres con DMG y sus recién nacidos. Se excluyeron aquellas con diabetes tipo 1 o 2 y menores de 15 años o mayores de 45 años.

Exposiciones tratamiento con insulina o glibenclamida durante el embarazo dentro de los 150 días antes del parto.

Variables y medidas principales: Se utilizó la regresión binomial para estimar las razones de riesgo (RR) y diferencias de riesgo con intervalos de confianza del 95% para la combinación de glibenclamida con códigos de diagnóstico de traumatismo obstétrico, parto por cesárea, lesiones al nacer, parto prematuro, hipoglucemia, dificultad respiratoria, ictericia, off para la edad gestacional, y hospitalización en la unidad de cuidados intensivos neonatales. Se utilizó la probabilidad inversa de pesos de tratamiento para ajustar las características maternas que diferían entre los grupos de tratamiento.

Resultados Entre 110.879 mujeres con DMG, 9.173 mujeres (8,3%) fueron tratadas con glibenclamida (n = 4982) o insulina (n = 4191). Después de ajustar las diferencias al inicio del estudio, los recién nacidos de mujeres tratadas con glibenclamida, tuvieron mayor riesgo de admisión neonatal unidad de cuidados intensivos (RR = 1,41; IC 95%, 1,23-1,62), dificultad respiratoria (RR = 1,63; IC del 95%, 1.23- 2,15), hipoglucemia (RR = 1,40; IC del 95%, 1,00-1,95), lesiones al nacer (RR = 1,35; IC del 95%, 1,00-1,82), y tamaño grande para la edad gestacional (RR = 1,43; IC del 95%, 1.16- 1,76) en comparación con los tratados con insulina; no tuvieron más riesgo de trauma obstétrico (RR = 0,92; IC del 95%, 0,71-1,20), parto prematuro (RR = 1,06; IC del 95%, 0,93-1,21), o ictericia (RR = 0,96; IC del 95%, 0,48 a 1,91). El riesgo de cesárea fue del 3% menor en el grupo glibenclamida (RR ajustado = 0,97; IC del 95%, 0,93-1,00). La diferencia de riesgo asociados a la glibenclamida fue 2,97% (IC 95%, 1,82-4,12) para admisión en la unidad de cuidados intensivos neonatales, 1,41% (IC 95%, 0,61-2,20) para grandes para la edad gestacional, y el 1,11% (IC del 95%, 0,50 a 1,72) para dificultad respiratoria.
Conclusiones y relevancia Los recién nacidos de madres con seguro privado tratadas con glibenclamida tuvbieron más probabilidades de experimentar resultados adversos que aquellos RN de madres tratadas con insulina. Dado el uso generalizado de glibenclamida, nuevas investigaciones de estas diferencias en los resultados del embarazo, se constituyen como una prioridad de salud pública.

El trabajo
Camelo Castillo W, Boggess K, Stürmer T, Brookhart M, Benjamin DK, Jr, Jonsson Funk M. Association of Adverse Pregnancy Outcomes With Glyburide vs Insulin in Women With Gestational Diabetes. JAMA Pediatr. Published online March 30, 2015. doi:10.1001/jamapediatrics.2015.74.
Disponible en : http://bit.ly/1CtjVua


lunes, 30 de marzo de 2015

Riesgos de los fármacos anti-TNF durante el primer trimestre del embarazo


Br J Clin Pharmacol, 25 marzo de 2015


Objetivos
Los inhibidores de TNF-α se consideran relativamente seguros en el embarazo, pero la experiencia es aún limitada. El objetivo de este estudio fue evaluar el riesgo de defectos de nacimiento, aborto espontáneo, parto prematuro y bajo peso al nacer después de la exposición a inhibidores de TNF-α durante el primer trimestre.


Métodos:
Se evaluaron los resultados del embarazo en mujeres tratadas con adalimumab, infliximab, etanercept, certolizumab pegol, o golimumab, en un estudio prospectivo observacional de cohortes y se compararon con los resultados de una muestra al azar de mujeres no expuestas. Las muestras fueron extraídas de embarazos identificados por los institutos que colaboran en la Red Europea de Servicios de Información de teratología (ENTIS).


Resultados:
En total, se identificaron 495 expuestos y 1.532 embarazos de comparación, aportados por 9 países. El riesgo de defectos de nacimiento se incrementó en los expuestos (5,0%) en comparación con el grupo no expuesto (1,5%; ORajustado 2,2; IC del 95%: 1,0 a 4,8). Eel riesgo de parto prematuro aumentó (17,6%; ORadj 1,69; IC del 95% 1,1 a 2,5), pero no el riesgo de aborto espontáneo (16,2%; HRadj 1,06; IC del 95%: 0,7 a 1,7). Los pesos de nacimiento ajustados para la edad gestacional y el sexo fueron significativamente menores en el grupo expuesto en comparación con la cohorte no expuesta (p = 0,02). Como no fue posible determinar alguna enfermedad en el grupo de comparación, la influencia de la enfermedad y el tratamiento en el peso al nacer y parto prematuro no pudo diferenciars.


Conclusiones:

Los inhibidores de TNF-α durante el embarazo, pueden aumentar el riesgo de resultados adversos de moderada relevancia clínica. Teniendo en cuenta el impacto de la enfermedad autoinmune insuficientemente controlada en la madre y el feto, los inhibidores de TNF-α , pueden no obstante ser considerados como una opción de tratamiento en mujeres con enfermedad refractaria grave a los fármacos inmunomoduladores convencionales.



El trabajo
Weber-Schoendorfer C1, Oppermann M, Wacker E, Bernard N; network of French pharmacovigilance centres, Beghin D, Cuppers-Maarschalkerweerd B, Richardson JL, Rothuizen LE, Pistelli A, Malm H, Eleftheriou G, Kennedy D, Kadioglu Duman M, Meister R, Schaefer C.
Pregnancy outcome after TNF-α inhibitor therapy during the first trimester: a prospective multicentre cohort study.
Br J Clin Pharmacol. 2015 Mar 25. doi: 10.1111/bcp.12642. [Epub ahead of print]


disponible en http://bit.ly/1G3Zw2U

viernes, 27 de marzo de 2015

¿Cuánto cuesta fabricar un medicamento?

hemos discutido este controvertido tema en otros post publicados previamente

la versión de los costos de DiMasi, que es la que presenta la nota de El País, ha sido  disutida ampliamente por otros sectores e investigadores de la talla de Donald Ligth y Peter Gøtzsche


Gøtzsche PC El desarrollo de un nuevo medicamento cuesta menos de $ 100, no $ 900 millones


Donald Ligth. Investigación ydesarrollo de medicamentos: ¿qué obtenemos a cambio de todo ese dinero?

 ahora si 

 ¿Cuánto cuesta fabricar un medicamento? 
Se necesitan entre 10 y 15 años y 1.000 millones de euros para crear un nuevo fármaco

Elena G. Sevillano,  El País, 23 de marzo de 2015


Pocos especialistas pueden presumir de algo semejante: asistir durante su carrera profesional al hallazgo de una enfermedad y al inicio de su erradicación. Los médicos que tratan la hepatitis C, descubierta en 1989, aseguran que los antivirales de última generación que están llegando al mercado acabarán con el virus en un par de décadas. Un hito. Pero el precio (en Europa el tratamiento ronda los 50.000 euros de media) de estos fármacos milagro ha puesto en jaque la sostenibilidad de los sistemas sanitarios y ha atemperado la satisfacción inicial. Los laboratorios alegan que fabricar nuevos medicamentos exige inversiones millonarias. Pero ¿cómo se desarrollan y cuánto cuesta realmente ese proceso?
Desde que una compañía empieza a investigar una molécula hasta que la comercializa transcurren de media entre 10 y 15 años. De hecho, llegar a la fase de los ensayos clínicos, la más conocida para el ciudadano, supone unos cuatro años en los que hay que identificar un compuesto prometedor y hacerle las primeras pruebas, básicamente para comprobar su seguridad. Es la investigación básica o preclínica. Solo una de cada 10.000 moléculas estudiadas llega a convertirse en fármaco.
Con la autorización de las agencias reguladoras –FDA en Estados Unidos, EMA en Europa, AEMPS en España– es cuando empiezan los ensayos clínicos. Otros seis o siete años. Hay un mantra que se repite en la industria: sacar adelante un medicamento cuesta 1.000 millones de dólares. Los datos más actualizados hablan de una inversión total de 1.172 millones de euros.

Suben los fracasos

Las cifras, sin embargo, varían enormemente según las fuentes que se consulten. La anterior la proporciona la patronal del sector en España, Farmaindustria, basándose en informes de las dos grandes asociaciones, la europea EFPIA y la internacional IFPMA. La otra fuente canónica son los estudios periódicos del investigador Joseph A. DiMasi en la Universidad de Tufts (EE UU). El último, de noviembre pasado, indica que el desarrollo de cada compuesto que llega a las farmacias supone, de media, 2.558 millones de dólares (2.427 millones de euros). DiMasi explica a EL PAÍS que en una década –su anterior estudio es de 2003– el coste se ha incrementado un 145%. La investigación es más cara y “los riesgos son mayores, porque ha subido el porcentaje de fracasos”, apunta como principales causas del aumento.
DiMasi obtiene los datos de las propias compañías farmacéuticas (estudió 100 compuestos de 10 empresas ensayados en humanos entre 1995 y 2007), lo que para los críticos con la forma de calcular los costes de la innovación demuestra lo difícil que es conocer realmente cuánto invierten. “Lo cierto es que no lo ­sabemos. ¿Qué industria farmacéutica ha ­revelado la factura de su coste de desarrollo? Ninguna”, asegura Rafael Vilasanjuán, portavoz del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), organización que promueve la equidad en la salud.

“Si hoy se investigara la aspirina, quizá no se llegaría a aprobar por los problemas gástricos que provoca”, dicen desde Farmaindustria
“Buena parte del coste corresponde al marketing, al posicionamiento del producto en congresos, con los médicos y los pacientes. Otra es para la financiación, la tasa de coste de capital. La tercera sí es innovación y desarrollo, con los ensayos clínicos que, en caso de medicamentos tecnológicamente muy avanzados, puede ser muy costosa”, señala Vilasanjuán.

Enfermedades olvidadas

El portavoz de ISGlobal asegura que se puede desarrollar un fármaco por mucho menos dinero, y pone como ejemplo los de la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDi, en sus siglas en inglés). Los costes de desarrollo de una nueva molécula (SCYX-7158) para tratar la enfermedad del sueño han sido de 38,3 millones de euros, estima DNDi en su último informe anual. Rafael Vilasanjuán también lamenta que las farmacéuticas “compran mucha investigación desarrollada por universidades con fondos públicos”. DiMasi cree que no se pueden hacer este tipo de comparaciones, y menos centrándose en un único producto.
Farmaindustria asegura que los costes de I+D de un nuevo medicamento en 2012 (1.172 millones de euros) son seis veces superiores a los de 1979. Javier Urzay, subdirector general, explica que el incremento se debe a que “los requisitos se han endurecido mucho”. “Las autoridades son mucho más exigentes y requieren que los laboratorios demuestren que el producto es bueno con más pruebas, un mayor número de pacientes y estudiando todas las interacciones. Si ahora se estuviera investigando la aspirina quizá no se llegaría a aprobar por los problemas gástricos y de úlceras que provoca. Y lo mismo ocurre con el paracetamol, que puede ser tóxico para el hígado. Muchos de los grandes productos con problemas no serían aprobados tan fácilmente como en su momento”, señala.
Urzay reconoce que en el coste de desarrollo de un fármaco se computa también la investigación de las moléculas que han fracasado. “El grado de probabilidad de que una molécula salga adelante va aumentando durante el proceso pero, al mismo tiempo, el riesgo aumenta porque has invertido mucho dinero”, señala. Las compañías deciden si la probabilidad de éxito compensa la inversión. Y cada vez están más preocupadas por los costes que suponen los fracasos. “Se está trabajando mucho para intentar que el abandono de una investigación se produzca lo antes posible. Hay investigaciones en áreas preclínicas para predecir, tanto con animales como con modelos en ordenador, si un medicamento es seguro y eficaz”, apunta.


La tasa de éxito de I+D de la industria es del 1,1%. / GETTY IMAGES
Pocas moléculas llegan a la fase de los ensayos clínicos. Menos aún acaban en la farmacia. En 2011, según datos de Farmaindustria, de más de 3.200 moléculas en desarrollo, solo se autorizaron 35 nuevas medicinas. La tasa de éxito de los procesos de I+D de la industria es del 1,1%. Y solo tres de cada diez fármacos comercializados generan ingresos que superan los costes medios de I+D, añade la patronal.
Javier Urzay, de Farmaindustria, asegura que esos costes no se trasladan directamente al precio de venta. “Es una decisión empresarial bastante compleja, que baraja distintos factores, desde lo que los clientes estén dispuestos a pagar hasta la situación del mercado y la competencia, pasando por los costes de desarrollo”, resume.

De la molécula a la caja

De cada 70 moléculas que empiezan la fase clínica, solo una llega al mercado. Y hay empresas que pasan muchos años sin lanzar un nuevo producto al mercado. Lo saben bien en Almirall, la compañía farmacéutica líder en inversión en I+D en España. Este laboratorio llevó a las farmacias en 2012 Eklira, un fármaco para la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Su anterior lanzamiento, Almogran, para las migrañas, es del año 2000. Los costes de los ensayos clínicos son muy variables, aseguran fuentes de la empresa, y dependen en gran medida del número de pacientes.
Los ensayos constan de cuatro etapas. En la primera se comprueba la seguridad del compuesto en un número reducido de voluntarios sanos. Entre 100 y 300 personas participan en los ensayos de fase II, que dan información preliminar sobre la eficacia y la dosis. Para la fase III, que dura de tres a seis años, se necesitan un mínimo de 1.000 pacientes, que pueden llegar a ser varios miles y en distintos países, lo que aumenta el coste. Tras la aprobación del fármaco, también se hacen ensayos, bien para investigar otras indicaciones, bien para medir su efectividad y seguridad en el uso clínico diario, que se conoce como farmacovigilancia.

jueves, 26 de marzo de 2015

La FDA advierte sobre alteración del ritmo cardiaco cuando se combina amiodarona con medicamentos para la hepatitis C

Añadir ledipasvir/sofosbuvir o sofosbuvir a la amiodarona podría provocar una ralentización peligrosa de la frecuencia cardiaca.


FDA advierte de una reducción grave de la frecuencia cardiaca cuando se usa el medicamento antiarrítmico amiodarona junto con tratamientos contra la hepatitis C que contienen sofosbuvir (Harvoni o Sovaldi), en combinación con otro fármaco antivírico de acción directa
FDA, 24 de marzo 2015


La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) advierte que puede darse una reducción grave de la frecuencia cardiaca cuando el medicamento antiarrítmico amiodarona se toma junto con el fármaco contra la hepatitis C Harvoni (ledipasvir/sofosbuvir) o con Sovaldi (sofosbuvir), en combinación con otro antivírico de acción directa para el tratamiento de la infección por la hepatitis C. Estamos agregando información sobre la reducción grave de la frecuencia cardiaca, conocida como bradicardia sintomática, a la etiqueta del Harvoni y el Sovaldi, y recomendando que los profesionales de la salud no deberían prescribir estos medicamentos en combinación con otro antivírico de acción directa, tal como el fármaco experimental daclatasvir o el Olysio (simeprevir), que contenga amiodarona. Los pacientes no deben dejar de tomar ninguno de sus medicamentos sin antes consultar con su profesional de la salud.

Harvoni y el Sovaldi se utilizan para tratar la hepatitis C crónica, una infección viral que puede durar toda la vida y acarrear serios problemas hepáticos, como cirrosis o cáncer de hígado. Estos medicamentos reducen la concentración del virus de la hepatitis C en el organismo, al impedir que el virus se multiplique.

Nuestra evaluación de las denuncias de efectos adversos presentadas después de iniciada la comercialización determinó que los pacientes pueden contraer una bradicardia sintomática grave y potencialmente mortal cuando el Harvoni o el Sovaldi, en combinación con otro antivírico de acción directa, se toman junto con amiodarona. Las denuncias incluyeron el fallecimiento de un paciente debido a un paro cardiaco, y otros tres con la necesidad de recibir un marcapasos para regular su ritmo cardiaco. Los demás pacientes se recuperaron después de dejar de tomar, ya sea los medicamentos contra la hepatitis C o la amiodarona, o ambos (ver el Resumen de los datos). La causa de estos incidentes no pudo determinarse.

La información sobre este grave riesgo de sufrir bradicardia se ha incorporado a las secciones deAdvertencias y precauciones, Interacciones farmacológicas y Experiencia posterior a la comercialización de la etiqueta farmacológica del Harvoni y el Sovaldi. Continuaremos vigilando los riesgos de sufrir una bradicardia sintomática grave con el Harvoni y el Sovaldi, e investigando el motivo por el cual el uso de la amiodarona con estos medicamentos contra la hepatitis C acarreó estos incidentes relacionados con el corazón.

Los profesionales de la salud no deben prescribir el Harvoni ni el Sovaldi en combinación con otro medicamento antivírico de acción directa con amiodarona. Sin embargo, en los casos en los que no haya disponibles opciones de tratamiento alternativas, recomendamos vigilar el corazón en un entorno hospitalario las primeras 48 horas. Posteriormente, la frecuencia cardiaca debe medirse todos los días en un consultorio médico o por cuenta propia, al menos durante las dos primeras semanas de tratamiento.

Los pacientes que tomen ya sea el Harvoni o el Sovaldi en combinación con otro medicamento antivírico de acción directa con amiodarona deben procurar atención médica de inmediato si presentan indicios o síntomas de bradicardia sintomática, tales como:

· Sensación de desfallecimiento o desmayos

· Mareos o aturdimiento

· Malestar

· Debilidad

· Cansancio excesivo

· Dificultad para respirar

· Dolor de pecho

· Confusión o problemas de la memoria



Información sobre el Harvoni y el Sovaldi
Harvoni (ledipasvir y sofosbuvir) es una combinación de dos medicamentos antivíricos que impiden que el virus de la hepatitis C se multiplique en el organismo, y se emplea para tratar el genotipo 1 de la infección crónica causada por el virus de la hepatitis C en los adultos.

Sovaldi (sofosbuvir) es un medicamento antivírico que impide que el virus de la hepatitis C se multiplique en el organismo. Sovaldi debe utilizarse en conjunción con otros medicamentos para la hepatitis C.  Sovaldi no debe usarse por sí solo para tratar la infección por la hepatitis C.

Antes de tomar Harvoni o Sovaldi, los pacientes deben decirle a su profesional de la salud si:

- tienen otros problemas hepáticos aparte de la hepatitis o si han recibido un trasplante de hígado

- padecen insuficiencia renal o si están en diálisis

- tienen el virus de la inmunodeficiencia humana

Otros medicamentos pueden afectar la manera en que actúan el Harvoni o el Sovaldi, incluyendo fármacos de venta con o sin receta, vitaminas y suplementos herbarios, tales como la hierba de San Juan (Hypericum perforatum).


Información adicional para los pacientes
· Hemos recibido informes de una reducción anormal de la frecuencia cardiaca (bradicardia) cuando se toma amiodarona junto con el fármaco contra la hepatitis C Harvoni (ledipasvir/sofosbuvir) o con el Sovaldi (sofosbuvir), en combinación con otro medicamento contra la hepatitis C, tal como el daclatasvir, un antivírico experimental de acción directa, o el Olysio (simeprevir). La amiodarona es un medicamento antiarrítmico que se prescribe para tratar el ritmo cardiaco irregular.

· Aborde con su profesional de la salud cualquier pregunta o inquietud que tenga sobre su tratamiento para la hepatitis C si también está tomando amiodarona. Su profesional de la salud determinará el plan de tratamiento más apropiado para usted.

· No deje de tomar ninguno de sus medicamentos sin antes consultar con su profesional de la salud, incluso si presenta indicios y síntomas que podrían sugerir una bradicardia sintomática, un ritmo cardiaco lento.

· Procure atención médica de inmediato si se presentan indicios o síntomas de bradicardia, tales como:

o Sensación de desfallecimiento o desmayos

o Mareos o aturdimiento

o Malestar

o Debilidad

o Cansancio excesivo

o Dificultad para respirar

o Dolor de pecho

o Confusión o problemas de la memoria

· Otros medicamentos pueden afectar la manera en que actúan el Harvoni o el Sovaldi. Dígale a su profesional de la salud todos los medicamentos que toma, incluyendo fármacos de venta con o sin receta, vitaminas y suplementos herbarios, tales como la hierba de San Juan (Hypericum perforatum).

· Lea el folleto de información para el paciente que recibe junto con cada receta de amiodarona y medicamentos para la hepatitis C, pues quizás contenga nueva información.


Información adicional para los profesionales de la salud
· Tras el inicio de la comercialización, se ha informado de casos graves y potencialmente mortales de bradicardia sintomática, así como de un paro cardiaco mortal, y de casos que exigieron el implante de un marcapasos, cuando se administró amiodarona con Harvoni (una combinación de dosis fija con ledipasvir/sofosbuvir) o con Sovaldi (sofosbuvir), en combinación con otro medicamento contra la hepatitis C, tal como el daclatasvir, un antivírico experimental de acción directa, o el Olysio (simeprevir). La bradicardia puede presentarse en las primeras horas a días después de iniciar el tratamiento para la hepatitis C, pero se han observado casos hasta dos semanas después.

· El mecanismo de este efecto bradicárdico se desconoce..

· Harvoni no debe administrarse junto con amiodarona..

· Sovaldi (sofosbuvir), combinado con otro medicamento contra la hepatitis C, tal como el medicamento experimental daclatasvir o el Olysio (simeprevir), no debe administrarse junto con amiodarona..

· No se ha informado de casos similares de bradicardia sintomática en pacientes que reciben Sovaldi con ribavirina o con interferón pegilado y ribavirina.

· Dígale a sus pacientes que procuren atención médica de inmediato si presentan indicios y síntomas de bradicardia sintomática, incluyendo:

o Sensación de desfallecimiento o desmayos (síncopes)

o Mareos o aturdimiento

o Malestar

o Debilidad

o Cansancio excesivo

o Dificultad para respirar

o Confusión o problemas de la memoria

· Para los pacientes que toman amiodarona y no tienen otras opciones de tratamiento alternativas, y a quienes les será administrada junto con Harvoni o Sovaldi, en combinación con otro antivírico de acción directa:

o Oriente a los pacientes sobre el riesgo de sufrir una bradicardia sintomática grave

o Se recomienda la vigilancia cardiaca en un entorno hospitalario durante las primeras 48 horas de administración conjunta, después de lo cual se mediría la frecuencia cardiaca en un entorno ambulatorio o por cuenta propia todos los días, por lo menos durante las dos primeras semanas de tratamiento

· Para los pacientes que estén tomando ya sea Harvoni o Sovaldi en combinación con otro antivírico de acción directa y que tienen que iniciar una terapia con amiodarona debido a que no tienen otras opciones de tratamiento alternativas, hay que llevar a cabo una vigilancia cardiaca parecida a la antes descrita.

· Debido a la prolongada vida media de la amiodarona, los pacientes que descontinúen su uso justo antes de empezar a tomar Harvoni o Sovaldi en combinación con otro antivírico de acción directa también deben someterse a una vigilancia cardiaca parecida a la antes descrita.

· Inste a los pacientes a leer el folleto informativo que reciben junto con su receta de amiodarona y medicamentos para la hepatitis C, pues quizás contenga nueva información.

· Informe al programa MedWatch de la FDA sobre los efectos adversos que involucren la administración conjunta de amiodarona y medicamentos para la hepatitis C usando la información del recuadro que aparece al final de la página, que dice “Comuníquese con la FDA”.


Resumen de los datos
La FDA evaluó los informes de bradicardia enviados por el fabricante, Gilead Sciences, de después de iniciada la comercialización, y los de la base de datos del Sistema de Denuncia de Efectos Adversos (FAERS, por sus siglas en inglés) de la FDA. Los informes incluyeron el uso de la amiodarona con Harvoni (ledipasvir/sofosbuvir) o con Sovaldi (sofosbuvir), en combinación con otros antivíricos de acción directa, tales como el medicamento experimental daclatasvir o el Olysio (simeprevir). Con sustento en los informes, la administración concomitante de amiodarona con Harvoni, o con Sovaldi en combinación con otro antivírico de acción directa, puede tener como consecuencia una bradicardia grave o potencialmente mortal.


Los informes de una bradicardia sintomática grave posteriores a la comercialización son difíciles de interpretar porque se presentó en pacientes con cardiopatías subyacentes, en terapias concomitantes con beta-bloqueadores o con enfermedades hepáticas en etapa avanzada. Sin embargo, las siguientes características de estos casos presentados tras el inicio de la comercialización sugieren una relación causal:

· el poco tiempo en el que aparecen los síntomas luego de empezar a tomar el Harvoni o el Sovaldi en combinación con otros antivíricos de acción directa;

· la desaparición de los síntomas al descontinuarse el uso; y

· la reaparición de los síntomas al reanudarse el uso.

El mecanismo que causa estos incidentes debido a la administración conjunta de amiodarona con Harvoni o con Sovaldi en combinación con otros antivíricos de acción directa se desconoce.

Nueve pacientes que recibieron amiodarona presentaron bradicardia sintomática durante el tratamiento con el Harvoni o con el Sovaldi en combinación con otro antivírico de acción directa, tal como el daclatasvir, que es un medicamento experimental, o el Olysio (simeprevir). Siete de los nueve pacientes también estaba recibiendo un beta-bloqueador.

Seis de los nueve pacientes experimentaron bradicardia sintomática en las primeras 24 horas, y los tres pacientes restantes en los primeros dos a doce días después de iniciar el tratamiento contra la hepatitis C. Un paciente tuvo un desenlace fatal por paro cardiaco, y tres necesitaron el implante de un marcapasos.

En tres de los pacientes, la reanudación del tratamiento contra la hepatitis C en el marco de una terapia continua con amiodarona dio lugar a la recurrencia de la bradicardia sintomática. En uno de ellos, la descontinuación del uso de la amiodarona, seguida de una reanudación del tratamiento contra la hepatitis C a las 8 semanas, no dio lugar a una recurrencia de la bradicardia.

original disponible en
http://www.fda.gov/downloads/Drugs/DrugSafety/UCM439492.pdf

La enfermedad de Chagas (tripanosomiasis americana) OMS


OMS Nota descriptiva N°340 Marzo de 2015

Datos y cifras

  • Se calcula que en el mundo hay entre 6 y 7 millones de personas infectadas por Trypanosoma cruzi (el parásito causante de la enfermedad de Chagas), la mayoría de ellas en América Latina.
  • La transmisión vectorial se produce en las Américas. Los vectores son insectos de la subfamilia Triatominae (chinches) portadores del parásito causante de la enfermedad: Trypanosoma cruzi.
  • Inicialmente, la enfermedad de Chagas estaba confinada a la Región de las Américas, principalmente en América Latina, pero en la actualidad se ha propagado a otros continentes.
  • Esta enfermedad se puede curar si el tratamiento se administra al poco tiempo de producirse la infección.
  • En la fase crónica de la enfermedad, un tratamiento antiparasitario puede frenar o prevenir la progresión de la enfermedad.
  • Hasta un 30% de los enfermos crónicos presentan alteraciones cardiacas y hasta un 10% padecen alteraciones digestivas, neurológicas o combinadas. Todas estas manifestaciones pueden requerir un tratamiento específico.
  • El control vectorial es el método más útil para prevenir la enfermedad de Chagas en América Latina.
  • El cribado de la sangre es decisivo para prevenir la infección mediante las transfusiones sanguíneas y el trasplante de órganos.
  • El diagnóstico de la infección en las embarazadas, sus recién nacidos y los hemanos es esencial.

La enfermedad de Chagas, también llamada tripanosomiasis americana, es una enfermedad potencialmente mortal causada por el parásito protozoo Trypanosoma cruzi. Se encuentra sobre todo en zonas endémicas de 21 países de América Latina1, donde se transmite a los seres humanos principalmente por las heces de insectos triatomíneos conocidos como vinchucas, chinches o con otros nombres, según la zona geográfica.
Se calcula que en el mundo hay entre 6 y 8 millones de personas infectadas, la mayoría de ellas en América Latina, donde la enfermedad de Chagas es endémica. El costo del tratamiento de esta enfermedad sigue siendo considerable; solo en Colombia, el costo anual estimado en 2008 de la atención médica a todos los pacientes es de aproximadamente US$ 267 millones. Por otra parte, la fumigación de insecticidas para controlar los vectores costaría cerca de US$ 5 millones al año.
La enfermedad lleva el nombre de Carlos Ribeiro Justiniano Chagas, médico brasileño que la descubrió en 1909.

Distribución

La enfermedad de Chagas se encuentra principalmente en América Latina, pero en las últimas décadas se ha observado con mayor frecuencia en los Estados Unidos de América, Canadá, muchos países europeos y algunos del Pacífico Occidental. Esto obedece sobre todo a la movilidad de la población entre América Latina y el resto del mundo.
La infección también se puede adquirir mediante transfusión de sangre, transmisión congénita (de la madre infectada a su hijo) y órganos donados, aunque estos modos de transmisión son menos frecuentes.

Signos y síntomas

La enfermedad de Chagas tiene dos fases claramente diferenciadas. Inicialmente, la fase aguda dura unos dos meses después de contraerse la infección. Durante esta fase aguda circulan por el torrente sanguíneo una gran cantidad de parásitos. En la mayoría de los casos no hay síntomas o éstos son leves.
Puede haber fiebre, dolor de cabeza, agrandamiento de ganglios linfáticos, palidez, dolores musculares, dificultad para respirar, hinchazón y dolor abdominal o torácico. En menos del 50% de las personas picadas por un triatomíneo, un signo inicial característico puede ser una lesión cutánea o una hinchazón amoratada de un párpado.
Durante la fase crónica, los parásitos permanecen ocultos principalmente en el músculo cardiaco y digestivo. Hasta un 30% de los pacientes sufren trastornos cardiacos y hasta un 10% presentan alteraciones digestivas (típicamente, agrandamiento del esófago o del colon), neurológicas o mixtas. Con el paso de los años, la infección puede causar muerte súbita o insuficiencia cardiaca por la destrucción progresiva del músculo cardiaco.

Transmisión

En América Latina, el parásito T. cruzi se transmite principalmente por contacto con las heces infectadas de insectos triatomíneos que se alimentan de sangre. Por lo general, éstos viven en las grietas y huecos de las casas mal construidas en las zonas rurales y suburbanas. Normalmente permanecen ocultos durante el día y por la noche entran en actividad alimentándose de sangre humana.
En general, pican en una zona expuesta de la piel, como la cara, y defecan cerca de la picadura. Los parásitos penetran en el organismo cuando la persona picada se frota instintivamente y empuja las heces hacia la picadura, los ojos, la boca o alguna lesión cutánea abierta.
T. cruzi también se puede transmitir:
  • por alimentos contaminados con el parásito; por ejemplo, por el contacto con heces de triatomíneo;
  • por la transfusión de sangre infectada;
  • por la transmisión de la madre infectada a su hijo durante el embarazo o el parto;
  • por el transplante de órganos provenientes de una persona infectada;
  • por accidentes de laboratorio.

Tratamiento

La enfermedad de Chagas puede tratarse con benznidazol , y también con nifurtimox, que matan al parásito. Ambos medicamentos son eficaces casi al 100% para curar la enfermedad si se administran al comienzo de la infección en la etapa aguda. Sin embargo, su eficacia disminuye a medida que transcurre más tiempo desde el inicio de la infección.
El tratamiento con estos medicamentos también está indicado en caso de reactivación de la infección (por ejemplo, por inmunodepresión), en niños que padecen infección congénita y en los pacientes al principio de la fase crónica.
. El tratamiento se debe ofrecer a los adultos infectados, especialmente a los que no presentan síntomas dado que puede frenar la progresión de la enfermedead.
Los posibles beneficios de la medicación para prevenir o retrasar el avance de la enfermedad de Chagas deben sopesarse contra la duración prolongada del tratamiento (hasta dos meses) y las posibles reacciones adversas (que se presentan hasta en un 40% de los pacientes tratados).
El benznidazol y el nifurtimox no deben administrarse a las embarazadas ni a las personas con insuficiencia renal o hepática. El nifurtimox también está contraindicado en personas con antecedentes de enfermedades del sistema nervioso neurológicas o trastornos psiquiátricos.
Además, puede ser necesario administrar un tratamiento específico para las manifestaciones cardiacas o digestivas.

Control y prevención

No hay vacuna contra la enfermedad de Chagas. El método más eficaz para prevenirla en América Latina es el control vectorial. El cribado de la sangre donada es necesario para prevenir la infección por transfusiones sanguíneas y donación de órganos.
Originalmente (hace más de 9000 años), T. cruzi sólo afectaba a los animales silvestres; fue después cuando se propagó a los animales domésticos y los seres humanos. A causa del gran número de animales silvestres que sirven de reservorio a este parásito en las Américas, no puede erradicarse.
En vez de ello, los objetivos de control consisten en eliminar la transmisión y lograr que la población infectada y enferma tenga acceso a la asistencia sanitaria.
T. cruzi puede infectar a varias especies de triatomíneos, que en su mayoría viven en América. Según la zona geográfica, la OMS recomienda los siguientes métodos de prevención y control:
  • rociamiento de las casas y sus alrededores con insecticidas,
  • mejora de las viviendas para prevenir la infestación por el vector,
  • medidas preventivas personales, como el empleo de mosquiteros;
  • buenas prácticas higiénicas en la preparación, el transporte, el almacenamiento y el consumo de los alimentos;
  • cribado de la sangre donada;
  • pruebas de cribado en órganos, tejidos o células donados y en los receptores de éstos;
  • cribado de los recién nacidos y otros niños de las madres infectadas, para diagnosticar y tratar tempranamente el problema.

La respuesta de la OMS

Desde los pasados años noventa se han logrado adelantos importantes en el control del parásito y del vector en América Latina, principalmente en los territorios abarcados por las iniciativas intergubernamentales del Cono Sur, Centroamérica, el Pacto Andino y la Amazonia conjuntamente con la Secretaría de la Organización Panamericana de la Salud.
Estas iniciativas multinacionales propiciaron reducciones considerables de la transmisión por vectores domésticos. Además, en toda América Latina ha disminuido mucho el riesgo de transmisión por transfusiones sanguíneas. Estos adelantos han sido posibles gracias al sólido compromiso de los Estados Miembros donde la enfermedad es endémica y a la fortaleza de sus instituciones de investigación y control, junto con el apoyo de muchos colaboradores internacionales.
Al mismo tiempo, otros desafíos tienen que ser afrontados:
  • mantenimiento y consolidación de los avances ya realizados en el control de la enfermedad;
  • el surgimiento de la enfermedad de Chagas en territorios donde antes se consideraba que no existía, como la cuenca amazónica;
  • el resurgimiento de la enfermedad en regiones donde se había avanzado en el control, como la región del Chaco de Argentina y Bolivia;
  • la propagación de la enfermedad, debido principalmente al aumento de la movilidad entre la población de América Latina al y el resto del mundo;
  • aumento del acceso al diagnóstico y al tratamiento para los millones de personas infectadas.
Para lograr el objetivo de eliminar la transmisión de la enfermedad de Chagas y proporcionar asistencia sanitaria a las personas infectadas o enfermas, tanto en los países donde el mal es endémico como en aquellos donde no lo es, la OMS se propone aumentar el establecimiento de redes de trabajo a escala mundial y fortalecer la capacidad regional y nacional, prestando especial atención a lo siguiente:
  • fortalecer los sistemas mundiales de vigilancia e información epidemiológicas;
  • prevenir la transmisión mediante la transfusión sanguínea y el trasplante de órganos tanto en los países donde el mal es endémico como en aquellos donde no lo es;
  • promover la identificación de pruebas diagnósticas para el cribado y el diagnóstico de la infección;
  • ampliar la prevención secundaria de la transmisión congénita y la atención de los casos de infección congénita y de otro tipo;
  • impulsar el consenso sobre la atención adecuada de los pacientes.

1Argentina, Belice, Bolivia (Estado Plurinacional de), Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guyana francesa, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Suriname, Venezuela (República Bolivariana de) y Uruguay.

miércoles, 25 de marzo de 2015

FDA y su análisis de dos muertes relacionadas con olanzapina para el tratamiento de la esquizofrenia olanzapina (Zyprexa Relprevv)



FDA 23 de marzo de 2015

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha finalizado la evaluación del estudio llevado a cabo para determinar la causa de los niveles elevados del fármaco inyectable para el tratamiento de la esquizofrenia Zyprexa Relprevv (pamoato de olanzapina) en dos pacientes que fallecieron. Los resultados del estudio no fueron concluyentes. No pudimos excluir la posibilidad de que las muertes se produjeran a consecuencia de un ingreso rápido, pero retardado, del fármaco en el torrente sanguíneo. El estudio sugiere que gran parte del aumento del nivel del fármaco podría haberse producido después del fallecimiento de los pacientes; esto podría explicar los niveles extremadamente elevados detectados en los dos pacientes que fallecieron entre 3 y 4 días después de recibir las dosis correctas de Zyprexa Relprevv mediante inyección. Con base en toda la información recibida, no recomendamos ningún cambio en la prescripción ni en el uso del fármaco inyectable Zyprexa Relprevv en este momento. Los pacientes no deben dejar de recibir tratamiento sin hablar primero con su profesional de la salud.


El tratamiento con Zyprexa Relprevv puede ayudar a mejorar los síntomas de la esquizofrenia, algunos de los cuales son escuchar voces, ver cosas que no se corresponden con la realidad y actuar con desconfianza o retraimiento. La etiqueta del fármaco Zyprexa Relprevv contiene un recuadro de advertencia, del tipo más serio que exige la FDA, sobre el riesgo de síndrome de delirio/sedación posinyección (PDSS, por sus siglas en inglés). El PDSS es una afección grave con indicios y síntomas congruentes con la sobredosis de olanzapina, en particular, la sedación (incluso el coma), el delirio o ambos. En los ensayos clínicos, se observaron casos del PDSS al cabo de 3 horas de la administración del Zyprexa Relprevv, pero no se tuvo conocimiento de que se produjera una muerte. Para reducir el riesgo de sufrir el PDSS, también se pone en práctica una Estrategia de Evaluación y Mitigación de Riesgo (REMS, por sus siglas en inglés) para el Zyprexa Relprevv con el fin de garantizar que los pacientes sean supervisados por profesionales de la salud después de recibir una inyección de este fármaco.


Tras la muerte de dos pacientes que recibieron las dosis correctas de Zyprexa Relprevv, la FDA solicitó al fabricante del fármaco, Eli Lilly and Company, que realizara un estudio en animales para comprobar si el paso de la olanzapina a la sangre después de la muerte puede provocar la presencia de niveles sanguíneos del fármaco superiores a los esperados. El estudio demostró que algunos animales tenían niveles más elevados del fármaco en la sangre después de la muerte, lo que podría explicar los niveles sanguíneos superiores a los esperados que se detectaron en los dos pacientes que fallecieron.


Los profesionales de la salud deben seguir cumpliendo con los requisitos de la REMS del Programa de Atención de los Pacientes que Reciben Zyprexa Relprevv y las recomendaciones de la etiqueta del medicamento. Algunos de los requisitos más destacados de la REMS son:

· Para que un paciente pueda recibir tratamiento, el facultativo que lo prescriba, el centro de atención médica, el paciente y la farmacia deben estar, todos ellos, inscritos en el Programa de Atención de los Pacientes que Reciben Zyprexa Relprevv.

· Las inyecciones de Zyprexa Relprevv deben administrarse en un centro médico con acreditación REMS que cuente con acceso inmediato a los servicios de respuesta de emergencia.

· Los pacientes deben estar bajo continua supervisión en la institución médica por al menos 3 horas después de recibir una inyección intramuscular.

· Los pacientes que reciban Zyprexa Relprevv deben ir acompañados cuando abandonen el centro médico y se dirijan a su destino.

Los pacientes deben leer la
Guía que acompaña a la receta del Zyprexa Relprevv antes de cada vez que reciban una inyección intramuscular, ya que puede contener nueva información. Los pacientes que reciban Zyprexa Relprevv o las personas encargadas de su atención deben comunicar inmediatamente cualquier síntoma del PDSS a un profesional de la salud. Algunos síntomas del PDSS son:

· sentirse más soñoliento de lo habitual
· sensación de mareo
· confusión o desorientación
· problemas para hablar o caminar
· sensación de debilidad
· nerviosismo o ansiedad
· hipertensión
· convulsiones
· desmayos (pérdida de consciencia o coma).

Instamos a los profesionales de la salud, a los pacientes y a las personas encargadas de su atención que informen al programa MedWatch de la FDA sobre los efectos secundarios provocados por el Zyprexa Relprevv, usando la información del recuadro que aparece al final de la página, que dice “Comuníquese con la FDA”.


Resumen de los datos

Tras la muerte inexplicable de dos pacientes varios días después de recibir inyecciones intramusculares de Zyprexa Relprevv, y como resultado de los niveles muy elevados de olanzapina detectados en la sangre,post mortem, la FDA solicitó que Eli Lilly and Company realizara un estudio en animales para evaluar si la olanzapina, al inyectarse en el músculo, podía redistribuirse después de la muerte y provocar así niveles sanguíneos post mortem tan elevados. Si se demostrara la redistribución post mortem, esto podría ofrecer una explicación alternativa a los elevados niveles de olanzapina detectados en la sangre de los dos pacientes fallecidos; en lugar de la posibilidad de que pudieran haber muerto a consecuencia del síndrome de delirio/sedación posinyección (PDSS, por sus siglas en inglés) que se hubiera producido más de 3 horas después de la inyección de Zyprexa Relprevv.


Para analizar la redistribución post mortem de la olanzapina después de la inyección, los investigadores midieron las concentraciones de olanzapina y sus metabolitos N-óxido en muestras obtenidas antes de la muerte y al momento de ésta en animales, y las compararon con las obtenidas tras la muerte.


Las concentraciones de olanzapina en la sangre obtenidas post mortem fueron hasta siete veces superiores a las que antecedieron a la muerte, aunque el aumento fue variable tanto en su distribución temporal como en la magnitud. En comparación con la olanzapina, las concentraciones del metabolito N-óxido tendieron a decrecer después de la muerte. El metabolito N-óxido podría volver a convertirse, posiblemente, en olanzapina durante la fase post mortem, y esta conversión podría haber contribuido al aumento de la concentración de olanzapina durante este periodo. Los resultados del estudio también sugieren que varios tejidos podrían actuar como reservorios que pueden contribuir a aumentar las concentraciones de olanzapina en la sangre después de la muerte.


En conclusión, los datos muestran que puede producirse la redistribución de olanzapina post mortem en los animales después de la administración intramuscular del fármaco. El aumento post mortem de la concentración de olanzapina en la sangre parece estar relacionada con la redistribución de este fármaco desde diversos tejidos.




Original disponible en
http://www.fda.gov/downloads/Drugs/DrugSafety/UCM439343.pdf

jueves, 19 de marzo de 2015

Antipsicóticos, otros psicotrópicos y riesgo de muerte en pacientes con demencia: número necesario para dañar.




JAMA Psychiatry., 18 de marzo de 2015



Importancia Los medicamentos antipsicóticos se asocian con mayor mortalidad en adultos mayores con demencia, sin embargo, su efecto absoluto sobre el riesgo en relación con la ausencia de tratamiento o un psicotrópico alternativo no está clara. 
Objetivo: Determinar el aumento del riesgo de mortalidad absoluta y el número necesario para dañar (NND) (es decir, el número de pacientes que reciben el tratamiento que se asocia con 1 muerte) del uso de antipsicóticos, ácido valproico y sus derivados, y antidepresivos en pacientes con demencia en comparación a ningún tratamiento o el tratamiento con antidepresivos. 
Diseño, lugar y participantes se llevó a cabo un estudio de casos y controles retrospectivo en la Veterans Health Administration, desde el 1 de octubre de 1998, hasta el 30 de septiembre de 2009. Los participantes incluyeron 90.786 pacientes de 65 años o mayores con diagnóstico de demencia. Los análisis finales se llevaron a cabo en agosto de 2014. 
Exposiciones Nueva prescripción de un antipsicótico (haloperidol, olanzapina, quetiapina, risperidona y), ácido valproico y sus derivados, o un antidepresivo (46.008 usuarios de medicación). 
Variables y medidas principales cambio absoluto en el riesgo de mortalidad y NND en los 180 días de seguimiento en los pacientes con medicamentos en comparación con los pacientes sin medicamentos emparejado en varios factores de riesgo. Entre los pacientes en los que se inició un tratamiento con medicamentos, también se comparó el riesgo de mortalidad asociado a cada agente con el grupo de antidepresivos, tomado como referencia, ajustando por edad, sexo, años con demencia, presencia de delirio, y otras características clínicas y demográficas. Los análisis secundarios compararon el cambio absoluto con el ajuste de dosis en el riesgo de mortalidad de la olanzapina, quetiapina y risperidona.


Resultados En comparación con los controles respectivos no usuarios, los individuos que recibieron haloperidol tenían un mayor riesgo de mortalidad del 3,8% (IC del 95%, 1,0% -6,6%, p menor 0,01) con un NND de 26 (IC del 95%, 15-99); seguido de la risperidona, 3,7% (IC del 95%, 2,2% -5,3%, p menor 0,01) con un NND de 27 (IC del 95%, 19-46); olanzapina, el 2,5% (IC del 95%, 0,3% -4,7%, p = 0,02) con un NND de 40 (IC del 95%, 21-312); y la quetiapina, 2,0% (IC 95%, 0,7% -3,3%, p menor 0,01) con un NND de 50 (IC del 95%, 30-150). En comparación con los usuarios de antidepresivos, el riesgo de mortalidad varió de 12,3% (IC 95%, 8,6% -16,0%, p menor 0,01) con un NND de 8 (IC del 95%, 6-12) para los usuarios de haloperidol a 3,2% (95% CI, 1,6% -4,9%, p menor 0,01) con un NND de 31 (IC del 95%, 21-62) para los usuarios de quetiapina. Como grupo, los antipsicóticos atípicos (olanzapina, quetiapina, risperidona y) mostraron un aumento de dosis-respuesta en el riesgo de mortalidad, con un 3,5% mayor de mortalidad (IC del 95%, 0,5% -6,5%, p = 0,02) en el subgrupo de altas dosis en relación con el grupo de dosis bajas. Cuando se comparó directamente con quetiapina, el riesgo de mortalidad ajustado según la dosis se aumentó tanto con la risperidona (1,7%; IC del 95%, 0,6% -2,8%, p = 0,003) y la olanzapina (1,5%; 95% CI, 0,02% -3,0% ; P = 0,047).
Conclusiones y relevancia El efecto absoluto de los antipsicóticos sobre la mortalidad en pacientes ancianos con demencia puede ser más altos que lo informado hasta el momento y aumenta con la dosis .




El trabajo

Maust DT, Kim H, Seyfried LS, et al.

Antipsychotics, Other Psychotropics, and the Risk of Death in Patients With Dementia: Number Needed to Harm.

JAMA Psychiatry. Published online March 18, 2015. doi:10.1001/jamapsychiatry.2014.3018.


Disponible en bit.ly/1HbvR88

El precio de la salud ¿Por qué los medicamentos son tan caros?


Entramos en el complejo mundo de las patentes farmacéuticas.
Juan Scaliter, Quo, – 17 de marzo de 2015


Será porque soy de letras, pero los números no dan. El nuevo milagro para curar la hepatitis C, presentado por los laboratorios Gilead, tiene un precio de unos 60.000 euros por los tres meses de tratamiento. De acuerdo con la industria, esto se debe a que hay que pagar por ensayos clínicos, I+D y, lógicamente, ganancias. Pero los números no dan. Sovaldi, el nombre del fármaco, es una sopa de varios ingredientes.
El primero es sofosbuvir, desarrollado por la empresa Pharmasset, que Gilead compró en 2011 por 11.000 millones de euros. El otro ingrediente es ribavirina, que se utiliza desde 1970 y lo producen diferentes laboratorios. Por último, ledipasvir, una molécula que inhibe la proteína HCV NS5A, fundamental para que se desarrolle la hepatitis C. Esta sí fue creada por Gilead. El trío cura el 90% de los casos de un tipo de hepatitis C. Y es, por ahora, el tratamiento más eficaz conocido. Si tenemos en cuenta que los Laboratorios Gilead se gastaron 11.000 millones en hacerse con la patente de sofosbuvir, que ribavirin no les costó nada y que el precio de ledipasvir –jamás revelado por los laboratorios, que no quieren en este momento hacer declaraciones– no debería, siendo muy generosos, sobrepasar el doble, 22.000 millones, el total suma 33.000 millones de euros. Si se agregan 7.000 millones más para estudios clínicos y producción (también una exageración, ya que un estudio de la Universidad de Tufts cifró en la mitad ese gasto), el total asciende a 40.000 millones. Si se comprara Sovaldi al precio que pretende Gilead en España, para los 900.000 afectados, el total ascendería a 54.000 millones. Es decir: solo con lo que ganarían en España, recuperarían su inversión y ganarían un 35%. Las ventas en el resto del mundo serían a beneficio completo.
De 1.596 nuevos fármacos, solo 20 buscan curar enfermedades tropicales
De acuerdo con una estadística de la OMS, en todo el mundo hay entre 130 y 150 millones de personas que sufren hepatitis C. ¿Cuánto debería costar Sovaldi para que todas estas personas tengan tratamiento y el laboratorio gane, supongamos, el 100% de lo invertido? Si se tratase solo a 130 millones, el coste sería de 615 euros. ¿Cómo llegamos a esta situación?
Hasta finales de la década de 1970, la mayoría de los gobiernos no permitían que se realizaran patentes en productos farmacéuticos que se hubieran creado en instituciones públicas. Esto tenía el objetivo de que las medicinas llegaran a cualquiera que las necesitara a un precio asequible.


666 euros es lo que costaría cada dosis de Sovaldi. Se necesitan 90 de ellas para tratar la hepatitis C.
Pero en 1978, Estados Unidos dio el pistoletazo de salida a nivel mundial sancionando la ley Bayh-Dole, que permitía a hospitales, universidades e instituciones patentar y vender sus hallazgos. Así fue cómo entre 1980 y 2000 las ganancias de los laboratorios se triplicaron. Para Carlos Ugarte, responsable de Comunicación de Médicos sin Fronteras, es comprensible “que la investigación en un producto que salva vidas deba ser retribuida. Por eso, se entiende que debe estar fuera de la regla de la mayoría de los mercados. Pero tampoco se puede convertir un bien de interés público en un lujo: un 80% de la población mundial queda fuera de estas innovaciones por falta de recursos. Y son enfermedades esenciales, como tuberculosis y VIH, y mueren tres millones de personas al año.”

Ya lo decía el tango: 20 años no es nada

Cada vez que se descubre un nuevo fármaco o una nueva molécula, es sometida a ensayos clínicos para demostrar su fiabilidad. Si esta se prueba, como reconocimiento a la investigación, se garantizan 20 años para comercializar el producto en exclusiva. Estos años pueden prorrogarse otros cinco si la fórmula lleva alguna mejora, si ha cambiado el sistema de administración o la dosificación, una práctica que se conoce como evergreeening y busca prolongar lo máximo posible, la situación de exclusividad de un medicamento. El precio que se le pone al medicamento durante este lapso no está regulado más que por el mercado. Así es como se llega a tratamientos que sobrepasan los 100.000 o 200.000 euros.
En 2001, la Organización Mundial del Comercio reconoció que la salud es un derecho fundamental y que, si bien las normas de patentes deben protegerse, no pueden entrar en conflicto con el interés sanitario de un país. Para eso creó la figura de la licencia obligatoria, una herramienta que tienen los gobiernos para negociar con la industria farmacéutica: esta recibe lo que la administración considere adecuado, y el medicamento lo fabrican terceros.
Según el abogado experto en patentes Alejandro Falcón, en España “el Gobierno puede someter una solicitud de licencia obligatoria cuando sea de interés primordial para la salud pública o la defensa nacional”.
A este respecto, Farmaindustria, la organización que agrupa a los laboratorios, ha declarado recientemente que “las patentes son un mecanismo fundamental para garantizar la eficiencia económica, la libre competencia y fomentar la investigación.”
25 % de los medicamentos aprobados entre 1989 y 2000 tenían alguna innovación.
Pero reducir el tema de las patentes al precio de un medicamento es como señalar que Sovaldi puede ser producido por 80 euros, según afirma un estudio de la Universidad de Liverpool, y no diferenciar entre lo que es el desarrollo de un medicamento y su fabricación. El tema es mucho más profundo e intrincado.

Y tú, ¿innovas o te dan innovaciones?
Por un lado, se trata de lo que constituye verdadera innovación. En Estados Unidos, Francia y Canadá, entre 1989 y 2000 menos de un 25% de los fármacos que aprobaron tenían realmente una innovación terapéutica, según la FDA (Agencia Reguladora de Medicamentos de Estados Unidos). Ugarte señala más datos: “En Francia, el 68% de las nuevas medicinas patentadas entre 1981 y 2004 tampoco aportaron nada nuevo. Según el British Medical Journal, solo el 6% de todos los medicamentos patentados en Canadá entre 1990 y 2003 se han catalogado como innovación. Es decir, que a través de cambios banales que no representan una innovación terapéutica, recibieron el premio de la patente. Y al conseguirlo, no se pueden hacer genéricos.”
Para Ángel Luis Rodríguez, director general de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG): “La patente no es más que una exclusividad para recuperar lo invertido. Pero también constituye una fuente de riquezas para un país. Por un lado, España es uno de los tres países en los que se comercializan genéricos en la UE. Y 7 de cada 10 se fabrican aquí. Por ley, nosotros estamos obligados a reducir al menos un 40% el precio del original”. Los genéricos, tan eficaces como el producto patentado, son la base de las campañas de las Naciones Unidas, Médicos sin Fronteras y decenas de organizaciones no gubernamentales. Pero la innovación, la razón de los

Medicamentos con receta más vendidos


 
 
 


laboratorios para cifrar los altos precios, no es lo único que queda en entredicho. También se cuestiona la verdadera procedencia de dicho desarrollo.


Vender lo que no es tuyo
En 1970, Julius Axelrod ganó el premio Nobel por su trabajo sobre el mecanismo de los neurotransmisores. Sus hallazgos fueron la base sobre la que la industria farmacéutica elaboró una enorme cantidad de antidepresivos, por ejemplo, Prozac. Axelrod trabajaba para los Institutos Nacionales de Salud (NHI, por sus siglas en inglés), un organismo público. Pocos años después, Richard y Judith Wurtman, del MIT, descubrieron que esos medicamentos también eran útiles en el tratamiento del trastorno disfórico premenstrual (TDPM). El MIT vendió la licencia, y esta se patentó para un medicamento diferente, Sarafem... Pero la realidad es no solo que el principio activo ya existía; además, la investigación también se había realizado con fondos públicos.


 Benjamin Zycher, de la Universidad de California, ha publicado un informe en American Journal of Therapeutics que demuestra que al menos un 80% de los 35 medicamentos que estudió habían sido descubiertos gracias a investigaciones del sector público. Pero otros estudios señalan cifras mucho más bajas: un trabajo de la Universidad de Tufts publicado en Journal of Health Economics habla de un 6,7% de nuevos medicamentos que provienen de esta área. ¿Por qué esa gran diferencia? Una investigación de la Universidad de Boston, disponible en New England Journal of Medicine, lo explica de un modo bastante sencillo: “Los laboratorios solicitan nuevas patentes para drogas ya existentes basándose en nuevas aplicaciones. Cada año se completa un gran número de estas solicitudes. En 2011, solo diez nuevos fármacos aprobados estaban destinados a nuevos tratamientos. Y el 90% de ellos se originó en una institución publica”.


 ¿Es justo que se otorguen patentes por innovación a empresas privadas, cuando gran parte de la investigación se realizó en instituciones públicas? Esa fue la pregunta que se hicieron estudiantes de leyes, química, farmacia y ciencias empresariales de la Universidad de Yale. La respuesta fue crear en 2001 la red de Universidades Aliadas para las Medicinas Esenciales, UAEM, por sus siglas en inglés. Esta asociación, formada por más de 150 estudiantes de 100 universidades distintas, pretende que las instituciones que cedan una licencia, exijan que los fármacos se vendan a precios razonables. Aunque eso signifique que la institución gane algo menos. Así fue como lograron reducir un 90% el precio de un retroviral que vendían los laboratorios BMS.
Irene Romero es coordinadora europea de la UAEM. Para ella, la respuesta a esta cuestión “pasa por cambiar el sistema de investigación y desarrollo. Debe invertirse más en el sector público. También habría que sentarse con la industria y decirles que somos uno de los cinco países de la UE que más gastan en medicamentos; y a partir de ahí, entonces sí, negociar. Esto que ocurre con Sovaldi no había pasado nunca. Vendrán nuevos medicamentos contra la hepatitis C, o el cáncer, y saber lo que ocurrirá será un precedente”. Y es que no se trata solo de innovación, precios y ensayos. El dilema de las patentes confronta un derecho fundamental, la salud, con la empresa privada.
 


Varias organizaciones no gubernamentales (ONG) apoyan la iniciativa de pacientes y familiares de expropiar la patente de Sovaldi.
 

Y por casa, ¿Cómo andamos?
En España hay cerca de 900.000 personas que sufren hepatitis C. El coste del tratamiento que los curaría (no les daría mejor calidad de vida o la alargaría, sino que erradicaría la enfermedad por completo) es de unos 60.000 euros. Las cifras son altísimas, y por eso muchos han señalado, dada la cantidad de pacientes y el coste, la necesidad de solicitar una licencia obligatoria. Pero como señala Irene Romero, coordinadora de Alianza de Universidades para las Medicinas Esenciales: “Esto es solo el comienzo. Habrá nuevos medicamentos y hay que sentar un precedente de negociación”. Xavier Seuba, Profesor de Derecho Internacional Público de la Universitat Pompeu Fabra y experto en regulación farmacéutica, es de la misma opinión: “Es necesario fomentar una política de gestión de los derechos de propiedad intelectual más competitiva, que sepa remunerar la auténtica innovación pero pueda también responder ágilmente a las necesidades sociales y sanitarias del momento. En este sentido, ceñir el debate a las licencias obligatorias para un medicamento en concreto hace perder de vista la más amplia y compleja cuestión de la gestión económica del medicamento y de la propiedad intelectual”.



Entre 2003 y 2006, Vietnam y Corea del Sur consiguieron un acuerdo para que empresas locales fabricaran Tamiflu (de Roche) contra la gripe asiática.
 

Polémica internacional
En 2013, la India denegó una patente de medicamento a Novartis por un anticancerígeno aduciendo que lo que se presentaba era una nueva forma de administrar el producto, y no una nueva molécula. Este país asiático, principal proveedor de genéricos para las Naciones Unidas y los sistemas sanitarios de la región, encabeza un nuevo movimiento en contra de las patentes farmacéuticas. Y cada vez son más las naciones que se atreven a usar recursos legales ante situaciones que consideran abusivas o de emergencia.




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